El sexto informe del gobierno chiapaneco es una expresión concreta de la labor de los hombres del régimen, a través de ellos se encarna la voluntad empresarial, las diversas expresiones y afirmaciones hechas por este político de oficio en la recta final de su administración prueba fehacientemente su apego fiel a las formas burguesas de […]
El sexto informe del gobierno chiapaneco es una expresión concreta de la labor de los hombres del régimen, a través de ellos se encarna la voluntad empresarial, las diversas expresiones y afirmaciones hechas por este político de oficio en la recta final de su administración prueba fehacientemente su apego fiel a las formas burguesas de hacer política es la manifestación de su carácter antipopular y pro-empresarial.
El último informe del gobierno hace horrendas faltas a la verdad, es un insulto a la inteligencia humana y al pueblo mismo porque las declaraciones hechas por éste no se reflejan en las condiciones materiales de vida de las miles de familias pobres del campo y la ciudad de la entidad, es evidente el sello de clase que yace en su actitud, es nítido su carácter demagógico y servil a los intereses de la clase que detenta el poder.
El gobierno de la entidad es un hombre del régimen, obedece a los planes empresariales, que es lo mismo, a los intereses del capital monopolista transnacional. La clara manifestación de éste fenómeno lo encontramos en las propias estadísticas oficiales, a través de éstas tenemos que Chiapas es el estado con el 71% de su población en condición de pobreza, esto nos indica que el ejecutivo local como cualquier gobierno bajo el régimen de explotación y opresión jamás representará los intereses del pueblo.
El gobernador asegura que tenemos seguridad y finanzas sanas, esta falacia solamente es creíble para mentes ingenuas, porque para el pueblo constituye un insulto. La seguridad de la que habla es mentira, por el contrario, secundó el terrorismo de Estado, esta política de gobierno cobró vidas de hijos del pueblo mediante ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, tortura, desplazamiento forzado y los diversos escenarios de represión que se vivió a lo largo de su administración en la entidad.
¿Acaso se le olvidó las muertes en el municipio de Oxchuc, en Amatán, en el municipio de San Juan Chamula, Chenhalo, las decenas de mujeres proletarias víctimas de ejecuciones extrajudiciales, de las víctimas de desaparición forzada, de la incertidumbre de miles de familias en el Soconusco, Región Fronteriza, Centro de Chiapas? En todos ellos, tiene responsabilidad tanto el gobierno chiapaneco y el federal.
El asesinato reciente del periodista Mario Leonel Gómez en el municipio de Yajalón y otro más en el municipio de Tuxtla Chiapas son casos que se prescinden en el informe, pero ambos representan un atentado contra la libertad de expresión, el rostro de un gobierno a quien no le interesaron los derechos humanos.
No podemos pasar por alto la responsabilidad del «mandatario» en el asesinato político de nuestros compañeros Héctor Sántiz López y Víctor Alfonso Pérez López, la ejecución extrajudicial de nuestro compañero Humberto Morales Sántiz, la desaparición forzada de Fidencio Gómez Sántiz y la represión sistemática como el hostigamiento persistente contra nosotros.
Con los casos citados se devela que la política de seguridad del gobierno local consistió en proteger la propiedad privada, a los empresarios, garantizar la circulación de mercancías, crear una imagen ilusoria de la entidad para el atractivo del turismo cuando más de la mitad del pueblo chiapaneco vive en condiciones de miseria.
Las finanzas sanas hacen referencia al enriquecimiento por encima de los intereses del pueblo para beneficio del capital, basta observar la construcción del aeropuerto en el municipio de Palenque, en la región costa y la apertura de la zona económica especial, la inversión en las fuerzas policíacas para reprimir, para vigilar las carreteras y al mismo tiempo, en tramos específicos se usa de pretexto para militarizarlas. Lo dicho por el gobernador es esencialmente demagogia.
Respecto al tema de salud, desborda hipocresía, ampliar la cobertura de atención médica para el pueblo a través de la infraestructura no es garantía de acceso a ese derecho humano y constitucional, cuando a lo largo de su sexenio una demanda de amplios sectores populares fue la atención médica digna para la población, dotar de los medicamente necesarios para los pacientes y, al cierre de su administración, se desata el descontento del sector salud por adeudo de salarios, ¿a eso le llama tener finanzas sanas en el tema de salud?
No hay duda del carácter demagógico y antipopular del gobierno, intentó presentar resultados positivos de su sexenio ante el pueblo, cuando esencialmente éste obedeció a la política económica neoliberal, por tanto, no es de extrañarse la presencia de los gobiernos de Puebla y Oaxaca.
Son políticos de oficio paridos por el mismo régimen, no hay duda que gobiernos priistas, panistas y verde ecologistas está cortados por la misma tijera, con la presencia de los gobiernos de ambas entidades así pretendió el ejecutivo local ganarse legitimidad, ante un pueblo descontento por las nefastas consecuencias de su gobierno.
Lo disparatado de las declaraciones del gobierno chiapaneco se evidenció en una falacia contundente, afirmar que Chiapas es el quinto estado más pacífico del país. Semejante falsedad solamente proviene de los políticos de la clase dominante, porque difícilmente aceptará su responsabilidad en el dolor que provocó a los familiares de las víctimas de los crímenes de lesa humanidad perpetrados en la entidad.
Los heridos producto de la represión, hostigamiento, desplazados de manera forzada, detenidos arbitrariamente y torturados en su informe ni una sola palabra, ocultó con cinismo esa realidad que el pueblo atestiguó, por tanto, el gobernador pretende a golpes mediáticos imponer una mentira, simular paz cuando el pueblo perece de hambre, miseria, desempleo y demás precariedades materiales.
El sexto informe cundió de empacho político al puro estilo burgués. El gobierno aseguró anteponer en su sexenio «(…) diálogo para solucionar los problemas, nunca a la violencia, ni mucho menos al uso de la fuerza pública como medida de represión». Esta expresión es un claro indicativo de lo reaccionaria de la moral burguesa, de las formas burguesas de hacer política, acude sin recato al engaño para beneficiar los intereses empresariales.
La corrupción es otra evidencia palpable de la práctica política de los voceros de la oligarquía. Es un fenómeno inherente al capitalismo, la clase burguesa crea sus propias formas para perpetuar la explotación y opresión contra el pueblo y ésta es una de ellas; entonces, el gobierno chiapaneco no escapa de este hecho.
La política burguesa crea sus propias redes de corrupción para obtener de éstas máximos beneficios. El titular del ejecutivo chiapaneco es un ejemplo, habla de que nuestra entidad es financieramente estable, pero no refiere de la magnitud de la corruptela en la que se vio inmerso durante su sexenio, un ejemplo es el adeudo que contrajo con diferentes empresarios o el pueblo que en múltiples ocasiones se manifestó en la capital chiapaneca y en los municipios con la demanda que el gobernador cumpliera con sus promesas.
Otra prueba de la corrupción es la absolución del gobierno chiapaneco para evitar que rindiera cuentas de su administración, ante este acontecimiento nos preguntamos ¿el actual presidente de México y gobierno estatal entrante permitirán semejante acto de corrupción e impunidad ante un gobierno que a todas luces deja al pueblo chiapaneco en la pobreza, la miseria cuando tanto uno como otro manifestaron con claridad su firme intención de erradicar la corrupción?
El planteo del problema nos conduce inevitablemente a la conclusión de que el problema no es de forma sino de esencia. La corrupción no es el problema fundamental, la práctica de este fenómeno es la regla en la sociedad capitalista, ésta se sustenta en la propiedad privada de los medios de producción, este es el problema a resolver, no basta con ecuaciones moralinas para solucionarlo sino arrancar de raíz toda la podredumbre capitalista.
El sexto informe de gobierno por su carácter demagógico y antipopular obedece a las leyes neoliberales, no escapa de la política económica neoliberal. El engaño, la corrupción es como se manifiesta la labor de los hombres del régimen con la intención de beneficiar a la oligarquía nacional y extranjera.
La actitud del gobierno chiapaneco merece la condena del pueblo, es una tarea indispensable del conjunto del movimiento popular desenmascarar a un hombre del régimen cuyo papel demostró a lo largo de su sexenio su carácter antipopular, represor y pro-empresarial. Los resultados se materializan en la enorme precariedad material en la que vive el pueblo.
No finquemos esperanzas en las formas burguesas de hacer política, las condiciones deplorables en las que vivimos los explotados y oprimidos apela a nuestra voluntad de luchar, de quienes vivimos en carne propia los efectos nefastos de gobernantes serviles a la clase que detenta el poder, exige de los pobres del campo y la ciudad la organización popular y resistencia combativa.
¡Por la unidad obrera, campesino, indígena y popular!
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