Sobre la gravedad de la pandemia en Argentina
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M.H.: Querías hablar de la pandemia.
S.S.: Sí, escribí algunas cosas. Es un tema insoslayable, estamos en números de víctimas de una magnitud sin precedentes en la historia argentina. Habría que remontarse al Siglo XIX para pensar en porcentajes y en implicancias en relación al conjunto de la población, cuando fueron las epidemias del cólera y la fiebre amarilla, pero estamos en el Siglo XXI, en otro mundo y con otros recursos.
La cifra es impactante y, entre otras cosas, además hubo un pico de casi 750 fallecidos que no solamente es un récord en Argentina, sino que esa semana Argentina estuvo en primer lugar en muertos por millón de habitantes, superando países como la India y Brasil.
Yo creo que no se termina de dimensionar, ni en las fuerzas políticas, ni en el conjunto de la sociedad, ni en las organizaciones sociales la magnitud del drama que estamos viviendo y, por otro lado, la falta de argumentos, de crítica, de autocrítica, que no sea banal, sobre cómo se ha llegado a esta situación.
Esto no es mágico, no es que no tuvimos suerte. Tampoco es justo pensar que es un castigo al comportamiento de nuestra sociedad, si bien hay muchos rasgos de una sociedad egoísta, autorreferencial, etc. No es el tema principal. Y tampoco aparece ninguna señal de que esto se vaya a resolver en los próximos días.
No se pueden hacer analogías porque las situaciones son muy diferentes, pero recordemos otras tragedias como fueron la inundación de La Plata, Cromañón o lo de Once; el impacto y el dolor que eso generó en la sociedad; cómo puede ser que no haya reacción frente a cifras que no son cifras, justamente yo cuestiono eso, es como en la guerra, cuando se dicen ‘200 bajas’ parece que fuera una estadística contable. Todos, vos, yo y casi nadie puede dejar de tener a alguien cercano que ha fallecido, que ha pasado situaciones de mucho dolor, ya sea en respiradores o simplemente que no pudo sobrevivir y ya no es solamente la gente mayor, que no hay por qué subestimar sus vidas, sino gente de todas las edades y en situaciones que se podrían haber evitado.
El tema principal es que hace un año se hablaba de que el pico iba a ser en mayo del año pasado, se decía también que no iba a pasar lo que pasó en Europa, porque ganamos tiempo, porque pudimos prepararnos, reforzar el sistema de salud, etc. En ese momento se hablaba de 400 contagios y 12 muertos y todos estábamos en una situación de miedo y pánico adentro de nuestras casas. Y hoy con más de 700 fallecidos y más de 35.000 casos, pareciera que la vida no vale nada. La gente sigue viviendo y haciendo sus cosas como si esto no le impactara.
Y la realidad es que el gobierno, que obviamente intentó hacer cosas y sigue haciéndolas, no hizo todo lo que debiera o pudiera hacer. Hay una subestimación, entre otras cosas, de las olas de contagio, no hubo una lectura correcta de lo que estaba pasando en Europa y el mundo, hubo una sobrevaloración de las propias posibilidades, cierto exitismo, recordemos las filminas comparativas.
Ahora resulta que Chile, Uruguay o Paraguay, países con estructuras sanitarias mucho más débiles que las nuestras están pasando momentos difíciles pero muy lejos de la catástrofe que tenemos hoy. Y el problema es que cada vez que tenemos un pico de este tipo la única respuesta es el encierro.
Argentina tuvo la cuarentena más larga, entonces hay un nivel de agotamiento y desesperanza muy alto. También hay un nivel muy serio de presión, de impacto psicológico de lo que es vivir con este tema durante tanto tiempo. Y un conjunto de medidas que se podrían haber tomado, que inclusive toman países con condiciones peores que las nuestras, no se han tomado.
Empezando porque no tenemos un sistema integrado de salud, entonces uno puede pensar y dice, que la salud es más importante que el dinero, pero la AFIP tiene un sistema que te permite llegar hasta el último aportista en cualquier lugar al día. Y acá no tenés cómo recurrir para saber qué está pasando en cada pueblo, cada provincia, etc. Y para hacer un seguimiento más directo. Si no tenés toda la información de lo que está pasando realmente en la sociedad, aparte de las estadísticas, de las muertes que también son muy relativas, porque de golpe te aparece Formosa, que era un ejemplo, a pesar de que Insfrán es un impresentable, muchos oficialistas lo reivindicaban porque estaba manejando bien la pandemia, y resulta que aparecieron más de 5.000 casos que no estaban registrados.
Todo se maneja a criterio personal de las autoridades del lugar, que están más mirando su proyecto electoral, qué dice o qué va a decir la gente que lo que hay que hacer. El propio gobierno tuvo que reconocer que los gobernadores no le dan bolilla, que cada uno hace lo que quiere. Y en muchos lugares el tema está absolutamente desbordado. Tengo registrada muchísima gente que ha muerto por falta de cama, porque tenía que desplazarse mucho porque en su lugar no solo no había una cama de terapia intensiva, ni siquiera una cama libre en el centro de salud de su pueblo.
El sistema de transporte no se tocó, la gente sigue viajando pésimamente, hacinada, no se aumentaron las frecuencias, no se tomó ninguna medida para mejorar el transporte público. Y obviamente el más golpeado es el sector trabajador, porque los sectores medios, con otros recursos, van y vienen en auto.
M.H.: Hoy me enteré que la circulación de autos en CABA respecto del año pasado aumentó en un 80%.
S.S.: Sí. Todo aquél que tiene auto o que se pudo comprar un modelo de auto aunque sea antiguo lo está usando o lo está compartiendo porque evidentemente hoy viajar en transporte público es un peligro, porque no se tomaron las medidas. Se dejó pasar. Pasó un año y seguimos teniendo el mismo transporte.
Lo mismo que pasó con las villas. Cómo le pedís a alguien que vive en un ambiente pequeño y promiscuo que se aísle. No hay condiciones. No tiene agua, no tiene cloacas. Qué se hizo para mejorar eso, nada. Ni siquiera tenemos información de lo que está pasando en las villas, ni tampoco de lo que está pasando en las empresas. Tengo registros de amigos y compañeros que están vinculados al trabajo en las empresas, que es de terror, porque hay casos donde los obreros se contagian y los pasan a un galpón de contagiados a seguir trabajando, por ejemplo. Hay registros de que en algunas fábricas se ha contagiado todo el personal y no se ha tomado ninguna medida porque se deja en manos de la patronal las decisiones. Y, por supuesto, que la gente después de un año y pico, tiene una perentoria necesidad de recibir un ingreso. La inflación le ha comido los salarios y no puede dejar de trabajar.
Ni hablar de un cuentapropista, que trabaja en una empresa tercerizada que si no se presenta no cobra. Estas miradas, de sectores de clase media que tienen recursos, ahorros y un pasar más o menos asegurado y opinan que habría que cerrar todo, bloquear las villas, etc. Es un disparate, xenofóbico, racista.
Cada día que pasa es un taxímetro de muertos
M.H.: ¿Qué deberíamos hacer?
S.S.: Es que hay mucho que se podría haber hecho, pero cuando tenés el agua al cuello no tenés otra alternativa que parar. Porque cada día que pasa es un taxímetro de muertos. No podemos seguir permitiendo que mueran más de 500 personas por día. Entonces frente al desborde no te queda otra que parar, pero la pregunta es ¿qué hicimos?
Tampoco es seria esta puja de la CABA contra el país. Como si todo el problema del país fuera la Ciudad de Buenos Aires. Por supuesto no voy a defender a Larreta que evidentemente ha boicoteado muchas de las acciones del gobierno, pero los contagiados y los muertos de la CABA son el 10%. La situación es tremenda en Córdoba, Tucumán, Santa Fe, en los pueblos chicos de la provincia de Buenos Aires. Es un problema nacional. Además hay un nivel de ineptitud absoluta en aquellos que tienen que tomar decisiones porque se ha dejado al libre albedrío de intendentes y gobernadores.
Tendría que haber habido en primer lugar una ley, en un nivel de catástrofe como está viviendo el mundo hay prioridades, y la prioridad es, salvar a la gente. No solo que no se contagie, que no se enferme ni se muera, que tenga acceso a alimentación, salud, es mucho más que una vacuna. No se aplicó esa ley, este es un gobierno muy sensible a las presiones de la derecha que lo cacerolea y enseguida afloja. Una ley de salud integrada. Brasil que tiene al atorrante de Bolsonaro, tiene un sistema de salud, al día sabés cuántos enfermos de Chagas hay, acá no existe.
Y esto no es porque no se puede hacer, porque la AFIP lo tiene, cualquier plataforma sabe todo sobre nuestras vidas, cómo no tenemos un sistema integrado de salud donde inclusive la salud privada esté a disposición de las prioridades de la salud pública. En el trasporte se podrían haber hecho muchas cosas.
No se hizo nada tampoco respecto del tema de la educación. No funciona solo este tema de las burbujas, cómo se adaptaron los espacios para que haya más ventilación, qué reformas en los métodos pedagógicos para que los chicos sin necesidad de estar delante de la computadora todo el día puedan seguir aprendiendo. ¿Quién pensó en estas cosas? Hay colegios públicos que no tienen condiciones ni siquiera en el baño, de aseo. Y así podemos hablar de los chicos que no tienen acceso a la educación virtual porque no tienen computadora, porque no tienen wifi. Se podrían haber creado centros abiertos para que estos chicos pudieran acceder. Inclusive los lugares que había en un momento para hacer el aislamiento, en lugares como Tecnópolis o Costa Salguero se levantaron, funcionaban horriblemente mal, pero se podrían haber mejorado.
Qué esfuerzo se hizo en América Latina para pensar en la pandemia como unidad, se habla mucho de la unidad latinoamericana, de nuestra américa, y no fueron capaces de juntarse para plantear cómo enfrentar este problema y no un sálvese quien pueda cerrando fronteras. Esto es falso, hoy podés cruzar de Argentina a Paraguay en auto sin problemas. Me consta porque a un amigo mío le falleció la madre en Paraguay y pudo pasar. Esa locura de cerrar las fronteras con Brasil porque los brasileros nos van a traer la cepa, etc. Ese es un pensamiento xenófobo. El tema es cómo combinamos esfuerzos. Por qué en toda América Latina no se pudo hacer un lobby para tener las vacunas, por qué cada uno aplicó el sálvese quien pueda. Y no solo eso, sino que nuestro propio gobierno comparaba, decía que estábamos mejor que los chilenos, se auto valoraba a partir de decir que a los otros les iba mal. O les iba peor.
Ese mecanismo de pensarse a sí mismo a pesar del otro nos ha hecho mucho daño. Se podrían haber evitado muchas muertes. Ni hablar de lo que pasó con el laboratorio de Sigman, o con el escándalo de Aeroparque y Ezeiza. La pregunta ahí es, además de por qué se inventó un negocio de amigos, sin controles, los testeos se hacían pésimamente, se hizo por acomodo político, pero aparte, había que dárselo a una empresa más seria, por qué no lo hacía el Malbrán. Si hay un montón de bioquímicos del Conicet en condiciones de armar eso que no es nada excepcional. Y hubiera servido para recursos para aplicar a la lucha contra el Covid.
Se piensa a partir de la lógica neoliberal, a pesar de que el discurso es otro. Ahora se va a fabricar la vacuna en nuestro país, pero van a ser empresas privadas que van a lucrar con eso. Argentina tiene muchos recursos, si los tiene Cuba, cómo no los va a tener Argentina.
M.H.: Insisto en esto, porque estás describiendo una situación presente y hacia atrás ¿qué deberíamos hacer hacia adelante?
S.S.: Lo primero es plantear que este no es un problema entre el gobierno y la oposición. Es un tema que nos concierne a todos, no es esperar y ver qué pasa, a ver cuántas vacunas consigue el gobierno. Acá las organizaciones sociales, el movimiento político, sectores de las universidades, intelectuales, tienen que tomar partido, tienen que plantearse cómo resolvemos este problema, porque no terminó y no sabemos cuándo va a terminar.
Las vacunas están retrasadas, ¿y si la vacuna se vence y después hay que volver a vacunar a la gente? ¿Y si hay otra pandemia? Porque así como pasó esta puede haber otra. Sin duda, porque no se han tomado medidas de fondo para parar todo lo que el modelo civilizatorio ha creado para que se den las condiciones para que esta pandemia se desarrolle. Qué organismos de salud tenemos que crear.
Yo creo que ese debate es el tema principal hoy. No eludirlo, no pensar que el que se vacunó zafó. También está esa lógica ‘yo ya me vacuné y listo’. No. Esto nos incumbe a todos, hay daños económicos, psicológicos, físicos de gente que ha estado contagiada. Hay muchas cosas por ver ¿quién va a investigar sobre esto? ¿Cómo seguimos?
Este es un aspecto principal y no puede haber un juego electoral ni oportunismo ni esperar a que los políticos resuelvan esto porque están con la cabeza en otro lugar. Me parece que la demanda de la gente, además de las necesidades básicas, tiene que estar puesta en este tema. Por ejemplo, el tema de las patentes, no he visto movilizaciones ni marchas ni pronunciamientos masivos reclamando o exigiendo que el gobierno tenga una posición más firme junto a otros gobiernos del mundo. Darle más protagonismo y fuerza a ese músculo para que la batalla por las patentes se desarrolle y podamos fabricar las vacunas en cada uno de los países como corresponde.
Es hora de pensar que nuestro país necesita que fabriquemos medicamentos sin depender de los laboratorios internacionales para consumir medicamentos que han aumentado en plena pandemia hasta el 2.000% porque lo único que piensan los laboratorios internacionales es en ganar dinero a costa de la salud de la gente y aprovechando la necesidad de la gente de consumir medicamentos.
Se intentó hacer, recuerdo en un momento determinado, gente amiga que trabajaba en el Posadas habían creado una farmacia propia, la boicotearon y la hundieron. Este no es un problema solamente del macrismo y su negocio con las grandes empresas. Esto viene desde Illia para adelante. Ningún gobierno ha tenido la fuerza ni la voluntad de armar un sistema de fabricación de medicamentos que estén orientados a los problemas de salud que hay en el país, y no que nos vendan cosas que no sirven para nada y que son carísimas. Este es un tema que hay que ponerlo en agenda hoy.
Hablemos de la reforma del sistema de transporte, de mejorar el transporte colectivo, generar otras opciones que no obliguen a todo el mundo a subirse al tren en horarios pico. Mecanismos de protección en el trabajo. Hay mucho para hacer en lo inmediato. Y si no se empieza a hacer, perdimos un año. No quiero volver para atrás pero si esto se hubiera empezado en marzo del año pasado, seguro tendríamos una situación diferente con muchísimos menos muertos. Y ni hablar de la deuda externa.
M.H.: El Covid ni siquiera fue contemplado en el Presupuesto de este año.
S.S.: En eso hay una sutil coincidencia entre el gobierno y la oposición. El agronegocio no se toca, la megaminería no se toca. El equipamiento sanitario de los pueblos es casi nulo, ha habido lugares en los que ni siquiera hay condiciones para hisopar, ni qué hablar para internar. En Junín hay diez camas de terapia intensiva y es un centro de atención para todos los pueblos de alrededor. Están saturados.
M.H.: Yo publiqué hace unos días atrás que el sistema de salud en Neuquén tiene 20 camas de terapia intensiva. El año pasado tenía 50 pero dada la situación laboral que sufren los trabajadores de la salud de Neuquén han quedado reducidas a 20 camas. Y hoy se reconoce, lo podemos ver en cualquier canal de televisión, que el sistema neuquino de salud, en camas de terapia intensiva por el Covid está estallado.
S.S.: Está pasando en todo el país.
M.H.: Pero también en nuestra Ciudad. Yo voy a insistir con un tema, hace dos semanas para internar a mi suegra, mi compañera estuvo cinco horas arriba de una ambulancia. Incluso todos los días la llamaban por el tema del respirador, preocupados. Ella dado el cuadro de mi suegra, les pedía que no se lo pusieran, que se lo dieran a otra persona que lo necesitara.
S.S.: A mí me dieron el alta sin verme. Por teléfono. Me llamaban todos los días para ver si tenía fiebre, como los últimos cinco días no tuve me dieron el alta. Sin hacerme ningún PCR. A la madre de un íntimo amigo mío le hicieron lo mismo y después casi se muere. Resulta que después de una batalla enorme para internarla, todavía tenía el virus a pesar de no tener fiebre.
M.H.: Hoy publiqué el caso del compañero que publicó en Facebook la situación que se dio en una burbuja, de un colegio de CABA donde se infectó la maestra, los padres y madres decidieron aislarse, se comunicaron por whasap y se aislaron 13 familias, se hisoparon, cosa que no hace el gobierno de CABA, hoy estaba por llevar a mi nieta Clara al colegio y me llama mi hija para decirme que no la lleve porque había un caso en su burbuja. No hisopan en general. Pero esta gente se hisopó por voluntad, 23 contagiados, 10 de los 13 chicos de la burbuja. Si no se hubieran aislado, qué hubiera pasado. Y todavía se sigue discutiendo colegio sí o no.
S.S.: El problema es que se llegó a un nivel donde eso se ha vuelto inmanejable, no se tomaron las medidas. No hay que discutir ahora si presencia sí o no. Es inevitable, no se puede ir. Pero qué medidas se tomaron para no llegar a esta situación. Porque en otros países con un nivel muchísimo más bajo de desarrollo del virus se ha podido dar clases y mantener la presencialidad.
El tema es que con un nivel de desarrollo del virus, que va mucho más rápido que la inmunidad, en ese contexto no te queda otra medida que volver a la práctica medieval de la cuarentena.
M.H.: Alguna vez hemos hablado de La Peste, de Camus. Y el otro día el Dr. Reynaldo Saccone de CICOP decía que hay que adoptar esas medidas históricas cuando no queda otra.
S.S.: La primera cuarentena la hicieron en Venecia en el Siglo XIV ante la peste bubónica. Venecia era un centro internacional de transporte y a través de los puertos, que en general en esa época el grueso de las epidemias entraba por los puertos, acá en Argentina también, o por la guerra con el Paraguay. Pero no existía la ciencia, no había otro recurso. No puede ser ahora con el avance impresionante que ha tenido la ciencia. Se puede hacer todo el análisis del ADN de un virus en días, hay muchísimos recursos. No se puede seguir esperando que la gente se contagie y se vaya a hacer el PCR o voluntariamente se hisope. Tenés que buscar los lugares dónde, si tenés un buen sistema de salud, apenas se detecta en un lugar ir a hisopar a todo el mundo. No se puede autogestionar esto.
¿Dónde empezó este rebrote? ¿Estábamos preparados para buscarlo? Y congelarlo donde se gestó o estábamos mirando para otro lado, o estábamos mirando más las quejas y los cacerolazos de la oposición antes de lo que había que hacer. Ahora hay que tomar medidas urgentes, superestructurales y algunas básicas para que esto no se prolongue en el tiempo mucho más pero al mismo tiempo para que no vuelva a ocurrir. ¿Qué cuestión básica del modelo civilizatorio en el que vivimos se modificó en este año y medio? Ninguna.
M.H.: Yo te agradezco por la fuerza que le has puesto a esto, te noto sinceramente preocupado. Yo destaco a dos de nuestros columnistas en este tema, uno es Reynaldo Saccone que siempre anticipó lo que iba a suceder con un mes de antelación y ahora a vos. Se ve que te pegó fuerte el contagio.
S.S.: Sí, pero sobre todo ver las pérdidas que están sucediendo. Es muy fuerte.