El movimiento piquetero ha tenido gran desarollo en la Argentina a partir de l994, cuando el pueblo de Santiago del Estero se rebelò en la capital de la provincia norteña por el caos econòmico provocado por el gobierno de Carlos Menem, en su segundo mandato. Los dirigentes de la Confederación General del Trabajo, de raigambre […]
El movimiento piquetero ha tenido gran desarollo en la Argentina a partir de l994, cuando el pueblo de Santiago del Estero se rebelò en la capital de la provincia norteña por el caos econòmico provocado por el gobierno de Carlos Menem, en su segundo mandato. Los dirigentes de la Confederación General del Trabajo, de raigambre peronista, apoyaron las polìticas neoliberales del riojano, que produjeron una verdadera catàstrofe social en el paìs, y la otra central sindical, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), que nuclea en su mayorìa a gremios estatales, tuvo escaso peso para confrontar con ese poder depredador.
Por ello surgieron los piquetes, por la traiciòn de esa dirigencia corrupta y por la inoperancia de la muy tibia oposiciòn en la dècada de los 90. Uno de los principales líderes del movimiento piquetero es Nèstor Pitrola, a quien entrevistamos en Necochea, ciudad del sudeste bonaerense recostado sobre la costa atlàntica y distante 500 kilòmetros de Buenos Aires. Conduce el Polo Obrero y es miembro del Partido Obrero, de orientaciòn trotskista.
«Nosotros queremos poner en pie una izquierda consecuente, no para ir a pescar algùn puestito con los viejos partidos del sistema, sino una izquierda de caràcter socialista, obrera y revolucionaria. Este es el desafìo. Luchamos contra las polìticas de Kirchner y Lavagna, que han llevado a la Argentina a tener la mayor desigualdad social en 30 años. Proponemos, entre otras cosas, la reducciòn de horas de trabajo, repartir las horas, en vez de la explotaciòn extrema actual de l2 horas diarias, mientras 4 o 5 millones de hermanos no tienen trabajo. Insistimos en no pagar la deuda externa, confiscar la banca y ponerla bajo una gestión obrera y popular, lo mismo que las empresas privatizadas. Acà han venido a hacer «lobby» en favor de ellas los presidentes de Francia y España.
El movimiento que integra Pitrola naciò el l6 de diciembre de l993. «Recomiendo leer al respecto «Una historia del movimiento piquetero» de Luis Oviedo, libro que se agotò y que acaba de reeditarse. Nuestra acciòn es un aporte a la clase obrera internacional y pone de relieve el grado de entrega de los sindicatos argentinos, que provocò que muchos miles de compañeros fueran a parar al abismo de la desocupaciòn».
Las crìticas de Nèstor Pitrola se acentùan en todos los sentidos: «La CTA es una central de trabajadores que ha tenido otro tipo de integraciòn al Estado.Fue la celestina de la alianza entre el Frepaso y los radicales y hoy es la central màs prokirchner. El movimiento piquetero no està exento de estar atravesado por diversas corrientes polìticas», argumenta, porque Luis D·Elìa, lìder de «Tierra y Vivienda», es ademàs legislador y apoya al presidente Nèstor Kirchner
Su visión de otros paìses sudamericanos
Interrogado sobre su visiòn de otros gobiernos sudamericanos responde; «Es muy instructivo lo de Lula en Brasil y el Frente Amplio en Uruguay, poque sus paìses estàn particiando con tropas en Haitì, lo mismo que Argentina. Y el Frente Amplio uruguayo ya ha votado en el Parlamento la mantenciòn y el refuerzo de las tropas, aunque todavìa no habían asumido, dando una señal. Tambièn prometieron seguir pagando la deuda externa y mantener las privatizaciones, un sìmil de lo realizado por Lula desde el primer dìa. En esto no tenemos confusiones; no somos ese tio de izquierda que llama a votar por variantes de esta naturaleza. Entonces se concluye que acà hay un eje latinoamericano que està cuidàndole las espaldas a Bush, cuando el imperialismo està muy preocupado en Medio Oriente e Irak. Lula y Kirchner han actuado como mediadores para evitar que la lucha obrera y campesina de Bolivia terminara en un gobierno de los trabajadores. Ellos impulsaron un desvìo para la asunciòn de Mesa»
«Chavez, en Venezuela, aunque impulsa una experiencia nacionalista de caràcter muy limitado, ha tenido choques con el imperialismo y ha sido vìctima de ataques. Nosostros nos hemos colocado en la trinchera de la defensa de su gobierno, frente al golpe y el plebiscito. Chàvez no tiene parecido con Kirchner, que ha sido el hombre del imperialismo para enfrentar y desviar la rebeliòn en la Argentina».
Ante la requisitoria sobre porquè no hay uniòn entre los grupos de izquierda sostiene; «Es tan diifìcil como en cualquier otro lugar del mundo. El gran debate electoral en la izquierda es sí vamos a constituir un bloque de caràcter socialista y revolucionario o sí vamos a formar un frente de izquierda de colaboraciòn de clases. Este es el punto. El Partido Obrero tiene integraciòn internacional con expresiòn en Uruguay, Chile, Bolivia y Brasil, pero estamos relacionados con todos los movimientos insrgentes y campesinos, con los que nos identificamos en una lucha comùn»