El capitalismo actual es dominantemente neoliberal e impulsado por el imperialismo en la periferia a través de una alianza de políticos y empresarios articulados por la corrupción; es en lo fundamental una forma de explotación, dominación, despojo y apropiación privada del producto social, de territorios y recursos naturales a nivel global. La violencia, los medios […]
El capitalismo actual es dominantemente neoliberal e impulsado por el imperialismo en la periferia a través de una alianza de políticos y empresarios articulados por la corrupción; es en lo fundamental una forma de explotación, dominación, despojo y apropiación privada del producto social, de territorios y recursos naturales a nivel global. La violencia, los medios y la corrupción son los instrumentos preferidos manejados por el imperialismo y las trasnacionales para redefinir su papel hegemónico; convirtiéndose en definidores de políticas, de justicia, de elecciones, de represión de la lucha social y de incultura. En este segundo momento de su movimiento, en medio de una crisis múltiple, intensifica la militarización, la destrucción de tejidos sociales, de relaciones comunitarias, autonomías, centrales obreras y campesinas, pensamiento crítico, pero también afecta a la política tradicional, a la clase media, al corporativismo, a la seguridad social y pública.[1] Muchos de los movimientos sociales y sectores de la izquierda quieren terminar con este sistema y el movimiento indio es protagónico, pero requieren de alianzas con los trabajadores del campo y la ciudad en un proyecto anticapitalista. Retroceder ante los sectores pro-neoliberales de dentro y fuera del Gobierno e implementar el neoliberalismo no es otra cosa que fortalecer al capitalismo y a los sujetos, instituciones y mecanismos que lo sostienen. Esto es lo que viene haciendo el MAS.
Gobernantes anticoloniales pretenden una solución estratégica a través de la Constitución. Venezuela, Bolivia y Ecuador apuestan a cambiar sus países con una nueva carta magna. El primero lo está haciendo y ahora busca modificarla para avanzar al socialismo; en Ecuador decidieron sustituir y suspender de derechos civiles al 57% de los congresistas por un año al oponerse a la constituyente y posteriormente realizaron un referéndum en el que gano el sí a la constituyente con el 82% de los votos; la nueva Constitución sería aprobada por el 50% más uno, lo que les permite a los socialistas ir solos a la contienda. Lo que debió haber hecho Bolivia, donde continua el conflicto por los 2/3, el candado que la derecha negoció y fue aceptado por la dirigencia política del MAS. Se quiere reproducir la experiencia venezolana, donde la Constitución fue la solución ante la ausencia de un proyecto político y donde los referendums y elecciones favorecieron a Chávez. De este modo, la vida política queda sujeta a las siguientes elecciones y así sucesivamente; cuidar la estabilidad macroeconómica y la política clientelar serán la constante y necesariamente acarreará preocupación por la legitimidad y electoralismo caudillista, a expensas de la autoconstitución de los pueblos. Venezuela, con sus excedentes pudo hacerlo liderando incluso la oposición al imperio.
En este contexto, veámos lo que ocurre en Bolivia, donde contrariamente a cualquier expectativa y a un elemental razonamiento político, el ejecutivo no resuelve los problemas de la consolidación de un nuevo Estado. El Presidente sigue actuando como líder sindical campesino, invisibilizándose en los momentos cruciales, mientras el MAS no atina a dar salidas estratégicas y se autodestruye. El vacio lo llena el Vicepresidente, quien funge de jefe de gobierno y enfrenta a la derecha conciliando en todo, cuando no con especulaciones filosóficas y un gabinete no da solución a los problemas fundamentales del momento histórico, dejando que se desenvuelva el caos y naturalmente nazca el orden -de acuerdo con otra de las tesis eurocéntricas y positivistas de García Linera- mientras tanto la lucha regional y local mantiene su centralidad, capitalizándola una derecha ahora más corporativa y política, con mayor visión estatal y que puede movilizar millones.
Lo mas destacado del primer año de Gobierno del MAS, de acuerdo al diseño gubernamental, tiene que ver con el neodesarrollismo -o más bien conforme a García Linera con un capitalismo que parte de la diversidad– orientado a un capitalismo productivo,[2] con base en los recursos naturales considerados como núcleo de la estabilidad económica y consecuentemente política. Esta posible fuente de acumulación estatal (los alegres cálculos por ingresos tributarios de los hidrocarburos, minería y agroindustria podrían llegar a alrededor de los 6 mil millones de dólares anuales en el 2010) generarían un derrame distributivo, junto al control de las Fuerzas Armadas y de los principales movimientos sociales, les asegurarían a los gobernantes un primer año de estabilidad y apoyo creciente. En realidad el supuesto proyecto anticolonial apenas afecta a la colonialidad del poder, respetando -como veremos- el colonialismo histórico y estructural. Reconocer discursivamente las autonomías regionales para las oligarquías junto a las autonomías indígenas para los movimientos sociales, desencadenó procesos sociopolíticos que se tejieron alrededor del primer discurso y fueron el desgarrador fondo de una crisis de legitimidad, que no obstante la respuesta adversa de la población, repitieron hasta el hastío. Las contradicciones se agravan cuando el Gobierno decide que otra prioridad mediata e instrumento para consolidar un poder constituyente y refundar el país en su pluralidad-diversidad es la Asamblea Constituyente.
En términos más concretos, en política económica nos referimos a la renegociación de los contratos petroleros, a la reforma agraria y la inercia inicial respecto a la minería – con la masacre de Huanuni como colofón. En el plano propiamente político el error de la Constituyente, el gobierno para los indígenas y el abandono del problema regional marcaron el desenvolvimiento gubernamental.
El primero de mayo de 2006 las trasnacionales de los hidrocarburos dijeron que acataban la nacionalización y por tanto el contrato macro por el cual se convertían en prestadoras de servicios y renacía la quimera de que YPFB recuperasen la propiedad y control total de este recurso estratégico. El 28 de noviembre del 2006, Morales logró la aprobación congresal de este instrumento macro y la reforma de la ley de tierras. El primero sanciona mayores ingresos para el Estado, garantizando a 44 petroleras su explotación durante 30 años y 60% de los ingresos. Pero extrañamente los contratos que se firmaron no son los mismos que llegaron al Congreso. El Ex Ministro Manuel Morales -reivindicado después por Morales- habría tratado de incorporar en los anexos -en particular el F, por el que los contratos de operación se convierten en contratos de producción compartida- una redistribución de rentas a favor de las trasnacionales y anotar las reservas con derecho propietario, siendo destituido. La corrupción acecha al palacio de Gobierno y los movimientos sociales siguen de observadores.
La segunda permite acelerar el proceso de reversión de tierras ociosas, avalando a todos los latifundios que puedan demostrar una función económica y social. Para Evo el proceso de renegociación de hidrocarburos aparece como nacionalización y la reforma agraria como revolución agraria, el fin del latifundio. Finalmente en el sector minero ante los luctuosos sucesos cambiaron al Ministro cooperativista minero por un político con pasado minero, quien refundó COMIBOL, decidió contratar 4,000 mineros cooperativistas como asalariados e imponer una nueva política tributaria y nacionalizar la refinería Vintos. Apenas comenzó a tocar los problemas de fondo, que atañen a las complejas relaciones económicas, financieras, jurídicas y políticas tejidas por las trasnacionales y sus comisionistas empresarios y políticos nativos, fue también destituido.
La acumulación depredadora y violenta de la periferia por los Estados Unidos, Brasil y potencias europeas, es una salida a la actual crisis financiera y a la crisis de subproducción de energéticos y otros recursos productivos. La región andina-amazónica es un espació privilegiado en hidrocarburos y listo para ser deforestado y cultivado por transgénicos para la producción del etanol.
La renegociación de los contratos petroleros.
La nacionalización por decreto gubernamental de mayo del 2006 -DS 28701- es una adecuación de las renegociaciones propuestas por la ley neoliberal 3058 y convierte a YPFB en una administradora de los contratos. Andrés Soliz Rada el 20 de marzo de 2007 sintetiza su opinión acerca de los contratos petroleros al sostener:
1. Que causaran graves daños a la economía al considerar impuestos como el IVA, a las transacciones, a la remisión de utilidades como costos recuperables. Esta política de borrón y cuenta nueva considera, sin embargo, la depreciación de viejas inversiones
2. Si se toman en cuenta las supuestas inversiones y no las auditorias gubernamentales casi desaparecería el impuesto a las utilidades,
3. Todo el riesgo de la inversión lo asume YPFB que además subvencionara con 10 millones de dólares a las empresas que operan en campos marginales.
4. Cobro de precios internacionales al consumidor interno. No hay cláusulas precisas para garantizar el abastecimiento interno de gas a bajos precios
5. Las reservas continúan apareciendo como propiedad de las trasnacionales, según Petrobrás por ser producción compartida.
6. Toda la cadena productiva sigue en manos foráneas
7. YPFB no controla aun el 50% más uno de las empresas privatizadas en hidrocarburos.
8. La resolución Ministerial 207 que corta los beneficios extraordinarios por Petrobrás está congelada.
9. La auditoria realizada por el Gobierno a la trasnacional Andina-Repsol demuestra que es un modelo de estafa.[3][4]
10. Se ofrece seguridad jurídica, recuperación de costos, reconocimiento de inversiones y ganancias. El 50% de regalías e IDH esta asegurado, pero no el 32% que depende de que las trasnacionales recuperen sus supuestas inversiones y costos, pero además que produzcan. Se trata de controlar las operaciones en las que se pueda ejercer y no de contrato de servicios, como por allí se dice.
Cuando fue Ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz Rada propuso expropiar las acciones que le permitirían a YPFB controlar el 50% mas uno de los paquetes accionarios de las empresas petroleras en Bolivia, incluyendo las refinerías de Petrobrás y las plantas de almacenaje y ductos, pues las acciones en poder de las AFP no alcanzaban. El pago de la indemnización se haría con las multas por declaraciones fraudulentas, contrabando, evasión tributaria, destrucción ambiental y estafa, con ello el Estado no desembolsaba nada. Planteamiento rechazado por el Gobierno, que finalmente lo obligó a renunciar.
Respecto a las reservas hidrocarburíferas, estimadas en 200 mil millones de dólares, señala que bajo el nombre de «contratos de servicios» reconocen los derechos sobre aquellas concedidas por Goni a las trasnacionales: Áreas exclusivas de operación, derechos de exploración y explotación exclusivas, el riesgo geológico y de mercado y consecuentemente las rentas provenientes de la explotación. Son contratos de producción compartida. Sobre esa base Petrobrás sostiene que continua en propiedad de sus activos e inscribió en sus balances el valor de las reservas. De acuerdo al ex ministro, luego de revisar los nuevos contratos, concluye con que se ha desvirtuado el contrato macro que establece la propiedad total y absoluta del Estado sobre los hidrocarburos.
De acuerdo a los nuevos contratos para que Yacimientos se asocie a las trasnacionales en la explotación deberá rembolsar un porcentaje de los costos de exploración, cuyo tiempo de recuperación, monto de inversiones y otros aspectos son definidos por las empresas. De allí que las divergencias sobre lo invertido sean enormes y supere los 2,700 millones de dólares. El analista Luis Oviedo lo sintetiza así:
En resumen, los nuevos contratos re-establecen, bajo las nuevas condiciones políticas, la posición que las petroleras habían obtenido con Sánchez de Lozada. Los pulpos mantienen áreas exclusivas de explotación, de exploración y operación por un periodo prolongado; pueden inscribir las reservasen sus balances; obtienen el reconocimiento de las inversiones que dicen haber realizado; YPFB esta asociada en forma minoritaria en los yacimientos en explotación. En otras palabras, la propiedad efectiva, la posesión y el control de los hidrocarburos continúan en manos de los pulpos. La única diferencia radica en la mayor carga tributaria que las petroleras han aceptado pagar al Estado.[5]
Con los contratos firmados al amparo de la ley neoliberal 3058 aprobada el 2005 por el Congreso, el Estado renuncia a la recuperación de reservas con pérdidas estimadas en más de 100 mil millones de dólares. Mas de 50 auditorias demostraban la no-exploración y perforación de pozos de campos que por ello debían ser revertidos. Respeta la propiedad de Repsol, Amoco y Pan American sobre el 50% de las acciones de Andina y Chaco cuando solo eran del 5%. Queda en la impunidad el asalto de Enron y Shell al tomar el 4% del gasoducto al Brasil y otros ramales avaluados en 120 millones de dólares. El respeto a las refinerías de Petrobrás, la que además al calcular sobre un precio de 4.2 dólares por millón de BTUs pagaran menos impuestos Y lo más importante aseguran por largo tiempo garantías jurídicas. La Cámara Boliviana de Hidrocarburos, el Ministro de Economía de Brasil, los Secretarios de Asuntos Exteriores y el de Turismo y Comercio de España, el Comité pro Santa Cruz, Podemos, representantes de Repsol, British Gas, Petrobrás, etc. expresaron su gran satisfacción por haber conseguido garantías a largo plazo silenciando aspectos no enunciados como el impedir que YPFB no se fortalezca. Con los errores del Gobierno del MAS, que autorizó a un técnico manejar la negociación de contratos, la derecha apareció como la defensora de los contratos transparentes
De acuerdo con la agencia de prensa Econoticias:
…las gigantescas y poderosas trasnacionales que operan en Bolivia seguirán llevándose la mayor tajada. La torta pequeña, del gas como materia prima, reducida a la mitad por los bajos precios, se distribuirá entre el Estado y las petroleras; mientras que la torta grande, del gas industrializado, quedará en exclusiva para los dueños y señores del gran capital. [6]
Bolivia renuncia a la industrialización (petroquímica, termoelectricidad, diesel, gas licuado, metanol, urea, amoniaco, etc.) vendiendo materia prima a mitad del precio internacional a empresas como Repsol o Petrobrás que operan a ambos lados de la frontera beneficiando colateralmente a Brasil, Argentina, España y Chile (que sin poseer gas ganará mil millones al transformarlo en etanol). Se vende a 4 dólares el millón de BTU cuando debería estar a 10 por su calidad ecológica. De este modo Repsol reporta ganancias en el 2005 por 4,186 millones de euros por la petroquímica derivada. Con Petrobrás ocurre algo similar. Mientras que la Cámara Boliviana de Hidrocarburos que representa a todas las trasnacionales y los Gobiernos beneficiados congratulan al Gobierno por la seguridad jurídica lograda y callan -reiteramos- acerca de las millonarias ganancias conseguidas y la legalización de múltiples delitos (coimas, evasión fiscal y subfacturación, fraude, contrabando, gasoductos clandestinos, descontrol de la salida del gas etc.) denunciadas por el propio Gobierno.
Soliz Rada luego de su renuncia nuevamente alertaba contra quienes frenan el proceso de renegociaciones y sostiene que: La inversión y depreciación debió estar condicionada a las auditorias. De otro lado no han debido entregarse los campos marginales para dar posibilidades de expansión a YPFB. Tampoco deben encubrirse delitos como el contrabando, evasión tributaria y estafa agravada. Insiste en la expropiación de Transredes, Chaco y Andina, de las refinerías regaladas a Petrobrás, en la construcción del Gasoducto Boliviano de Occidente para abastecer e industrializar esa región.[7]
El precio subsidiado del gas vendido a Brasil y Argentina es irrisorio. Si YPFB separara y fraccionara el gas natural Bolivia recibiría mil millones de dólares más. Pero también podría vender energía eléctrica, diesel ecológico, metanol, DME, olefinas, urea, plásticos y fertilizantes. El acuerdo firmado con Brasil es engañoso pues de los 144 millones de dólares 44 son por el aumento a una fracción de lo exportado a la central termoeléctrica de Cuiaba (2,2 millones de metros cúbicos diarios) y los otros cien por que se consiguió la remuneración de gases ricos con los que se pensaba establecer la industrialización de los hidrocarburos con Venezuela. De acuerdo a los cálculos de Mauricio Medinacelli, los ingresos del país por este rubro fluctuarán entre el 51 y el 74%, manteniendo con leves variaciones lo establecido por la ley 3058 de mayo del 2005. Muy lejos del cálculo matemático de Alvaro García de 96% de la renta petrolera, que le permitió decir que son los mas duros del mundo[8].
Mientras tanto la escasez de combustibles crece y los pobladores aun caminan con sus vehículos o garrafas de gas buscando a precio de mercado internacional. A ello solo se le puede llamar derrota del movimiento social de la guerra del gas.
Todo esto se ve agravado por que de acuerdo a la Ley 3058 el 50% de los ingresos van para las prefecturas, alcaldías y universidades. Gran parte de estas instituciones están en manos de la oposición.
El movimiento nacionalista Comité Cívico de Camiri en alianza con la Asamblea del Pueblo Guaraní y ex trabajadpores de YPFB es una expresión de las tendencias a la autonomización de los movimientos sociales y la independencia institucional desde la izquierda, al margen de mezquinos intereses que de hecho existen. Con bloqueo de la ruta Santa Cruz-Yacuiba y la toma de instalaciones de las trasnacionales Andina y Total demandaron una real expropiación de las petroleras, la reversión al Estado de campos marginales de petróleo y de las dos refinerías entregadas a Petrobrás en los 90. Lo que implicaba una verdadera refundación de Yacimientos y que la gerencia de exploración y explotación de YPFB quede en Camiri. Es una vuelta al inicio, a un ciclo que puede aumentar en radicalidad si se gesta una conciencia socialista superior a la meramente étnica o clasista. El Gobierno respondió tratando de quebrar la lucha, los acuso de aliarse con la derecha, los reprimió con un saldo de 16 heridos y finalmente planteó la formación de empresas mixtas con Petrobrás para explotar las refinerías y que la gerencia se quedaba en Camiri. La CAINCO, la Cámara de Transporte Pesado pedían la represión mientras el Comité Cívico los apoyo demagógicamente. Poco más tarde, en abril de 2007, surgió un movimiento por las regalías expresado en el debate sobre pertenencia y límites departamentales que muestra la tendencia de una lucha economicista por más dólares.
Lo que viene ocurriendo en este sector muestra que el proyecto neoliberal del Gobierno y sus implementadores, partidarios del pensamiento único y proclives a la corrupción, trae consigo necesariamente la mayor putrefacción.
El proyecto capitalista de Evo solo puede avanzar con la potenciación de YPFB -cuyo directorio ni siquiera discutió los contratos- que daría inicio a la industrialización, exploración y explotación de este estratégico recurso natural.
2. La reforma agraria.
En este aspecto, el sector agrario se encuentra en una encrucijada, entre los productos e ingresos que ofrece al país y su potencial para los biocombustibles, por un lado y la revolución agraria que afectará intereses económicos y beneficiará a amplios sectores de la población, por otro. La pregunta central creemos que es: ¿el sector agrario también se adaptará al modelo reprimarizador de las exportaciones, impulsando la producción de biocombustibles que caracteriza a esta etapa del neoliberalismo?. Brasil tiene los ojos puestos en sus vecinos del MERCOSUR: Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay para producir etanol con las trasnacionales norteamericanas, afectando seriamente las relaciones especialmente con Bolivia, pues ese modelo -basado en la deforestación, ecocidio y rentismo- siempre fue elogiado por Morales-García. Como señala Armando Bartra sobre la globalización del campo y sus efectos sobre los campesinos:
…lo grave es que el ritmo frenético y la homogeneidad tecnológica que impone el absolutismo mercantil «fracturan el metabolismo social» y son ambientalmente insostenibles. Entonces los campesinos son mucho más que una forma de atenuar las rentas y abatir el costo laboral: patentizan la necesidad de modificar los patrones de relación sociedad-naturaleza y prefigurar un orden ambientalmente sostenible y socialmente justo…[9]
Bolivia es privilegiada en tierras cultivables, por lo menos respecto al Perú y Chile: 59 millones de Has. de suelos productivos. La producción más importante es la soya y la caña de azúcar. En el oriente boliviano 14 familias acaparan 312,966 Has. en Santa Cruz y el Beni, la mayoría miembros de los partidos tradicionales: MNR, MIR, ADN y de origen criollo, brasilero o árabe, menonita, alemán o japonés. La evasión de impuestos es un hecho normal.
En los años sesenta y setenta las dictaduras militares distribuyeron tierras gratuitamente en oriente, con recursos públicos les construyeron caminos, infraestructura ganadera y agrícola, refinerías de azúcar y petróleo, en selvicultura, exención y reducción de impuestos, política crediticia a través del Banco Agrícola que terminaron en la condonación. Con créditos internacionales y divisas procedentes de la minería y petróleo se desarrollo la agroindustria. Familias como Bowls, Seiler, Hecker, Castedo, Gutiérrez, Majluf, Adriazola, Rivero, etc. La reforma agraria se resume en el saneamiento del 10% de las tierras en una década.
Según la nueva ley del Gobierno de Evo no hay un redimensionamiento del latifundio y permite hasta 50 mil Has. sujetas a proyecciones hechas por los propios latifundistas. Y si se les expropia serán indemnizados.
El Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) denuncia que se conserva la orientación empresarial de la ley INRA de Sánchez de Lozada y sus aliados de la UCS y el MBL en 1996, el modelo agro exportador que tanto admira García Linera. De allí el intento de reconocer hasta los proyectos de expansión para determinar la función económico social de la empresa agrícola mediana y grande. Lo mismo se plantea para el caso de los productores pecuarios. Con esta concepción el minifundio tendrá que esperar a que la constituyente sea más drástica en sus acuerdos. Situación que ya la tiene controlada la oligarquía de oriente y su partido aliado Podemos que saboteara cualquier acuerdo tendencialmente lesivo a sus intereses actuales y futuros.
Se legaliza el minifundio extremo y por lo tanto la miseria campesina. Al aceptar la dotación de tierras solo a entes colectivos, la adquisición de tierras por extranjeros, al legalizar los vicios de nulidad con la función económico social y la renta de la tierra a través de la aparcería y el arrendamiento se empeora la situación campesina. La formación de empresas capitalistas en el Oriente es el modelo que persiguen los gobernantes, de allí que el Encuentro nacional de tierras altas y tierras bajas realizado entre el 24 y 25 de enero sostenga:
que el actual Gobierno tome muy en cuenta que el discurso indígena no solo es de propaganda mediática para s imagen, sino deberá ser real y efectiva, ya que nos preocupa sobremanera la falta de consideración hacia los pueblos indígenas y naciones originarias…al momento de conmformar su equipo de ministros…
Este atentado contra la soberanía alimentaria se agrega a la superexplotación del campesinado y a la ruina de la agricultura del primer neoliberalismo y a las crecientes migraciones.
cuarto. Las Naciones Indígenas Originarias reafirman su independencia política ante la ingerencia de cualquier partido político, agrupación ciudadana o sectores sociales contrarios a los intereses de los Pueblos Indígenas y naciones Originarias.[10]
Aceptar el modelo oriental significa optar por la destrucción de la amazonía, por las semillas transgénicas, por las energías depredadoras de la biodiversidad y peor aun acabar con los alimentos suficientes y sanos para todos, enterrar los saberes ancestrales, la herencia genética el amor al territorio y justificar la no reforma agraria. En el primer neoliberalismo había que exportar los mejores productos agrícolas y pecuarios, ahora se trata de exportar monocultivos y desaparecer la agricultura comunitaria y a los campesinos.
3. La minería.
Como en otros lugares de los Andes, la minería se convirtió en una maldición. En 1952 el MNR nacionalizó las minas y en 1985 el mismo partido las privatizó despidiendo a 30 mil mineros. Lo que no cambió fue la pobreza de los mineros, el estancamiento total, las condiciones infrahumanas, la expectativa de vida, los pueblos aislados del mundo, la contaminación de las aguas, suelos, mares y del aire contrasta con inmensa riqueza extraída. Estas políticas neoliberales de las últimas dos décadas, han determinado en parte la política nacional, al crear una enorme riqueza para el ex Presidente Sánchez de Lozada -al igual que Fujimori en Perú y Salinas de Gortari en México, entre otros- y las trasnacionales paralelamente a la creación de potenciales adversarios al colonialismo en el Chapare, los Yungas y otros espacios de migración minera.
En efecto, en la última década -de acuerdo con una investigación de Econoticias- trasnacionales y empresarios bolivianos se apoderaron de 4,289 millones de dólares dejando 90 millones para el Estado y miseria, muerte y socavones vacíos. Fue una política orientada por Goni para sí mismo y amigos del MNR, que como en todo América Latina comenzó por destruir las organizaciones sindicales e instituciones como la COMIBOL. Morales y García Linera prosiguen esa política, lo que significa que las trasnacionales y empresas privadas-incluyendo a la recientemente privatizada Mutún a la empresa Jindal- seguirán detentando el control de 2 terceras partes de la minería y el 98% de los ingresos.[11]
Los días 5-6 de octubre del 2006 hubo 19 muertos y 80 heridos en la mina Huanuni de la COMIBOL, producto de la ocupación por parte de los cooperativistas quienes aducen haber comprado las acciones de una empresa trasnacional inglesa-RGB- cuyo contrato quedó extinguido en el 2002, pero que sin embargo, a través de la liquidadora Grant Thornton proporcionó un poder a los cooperativistas que COMIBOL rechazó.
Oscuros intereses aun no son esclarecidos. El ex Ministro de Minería Villarroel y el Ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana[12] tienen que decirnos por que no se tocaron los intereses mineros de Gonzalo Sánchez de Lozada y de George Soros. El primero dueño del yacimiento de oro «Don Mario», sospechosamente transferido a la canadiense Orvana -lo mismo que su empresa COMSUR transferida al corrupto Mark Rich, que la llamó Glencore y que explota Colquiri, Bolivar y Porco yacimientos de zinc y plata alquilados a COMSUR (también dueña de la refinería de estaño de Vinto) de propiedad de COMIBOL- que ambiciona controlar Huanuni y particularmente el Cerro Posokoni. George Soros y su hermano Paul participan con el 20% en el megaproyecto argentífero de San Cristóbal, filial de Apex Silver Mines Limited con otros gonistas y amigos de Samuel Doria.
Hay una alianza entre trasnacionales y una mafia de cooperativistas. En septiembre del 2006 viajaron a Inglaterra con el representante de la compañía norteamericana Coeur D·elene para comprar acciones de RBG Resources a fin de controlar Huanuni. Goni subarrendaba a los cooperativistas los parajes más pobres de Porco. En el 2006 las trasnacionales exportaron 1,070 millones de dólares y pagaron 5 mientras que las cooperativas exportaron 380 y pagaron 7. Sin embargo, estas últimas empresas se benefician con prestamos de COMIBOL que no pagan, maquinarias, herramientas y seguro social.[13] La masacre de Huanuni fue consecuencia del capitalismo andino neoliberal en la minería.
Las lecturas intencionadas no ayudan a los cambios necesarios. Es interesante ver como analistas del tipo Stefanoni o Dietrich (ver www.rebelión.org del 7 de octubre) -para no hablar de otros- culpan a los propios mineros o a un complot de la derecha, los combates entre obreros mineros y sindicalistas. El gobierno atribuye el enfrentamiento al precio del estaño que según el INE subió de 4061 dólares la TM en el 2002 a 7385 el 2005 (La Razón, 2 de octubre de 2006) y a que están disputándose el yacimiento más rico de Bolivia. Analistas cercanos al Gobierno imputan el problema a la sola existencia de cooperativistas capitalistas. Además, el reducir el análisis al capitalismo andino les impidió ver que se aliaban con un sector de campesinos y mineros ricos, dejando de lado a los asalariados.
Lo ocurrido en Huanuni ha sido un enfrentamiento dentro del pueblo, azuzado por las trasnacionales y los intereses de quienes manejan las cooperativas. El gobierno de Evo Morales, responsabilizó a sus -hasta hace poco- aliados mineros «cooperativistas», y negó que su gobierno haya precipitado este enfrentamiento[14] entre mineros sindicalizados de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) y los «cooperativistas» mineros en la localidad de Huanuni. Se excusa de responsabilidad y denuncia la ambición de los «cooperativistas» mineros. Pretende desconocer que este último sector fue su aliado electoral -principalmente la camarilla dirigencial «cooperativista». [15] Pensamos que el solo hecho de haber nombrado a un mafioso cooperativista como Ministro sabiendo que eran pequeñas empresas mercantiles sometidas a explotación capitalista por una minoría saqueadora y explotadora expresa cual era la concepción gubernamental: desarrollar el capitalismo andino con sus aliados y acabar con el sindicalismo tradicional que estaba en la oposición. [16]
La idea de desarrollar el capitalismo andino a través de impuestos a las cooperativas mineras ha provocado sus primeras víctimas el 5 de octubre: 16 mineros muertos y medio centenar de heridos por un enfrentamiento entre sindicalistas vinculados a la COB y los cooperativistas apoyados por el Gobierno. Semanas antes, dirigentes de la Federación Minera advertían al Vicepresidente de un posible enfrentamiento por las contradicciones y tensiones ya existentes y le pidieron que envié a las fuerzas armadas o policiales a controlar. El inefable funcionario respondió que si ello ocurriese el Gobierno «pondría los cajones». García acusaba de resabios conservadores a los sindicalistas de la COB, a maestros y mineros, que según él habían pasado a la historia, seguramente por no adaptarse a los tiempos del capitalismo andino.
Pero también muestra que la conciliación con el MNR dejó actuar a sátrapas como el senador del MNR y abogado de los cooperativistas que se enriqueció en pocos años gracias a las cooperativas mineras, quien habría acumulado 10 millones de dólares desde el auge del estaño.[17]
Los medios de comunicación afines a Evo, generalizan y señalan que los «cooperativistas» mineros son empresarios o proletarios devenidos en pequeño burgueses. Una falacia, una generalización de una verdad a medias, que pretende desconocer las complejas relaciones sociales que se entretejen en un país donde se desenvuelve el capitalismo colonial donde los grandes beneficiados son el imperialismo y miembros de la burguesía local. Las reformas neoliberales de los 80 en Bolivia, identificadas con el Decreto Supremo Nº 21060 de agosto de 1985, no convirtieron a los obreros mineros en empresarios, pero si corrompieron al sector que implementó el proyecto neoliberal.
Con las reformas neoliberales, los despidos masivos de los mineros trabajadores de la COMIBOL y la paulatina privatización de la minería estatal, coincidentes con un contexto económico mundial de caída de los precios internacionales de los minerales -en particular del estaño-, muchos de los mineros despedidos fueron relocalizados y optaron entre varios caminos: reciclarse como comerciantes callejeros en las ciudades del eje boliviano -La Paz, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra-, como campesinos cultivadores de la hoja de coca, chóferes en el transporte urbano y por último aquellos que se aferraron a la actividad minera en esos difíciles tiempos optaron por convertirse en «cooperativistas» mineros.
En realidad no existen cooperativas, sino asociaciones de mineros desempleados que se dieron a la tarea de trabajar en minas poco atractivas para la inversión de capitales, en condiciones paupérrimas, con una precariedad que infringe toda norma de seguridad industrial y ocupacional, siendo la necesidad, la única motivación aparente para someterse a condiciones de trabajo infrahumanas, con tecnologías rudimentarias. Al inicio, los «cooperativistas» mineros trabajaban sin una relación de trabajo directa, es decir no contaban con empleadores, ni con un aparato administrativo que controle el proceso del trabajo. Paulatinamente, el proceso de inmediatez sufrió serios resquebrajamientos, también se fragmentó la cooperación en el proceso productivo. De estas condiciones precarias de trabajo, con el aumento de precios de los minerales, surgieron de entre los mismos «cooperativistas» una capa de intermediarios y empresas mineras que funcionan para las transnacionales. Esta casta conocida como «rescatadores», instalados fuera de las minas compraban los minerales extraídos para luego venderlos a capitalistas regionales y foráneos. Las distintas posiciones en el marco de particulares relaciones sociales de producción que fueron asumiendo los «cooperativistas» mineros en esas empresas hicieron que una ínfima parte se aburguesara, otra al ser subsumida sólo formalmente por el capital sé semi-proletariza, y otra parte sé lumpen-proletariza. Manteniendo en todos los casos su relación subordinada a capitales tanto nacionales como transnacionales.
Esta explicación pone de manifiesto como las reformas neoliberales, lejos de convertir a proletarios en empresarios, los sometieron a diferentes condiciones de explotación reimpulsando de esta manera el capitalismo colonial, que es la forma como se desenvuelve el capitalismo donde se insertan como categorías de análisis del proceso de la producción capitalista al imperialismo y sus alianza con las facciones burguesas de un nación oprimida.
El problema es más grave aun, pues ante el reemplazo del Ministro cooperativista por un ex sindicalista, los cooperativistas rompen con el Gobierno, se retiran del MAS, desconocen a las nuevas autoridades, le quitan el apoyo en la Constituyente, demandan resarcimientos para los deudos y amenazan con movilizaciones. Esta es una consecuencia del clientelismo, lo mismo que ocurre con los cocaleros. Lo destacable, nuevamente, es la independización de los cooperativistas mineros respecto al Gobierno, aun cuando los sueños de enriquecimiento continúen incluso si son sometidos por las trasnacionales y por emenerristas corruptos.
La Lucha Política
El Gobierno de Morales expresa la viveza criolla en la política, ya lo vimos con Alejandro Toledo en Perú, aunque en una modalidad abiertamente neoliberal. Se presenta como la más genuina representación indígena y de los movimientos sociales, enemigo de la derecha conservadora, de los terratenientes, de los partidos conservadores, de las trasnacionales, etc. Y todos ellos reaccionan creando situaciones de crisis y desgobierno cuando solo se trata de fantasmas. Paros cívicos, huelgas de hambre, coordinación entre Comités y Prefectos mostraban un septiembre negro de cerco al Gobierno. Los movimientos sociales entran menos reflexivos en acción desproporcionada y extemporáneamente como en El Alto, Cochabamba-Chapare, proponen el cerco a Santa Cruz y exigen la renuncia de prefectos para después ser desconocidos y maltratados por los gobernantes. En Cochabamba los pobladores decidieron conformar la Prefectura Popular o Comité Popular que fue desautorizado por el Gobierno central que exigió su inmediata disolución. Pero otros -y ello es lo más significativo del momento político- se independizan del Estado: nos referimos a los indígenas del oriente, los cooperativistas mineros, los maestros, etc. que optan por una crítica soterrada.
Es un Gobierno diverso en el que dominan cada vez mas los neoliberales (incluyendo ex MNR y ADN) junto a onegeistas e indianistas, socialdemócratas y reformistas, sobre una escuálida izquierda, al menos por su origen. Mientras que la oposición conservadora se centraliza en los Comités Cívicos y es auspiciada por los Estados Unidos y las trasnacionales.
En Bolivia vivimos una época de pugnas por la legitimidad y dominio de los clichés y las formas imaginarias o ilusorias por encima del análisis serio. En esta guerra, en el primer año de gobierno del MAS ha ganado la derecha representada por algunos Prefectos, Comités Cívicos y partidos (Podemos-ADN, MNR y UN). Y si no ha tenido mayor contundencia es por su pérdida de poder en las fuerzas armadas y por que sus bases carecen de una conciencia para sí. Unos cuantos ideólogos conservadores piensan y el resto somete su atraso intelectual a esa dirección que pelea por sus propios intereses. En el MAS la conciencia es mas clara y alta, sin embargo poco se ha hecho en este año por extender y desarrollar una conciencia revolucionaria y acaso socialista.
El por qué de la derrota en ese combate por la legitimidad tiene que ver con un razonamiento simplista: los gobernantes creyeron que el 54% de los votos iniciales les otorgaban credenciales para imponer cualquier política, pero además siguieron actuando como líderes sociales asesorados por onegeistas con una aparente alta capacidad técnica y no hicieron política. La incapacidad tecnocrática fue notoria al tratar los problemas de las renegociaciones de contratos, de las regiones, de Lloyd, de la corrupción, etc. La conciliación con la oposición y el proyecto neoliberal y la ausencia de una política para todos marcó el proceder del MAS y fue otra causa del combate perdido. Creemos que existen otras causas aun más profundas que tienen que ver con la confianza en el sistema y con la ausencia de un verdadero proyecto descolonizador y por ende anticapitalista, desde los pueblos y trabajadores autoorganizados, son objetivos que no pueden ir disociados.
Ahora el Gobierno se debate entre continuar con la defensiva neoliberal o pasar a la ofensiva anticolonial. Y es que la gestión política del MAS se basó en la creencia de que aquellos votos lo autorizan a todo y en un estilo plebiscitario se conduce solo en función del pueblo aymará y los movimientos sociales. No actuó como Presidente de todos los bolivianos. Mas aun cuando los cruceños desde antes no han querido identificarse con la otra Bolivia cuyas elites nunca pudieron construir una nación, se apropiaron de los excedentes y paradójicamente hoy son los mejores aliados del poder oriental cuyo modelo exportador cruceño en el que aun se basa su legitimidad llegó a su límite al menos hace un sexenio.
Hasta el momento los combates han sido simbólicos e imaginarios. Palabras símbolo como revolución democrática, ruptura con el pasado, transformación anticolonial, cambio civilizatorio, autocalificación por el lado del Gobierno y sus seguidores. Totalitarismo, racismo, comunismo, autoritarismo, como valoración del Gobierno por la oposición de derecha, marcan la evaluación anual. Para el movimiento indígena este aun es su Gobierno y éste se lo recuerda constantemente. Si no deconstruimos esta forma concertada de dominación y trascendemos desde la izquierda los discursos vacíos no superaremos esta ideología triunfalista ni las evidentes deficiencias del proceso.
La corrupción que se prometió iba a ser erradicada no ha cambiado sustancialmente, la seguridad ciudadana no ha sido enfrentada, continua la política neoliberal y la industrialización: bien gracias. Las superintendencias no han sido eliminadas, él limite salarial es violado en universidades y otras dependencias, la descolonización cultural no supera el discurso. El uso de los movimientos sociales, la coartada indigenista, el no haber tocado los intereses de los ricos, etc. tiene sus límites.
Si discutimos lo positivo y negativo desde un posible proyecto de izquierda, lo positivo no va mas allá de mantener buenas intenciones respecto a las relaciones internacionales con Venezuela y Cuba, la revolución ética, el cuestionable vínculo en las alturas con los pueblos indígenas y sectores populares y la discutible incorporación al Gobierno de selectos indígenas, campesinos ricos, profesionales o intelectuales de una izquierda que como en otros países de la región se articularon a las ONGs. [18]
Algunos agregarán la renegociación de contratos hidrocarburíferos y una deleznable redistribución de ingresos a través de bonos y servicios, la creación de una banca de fomento. El nuevo Gabinete expresa que la reticencia a reconocer ante la opinión pública los errores de gestión gubernamental, finalmente da marcha atrás y se reorienta a ganar opinión pública, superar su déficit de legitimidad en la Media Luna, a mejorar las relaciones políticas con la izquierda (educación y trabajo) y la derecha (aceptación de los dos tercios) y a mejorar las relaciones regionales a través del nombramiento de Delegados (Gobierno y obras públicas), en particular con el Oriente. Lo que sabemos es que este nuevo proyecto implicará mayor conciliación y profundización del neoliberalismo neocepalino y que no fortalecera la democracia popular. Al igual que en Venezuela -que por lo menos ha propuesto una auditoria- no existe una política radical frente a la deuda externa-interna que fue la base de la recolonización, tampoco hay siquiera un debate sobre la Ley 21060.
Dentro del Gobierno y el movimiento social han aparecido muchos panegiristas y pocos pensadores críticos y fuera de ellos se ha configurado una oposición que ha sabido aprovechar de los errores y pasividad del Gobierno respecto a la constituyente y al problema regional para construir un movimiento regional y macro regional. Esta derecha mediocre y parasitaria basándose en la defensa de los dos tercios lograron aglutinar a oportunistas defensores de la democracia y del problema regional, de donde pudieron extraer la defensa de las autonomías. Lo que hicieron, hay que reconocerlo, fue con eficacia política; al margen de que habría que atribuir esos méritos a los múltiples asesores internacionales en ese quehacer político que llegaron enviados por defensores de la democracia coordinados por la Embajada norteamericana desde el Departamento de Estado Norteamericano, el Comando Sur, la CIA-DEA-USAID y partidos o agrupaciones contrarrevolucionarias de España, Venezuela, Cuba, Miami. Manfred Reyes ante la amenaza de expulsión de la prefectura fue con el Cardenal, el Comité Cívico de Santa Cruz, a los Estados Unidos a quejarse a la Oficina para el Diálogo Interamericano, a la OEA, a Human Right Watch ya Bruselas con el Sr. Javier Solana, representante de la política exterior de la Unión Europea.
Increíblemente, la inercia en aquellos aspectos después de los graves errores en la convocatoria a la constituyente le esta costando caro frente a los fascistas separatistas del oriente que cambian a un discurso democratista que surge en los foros de la derecha neoliberal latinoamericana que frecuentemente se reúne a debatir estrategias neoliberales bajo el auspicio del Gobierno, embajadas y fundaciones norteamericanas. Enarbolando la autonomía regional, los dos tercios y la defensa del estado de derecho y la democracia han logrado aglutinar y movilizar a por lo menos la mitad de la población oriental y tarijeña. El MAS ha perdido a militantes y simpatizantes en el Oriente como Arias o Guardia. Viejos traficantes de la política o de la incolora intelectualidad han reaparecido en la CAINCO, es el caso de Filemón Escobar, separado del MAS por trafico de influencias con la Embajada de Estados Unidos, mediocres autoridades universitarias que no ven mas allá de la apropiación de los ingresos propios, sumándose a la raquítica intelectualidad cruceña ahora más vinculada al comité cívico: Reck, Valverde, Dabdoub, Lechín, Acha, Carvallo, Pareja, Peña, Rueda, Barbery. La oligarquía apareció en plenitud a través de los comités cívicos y algunas prefecturas junto a los partidos de la derecha. Allí se pudo ver que tiene presencia en todo el país aunque el liderazgo este en Santa Cruz. En esta región se ha consolidado desde su fracción parasitaria terrateniente urbana y rural, usurera, rentista, narcotraficante, diversificada después en la agroindustria (soyera y oleaginosas) los servicios.
Branko Marinkovic es un voraz latifundista, accionista de transredes (con socios como Exxon y Schell), del Banco Económico, de Industrias Oleaginosas Limitada, etc. La familia Monasterio-Añez-Nieme son dueños de UNITEL, con los Valdez Añez y otros controlan Gigavisión y Megavisión, socios de la cuestionada EBX, de la zona franca Zoframaq, refrescos Mendocina, Banco Ganadero, CEIBO y también son grandes importadores y terratenientes, vinculados a Podemos.
El pésimo cálculo de los prefectos Manfred Reyes de Cochabamba y Luis Paredes de La Paz de sumarse a las demandas autonómicas y de los dos tercios les puede costar su destitución por los movimientos sociales. Mientras que en lo social, los movimientos sociales de occidente retoman la iniciativa en la media luna es el Gobierno el que aun no atina a dar respuesta al problema regional.
La derecha no es la misma que antes y ese es un obstáculo para mentes dogmatizadas y escolásticas. La derecha ahora rompe con los consensos estatuidos, busca tener un carácter populista y popular, usa estratégicamente los medios, mezcla eficazmente neoliberalismo y valores tradicionales sobre lo camba y la defensa de la región, uso del pánico social y la paranoia, crear enemigos y amenazas, controlar espacios públicos, neutralizar la política y la cultura del cambio radical, traducir los conflictos étnico-clasistas y antiimperialistas en problemas étnicos. Todo indica que el vaciamiento sistemático de los estados nacionales mediante la destrucción y privatización de todas sus herramientas y mecanismos no ha sido aun cubierto por el MAS y es por ello que las políticas de renovación quedan subordinadas al vaivén del mercado y espacios mundiales de poder donde se da la hegemonía de las trasnacionales y estados imperialistas.
La política y económica sigue la lógica campesina, capitalista. A una precaridad y austeridad en la economía cotidiana que coincide con la política neoliberal derivó en crecimiento con alzas de precios. La política económica posee un contenido claramente capitalista con matices anticoloniales y escasamente redistributivos, aunque lo dominante aun es la política neoliberal. Los intentos industrializantes de los recursos naturales aun están en ese nivel, de propósito, sea en la minería, la agricultura o en los hidrocarburos. Petrobrás tomo campos gasíferos como nuevos cuando ya los había encontrado YPFB.
El Problema regional
El Comité Cívico Santa Cruz (CCSC) expresa la síntesis del problema regional que no es solo un tema boliviano sino del conjunto de América Latina, cuya configuración centralista es generalizada pues derivación del colonialismo. El CCSC se creo en 1950 bajo la influencia del Plan Bohan (1942) que recomendaba incidir en la vocación agroindustrial. Nació de las necesidades de infraestructura y servicios, para integrarse a Bolivia y para mejorar la calidad de vida en el departamento. En 1959 con importantes confrontaciones con el Gobierno central logran que el 11% de las ganancias petroleras queden en la región. La transformación estaba en marcha, se creo CORDECRUZ, fluían los créditos agrícolas (70% entre 1970-1974), se desarrolla el cooperativismo en agua, luz, telefonía, créditos; aparecieron la infraestructura y los servicios en la ciudad que con las nuevas carreteras cambiaron la fisonomía urbana y departamental. Paralelamente aparece la Unión Juvenil Cruceñista asociada a la Falange Socialista y ambas basadas en una fuerte cultura conservadora de derecha, en contra del MNR. Apoyaron a las dictaduras, en particular las de Barrientos y Banzer y recíprocamente recibieron apoyo del erario público. Surge en los 70 una nueva fracción oligárquica vinculada al narcotráfico y a sectores de las fuerzas Armadas. La descentralización y la elección de prefectos fueron banderas de lucha con triunfos y derrotas que ha quedado en la memoria colectiva. En el 2001 nace el Movimiento Nación Camba de Liberación reivindicando el mestizaje desde lo español, los recursos naturales y la autodeterminación. Para el 2003 las autonomías se convierten en consigna cívica nacional.
La particularidad de esta región se construye rechazando al extraño y auto rechazándose a sí mismos. Igual como ocurrió con los españoles y criollos durante más de cuatro siglos, los nuevos inmigrantes de Europa occidental y oriental del siglo XX se mezclaron con la población indígena aunque como es natural, se fueron dividiendo en clases sociales. Pero también llegaba la migración de las alturas de Bolivia con su cultura y algunos con pequeños capitales y experiencia mercantil. También se dividen en clases aunque todos sufren la clasificación racista y la consiguiente discriminación.
Al mismo tiempo los pensadores de occidente desarrollaban un indianismo -Reynaga, Patzi. Catacora, Felipe Quispe, etc.- para enfrentar a los q´aras (sin pelo) de Occidente, que ahora quienes tienen el Gobierno lo proyectan al oriente blanco-mestizo y racista por las similitudes entre ambos y por la continuidad de la lucha, no obstante las marcadas diferencias de la oligarquía Camba con los oligarcas de occidente, a pesar de sus vínculos. Los del Oriente aunque comandadas por la oligarquía (Fegasacruz, CAO y CAINCO) aglutinan a unas 200 organizaciones de la sociedad civil, a fraternidades y logias, a hinchas del club de fútbol Oriente Petrolero, a jóvenes universitarios y se coludían con los tiranos militares y después con ADN, a diferencia de la clase dominante de occidente organizada en los renacientes MNR-MIR-Podemos y otros ya fenecidos.
Ambas fracciones son explotadoras, comisionistas, quebranta bancos, viven de subvenciones, de la apropiación de empresas y excedentes, son intermediarias, racistas, sexistas, etc. y tienen algunos intelectuales de la clase media, que no obstante su mediocridad, construyen hegemonía.
La nación camba actúa estratégicamente: primero le arrancó a Mesa las Prefecturas, a Rodríguez Veltzé modifico los escaños para favorecer a la media luna y finalmente sin mucho esfuerzo consiguió que García Linera y Morales acepten las autonomías departamentales, el referéndum autonómico y los dos tercios.
En los últimos meses fueron construyendo una polarización política, social y cultural desde los Comités Cívicos y el Gobierno alimentada en el primer caso por intereses foráneos, por terratenientes y empresarios racistas y secesionistas, por los subastadores de territorios a cambio de ofrecer seguridad jurídica permanente a las privatizaciones, muchos de los cuales se beneficiaron del neoliberalismo y de la acumulación por desposesión. Desde Repsol, Enron, Banco Bilbao Vizcaya, Banco Santander, las petroleras, embajadas y fundaciones fluyeron recursos para la secesión. Recordemos que los países con mayor inversión en América Latina son Estados Unidos y España.
El Gobierno tiene una respuesta al problema regional y consiste en la creación de cuatro mega regiones: andino amazónica integrada por Pando y La Paz; la Interoceánica que asocia a Cochabamba, Oruro y Beni; La Cruceña que deja sola a Santa Cruz y la del Sur Autonómico que agrupa a Potosí, Chuquisaca y Tarija. El no manejo de los tiempos y de la política provocó una crisis de legitimidad que ha hecho inviable apostar por esta propuesta. El modelo liberal sigue en expansión y los recursos estratégicos siguen en manos extranjeras.
Los onegeistas en el Gobierno no han podido responder ni en el plano técnico, gerencial, ni en el político. No han resistido la colonización, ni al fetichismo consumista, han reproducido el centralismo y el verticalismo, total desden por la sociedad civil, han conciliado intereses contrapuestos y exacerbado otros. Expertos en engañar a las fundaciones que las financian, pretendieron hacer lo mismo con la población boliviana. Han expuesto la vida pública a una crisis política e incluso moral, hay ausencia de transparencia, de este modo han perdido credibilidad estatal, han privilegiado la forma, se han opuesto a la organización y ante el peligro recurren a los movimientos organizados. No entienden que sin organización fenece el movimiento. Mientras la derecha reconquista espacios públicos y privados, procesa las autonomías, trabajan con cabildos y referéndum, admiten la diversidad, manejan y coordinan la lucha comunicacional, construyen un nuevo pacto social, en síntesis hacen política y buscan reconquistar todo el poder perdido para quedarse muchos años.
El Gobierno y la élite en el poder gubernamental había logrado momentáneamente a subordinarse a sus posiciones de gestión neoliberal y a actuar de manera defensiva reaccionando ante ofensivas de la derecha, esto ha llevado a una incompatibilidad de legitimaciones. La construcción de estrategia ha quedado encerrada en la Constituyente, aunque quien realmente lo hace es un pequeño grupo que informalmente discute con Evo cada paso. La política queda subordinada a lo electoral y a las votaciones institucionales, mientras que la derecha hace política en todos los frentes, niveles y espacios. En un plano mas general, son los costos de defender al estado burgués y sus formas política, que por algo Marx consideraba la forma más eficaz de dominación política.
EL IMPERIO SE OCULTA Y AVANZA
Los intereses imperiales y la geoestrategia global de poder de los Estados Unidos amenazan a los Gobiernos y movimientos progresistas. El perímetro de defensa estadounidense se extiende y la triple frontera Argentina-Paraguay-Brasil es la amenaza más cercana, que aumenta con los intereses directos de esos tres países en Bolivia sea por los hidrocarburos o el contrabando, pero también esta la base de Manta y sus Gobiernos aliados en una coalición andina flexible de Colombia, Chile y Perú para desarrollar maniobras y otras acciones preventivas (Misiones Halcón y Cóndor), ante una posible pérdida de esa Base. Paralelamente continúan las presiones para construir una base militar en Paraguay y las prácticas de ocupación en Haití bajo la dirección de Brasil que no se reclama súbdito de los Estados Unidos sino un fiel aliado y que por ello merece compartir hegemonía sobre la región.
El acceso irrestricto a los recursos naturales y mercados y la seguridad de las inversiones extranjeras es un objetivo prioritario de los Estados Unidos que aplica la ayuda militar como eje de su actuación. No es cierto la afirmación de algunos analistas de que América Latina ya no es prioritaria para el Imperio. La región suministra mas del 31% del petróleo importado, mas que el total que les llega del Medio Oriente, el comercio llega a más de 360 mil millones de dólares, casi igual que el total del comercio con Europa Occidental, la inversión directa llegó a 270 mil millones de dólares en el 2005 que representa el 20% del total global. Ante el fracaso neoliberal la vía militar esta abierta mientras prosigue el control de migraciones, la venta de armas, la presencia de cada vez mas empresas mercenarias, creación de empresas internacionales para entrenamiento en seguridad.
Solo la expansión de las corporaciones asegura tasas de beneficio para competir globalmente y para ello la estrategia de la corrupción adquiere centralidad, veámos lo que nos dice Petras:
La corrupción política, no la eficiencia económica, es la fuerza motriz de la construcción del imperio económico. Su éxito es evidente por las enormes transferencias de riqueza…
La corrupción es esencialmente predominante en algunos sectores de operaciones de las trasnacionales en el extranjero…
…Corrompen de muchas maneras: mediante sobornos directos a cargos políticos; puestos empresariales ofrecidos a los funcionarios, los miembros de sus familias y amigos o conocidos, viajes pagados; partenariados; invitaciones a universidades de prestigio y becas para sus hijos, etc.…
El proceso general de construcción imperial comenzó con la privatización de la propiedad pública y sus recursos,, bancos y empresas productivas. Continua con la desregulación de los mercados financieros, se legitima mediante la elección (y la reelección) de políticos complacientes, y todo ello da como resultado la creación de enormes reservas de fuerza de trabajo barata y la eliminación de la legislación laboral y social de protección. Este conjunto en su totalidad se basa en la corrupción política en cada uno de los niveles, en todos y cada uno de los países, entre otros los estados imperiales.[19]
Entonces, la corrupción siendo un factor sistémico en las repúblicas neoliberales, Bolivia esta bajo el acecho sus funcionarios que sé irán comprometiendo cada vez mas deslegitimando el proceso. La corrupción tolerada y protagonizada por miembros del Gobierno se aprecia en la Administración de Carreteras, Servicio de Caminos, Impuestos Nacionales, Migraciones, Poder Judicial, Educación, venta de tractores donados, negociados por votos en el Congreso, nepotismo, etc. Los movimientos sociales no fiscalizan a un Gobierno cada vez menos transparente.
Los agentes internos del neoliberalismo y la derecha pro norteamericana desde afuera, han obligado al Gobierno a proseguir las políticas neoliberales de manera encubierta, a encausar institucionalmente la represión, frenar la rebeldía.
Si bien es cierto lo que sostienen los adláteres del Gobierno: que se tuvo que recurrir a la renegociación de contratos por la difícil situación geopolítica de Bolivia, gracias al entreguismo de los gobiernos y militares neoliberales. Lo es solo en parte por que aceptar las ilegalidades de las trasnacionales, participar con tropas en Haití y el Congo, aceptar la construcción de un cuartel norteamericano y el ingreso de marines para realizar trabajo comunitario a cambio de ayuda para erradicar la coca, pedir dádivas de la USAID, la presencia de militares chilenos, la apropiación de aguas de ríos bolivianos por Chile, las negociaciones con la derecha entreguista, las ocultas relaciones políticas con organizaciones cercanas al Gobierno de Bush, etc. no solo es un engaño mas de un Gobierno que se declara patriótico, sino que se está jugando con la dignidad del pueblo boliviano.
La presencia creciente de la USAID, la participación militar y en masacres (22 de diciembre de 2006 en Haití) con las tropas colonialistas de la ONU manejadas por los Estados Unidos, las enormes concesiones en los contratos petroleros, la disposición para participar en el proyecto de bio combustibles con Estados Unidos y Brasil, la erradicación de cocales, etc. son indicios de la recolonización de Bolivia.
Los movimientos sociales continúan la lucha por su agenda cada vez mas desde fuera del Estado.
A pesar de que la gran responsabilidad histórica radica en la escasa dirección política revolucionaria que el gobierno ejerce sobre la sociedad y el Estado, los movimientos sociales son también subsidiarios y solidarios en la ausencia de acción rebelde. El caudillismo, el clientelismo, el prebendalismo son parte de la mentalidad colectiva. Un solo ejemplo, de los muchos que podemos poner a discusión. Los movimientos tenían una propuesta acerca de la representatividad en la constituyente y se dejaron convencer por Evo y Alvaro de las bondades de la propuesta de la derecha cruceña, aceptada por los negociadores del MAS: un ciudadano un voto, que tantos dolores históricos provocan hasta hoy. Después de consumados estos errores estratégicos, tampoco hicieron una crítica a los autores del constiyenticidio. Hoy los pueblos originarios y movimientos sociales tienen propuestas para la constituyente, pero dudamos que se tomen en cuenta.
Los movimientos sociales que habían crecido y adquirido su fuerza gracias a poderosas organizaciones autonómizadas del Estado, a la construcción de instancias interdependientes frente a luchas concretas, enfrentándose a las instituciones estatales y construyendo poder popular, sobre la base de la crítica al neoliberalismo y la nacionalización y politización de los conflictos; al someterse totalmente a un Gobierno que lo consideran suyo el poder es fetichizado y se detiene su crecimiento orgánico e ideológico, acaba el debate estratégico. El error de concepción de Evo es que el legítimo rechazo a los partidos de la modernidad, concentradores de poder lo ha extendido a negar la organización, el proyecto y dejar toda la iniciativa política la tomen los enemigos del proceso que apelan a un discurso progresista para obtener legitimidad y capacidad de gobierno. Han logrado a través de una revolución pasiva que incorpora demandas regionales y populares resignificadas y defensa de supuestos principios democráticos atraer a líderes antes ligados al MAS o al Gobierno: fundador del MAS Filemón Escobar, los constituyentes Arias y Guardia, Ex Ministros como Ric, etc. Están logrando recomponer su hegemonía extendiéndola al país a través de los medios y pactos políticos con Comités Cívicos, Prefectos, clases medias y los propios collas, a los que tanto desprecian. Al avanzar en este propósito aíslan al Gobierno.
El 24 de abril de 2007 se convocó a una concentración del Comité Cívico Popular de Santa Cruz donde asistieron 50 personas, expresando que el MAS ya no existe en el departamento. Al mismo tiempo los movimientos sociales a nivel nacional, de gremialistas, ropavejeros, maestros urbanos, trabajadores de la salud, obreros de la construcción, normalistas, se suman a mineros cooperativistas, sectores de cocaleros, etc. siendo capitalizados por la derecha (en Santa Cruz a través de la Central Obrera Departamental). El Gobierno, autodefinido como de los indígenas, ha perdido a grandes sectores de trabajadores y agrupaciones populares que no se consideran indígenas y solo le va quedando quienes se consideran indígenas y están organizados como tales y/o como campesinos. De haber pactado votos en el senado para los contratos petroleros por reforma agraria -como algunos analistas sospechan- podría perder este último bolsón, ¿qué apoyo le quedaría al Gobierno?.
La conquista de los espacios públicos, incluyendo la construcción de opinión, el debate teórico, la revolución cultural y el desarrollo de la conciencia, la construcción de autonomías y de autogestión económica son tareas urgentes que permitirían superar el desgastante espontaneísmo en la acción política y evitar soluciones violentas desde el intervencionismo al acecho.
Es necesario definir una estrategia de poder y de país que contemple la destrucción del poder de los enemigos reales y potenciales, el fin del colonialismo derogando la ley 21060 y toda ley asociada a ella, trascender el liberalismo en todos los espacios, planos y niveles. Construir poderes legítimos y organizaciones que respalden los cambios. Iniciar una revolución cultural y educativa. Debatir en todos los ámbitos de la sociedad sobre la base de cuadros revolucionarios bien formados. Sancionar a todos los culpables de la desposesión y saqueo al Estado y los trabajadores, a los quebranta bancos y a quienes amasaron fortunas con métodos delictivos.
Los colectivos auto constituyentes desde la autoorganización de las masas debe de ser favorecido por el Estado, la izquierda debe impulsar la autoorganización desde la autonomía, la memoria de la resistencia y la conciencia. No se trata de acelerar el progreso ante el caos sino de al menos ralentizar su ritmo. Como dice Luis Macas y lo decía antes Evo: hay que barrer con el viejo Estado y acabar con los privilegios de un puñado de ricos y para ello hay que forjar una alianza estratégica en función de un nuevo proyecto de país. Esta apareciendo la visibilización de las víctimas ante el mesianismo secularizado de Morales-García que aun confían en la modernidad y la reilustración, dejando a un lado los cadáveres y escombros producidos por el neoliberalismo
María del Pilar Valencia ha sabido sintetizar los problemas de la colonialidad del poder que son asumidos por los pueblos indígenas: la hegemonía monoétnica, la imposición de un pacto social neocolonial, los principios y valores liberales por los que la nación y la soberanía residen en el Estado que condensa las relaciones sociales de poder, la gobernabilidad instrumental, la representación ciudadana, la división político administrativa y ruptura de territorios como unidades político culturales; la estructura monolítica del aparato estatal, el sistema jurídico uniforme; un solo modelo de administración de justicia y represión; un modelo económico subordinado e insostenible. Ella propone revertir todas estas relaciones.[20]
El evidente conocimiento que el Vice Presidente tiene de los movimientos sociales que en una entrevista los caracteriza como fragmentados, con diferente capacidad de movilización, con identidad indígena, regionales, negociadores, proclives al autoritarismo, consevadurismo, machismo, prebendalismo y clientelismo,[21] le ha servido para unificarlos tras el Gobierno en torno a la constituyente y a un imaginario nacionalismo antiimperialista, pero en ambos temas el fracaso acecha. Pero ya se habla de reelección.
Mientras tanto la política aun no se hace acorde con la espera mesiánica, con la ruptura del tiempo neoliberal y no podemos conformarnos solamente con la esperanza cuando las posibilidades son enormes.
Llegamos al primero de mayo del 2007 y nuevamente parece que el MAS pretende dar una vuelta al timón -cuando percibe que podrían fracasar las concentraciones de trabajadores- y anuncia variadas nacionalizaciones, reorganizar el MAS regionalmente, la reconstitución de territorios indígenas. Muchos somos los que confiamos en que los movimientos sociales y los trabajadores tomen las decisiones y luchen por que se hagan realidad. Es la única manera de apoyar al gobierno.
[1] SD Marcos, La Jornada, 26 de marzo de 2007.
[2] Pablo Stefanoni, entrevista a Alavaro García Linera, Clarín, 28-01-2007.
[3] Andina es una subsidiaria de la estafadora Repsol y pese a ello ésta tiene un contrato de administración por un millón de dólares mes. Después firmo otro con Petrobrás sobre volatilidad de precios (hedging) haciéndolo inamovible en 2 dólares hasta el 2019, no sujeto al mercado internacional.
[4] Andrés Soliz Rada, «El Nuevo orden mundial y el aqueo de Bolivia», www.rebelion.org 20 de marzo de 2007.
[5] Luis Oviedo, «Cómo los pulpos impusieron su propia nacionalización», www.rebelión.org, 31 de enero del 2007.
[6] Econoticias Bolivia, «Gas, la mayor tajada se queda con las petroleras», 6 de noviembre del 2006, La Paz.
[7] Andrés Soliz Rada, «Bolivia no debe perder el control de sus reservas», Tribuna Boliviana, 14 de noviembre del 2006.
[8] Andres Soliz Rada, Los errores de Evo», www.rebelion.org, 15 de abril de 2007.
[9] Armando Bartra, «El campesino en su laberinto», La Jornada, marzo 2007.
[10] Resoluciones del Encuentro Nacional de Tierras Altas y tierras Bajas, noviembre del 2006.
[11] Econoticias Bolivia, «Neoliberalismo: Evo prolonga el saqueo de las minas de Bolivia», 31 de octubre del 2006, La Paz.
[12] Quintana también es miembro de la sospechosa Red de Seguridad y Defensa de América Latina, Resdal financiada por la NED vinculada al Presidente Bush.
[13] Andrés Soliz Rada, «La ecuación minera», editado en rebanadas de realidad, Bolivia, 4-02-2007.
[14] Su Ministro de Minería si lo hizo, como otros lo estaban haciendo con otros sectores como el cocalero, fabril y organizaciones sindicales departamentales.
[15] que incluso acordonó el perímetro de la Plaza Murillo el día de su asunción al mando presidencial, en una burda imitación de lo que hicieron obreros fabriles y los mineros bolivianos el 9 de abril de 1952, mientras asumía la presidencia Víctor Paz Estenssoro, en el contexto de la llamada Revolución del 1952.
[16] Observemos la violencia. La idea de dar muestras a los EE.UU. de que están erradicando la coca para conseguir el ATPDEA ha llevado al asesinato gubernamental de dos campesinos y varios heridos en los Yungas de Vendiola.
[17] El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), apareció en la década de los 50 haciendo suyo el discurso «nacionalizador» y populista de aquella década, y en la década de los 80 se recicló como partido neoliberal. Octubre de 2003 marcó su ocaso, cuando el nuevo líder del MNR, Gonzalo Sánchez de Lozada, tuvo que huir a los Estados Unidos de Norteamérica, donde sé auto exilió luego de ser obligado a dimitir por una fuerte movilización popular en toda Bolivia.
[18] Las ONG creadas principalmente por financiamiento europeo lograron construir movimientos, sindicatos y bloques de campesinos e indígenas diferentes a los sindicatos tradicionales.
[19] James Petras, «La construcción del imperio económico: la centralidad de la corrupción», www.rebelión.org, 28-11-2006
[20] María del Pilar Valencia, «Problemas y desafíos para transitar hacia un Estado plurinacional, reflexiones en torno a las propuestas indígenas y campesinas en Bolivia», CEJIS, Sucre, agosto de 2006.
Ella nos recuerda que el 10 de septiembre de 2004 en Santa cruz se cerró el Pacto de Unidad por el cual la representación sería por dos vías: por usos y costumbres para tierras altas y a través de 10 circunscripciones indígenas para tierras bajas. Ello ni siquiera se debatió en el Congreso por que el MAS
Llegó a a otro pacto con la derecha tradicional que ya todos conocemos: los dos tercios.
[21] Miguel Gómez Balboa, entrevista a Álvaro García Linera, La Prensa, La Paz 12 de diciembre de 2004.