La Paz, 15 sep (PL) El ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Andrés Soliz, renunció hoy y desató la primera crisis del gobierno del presidente Evo Morales y una posible agudización de la arremetida opositora contra el ejecutivo.Soliz alegó razones personales, pero informes extraoficiales indican que la dimisión, de carácter irrevocable, se debe a discrepancias con […]
La Paz, 15 sep (PL) El ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Andrés Soliz, renunció hoy y desató la primera crisis del gobierno del presidente Evo Morales y una posible agudización de la arremetida opositora contra el ejecutivo.
Soliz alegó razones personales, pero informes extraoficiales indican que la dimisión, de carácter irrevocable, se debe a discrepancias con la decisión gubernamental de dejar en suspenso la estatización del comercio del petróleo y sus derivados, tras reclamos de Brasil.
En la carta de renuncia enviada al presidente Evo Morales y copias de la cual fueron enviadas a la prensa, Soliz reveló que había pedido dejar el cargo desde el 17 de mayo, cuando se dio un plazo para hacer efectivo su alejamiento, lapso que se ha cumplido.
En la misiva, Soliz deja constancia del patriotismo con el que gobierna Morales y le agradece haberle dado la oportunidad de acompañarlo en el proceso de cambio, del que es una medida esencial la nacionalización de los hidrocarburos de mayo pasado.
«Es el momento de recordar que la nacionalización impulsó de forma decisiva el proceso de recuperación de la dignidad y autoestima de nuestro pueblo que las políticas neoliberales y racistas pretendieron aplastar de manera definitiva» dice la carta.
Refiere los avances de la nacionalización, sin mencionar la estatización congelada tras reclamos del gobierno de Brasil, por afectar a la empresa Petrobras, de ese país, al pasar al control del Estado dos refinerías que habían sido privatizadas en favor de la compañía.
«Nada de lo aquí mencionado hubiera podido lograrse sin la lucha heroica de nuestro pueblo y de los movimientos sociales que el 17 de octubre de 2003, cambiaron nuestra historia», expresa.
Ese día renunció a la Presidencia el neoliberal Gonzalo Sánchez de Lozada, ante una rebelión social que expulsó, dice, «a los principales políticos neoliberales que tanto daño causaron a Bolivia y que fueron aplastados» electoralmente con la victoria de Evo Morales.
La dimisión causó gran impacto en la prensa, que destacó el hecho de que Soliz era una especie de «ministro insignia del gobierno», que lo defendió decididamente cuando, semanas atrás, la oposición minoritria consiguió censurarlo en el Senado.
El renunciante era el ministro con mayor respaldo ciudadano, según encuestas, aunque, en declaraciones hechas en La Habana, el pesidente Evo Morales dijo que no será díficil encontrar un reemplazante.
Imbert Acosta, dirigente de la Confederación de Indígenas de Bolivia, lamentó que Soliz «nos haya abandonado», lo exhortó a reconsiderar su decisión y dijo que lo importante es que la nacionalización siga adelante.
Por su parte, dirigentes de partidos de oposición arreciaron una ofensiva contra el gobierno, al sostener que la dimisión refleja supuestas incoherencias en la administración del presidente Morales.
El senador de Poder Democrático Social (PODEMOS) Walter Guiteras sostuvo que a Soliz no le quedó más remedio que renunciar, pues fue desautorizado por el ejecutivo, en alusión al congelamiento de la estatización del comercio de carburantes.
El legislador insistió en presentar a su partido, encabezado por el ex presidente neoliberal Jorge Quiroga, como defensor de la nacionalización de los hidrocarburos y criticar al gobierno por su supuesta debilidad ante las petroleras y gobiernos extranjeros.
Por su parte, el diputado y vocero del grupo Unidad Nacional, Peter Maldonado, sostuvo que la renuncia de Soliz evidencia que la nacionalización del gas y el petróleo está mal manejada, por lo que el presidente debe cambiar de política en la materia.
También exigió una recomposición completa del gabinete, sostuvo que la nacionalización está fracasando, lo que supuestamente puede determinar que empiece a peligrar la gestión del presidente Evo Morales.