La Paz, julio 6, 2004.- El gobierno neoliberal de Carlos Mesa echó el grito al cielo al conocer hoy la decisión del Congreso que establece que no será obligatorio el voto en el referéndum del 18 de julio y de que se necesita por lo menos la asistencia del 50% de los inscritos en el […]
La Paz, julio 6, 2004.- El gobierno neoliberal de Carlos Mesa echó el grito al cielo al conocer hoy la decisión del Congreso que establece que no será obligatorio el voto en el referéndum del 18 de julio y de que se necesita por lo menos la asistencia del 50% de los inscritos en el padrón electoral para que la consulta sea válida.
Durante toda la mañana de este martes, el Presidente y sus ministros evaluaban la ley marco del referéndum, aprobada en la madrugada por el Congreso y que define que el voto será voluntario, tal como informó el presidente del Senado, Hormando Vaca Diez
Sin la coerción para que los ciudadanos voten y con el boicot anunciado por los sindicatos y organizaciones populares, que claman por la nacionalización del gas y el petróleo, el gobierno de Mesa teme que su referéndum vaya al fracaso al no poder lograr que la mitad de los más de cuatro millones inscritos en el padrón electoral concurran libremente a las urnas y le digan mayoritariamente SI a sus cinco preguntas..
«El voto debe ser obligatorio», dijo muy molesto desde Sucre el viceministro de Justicia, Carlos Alarcón, mientras en La Paz el gabinete ministerial, con Mesa a la cabeza, evaluaba dos posibilidades: a) rechazar la ley aprobada por el Congreso, exigiendo la obligatoriedad del voto, o b) aguardar el fallo del Tribunal Constitucional, confiando en que esta instancia obligue a los ciudadanos a ir a las urnas.
La estrategia gubernamental es lograr, de cualquier modo, que el voto en el referéndum sea obligatorio, tal como ocurre con las elecciones nacionales, y que quienes propugnen la abstención sean perseguidos y encarcelados por el Ejército y la Policía, que saldrán masivamente para levantar los bloqueos carreteros y preservar los centros de votación.
En el campo sindical, la no obligatoriedad del voto fue saludada como un «preanuncio de la victoria de la nacionalización» del gas y el petróleo.
«Ningún boliviano está obligado a ir a las urnas y quienes vayan no deben votar ni por SI ni por el NO. Se debe votar nulo, pifiado y por la nacionalización», dijo el dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), Luis Choquetilla, quien ratificó otra vez la convocatoria laboral al boicot de la consulta, a través de manifestaciones, bloqueos de caminos y quema de ánforas.
«?Cómo podemos votar en un referéndum tramposo que quiere que recuperemos nuestra dignidad y el gas recién el 2036? Es una burla al pueblo (…) Nos quieren hacer escoger entre los proyectos de Mesa y Sánchez de Lozada que son la misma cosa. Queremos la nacionalización ahora», dijo al asegurar que «el pueblo dirá su palabra por la nacionalización con el boicot, con la abstención y también con las papeletas de sufragio».