El Bolsón, Río Negro.- El magnate británico Charles «Joe» Lewis, dueño de una estancia de 14 mil hectáreas entre Bariloche y El Bolsón, quiere construir un aeropuerto en esa zona para «beneficio de toda la comunidad». Pero al parecer ese proyecto no fue correspondido como este millonario esperaba, ya que la reacción en contra por […]
El Bolsón, Río Negro.- El magnate británico Charles «Joe» Lewis, dueño de una estancia de 14 mil hectáreas entre Bariloche y El Bolsón, quiere construir un aeropuerto en esa zona para «beneficio de toda la comunidad». Pero al parecer ese proyecto no fue correspondido como este millonario esperaba, ya que la reacción en contra por parte de los vecinos del lugar hizo que, por ahora, «suspenda» su proyecto de hacerse esa estación aérea privada. La empresa de Lewis, Hidden Lake SA (Establecimiento Lago Escondido SA) oficializó en estos días su proyecto en una solicitada donde explicaba que quiere «construir con sus propios fondos una pista de aterrizaje de 2100 metros de largo por 30 metros de ancho y un hangar, destinada a aeródromo privado de uso público, en el convencimiento que el mismo podría significar un beneficio para todos y cada uno de los habitantes de El Bolsón y la Comarca Andina (del Paralelo 42)».
Para lograr ese objetivo, Lewis pretende comprar unas 100 hectáreas en la llamada Pampa de Ludden -en el corazón mismo de la zona rural de Bolsón conocida como el Mallín Ahogado- a un antiguo poblador de nombre Cipriano Soria, porque según éste poderoso inglés «es el legítimo ocupante de la Pampa de Ludden desde el año 1948». Pero una fuerte reacción popular en contra de ese objetivo, motorizada por los «Vecinos Autoconvoca dos del Mallín Ahogado y la Comarca Andina del Paralelo 42 en defensa de la tierra y el agua» no quiere saber nada con que esa idea se concrete. Aseguran que detrás del interés «comunitario» de Lewis se esconde su verdadera intención: adueñarse lentamente de todas las tierras donde existen nacientes de agua pura y cristalina. Un elemento muy preciado en estos días de gran escasez de ese vital elemento en casi todo el mundo.
No es una novedad que el agua no contaminada y los recursos naturales son bienes que están siendo codiciados cada vez más por los capitales màs poderosos del mundo. Prueba de ello es el paulatino pero ininterrumpido aterrizaje que se da en los últimos años de multimillonarios de distintas nacionalidades que llegan a nuestra Patagonia para comprar extensas propiedades. Los hermanos italianos Luciano y Carlo Benetton (900 mil hectáreas en el Chubut) y el empresario comunicacional estadounidense Ted Turner (70 mil hectáreas cerca de San Carlos de Bariloche) son los más conocidos, junto a otros notables del espectáculo como lo son Silvester Stallone, Jane Fonda y Michael Douglas, los que desembarcaron sus dólares adquiriendo codiciadas tierras en la zona de cordillera de las provincias de Río Negro y Chubut. Quizá sea esa oleada de «pares» en el sur del mundo lo que hizo que Charles «Joe» Lewis, hace poco menos de 10 años, también hiciera pie en territorio patagónico comprando un inmenso predio de tierra fiscal entre Bariloche y El Bolsón. Más concretamente, las 14 mil hectáreas que la familia Montero -pobladores originarios de la zona- le vendieron a Lewis se ubican en el área delimitada entre la margen sur del Río Manso, la frontera con Chile, el paralelo 42 y el límite oeste de los lotes 100,101, 80, 81 y 61. Esa tierra es parte de la zona conocida como El Foyel, pegada al Mallín Ahogado, zona rural de El Bolsòn, cuyo casco urbano está a 40 kilómetros de la propiedad de Lewis.
Lo curioso -o no tanto según los Vecinos Autoconvocados- es que dentro de los límites de lo comprado por este magnate británico en 1997 quedó la totalidad del Lago Escondido, cuyo acceso desde ese momento comenzó a ser vedado a los rionegrinos -y por ende a todos los argentinos- por los custodios armados de quien hoy es dueño de la cadena Planet Hollywood. Y esto, en franca ilegalidad con lo que dispone, entre otras cartas políticas, la Constitución provincial de Río Negro en su artículo 73: «Se asegura el libre acceso con fines recreativos a las riberas, costas de los ríos, mares y espejos de agua de dominio público». Pero todo esa normativa legal parece importarle poco a este magnate inglés ya que en los últimos años ha tratado -con la especial ayuda del espectro político provincial, dentro del cual resalta su amistad con el ex gobernador radical Pablo Verani, y también de concejales e intendentes locales- de ganarse la confianza de los casi 25 mil vecinos bolsonenses a través de regalarles equipamiento para los bomberos voluntarios del pueblo, camisetas de fútbol para los colegios, la refacción de móviles policiales de la zona y la realización de variados y amplios asados «comunitarios», siempre regados con los mejores vinos y la concreción de torneos de fùtbol para todas las edades. Si hasta en una de las ambulancias donada por Charles Lewis al hospital público de Bolsón se puede leer insólitamente en su paragolpes trasero: «Gracias Tío Joe» (sic).
La reacción de los vecinos ante la intención de construir un nuevo aeropuerto no se hizo esperar. La primera importante aclaración fue establecer sin lugar a dudas que el «legítimo ocupante» Don Cipriano no puede venderle a Lewis las 100 hectáreas donde pretende construirlo ya que la ley de Tierras provinciales Nª 279 autoriza a algunos pobladores la utilización de tierras para el pastaje de sus animales, siendo este el caso del señor Soria. El mismo poblador, de 88 años de edad, le repitiò tres veces en su casa a este periodista que «no tengo el título de propiedad», aunque está convencido que la Dirección de Tierras y Colonización de Río Negro le aseguró que él tiene pagado ese predio. «La compra de la Pampa de Ludden por este señor (Lewis) representaría la inhibición del paso hacia el sector denominado «La Buitrera» a la vez que es paso accesible a los pequeños lagos Montes, Soberanía y otro menor, el Epifano, tema harto conocido por los que quieren y no pueden acceder al Lago Escondido» afirmó Claudia Rivero, presidente de la Sociedad Ecológica Regional (SER), integrante de la asamblea de Vecinos Autoconvocados de Mallín Ahogado y la Comarca Andina.
Rivero agregó sin dudar que «en el lugar donde Lewis quiere construir ese aeropuerto, la Pampa de Ludden, se encuentra el caudaloso y purísimo arroyo Pedregoso, el cual alimenta dos usinas hidroelèctricas y a los arroyos Don Bartolo, Del Medio y próximamente el tercer brazo secundario de la Pampa de Mallín Ahogado».»La tierra pretendida (por Lewis) podría significar la imposibilidad de los vecinos de usar el arroyo para riego, además de limitar el acceso público a los tres lagos cuyas aguas el Estado (rionegrino) reivindica como propias, aunque en realidad llegar a ellos sea para los habitantes de la zona un acto de heroísmo que podría terminar en tragedia, debido a las amenazas y sutiles «invitaciones» a retirarse del lugar por parte de gente contratada por Hidden Lake, que suele portar armas» dice textualmente una declaración de la misma SER de Bolsón, desde donde se recuerda que la ley provincial 279 «de tierras fiscales de la provincia, imposibilita en su espíritu y por ende a través de su articulado, la concentración de tierras.y el uso indiscriminado de las mismas. No hace falta aclarar que vendiéndole a Lewis esas tierras también se viola esta ley». Es verdad: la ley dice claramente que si alguien posee ya un predio de tierras fiscales -Lewis tiene 14 mil hectáreas desde 1997- no puede adquirir otro terreno más, sea cual fuere, en esas condiciones.
Ante esta posición de la gente, fortalecida por movilizaciones de los Autoconvocados que se hicieron al Deliberante local y a la propia Municipalidad encabezada por el intendente Romera -desde donde se instaló un petitorio para juntar firmas a favor del proyecto de Lewis-, la empresa del magnate tuvo que dar un paso atrás. Pero no renunció del todo a concretar el proyecto, ya que en la misma solicitada donde se anunciaba su temporal paso al costado se lee bien claramente: «… decidimos suspender el ofrecimiento (de construcción del aeropuerto) hasta tanto la Comunidad y sus autoridades lo requieran».
Aunque por ahora la pulseada haya sido ganada por la voluntad y el deseo de los vecinos de «seguir viviendo como nosotros elegimos», la pelea es por demás desigual. Para los que se enfrentan a Lewis y a sus personeros el tema no es la construcción o no de un nuevo aeropuerto. «Eso es una excusa» afirman convencidos a quien los quiera escuchar. «El tema que está detrás y lo más importante es el agua» no dejan de repetir. Y hacen suyo la manera de terminar cada una de las declaraciones públicas que firma la Sociedad Ecológica Regional: «A los funcionarios les decimos: los estamos observando. Vamos tras sus pasos y sus intenciones. Y todo lo que hagan se sabrá más allá de los límites posibles». «No cederemos ante esta nueva apropiación. Nuestra lucha tendrá muchas y variadas formas. NO pasarán encima de la voluntad de un pueblo» terminan los vecinos.
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Un proyecto extrañamente dejado de lado
Por Elio Brat , desde El Bolsón
Para el piloto Reinaldo Rodríguez la concreción del proyecto de Charles Lewis de construir un aeropuerto en la zona conocida como la Pampa de Ludden «será la muerte de la actividad aérea civil en la zona de El Bolsón». Para este aviador, presidente del Aeroclub El Bolsón, el lugar donde Charles Lewis quiere construir su nuevo aeropuerto «es un lugar que tiene 902 metros de altura sobre el nivel del mar. Eso significa que entre 4 y 6 meses del año tiene nieve, por tanto en ese período será imposible utilizar esa pista para la actividad civil». «Evidentemente los intereses de Lewis y su gente es usar ese aeropuerto 4 meses al año, es decir en el verano» agregó convencido Rodríguez, aclarando que «nuestra intención es usarlo como servicio, ya que no hay que dejar de tener en cuenta la necesidad de los vuelos sanitarios urgentes, los del Plan Nacional de Manejo del Fuego y el servicio de vuelos turísticos. Y todos estos servicios que brindamos en este momento serían imposibles de continuarlos en la Pampa de Ludden».
El titular del aeroclub de Bolsón -institución que lleva 50 años en el lugar- asegura que la intención de sacar al aeropuerto de su ciudad del lugar donde hoy está emplazado tiene «intereses inmobiliarios por detrás». «No hay duda que quedó en un lugar peligroso, por la cercanía de escuelas y el casco céntrico, pero la Fuerza Aérea está instalada allí y da los marcos de seguridad. De hecho, 2 veces por semana, bajan aviones de LADE».
Consultado por este periodista acerca de un no muy antiguo proyecto de trasladar el actual aeropuerto de su ciudad camino a El Maitén, Chubut, a 30 kilómetros de Bolsón, Rodríguez contestó que «nosotros estamos de acuerdo en que la actividad aérea continue, siempre y cuando se asegure la factibilidad y la viabilidad de la nueva pista. Y ese paraje que usted dice se llama «La Burrada», adonde jamás he ido. Sí fui a la Pampa de Ludden y en ese lugar lo veo casi imposible también por el bajo plafón que existe allí. Nosotros, por la zona, tenemos aeropuertos visuales. Eso significa que cuando las nubes están muy bajas, no se puede volar. Y en ese lugar (que Lewis anunció el nuevo aeropuerto) el plafón de nubes está a la altura del piso durante muchísimos meses del año… y eso significará la muerte de la actividad aérea».