Proseguiremos empeñosamente una política de paz al ordenar la ocupación armada de California. …aproveche usted las oportunidades que se ofrezcan para enviar oficiales al cuartel general del enemigo con propósitos militares, reales o aparentes, como ocurre ordinariamente entre ejércitos, en las que pueda ofrecerse la ocasión de hablar de la guerra misma, diciéndoles que se […]
al ordenar la ocupación armada de California.
…aproveche usted las oportunidades que se ofrezcan
para enviar oficiales al cuartel general del enemigo
con propósitos militares, reales o aparentes,
como ocurre ordinariamente entre ejércitos,
en las que pueda ofrecerse la ocasión de hablar de la guerra misma,
diciéndoles que se lleva al cabo únicamente para obtener justicia,
y que preferiríamos obtenerla por medio de negociaciones
que por medio de la lucha…
deberá haber un amplio campo para influir sobre los espíritus
y sentimientos de grandes masas de habitantes,
induciéndolos a desear éxito a una invasión que no se propone
agravar a su patria; y que al derrocar a sus opresores,
puede beneficiarlos a ellos mismos.
James Polk. 9 de julio de 1846.
Introducción
El problema de la comunicación entre el Océano Pacífico y el Océano Atlántico nace desde las exploraciones y los descubrimientos del Nuevo Mundo. Y en tanto que el comercio Español debía tener proporciones mundiales y por ende vías de comunicación entre Oriente y Occidente, el comercio se realizará por conducto de la Nueva España, y dentro de ésta, serán los puertos de Acapulco y Veracruz los más importantes para la llegada y salida de embarcaciones, sin embargo estos decaerán paulatinamente, al aumentar el monopolio de Cádiz y por el peligro que representaron piratas y los pechelingues1.
Proyecto de vía interoceánica que se convertirá en anglosajona, una vez que el imperio español decae y el inglés ocupa su lugar, a la vez que los Estados Unidos ascienden paulatinamente. Generándose una lucha sorda, en ocasiones diplomática y en otras protagonizadas por filibusteros2 que, cuando fracasaban en sus intentos eran declarados irresponsables, pero si triunfaban eran aprovechados sus intentos, en la pugna entre Inglaterra y los Estados Unidos, por el dominio y control de la vía interoceánica3.
Lucha que hoy se replica entre los Estados Unidos y China, porque el centro de la riqueza y producción mundial, se ha trasladado del Atlántico al Pacífico. Y la economía china ha pasado a ser un jugador de peso en la economía latinoamericana, incluido México. Observándose la importancia de China en algunos proyectos que en su momento fueron progresista, como Brasil y que se confrontaron con el imperialismo estadounidense. Además de que es China en América Latina, una de las razones por las que la reprimarización que se ha afianzado4.
Muestra de la pugna entre EE.UU y China por tener el control de vías interoceánicas, además del Istmo de Tehuantepec, la da también la concesión hecha en Nicaragua para la construcción de un Canal Interoceánico, otorgada a la empresa china HKND, y cuyo propietario es el magnate de las telecomunicaciones Wang Jing. Dicho canal si se llega a realizar, tendría una extensión de 278 kilómetros, y atravesaría el país desde el Caribe hasta el Pacífico, permitiendo el paso de cargueros de enorme calado, que ahora no pueden atravesar el Canal de Panamá, recientemente ampliado. Además, en paralelo al Canal se construirían puertos, aeropuertos y zonas de libre comercio5.
Pero además, en la lucha por la Cuenca del Pacífico que incluye a Estados Unidos, Canadá y México, se le suman la totalidad de las naciones asiáticas, Australia, Nueva Zelanda y Rusia.
En tal contexto, es importante recordando el uso histórico que se ha hecho de filibusteros, ante el terror de la llamada guerra contra las drogas que esta viviendo nuestro país. Máxime cuando el imperialismo norteamericano, quiere usar a América Latina como mercado cautivo, en su negociación de tratados comerciales con Europa y Asia, y dentro de tal proyecto, la importancia que recobra para los EE.UU el Istmo de Tehuantepec.
Y, no se puede pasar por alto el hecho histórico de que el pueblo de México ha sido una víctima del mundo occidental. Expuesto constantemente al peligro inherente de la expansión de los imperialismos en turno, continental o extra continental. Teniendo en cuenta que el peligro más serio e inminente, tanto por lo inmediato de su vecindad, como por la agresividad de su política expansionista, ha sido y sigue siendo el imperialismo norteamericano. A expensas del territorio mexicano, creció territorialmente el imperio estadounidense, olvidar este hecho deja un grave vació en la explicación y comprensión de fenómenos como la guerra contra el narcotráfico, que hoy tiene desgarrado al país.
Por tales motivos, es preciso recordar la forma en que, en 1842 Antonio López de Santa Anna, decreta a favor del español José Garay, abrir una ruta de comunicación en el Istmo de Tehuantepec. Sin embargo, la falta de recursos pecuniarios condujeron al hispano a especular la concesión con súbditos ingleses, y de éstos la concesión pasaría a manos de intereses norteamericanos. De manera que para 1847, Santa Anna le será útil a los intereses estadounidenses, manifiesto en los acuerdos que hace con Polk.
Santa Anna se coludió y fue colaborador de la «compra de la paz». Aplicando como estrategia, hacer retroceder y fatigar a los soldados mexicanos, hacerlos combatir sin municiones, destituir a generales, mover constantemente a las fuerzas disponibles hacia puntos sin importancia para diezmar la resistencia nacional.
Y, una vez logrado el triunfo norteamericano en 1848 sobre nuestro país, se presentaron en México y en Nicaragua distintos personajes para intentar abrir una ruta interoceánica. De suerte que el 1o de enero de 1851 el presidente de México, José Joaquín Antonio Florencio de Herrera y Ricardos, informaba al congreso que había celebrado con los Estados Unidos tres tratados, uno de los cuales se refería al paso por el Istmo de Tehuantepec. Y el general José Mariano Martín Buenaventura Ignacio Nepomuceno García de Arista Nuez, justifica a Herrera indicando que éste tenía el noble y patriótico deseo de abrir a la República una nueva fuente de riqueza y prosperidad, atrayendo a su seno el comercio del orbe, y con él la simpatía y la alianza de todas las naciones6.
Además, tiempo atrás el general estadounidense James Gadsden vino a México con instrucciones de presionar al gobierno de Santa Anna para que vendiera los estados fronterizos. Gadsden ofreció cincuenta millones de dólares por una cesión territorial que comprendía la mayor parte de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Sonora y toda la extensión de Baja California7, sin embargo Santa Anna no aceptó.
Por lo que, no obstante que anteriormente, mediante el Tratado de La Mesilla, mejor conocido en los Estados Unidos como la Compra de Gadsden, los norteamericanos adquirieron el valle de La Mesilla y la Canadá de Guadalupe. De forma que Gadsden completó el imperio continental norteamericano, desde el océano Atlántico hasta el océano Pacífico. No por eso cesaron los embates expansionistas contra México, mismos que durante el gobierno de James Buchanan (1857-1861) alcanzaron un gran vigor.
El presidente Buchanan creía firmemente en el «destino manifiesto» de su país, extenderse por el continente asignado por la Providencia para el libre desarrollo de sus millones de habitantes, que se multiplicarían con los años, concepción de moral puritana que explicaba el hecho de convertirse en el poder más importante del hemisferio occidental y desde luego, la víctima más factible era México.
De tal forma, Buchanan quería evitar que Europa interviniese en los asuntos internos mexicanos y obtener, asimismo, el control de las rutas interoceánicas. Sostenía que para poder construir las rutas interoceánicas, lo más conveniente era que México hiciese a los Estados Unidos una nueva cesión territorial, o bien que se estableciese sobre nuestro país un protectorado. Con el tiempo, la segunda solución daría lugar a anexiones territoriales por parte de la nación más fuerte. Si todo esto fracasaba, los políticos del sur de los Estados Unidos, estaban dispuestos a pagar por un nuevo límite, más recomendable para ellos, que redujera los peligros del contacto fronterizo y por ciertos privilegios comerciales y de tránsito, que, en su opinión, favorecerían tanto a la nación norteamericana como al vecino mexicano.
Siendo su meta también conseguir la cesión de las regiones poco colonizadas del norte mexicano, el presidente Buchanan puso al tanto de sus proyectos a John Forsyth, embajador norteamericano en la ciudad de México desde 1856. De forma que, en 1857 le envió instrucciones para comprar la península de Baja California, los territorios de Sonora y Chihuahua, hasta el paralelo treinta. Territorios por los que podría pagar, cuando mucho quince millones de dólares. Debía tratar de conseguir el área completa que se le indicaba. Pero si no lograba el acuerdo en su totalidad, podía conformarse con una región. Por Sonora y Chihuahua pagaría hasta diez millones de dólares, por Baja California, cinco.
En México, las propuestas de Forsyth no fueron bien acogidas. Durante su gobierno, el presidente Ignacio Comonfort se negó varias veces a considerar una cesión territorial. Ante tal negativa y frente a la guerra civil que estalló en México a fines de 1857, en su mensaje anual al Congreso el 6 de diciembre de 1858, el presidente Buchanan manifestó su preocupación por el estado de «violencia y anarquía» que prevalecía en la República Mexicana, así como por las depredaciones de indios hostiles (léase hoy narcotraficantes) que recorrían impunemente el noroeste de México y el suroeste de los Estados Unidos.
Declarando que era de suma importancia que una cadena de poblaciones se extendiese a lo largo de la frontera, con suficientes habitantes como para defenderse a sí mismos y al correo de California, recientemente establecido entre las posesiones norteamericanas en el Atlántico y en el Pacífico. Para remedio de tales males, el presidente recomendaba además seriamente al Congreso de su país que, el gobierno de los Estados Unidos asumiera un protectorado temporal sobre las porciones al norte de Chihuahua y Sonora, así como el hecho de que se establecieran puestos militares en ellas.
Además, Buchanan envió a Veracruz, sede de los juaristas, a William B. Churchwell, un agente confidencial del Departamento de Estado, con la misión de sondear el terreno. Debía contactarse con el gobierno liberal, en busca de bases para el entendimiento previo al reconocimiento oficial. Más todavía, el 7 de marzo Buchanan llamó al Departamento de Estado a Robert McLane, senador por Maryland, para comunicarle su designación como ministro de los Estados Unidos en México y proporcionarle una serie de instrucciones.
Tales instrucciones se pusieron de manifiesto durante los siguientes meses, ya que el embajador McLane y el ministro Ocampo negociaron un tratado, que es conocido como el Tratado McLane-Ocampo, mismo que el gobierno liberal firmó en diciembre de 1859. En este acuerdo los Estados Unidos obtenían el derecho de tránsito a perpetuidad por el istmo de Tehuantepec, así como por otras dos rutas a través del norte de México: de Nogales a Guaymas, por Magdalena y Hermosillo y, de un punto en el río Bravo, en Tamaulipas, a Mazatlán, pasando por Monterrey, Saltillo y Durango.
Conseguían además los Estados Unidos igualmente el derecho de proteger militarmente esas rutas y de intervenir en casos de extremo peligro, con o sin el consentimiento de las autoridades mexicanas. Los Estados Unidos se arrogaban también la facultad de ejercer, a discreción de su gobierno, el mantenimiento y la vigilancia del orden y la seguridad en todo México. A cambio, el gobierno de Juárez recibiría cuatro millones de pesos. Afortunadamente para México, el Senado norteamericano, dividido por el problema de la esclavitud, rechazó el acuerdo en mayo de 18608.
Todos estos acuerdos desafortunados para nuestro país, tendrán su final durante la presidencia de Lázaro Cárdenas, mismo que instruyó al doctor Francisco Castillo Nájera, quien era embajador ante el gobierno de Washington, para que negociara la denuncia (anulación), sobre la obligación de México para que permitiera sin restricciones el paso de los viajeros estadounidenses, sus mercancías y sus valijas de correo por el Istmo de Tehuantepec. Logrando que tal anulación se lograra el 14 de abril de 1937, durante la presidencia de Roosevelt en los Estados Unidos y Lázaro Cárdenas en México9.
El despojo actual perpetrado desde los EE.UU sobre las tierras de México.
Como ya hemos indicado, el Istmo de Tehuantepec, zona neurálgica para nuestro país, ha figurado dentro de los planes de Washington desde el fin de la guerra norteamericana emprendida contra México. El presidente Polk ofreció quince millones de dólares por el tránsito de Tehuantepec, pero no logro su objetivo. Y no obstante la oposición de sucesivos gobiernos mexicanos, hasta antes de Porfirio Díaz, tan apremiante le era a Norteamérica una comunicación rápida y económica con la costa del Pacífico, que el gobierno de Washington siguió renovando sus intentos hasta que, diez años después de la guerra y gracias a la iniciativa privada, la Luisiana Tehuantepec Company, logró una concesión10.
Siendo de vital importancia el Istmo de Tehuantepec porque, delante de él se encuentra el mundo oriental y el comercio con ese mundo resulta ser muy lucrativo, así como el control de las rutas comerciales. De suerte que los EE.UU han intentado adueñarse del Istmo para conectarlo con la importante ruta comercial que mantienen con el Oriente, impulsado desde Nueva Orleans. Sufriendo así nuestro país una serie de intentos por parte de los norteamericanos en poner cabezas de puentes en México para apoderarse del territorio nacional.
El caso de Baja California Sur.
Estas cabezas de puente se pueden observar a partir de lo que ha venido ocurriendo en el estado de Baja California Sur, que de la mano de la mega-minería y los mega-desarrollos inmobiliarios, desde Los Cabos, hasta el Mar de Cortés y de San Felipe a Los Cabos nuevamente, este litoral paulatinamente ha sido cedido a los intereses de EE.UU. Respecto a las compañías inmobiliarias un 90% ha sido otorgado a las norteamericanas, una que otra canadiense, mexicana y española. Así, alrededor de 60 empresas norteamericanas son las que controlan el mercado inmobiliario en la península, entre las que destacan: Linda Neil Properties, Cabo Realty, Lands and Relaty, Grimes Properties, Baja Peninsula Real Estate, Rionda y Knapp, Costa Realty, entre otras.
A estas empresas se le han sumado inversiones de empresarios mexicanos como Miguel Alemán Magnani, la familia Arango, Eduardo Sánchez Navarro y el empresario de la región Luis Cano Hernández. Mismos que al verse en dificultades en la competencia con las empresas estadounidenses, han preferido tener nexos con ellas. Así, Sánchez Navarro tiene un proyecto en Puerto Paraíso, exclusivo club de playa ubicado en San José del Cabo. En tanto que la familia Arango, dirigida por Manuel Arango, maneja el proyecto Costa Baja, en la zona de la Paz. Mientras que Cano Hernández – al parecer asociado a estadounidenses – se presenta en el mega proyecto Paradaise of the sea11.
A estos desarrollos inmobiliarios, también se le han incorporado empresas españolas como la gallega Grupo Fadesa, misma que es accionista de Repsol, planeando invertir 4 mil millones de euros en un proyecto inmobiliario, en terrenos del ejido de San Bruno, al norte de Loreto.
Todo lo cual ha sido posible porque distintas personas o empresas han comprado a precios muy bajos los terrenos, para posteriormente fraccionarlos, y a precios mucho más elevados, vender los terrenos a particulares estadounidenses o hacer proyectos inmobiliarios. Ya que los estadounidenses en su mayoría son los únicos que pueden pagar los predios y fincar lujosas residencias aisladas a las orillas del mar, así como vivir en los llamados resorts o clubes de playa.
Resultando así porque, al menos durante 2008, en Baja California Sur existían 100 ejidos, de los cuales 90 se encontraban dentro del Programa de Certificación de Derechos Ejidales (Procede). Y el flujo de venta de estos a particulares, ha estado por encima de la media nacional. Para lo cual ha sido común encubrir actos de compraventa donde inversionistas y políticos se han hecho pasar como ejidatarios.
Así, Narciso Agúndez Montaño, entonces gobernador perredista, resulto ser ejidatario de La Purísima, ejido ubicado al sur de Santa Rosalía, y cuyas miles de hectáreas abarcan playas magníficas en ambas costas. Asimismo el entonces secretario de Turismo, Alberto Treviño y su hermana Alejandra, así como el inversionista Luis Cano Hernández y Cristina Rodríguez, nieta del ex presidente Abelardo L. Rodríguez y hasta personas con apellidos extranjeros han aparecido como ejidatarios, como Dillon Snel, Alberto Esses Dayan y Tracy Parr, este último hijo de uno de los primeros especuladores de la zona, William Parr12.
Hechos que en 2008 destaparon el proceso ilegal sobre los intentos de venta y compra de la isla Magdalena en la bahía del mismo nombre, en los que estuvo involucrado el exgobernador Narciso Agúndez Montaño y el gobernador Leonel Cota Montaño, quien es responsable de que en la bahía de La Paz, frente al malecón de la capital del estado, se encuentre el desarrollo inmobiliario Paraíso del Mar, sobre la península del Mogote, en un área de manglares y humedales supuestamente protegida13.
Respecto a al minería, se ha intentado establecer una mina a cielo abierto en la Reserva de la Biósfera de la Sierra de la Laguna, a lo cual se le suma la tentativa de explotación del lecho marino en la costa del municipio de Comondú, para extraer fosforita.
Eventos todos los cuales han sido facilitados desde 2013 mediante la aprobación de la reforma al artículo 27 constitucional. Frente al pleno de la Cámara de Diputados, las bancadas de PRI y PAN sumaron fuerzas para que se permitiera a extranjeros comprar inmuebles en playas y litorales mexicanos. Zona que anteriormente se encontraba restringida, comprendiendo una franja con profundidad de 100 kilómetros en las fronteras y de 50 en las playas14.
Siendo que, desde el mandato de Carlos Salinas de Gortari, la conquista histórica de los campesinos, reconocida y elevada a rango constitucional -el derecho a ser dotados de tierra y su intrasferibilidad-, fue eliminada mediante las reformas al artículo 27 de la Constitución, aprobadas en lo general y en lo particular el 22 de febrero de 1992 por el Congreso de la Unión. Así, Salinas posiciono a nuestro país para que cumpliera con el papel que le ha asignado desde 1980 en el proceso de acumulación general, consistente en el otorgamiento de alimentos y materias primas baratas y de abundante fuerza de trabajo no calificada a la industria y los servicios.
Así, los propósitos no escritos de ambas reformas han resultado ser:
a) Suspender el reparto agrario; esto es, suprimir el derecho el derecho de los campesinos a ser dotados de tierra;
b) Privatizar una gran cantidad de tierras ejidales y comunales;
c) Crear tribunales agrarios en los estados para que se encarguen de los expedientes que les turne la SRA;
d) Permitir que las corporaciones puedan adquirir en propiedad tierra para cultivo o para aprovechamiento ganadero y pesquero;
e) Crear nuevas formas de asociación en el campo que permitan la participación de capitalistas en los ejidos y en las comunidades (tanto para financiar la producción como para apoderarse de las tierras);
f) Reconocer a la pequeña propiedad forestal con un límite de 800 hectáreas, que podrá ser vendida, rentada, etc., a los terratenientes;
g) Creación de las sociedades mercantiles, que será la forma legal que adquirirá la participación y apropiación de la tierra por el capital privado;
h) Otorgar la propiedad de la tierra a ejidatarios y comuneros, para que éstos puedan libremente venderla o rentarla;
i) Crear nuevos latifundios, legalizar los disimulados y acrecentar algunos de los ya existentes; y
j) Permitir la inversión y la compra de tierra al capital extranjero15.
Hechos que por desgracia se han vuelto patentes para pescadores, agricultores y artesanos, que despojados sus tierras, sus playas y su agua, se han convirtiendo en ejércitos de limpieza y mantenimiento de enormes hoteles. De forma que hoy Los Cabos, sobre el corredor turístico que conecta a Cabo San Lucas con San José del Cabo, se han urbanizado rápidamente, aumentando los hoteles de superlujo, conjuntos residenciales para extranjeros, de la mano de vuelos internacionales, así como exclusivos clubs de playa. Mientras que por otra parte, también crecen los cinturones de miseria, conformados por peones de la construcción, jardineros, meseros y demás personal que llegan hacia estas zonas con la intención de trabajar.
Pero además de la gente local despojada, también se han presentado a trabajar gente proveniente principalmente de Guerrero, Chiapas y Veracruz, produciéndose así una explosión demográfica de hasta un 300% anual. Tan sólo en el municipio de Los Cabos en 2008, en tres meses surgieron colonias de miles de habitantes que han vivido hacinados y sin servicios básicos16.
Bibliografía.
González Ramírez Manuel. El codiciado Istmo de Tehuantepec. Colección Metropolitana, departamento del Distrito Federal, 1973.
Hemerografía.
Rebelión. Entrevista al economista de izquierda Claudio Katz. «En América Latina la confrontación está en curso, el resultado está abierto y veremos qué ocurre«. Por: Hernández Mario, 26-10-2016.
Proceso. Número 2000. 1 de marzo de 2015.
Proceso. Número 1969. 27 de julio de 2014.
Proceso. Número 2074. 31 de julio de 2016.
Proceso. Número 2070. 3 de julio de 2016.
Proceso. Número 2009. 3 de mayo de 2015.
Proceso. Número 2041. 13 de diciembre de 2015.
Proceso. Número 2060. 24 de abril de 2016.
Proceso. Número 2033. 18 de octubre de 2015.
Proceso. Número 1781. 19 de diciembre de 2010.
Proceso. Número 2048. 31 de enero de 2016.
Proceso. Número 2021. 26 de julio de 2015.
Proceso. Número 1642. 20 de abril de 2008.
Proceso. Número 2052. 28 de febrero de 2016.
Proceso. Número 2081. 18 de septiembre de 2016.
Proceso. Número 2086. 23 de octubre de 2016.
Proceso. Número 1864. 22 de julio de 2012.
La Jornada. Domingo 18 de septiembre de 2016.
La Jornada. Sábado 1 de octubre de 2016.
La Jornada. Martes 18 de octubre de 2016.
La Jornada. Lunes 10 de octubre de 2016.
La Jornada. Sábado 10 de septiembre de 2016.
Notas
1 Pirata de Mar.
2 Se conoce como filibusteros a los piratas que actuaban en el mar de las Antillas durante el siglo XVII. A diferencia de otros piratas, los filibusteros se caracterizaban por no alejarse de la costa, invadiendo y saqueando naves próximas o poblaciones costeras.
Filibusteros franceses, ingleses y holandeses se reunían en las cavernas de pequeñas islas de la zona, como San Cristóbal y las Tortugas. Se tiene constancia de que en 1697 los filibusteros tomaron Cartagena de Indias con la ayuda de una flota de corsarios franceses.
3 González Ramírez Manuel. El codiciado Istmo de Tehuantepec. Distrito Federal, colección metropolitana, 1973. Pág. 31
4 Rebelión. Entrevista al economista de izquierda Claudio Katz. «En América Latina la confrontación está en curso, el resultado está abierto y veremos qué ocurre«. Por: Hernández Mario, 26-10-2016.
5 internacional.elpais.com ‘ Internacional
6 González Ramírez Manuel. El codiciado Istmo de Tehuantepec. Distrito Federal, colección metropolitana, 1973. Pág. 69
7 Ibíd. Pág. 73
8 https://obson.wordpress.com/…/el-interes-expansionista-norteamericano-…
9 González Ramírez Manuel. El codiciado Istmo de Tehuantepec. Distrito Federal, colección metropolitana, 1973. Pág. 9
10 González Ramírez Manuel. El codiciado Istmo de Tehuantepec. Distrito Federal, colección metropolitana, 1973. Pág. 87
11 Proceso. Número 1642. 20 de abril de 2008.
12 Proceso. Número 1642. 20 de abril de 2008.
13 Red Voltaire. Tres Santos: despojo y corrupción en Baja California Sur. Por: Roberto E Galindo Domínguez. 12 de enero de 2016.
14 www.jornada.unam.mx/2013/04/24/politica/020n1pol
15 www.uaz.edu.mx/vinculo/webrvj/rev14-6.htm
16 Proceso. 1642. 20 de abril de 2008.
Ramón César González Ortiz es Licenciado en Sociología por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Y Maestro en Estudios Políticos y Sociales por la misma Institución, actualmente es profesor adjunto en las materias, La sociología en México y Pensamiento Social Latinoamericano, en la FCPyS de la UNAM.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.