Los indicadores del poder adquisitivo evidencian un derrumbe a pesar de que el índice de inflación se muestra estable. La contracción de las compras fue del 23,4% interanual, según el índice de consumo del Banco Provincia.
Por segunda vez en el año disminuyeron los montos de las operaciones ajustadas por inflación. Esperan que la situación empeore en agosto.
El indicador del BP releva el gasto promedio que realizan los clientes de la institución con tarjetas de crédito y débito y la billetera digital, deflactado por el IPC del INDEC. En julio, volvió a acelerar su ritmo de caída hasta el 23,4% respecto a 2023. De esta manera, la retracción se agudizó por segundo mes consecutivo luego de haberse contraído 20,8% en junio y 15,7% en mayo.
Al mismo tiempo retrocedieron 2,4% interanualmente los montos consumidos a valores constantes. La primera vez que se registró este fenómeno fue en abril. El debilitamiento del consumo, plantean desde la institución, “debería ser aún más intenso sin promociones, ni beneficios extraordinarios”.
Esto se da a pesar de que en julio la inflación general se desaceleró hasta el 4%, sumado a que junio había marcado un 4,6% y mayo un 4,2%. Estas muestras de estabilidad no tienen un correlato en los ingresos, que continúan en un sendero de caída.
Según el equipo de Estudios Económicos del Banco Provincia, la principal explicación del deterioro que se vio en julio es “la merma del gasto de las familias”. La baja, describen, “reprodujo la imagen más vívida de la magra coyuntura a la que se está exponiendo el ingreso personal disponible debido al laxo proceso de recomposición salarial nominal y al avance de los esquemas de retiro de subsidios”.
En agosto la situación no mejoró
A pesar de las promociones bancarias, las ventas por el Día de la Niñez presentaron una caída del 16% en el total de unidades, según la Cámara Argentina de la Industria del Juguete. El ticket promedio rondó los $ 9.000 en comercios de barrio, mientras que, en las cadenas, el consumo por cliente fue de $ 25.000. “El desempeño de las ventas en este tipo de jugueterías fue mejor, exhibiendo una caída del 3%, mientras que las primeras tuvieron una reducción de las ventas de hasta el 19%”, plantearon.
Los nuevos tarifazos, la suba del colectivo para el AMBA y la quita del tope al precio de la garrafa se analizan como decisiones que golpearán de lleno al bolsillo.
Caputo abarató las operaciones para los comercios
En la reglamentación del paquete fiscal, hoy el Ministerio de Economía definió que ya no le realizará más retenciones a cuenta de Ganancias e IVA a los comercios en las ventas con tarjetas de débito, crédito y otros medios electrónicos de pago. No existe garantía de que se traslade a los consumidores este beneficio que les otorgan a los empresarios, pero definitivamente es parte de la apuesta del “efecto derrame” que hace Luis Caputo.
Esto significa que el Gobierno abaratará las operaciones para los comercios, al no tener que pagar por anticipado parte de estos impuestos. “El Gobierno Nacional también convoca a las provincias a que se adhieran a este régimen y eliminen las retenciones de Ingresos Brutos y otros tributos locales que se hayan establecido sobre los pagos comprendidos en la medida”, adelantó la cartera económica.
La norma, que será publicada en el Boletín Oficial esta semana, implica que se dejan sin efecto los regímenes de retención mencionados para los pagos que se efectúen a partir del 1° de septiembre de 2024, inclusive.
Se aceleraron los precios mayoristas en julio a contramano de la inflación general
A la inversa del comportamiento del Índice de Precios al Consumidor (IPC), la inflación mayorista se aceleró en julio al registrar un incremento de 3,1%, un salto de 0,4 puntos porcentuales respecto a la medición de junio. La variación interanual alcanzó 270,3% y la acumulada se ubicó en 55,2%.
Por el contrario, el IPC de julio marcó 4%, anotando una baja de 0,6 p.p. comparado con el mes anterior. Se trata del índice más bajo en la era Milei y el menor desde enero de 2022. En los primeros siete meses de 2024, acumuló un incremento de 87% y la interanual mermó a 263,4%.
El nivel general del Índice de precios internos al por mayor (IPIM) es consecuencia de la suba de 3,3% en los “Productos nacionales” y de 1% en los “Productos importados”.
En términos metodológicos, la inflación mayorista se asocia al tipo de cambio oficial ya que incluye bienes transables. Como el Banco Central de la República Argentina (BCRA) fijó una pauta de devaluación de 2% mensual, la gestión cambiaria oficia como un ancla para este tipo de productos y, en parte, explica por qué el indicador avanza menos que la minorista.
Precios mayoristas en julio
Tabaco lideró el ranking de los artículos con mayores subas: 17%. El segundo lugar quedó para Productos agropecuarios (7%), seguido por Energía eléctrica (5,3%), Otros medios de transporte (4,8%), Máquinas y equipos (4,6%) y Papel y productos de papel (4,1%).
En el otro extremo de la lista, Sustancias y productos químicos y Productos pesqueros marcaron deflación al retroceder -0,4%. En tanto, los que menos avanzaron fueron Productos de caucho y plástico (0,4%), Muebles y otros productos industriales (0,5%), Productos de minerales no metálicos (1%) y Productos minerales no metalíferos (1,1%).
La mitad de la maquinaria industrial está parada
El Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó un informe sobre la utilización de la capacidad instalada en la industria. Este mismo se ubicó en junio en 54,5%, el segundo más bajo del año. Muestra una caída de 14,1 puntos porcentuales interanuales, ya que en el mismo mes de 2023 fue de 68,6%.
La maquinaria industrial se encuentra en uno de los niveles más bajos desde la crisis de 2002. Apenas se ubicó 1,2 puntos por encima de los niveles de junio de 2020, en plena pandemia de Covid-19.
A nivel sectorial los rubros las principales incidencias negativas se observan en las industrias metálicas básicas y en la industria metalmecánica excepto automotores, de acuerdo al INDEC.
Las primeras presentaron un nivel de utilización de la capacidad instalada del 56,6%, inferior al 81% de mismo mes de 2023. La caída en la producción de acero explicó la mayor parte de este brutal retroceso con una baja del 35%.
La industria metalmecánica se ubicó en un 42% de su capacidad, mientras en 2023 había sido del 60,1 %. Los demás rubros que se ubicaron por debajo del promedio fueron productos minerales no metálicos (46,8%), productos textiles (43,9%), edición e impresión (41,3%), productos de caucho y plástico (39,4%), industria automotriz (39,0%), y productos del tabaco (35,4%).
Las políticas de Milei profundizan la recesión de la economía argentina. El enfriamiento de la actividad para bajar la inflación tiene un elevado costo, con fuertes caídas en productos sensibles como la leche y más de1 millón de niños que se acuestan sin cenar, en un país productor de alimentos. Mientras tanto la inflación continua en niveles elevados, consumiendo aún más el poder adquisitivo de los salarios.
Las cifras definitivas de julio serán comunicados por el Indec en los primeros días de septiembre. Los datos individuales que están anticipando diferentes asociaciones y entidades privadas “orejean” algunos indicadores más auspiciosos.
La producción de automóviles informada por Adefa mostró un alza de 38,7% respecto de junio, aunque aún se encuentra 9,8% por debajo del mismo mes del año pasado. El sector aumentó la exportación en 35,7% intermensual con una retracción de 1,2% en forma interanual.
Por su parte, los despachos de cemento mejoraron 25,9% comparando con junio, pero aún se mantienen 14,4% por debajo de julio de 2023.
A su vez, la venta de insumos de la construcción comunicada a través del Indice Construya registró una recuperación de 12,9% en el mes, manteniéndose 16,5% por debajo de un año atrás.
En otro orden, el Banco Central informó que el otorgamiento de crédito al sector privado el mes pasado aumentó un 12%, lo cual es una muestra de mayor demanda de pesos que debiera redundar en mejor consumo.
Si bien este es un conjunto de datos a favor, aún no hay certezas para afirmar que se transita con solvencia hacia la plena reactivación de la economía.
El dato más contundente en ese sentido es el de la recaudación tributaria, que en julio tuvo una baja de 9%, mostrando entre sus principales componente números negativos en lo que refiere a consumo y seguridad social (asociado a los ingresos de las personas).
La recesión en L se extiende al segundo semestre en las Pymes
Los datos fueron relevados en la Encuesta Radar Pyme del 2° Trimestre del 2024 llevada adelante por la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino -ENAC- y que contó con la participación de 350 empresas de 21 provincias.
La actividad económica en el segundo trimestre del año 2024 (Abril, Mayo y Junio) siguió al pie de la letra la recesión auto inducida por el ministro de Economía, Luis Caputo.
La inflación acumulada en el primer semestre fue de 79,8% y parece descendente, sin embargo, se observa un amesetamiento en el segundo trimestre del año y una proyección de la inflación anual proyectada para el 2024 por el REM (BANCOS) del 136,6% y de ENAC (PYMES) del 133,81%.
Si la recesión económica que ya se extiende al segundo semestre, se mantiene en estos niveles de actividad deprimidos, el escenario más probable es que se pierdan otras 10.000 pymes más hasta fin de año. Esto parece ser un costo demasiado alto en virtud del beneficio de reducir la inflación a niveles de septiembre del 2023, donde la inflación interanual fue del 138% según el INDEC. Una Ley de Emergencia PYME se torna vital para mitigar el daño que la recesión le aflige al aparato productivo nacional.
Solo el sector servicios tiene ventas razonables, todos los demás se encuentran en una recesión que lleva para el comercio 6 meses y para la industria y la construcción 9 meses.
Para finalizar las expectativas de los empresarios pymes, un 65,35% considera que la situación económica nacional empeorará en el 2024.
Ventas
En el primer trimestre del 2024, 5 de cada 10 empresas tuvo ventas razonables (+/-10% en unidades), traccionada fuertemente por el sector servicios. Un 51,2% de las empresas tienen caídas de ventas significativas en el 2° trimestre del 2024, continúa la tendencia del primer trimestre y arrastra una crisis consolidada hacia el segundo semestre.
En términos sectoriales, las empresas industriales con ventas razonables cayeron un -41,2%, las comerciales un -33,2% y las de servicios un -26,45% respecto del 2° trimestre del 2023.
Capacidad utilizada
Respecto de la capacidad utilizada, el 43,7% de empresas operaron el 2° Trimestre del 2024 en situación de normalidad, es decir, al 60% o más de su capacidad total disponible. El promedio de utilización de la capacidad de las empresas fue del 53,3%. Respecto del 1° trimestre del 2023, la subida es de 1,6%.
Cuando evaluamos el comportamiento de las industrias en particular solo el 36% de las empresas industriales operó en situación de normalidad, es decir, al 60% o más de su capacidad industrial disponible. La capacidad industrial utilizada promedio está en 50,3%, lo que representa un incremento del 0,3% respecto del 1° trimestre del 2024 marcado un nivel de estancamiento del sector. Hay un 6% de industrias que están en situación crítica pasible de cierre.
Rentabilidad
Solo 1 de cada 3 empresas, un 34,09%, tuvo rentabilidad positiva en el 2° trimestre del año 2024 mientras que en el trimestre anterior fue del 60,7%, es decir, un incremento de 5%.
Si tenemos en cuenta que un 34,09% manifestó que tuvo pérdidas en 2° trimestre del 2024, son más las empresas en situación negativa que positiva, configurando una alerta roja que de no revertirse puede llevar al riesgo patrimonial, o a la reducción de costos operativos en las pymes o en su defecto al cierre generalizado de empresas.
Empleo
En el 2° trimestre del año 2024, un 21,02% de las empresas redujo personal mientras que un 13,64% incorporó, poniendo una alerta amarilla en cuanto a la generación de empleo en las pymes.
Ya son tres los trimestres consecutivos donde hay más despidos que contrataciones. Para el 2° trimestre del año 2024 un 72% de las pymes piensa sostener el personal actual mientras que un 15% de las empresas piensa incorporar a su nómina trabajadores
No hay «V»: la industria y la construcción volvieron a desplomarse en junio y se prolonga la crisis
A pesar de algunos «brotes verdes» que había mostrado la economía en sectores puntuales, la industria y la construcción se desplomaron en junio con caídas interanuales de 20,1% y 35,2%, respectivamente. En ambos casos, el derrumbe semestral solo es comparable con el período de confinamiento durante la pandemia de coronavirus.
Los datos de dos rubros de gran sensibilidad en materia de producción y trabajo echan por tierra los análisis del Gobierno que sostienen que el piso de la recesión se tocó en marzo y abril. Si bien segmentos como el agro y la minería experimentaron un crecimiento en los últimos meses, el panorama es heterogéneo y la actividad industrial y constructora no termina de rebotar.
El índice de producción industrial manufacturero (IPI manufacturero) publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) arrojó que el acumulado de enero-junio de 2024 presenta una disminución de 16,1% respecto a igual período de 2023.
En cuanto a la dinámica mensual desestacionalizada de la industria, que es mirada muy de cerca por el Gobierno y economistas privados, también exhibió una variación negativa de 1,6% respecto mayo. Esta estadística refleja una fórmula que elimina la estacionalidad de la ecuación para obtener un resultado más fidedigno y mostró un resultado adverso por cuarto mes al hilo.
A lo largo de junio, las 16 divisiones de la industria manufacturera presentaron caídas interanuales. En orden a su incidencia en el nivel general, se registraron disminuciones en “Industrias metálicas básicas”, con 31,2%; “Alimentos y bebidas”, con 8,0%; “Maquinaria y equipo”, con 33,1%; “Madera, papel, edición e impresión”, con 24,2%; “Productos minerales no metálicos”, con 35,6%; y “Sustancias y productos químicos”, con 12,3%.
Y continúa con “Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes”, con 32,2%; “Otros equipos, aparatos e instrumentos”, con 37,4%; “Productos de caucho y plástico”, con 29,3%; “Muebles y colchones, y otras industrias manufactureras”, con 36,3%; “Productos de metal”, con 20,7%; “Prendas de vestir, cuero y calzado”, con 19,1%; “Productos textiles”, con 24,9%; “Productos de tabaco”, con 35,3%; “Otro equipo de transporte”, con 14,4%; y “Refinación del petróleo, coque y combustible nuclear”, con 1,2%.
Por otra parte, el indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) acumuló una baja de 32,7% en los primeros seis meses de 2024 en el contraste con el año previo. En este caso, la serie desestacionalizada mensual anotó un avance de 2,7% y encadenó el tercer dato positivo consecutivo luego de desplomarse 16,7% en marzo y 12,6% en enero.
Los datos del consumo aparente de los insumos para la construcción en junio cristalizan retrocesos interanuales de 56,7% en artículos sanitarios de cerámica; 55,9% en mosaicos graníticos y calcáreos; 54,7% en asfalto; 47,0% en pisos y revestimientos cerámicos; 45,0% en hormigón elaborado; 44,6% en hierro redondo y aceros para la construcción; 35,6% en ladrillos huecos.
Lo mismo ocurrió con el cemento portland (32,8%); el resto de los insumos (incluye grifería, tubos de acero
sin costura y vidrio para construcción) 31,6%; placas de yeso (31,4%); yeso (26,1%); cales (12,7%); y en pinturas para construcción (4%).
Entre noviembre de 2023 y mayo de 2024 se perdieron 61.543 puestos de trabajo formales en el rubro constructor, de acuerdo a los números difundidos por el INDEC. Sin embargo, desde la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) calcularon 100.000 debido al alto nivel de informalidad que prevalece en el sector, que se vio visiblemente afectado por el salto del tipo de cambio, la inflación y el freno de la obra pública.
La inflación de la Ciudad de Buenos Aires en julio fue del 5,1% y acumula 98,5% en el año
La Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires publicó el dato del costo de vida del mes de julio que subió por encima de los 5 puntos, elevándose 0,3% respecto del dato del mes anterior.
Durante el séptimo mes del año, la variación del IPCBA respondió fundamentalmente a las subas en Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, Restaurantes y hoteles, Alimentos y bebidas no alcohólicas y Salud, que en conjunto explicaron el 66,7% del alza del Nivel General.
El Gobierno celebró la inflación minorista de julio
El ministerio de Economía ponderó que el IPC de 4% de julio refleja el tercer mes consecutivo de desaceleración en la comparación contra igual mes del año anterior y que “la inflación general, además de ser la menor del año, fue la más baja desde enero de 2022”.
En la misma línea, el vocero presidencial Manuel Adorni consideró que “la inflación es un tema que, desde lo técnico, está terminado porque hicimos todo lo que había que hacer para solucionarla, lo que queda es tiempo para ir viendo esa inflación derrumbarse».
El consumo en julio siguió deprimido: la venta de carne fue la menor en 26 años
Por Roberto Pico
Si bien los indicadores industriales sugieren que la actividad económica habría comenzado a rebotar en julio y el poder adquisitivo de los salarios estaría ingresando en una etapa de recomposición, esa mejora aún no permeó al consumo doméstico que sigue deprimido y marcando nuevos mínimos.
Así lo revelaron recientes indicadores de ventas en supermercados y cadenas de proximidad, a los que se suman datos que muestran que el despacho de carne vacuna durante el mes pasado fue la más baja en 26 años.
Un informe privado reveló que en julio las ventas en las principales cadenas y en los locales de barrio se desplomó 16.1% frente al mismo mes del año pasado.
Este desplome es el más fuerte de los últimos tres años y se verifica por igual en los grandes retails como en los establecimientos de barrio, siendo más pronunciada en el interior del país, según definió la consultora Scentia.
Si se evalúan los primeros siete meses del año, la merma en el consumo masivo es de 9,6% comparando con el mismo período del año pasado.
Cabe apuntar que el primer semestre del año registró una caída de actividad económica superior al 3% con un consecuente impacto en los niveles de empleo y salariales.
¿Rebote real?
Datos privados ya divulgados sugieren que, en julio, algunas ramas industriales y segmentos de la construcción, comenzaron a exhibir subas intermensuales que se suman a energía y agro que ya traían una dinámica positiva por factores propios.
Esto le permitió al presidente Javier Milei afirmar en recientes apariciones públicas que “la economía ya está rebotando”, pero con la habilidad de no referirse a los deprimidos niveles de consumo.
De acuerdo al trabajo de la consultora, los productos que más sufrieron en julio fueron bebidas con y sin alcohol, que experimentaron retrocesos de 25,2% y 23,7%. Otro segmento que registró un impacto fortísimo fue el de higiene, cosmética y limpieza con caídas entre 18 y 20%.
El análisis de las primeras dos semanas de agosto anticipa que la dinámica no se modificó y las caídas son de hasta un 20%.
Este desplome se produce pese a que en el arranque de este mes los productos de primera necesidad se habrían mantenido estables.
El trabajo que realiza semanalmente la consultora LCG mostró que los precios de artículos esenciales subieron 1,2% en promedio. El resultado fue similar al que presentó la asociación Consumidores Libres, cuya canasta de 21 productos básicos registró un aumento de 1,5% en el mismo lapso.
Este escenario expresa que aún la estabilidad de precios no alcanza para que se reactiven las ventas en los canales minoristas, que son en definitiva los que traccionan la producción.
Fuerte caída de la carne
Otro dato revelador de la situación “de la calle” es la fuerte caída en el consumo de carne.
Un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Cicra) indicó que el despacho al público cayó 14% en los primeros siete meses de 2024 con relación al mismo período de 2023 y se convirtió en el menor volumen vendido de los últimos 26 años.
Cicra precisó que en ese período se habrían consumido 1,248 millones toneladas, unos 205 millones de toneladas por debajo del período de comparación.
Este escenario se da en un contexto de relativa estabilidad de precios, ya que los valores en el mostrador exhibieron en julio un alza promedio de 1,4% contra un IPC general de 4%.
Cabe aclarar también que en esta caída influyen los cambios de hábitos en la alimentación de una buena parte de la población.
El impacto de la caída del poder adquisitivo tiene otro reflejo en la celebración del Día del Niñez, para el cuál las ventas se ubican por debajo de 2023.
Dado que las perspectivas del sector ya venían siendo débiles en los últimos días se intentó estimular la demanda con ofertas agresivas. Una simple recorrida de última hora por las principales cadenas de jugueterías y supermercados permite observar una catarata de propuestas de financiación y rebajas intentando captar las compras de último momento para salvar el fin de semana más fuerte del año.
Con la macroeconomía en vías de estabilización, el Gobierno busca acelerar la inversión empresarial para estimular la reactivación y por otro lado mejorar los canales de acceso al crédito.
Industria láctea: degradación de la sexta cadena agroalimentaria argentina
Por Adilio Bareiro y Cristian Oszust
La brusca caída del consumo y la producción láctea enciende las alarmas de una de las cadenas agroindustriales más relevantes del país por la cantidad de empleos que genera y por la importante contribución al arraigo rural.
Los diversos indicadores a la baja registrados durante el primer semestre del 2024 se deben en gran parte por la caída del consumo interno provocado por la consecuente pérdida del poder adquisitivo y el aumento de los costos operativos que afectan a la producción. También, por la decisión del gobierno nacional de abrir las importaciones de alimentos, sumado a la eliminación de los derechos de exportación para los productos lácteos.
Argentina es uno de los países con mayor consumo de leche detrás de Estados Unidos, Nueva Zelanda y Uruguay. Sin embargo, en junio se produjeron 842 millones de litros, esto representó un 7,1% menos que en el mismo mes del año anterior y un 12,6% menos que en el mismo semestre de 2023.
Además, la cadena de valor láctea viene experimentando un declive en los últimos años. Según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), el número de tambos en el país ha disminuido significativamente, pasando de 30.131 en 1988 a 9.735 a marzo de 2024. Esta reducción de unidades productivas se debe en gran parte a la migración productiva de los campos, pasando de la producción lechera a la actividad agrícola.
Se debe destacar que la cadena de valor láctea presenta una distribución federal en todo el país, aunque hay regiones específicas con una notable concentración de productores. El volumen de producción y la conexión con el sector industrial contribuye a que su presencia se extienda prácticamente por todo el territorio nacional. La amplia distribución territorial, junto con la significativa cantidad de empleos que genera, sumado a la capacidad de generar arraigo en las zonas rurales, subraya la importancia de una de las cadenas agroindustriales más relevantes de nuestro país.
Actualmente hay 9.735 tambos activos y 680 industrias procesadoras. Según estimaciones, la industria láctea genera un aproximado de 80.000 empleos directos y más de 100.000 indirectos. Estos más de 180.000 puestos de trabajo la posicionan como la sexta cadena agroalimentaria en volumen de empleos generados en Argentina.
Caída del consumo interno
Argentina es uno de los países con mayor consumo de leche en el mundo, aunque ha experimentado variaciones significativas a lo largo de su historia:
· En el 2000, se alcanzó un pico de 227 litros/hab./año. Después de la crisis del 2001, el consumo cayó a 179 litros/hab./año en el 2003.
· Los últimos registros del 2023 indicaron que se consumieron 194 litros/hab./año.
El consumo de lts./hab./año en 2023 en comparación con otros países, estuvo en: Unión Europea consumió 280 (Suecia: 355 lts., Holanda: 330 lts.), Estados Unidos 278 lts., Nueva Zelanda 250 lts. y Uruguay 230 lts. Argentina se ubicó detrás de estos países con un consumo de 194 lts./hab./año.
Sin embargo, pese a estar entre los de mayor consumo, el Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (IDAA) afirmó que se evidenció una tendencia a la baja en el primer trimestre, comparado con el mismo período de 2023:
· Leches fluidas, caída del 19.6%
· Leches en polvo, cayó 30.4%
· Quesos, representan casi el 60% del consumo de lácteos. Caída del 10.4% en toneladas.
Estas cifras de caída del consumo se explican en gran parte por la devaluación en diciembre de 2023 y por la consecuente pérdida del poder adquisitivo. El retroceso es notorio si se compara el salario mínimo, vital y móvil con el costo de la canasta básica de alimentos; ambas variables con registros a la baja, durante el primer semestre del 2024.
Por otra parte, a través del Decreto 697/2024, el gobierno nacional dispuso la eliminación definitiva de los derechos de exportación para los productos de la cadena láctea, un tributo que oscila entre 4,5% y 9% y que podría ayudar a amortiguar la caída que está sufriendo, principalmente, el sector industrial. Sin embargo, habría que observar el comportamiento de los precios en las góndolas nacionales, ya que estas disposiciones se enmarcan en un proceso más amplio de desregulación, baja de aranceles y apertura de mercados internacionales que no coinciden con una adecuada política agroindustrial.
Principales actores económicos de la industria láctea
El nivel de concentración de la industria láctea en Argentina es significativamente menor si se la compara con el total mundial. Según OCLA, el top 5 de las empresas lácteas argentinas procesa el 36,2% de la producción total, en comparación con más del 80% que procesan las cinco mayores empresas a nivel global. La principal empresa en Argentina maneja el 12,5% de la leche, mientras que en otros países el rango está entre el 25% y el 90%.
En cambio, el sistema cooperativo industrial en materia de recepción de leche representa menos del 5%, cuando en el año 1994 recibía el 35% de la leche del país (casi el 50% de la leche en los principales países lecheros del mundo la manejan las cooperativas). Sin embargo, cabe aclarar que, como sector primario, las cooperativas concentran en Argentina alrededor de un tercio de la producción total de leche.
Actualmente, más del 40% de la producción nacional está controlada por empresas multinacionales. En total, estas empresas procesan aproximadamente el 28% de la producción nacional.
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La industria textil tuvo un 40% de caída interanual en las ventas
Un nuevo informe sobre la industria textil realizado por la Fundación Pro Tejer reveló que 6 máquinas de cada 10 están paradas, lo que configura una situación alarmante para el sector. Cabe resaltar que el informe del año 2023 había destacado un récord de inversiones en los últimos 3 años, cuyos montos habían superado los 1.400 millones de dólares. No obstante, en la actualidad, según detalló el informe, casi el 80% de las empresas han registrado una caída promedio del 40% interanual en el volumen de ventas y en la producción, mientras que el 76% retrotrajeron la capacidad instalada, lo que implica un derrumbe del 29%.
Más de 5000 despidos
El informe es demoledor: el 45% de las empresas afectadas tuvo que reducir su planta de personal en junio pasado. El despido alcanzó a más de 5.000 trabajadores y las suspensiones, a otros 10.000. Este hecho implicó un retroceso del 16% respecto a diciembre del año pasado.
De los encuestados por Fundación Pro Tejer, el 40% afirmó tener problemas para afrontar los gastos. Por ello, el 84% de las empresas optó por no invertir en el sector y un 81% del total piensa que es muy complejo ganar o competir en los mercados exteriores debido a la brecha cambiaria y la situación monetaria del país.
En línea con lo anterior, el 90% de las empresas que tuvo que reducir su producción lo atribuye al poder adquisitivo de la población y a la crisis que redujo el consumo en un 15,5%.
La grave crisis del sector se vio agravada por el levantamiento de controles a las importaciones textiles ordenado por el Gobierno nacional. Las medidas exigidas para el ingreso de productos textiles y calzado desde el exterior fueron eliminadas en marzo de este año, en principio, por 120 días por medio de una norma de la Secretaría de Secretaría de Industria y Comercio. La norma aludida eliminó la obligatoriedad del etiquetado en el control aduanero. Hasta su vigencia, los productos textiles debían contar con un etiquetado realizado en origen o pedir una autorización a la Secretaría de Industria y Comercio para el re etiquetado a través del proceso de Adaptación al Mercado Local (AML). Cabe resaltar, según expresa la misma Fundación, que el control aduanero del etiquetado es lo mínimo que exigen y controlan todos los otros países cuando Argentina exporta sus productos. “Agilizar tiempos administrativos y simplificar trámites es muy importante, pero no pueden ser excusa para ponerse por sobre los principios de defensa de la competencia justa ni comprometer la calidad, el cuidado y la seguridad del consumidor”, aseveró Luciano Galfione, presidente de Pro Tejer, en comunicación con AM 750.
Dilema económico al Gobierno de Milei: Recesión y equilibrio fiscal
El Gobierno del presidente Javier Milei en Argentina enfrenta un dilema en cuanto a mantener el equilibrio fiscal debido a las actuales condiciones de recesión que han impactado en la recaudación tributaria en términos reales, opinó el economista Jorge Marchini.
El profesor de Economía en la Universidad de Buenos Aires y vicepresidente de la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) se refirió al dato oficial reciente de la recaudación impositiva que evidenció un aumento de 233,5 % interanual en julio, pero una caída de cerca del 10 % si se compara la cifra con el nivel de inflación.
«La menor recaudación puede amenazar el propio objetivo fiscal del Gobierno, que es el menor déficit. El temor es que la recesión se convierta en una depresión económica, se da este círculo vicioso de mayor ajuste, menor recaudación y demanda, menos actividad económica y menor recaudación», sostuvo el economista.
Para Marchini, Argentina tiene una estructura productiva en la que los impuestos se relacionan directamente con las operaciones económicas y, por tanto, si hay una caída de la actividad económica, cae la recaudación.
«Esto tiene origen en una política de ‘shock’ que aplica el Gobierno, concretamente en el severo ajuste fiscal de Javier Milei, que tiene que ver con varios indicadores, entre ellos la reducción drástica del déficit fiscal a partir de la reducción del gasto público, principalmente por menores gastos en cuanto a salarios, quita de subsidios a servicios públicos, eliminación de la obra pública, entre otros», sostuvo.
En esa línea, Marchini insistió que la caída de la recaudación en términos reales influye mucho en los objetivos del Gobierno de Milei, al tiempo que aseguró que en poco más de la mitad de año se está reflejando una situación económica «muy difícil».
«La recesión provoca problemas muy serios, porque además de afectar a los sectores más vulnerables, se traduce en no encontrar un horizonte de la economía en perspectiva, se desalientan las inversiones y, por último, afecta el equilibrio social ya que es una situación en la que sectores entran a la pobreza e indigencia», afirmó.
Marchini expresó que el problema que tiene Milei en este momento es que, dado que la inflación no baja al nivel que está deseando, el 2 % mensual, han surgido escenarios como el cambio de precios relativos donde el peso se revalúa, una situación que descompensa el comercio externo ya que las exportaciones pierden dinamismo por los precios relativos y las importaciones se abaratan en comparación con los productos nacionales.
«En los primeros días del Gobierno de Milei lo que ocurrió fue lo contrario, una fuerte devaluación, y esto solo en siete meses ha pasado por un desenfoque ya que, entre mayor inflación y menor devaluación, ha habido un cambio de precios relativos; es uno de los problemas que tiene el Gobierno de Milei», dijo.
Agregó que «el Ejecutivo tiene además una atadura que se llama anclaje y este anclaje tiene que ver con requerimiento de control de las divisas y el mercado cambiario».
El entrevistado acotó que la recesión está notando que existe una caída de consumo muy amplia y muy generalizada, ya que los principales sectores que consumen menos son los de ingresos fijos, que ven que los productos se encarecen y sus ingresos no aumentan, asimismo sectores que viven del mercado interno y del mercado externo.
«En este momento sucede que los sectores exportadores tienen dificultades vinculadas con el encarecimiento en moneda local de sus costos y las posibilidades de ubicarse en precios competitivos», apuntó.
El vicepresidente de FILA concluyó que el Gobierno tiene planteamientos como la eliminación de impuestos, pero se ha visto ante un panorama en el que ha tenido que aumentarlos.
«Si el objetivo del Gobierno es reducir el déficit fiscal, pero cae la actividad económica por las medidas de ajuste y, por ende, hay menos recaudación, el propio Gobierno no puede quitar impuestos porque justamente rompe el otro objetivo que es mantener el equilibrio fiscal, por eso creo que el Ejecutivo tiene un dilema planteado», resumió.
Déficit de $ 600.000 millones en las cuentas públicas de julio
Por Roberto Pico
Las cuentas públicas de julio registraron un déficit de $ 600.957 millones y de esta forma se quebró la serie de balances mensuales superavitarios desde la asunción del presidente, Javier Milei.
El saldo primario fue positivo en $ 908.253 millones, que pasó a terreno negativo tras la cancelación de los compromisos de deuda.
“Este resultado es mejor a lo esperado teniendo en cuenta que en julio se abonaron aguinaldos y los intereses que se pagaron duplicaron el promedio de intereses mensuales estimados en el año”, señalaron desde el ministerio de Economía.
Este resultado ya había sido anticipado por Milei en diferentes apariciones públicas, en las que se preocupó en subrayar el saldo acumulado anual.
El equilibrio de las cuentas del Estado es la médula del plan de Gobierno de Milei. El balance de los primeros siete meses del año se encuentra en línea con las metas con el Fondo Monetario Internacional (FMI)
“Es la primera vez en 5 años que se alcanza superávit primario en julio”, señaló el Palacio de Hacienda.
Según el informe oficial, “en los primeros 7 meses del año el gasto primario acumuló una reducción de 31% interanual en términos reales”.
Los pagos que intervinieron en las metas
“Los subsidios económicos se redujeron 39%, a pesar de que en julio impactó el pago de la transacción de Cammesa de mayo, un mes que fue particularmente frío y tuvo un incremento significativo en los costos de generación eléctrica”, agregó Economía.
La cartera a cargo de Luis Caputo afirmó que “la reducción de casi un tercio en el gasto público en términos reales se alcanzó priorizando a los sectores más vulnerables”.
“Los recursos destinados a la Asignación Universal para la Protección Social se incrementaron en un 100% en términos reales desde que asumió este Gobierno. Y junto a la Tarjeta Alimentar cubren el 99% de la Canasta Básica Alimentaria”, agregó el ministerio.
La deuda pública ya es récord y llegó a U$S 452.071 millones
En julio sumó U$S 9.566 millones por el traspaso de los pasivos del Banco Central al Tesoro.
Por Randy Stagnaro @randystagnaro
El Ministerio de Economía informó este jueves que la deuda pública a cargo del Estado nacional creció en julio en U$S 9.566 millones y alcanzó al récord de U$S 452.071 millones.
El informe elaborado por la Secretaría de Finanzas del ministerio que dirige Luis Caputo consignó, además, que la deuda pública nacional aumentó en 81.398 millones de dólares en los primeros siete meses del año.
En julio, los pagos realizados por el Tesoro sumaron el equivalente a U$S 15.295 millones (unos 15 billones de pesos).
El informe oficial indicó que el 56% de la deuda total está en moneda extranjera, básicamente dólares, mientras que el 44% restante lo está en pesos.
Respecto del aumento de la deuda en julio respecto de junio, Finanzas señaló que “la variación se explica por la disminución de la deuda en moneda extranjera en U$S 1.115 millones y el aumento de la deuda en moneda local por un monto equivalente en dólares de U$S 10.670 millones”.
En este punto, la parte en pesos que creció representa al pasivo que el Banco Central transfirió al Tesoro por orden del gobierno con el argumento de que así se liberaría a la entidad monetaria del impacto que tendría una suba de las tasas de interés, algo que finalmente no sucedió.
El informe señaló también que el 80,9% de la deuda corresponde a títulos y Letras del Tesoro nacional, el 17,2% a obligaciones con acreedores externos oficiales (Fondo Monetario y otros organismos internacionales), el 1% corresponde a adelantos transitorios y el 0,9% restante a otros instrumentos.
Así, la deuda con el FMI ascendió a U$S 41.312 millones, un valor similar al del préstamo original de 2018. A otros organismos internacionales se les debe a U$S 32.138 millones.
Al 30 de junio, del total de capital adeudado en pesos por el gobierno, un 79% estaba constituido por deuda en pesos ajustable por CER, un 14% por deuda en pesos sin ajuste y 7% estaba denominada en dólares, pero se cancelaba en pesos (bonos dólar linked y bonos duales).
Cifran en 73 % el índice real de la pobreza
Investigadores del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) cifraron en 73,7 % el número verdadero de los índices de pobreza en Argentina, al analizar los datos aportados por la Encuesta Permanente de Hogares del Primer Trimestre de 2024.
De acuerdo a Mariana Dondo y Alfredo Serrano Mancilla, investigadores de CELAG, «casi que podríamos afirmar que el ingreso promedio es muy poco representativo de la realidad social», por lo cual hacen un llamado «con una distribución tan desigual resulta mucho más riguroso analizar el valor de la mediana que el de la media».
Justifican su decisión sobre la base de que «apenas hay hogares argentinos que tengan ingresos cercanos a la media, y porque la media no está en la mitad de la distribución (…) Existe un 68 % por debajo de ese ‘valor medio’ y un 32 % por encima.
De acuerdo a los investigadores, «lo más pertinente entonces sería prestarle atención al valor de la mediana: el 50 % de los hogares argentinos tienen un ingreso mensual per cápita por debajo de 198.000 pesos».
La idea del estudio es concluyente: «esta mitad del país es pobre. Esta mitad y un poco más: la pobreza en Argentina afecta al 55% de la sociedad».
Plantean, asimismo, que resulta fundamental en lo político saber cuántos hogares están justo por encima de ese umbral; «con unos pesos más, pero no demasiado más, porque esos hogares son ‘casi pobres’: están justo en el límite, son vulnerables, y de ninguna manera son clase media».
En ese sentido, demuestran que existe un «18,3% de hogares ‘casi pobres’ que tienen ingresos en el rango de 1 a 1,5 CBT (Canasta Básica Total)».
De acuerdo a los investigadores «la suma de los unos y los otros, los ‘pobres’ más los ‘casi pobres’. O sea: un 73,3% [significa] que tres cuartas de la sociedad argentina ‘malviven’, pero aún seguimos hablando de un país de clase media».
Concluyen que «si no asumimos este diagnóstico, esto es, que la Argentina de hoy vive mayoritariamente en condiciones de pobreza, seguiremos insistiendo en el error de proponer un proyecto político, social y económico sin anclaje en la realidad».
La llegada al poder de Javier Milei ha supuesto el empeoramiento de las condiciones de vida de la población argentina, según estos datos.
Fuentes: Página/12, Perfil, Resumen Latinoamericano, teleSURtv.net, Uypress
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