Se realizó el Congreso Nacional de Morena, que elaboró un programa electoral de 50 puntos. Los montes temblaron y rugieron pero terminaron pariendo un ratoncito porque el Congreso fue tal -fue más bien un show del Jefe-Caudillo pues no hubo discusión seria de ponencias y posiciones- y el programa allí aprobado no llega siquiera al […]
Se realizó el Congreso Nacional de Morena, que elaboró un programa electoral de 50 puntos. Los montes temblaron y rugieron pero terminaron pariendo un ratoncito porque el Congreso fue tal -fue más bien un show del Jefe-Caudillo pues no hubo discusión seria de ponencias y posiciones- y el programa allí aprobado no llega siquiera al nivel ya bajísimo de los programas de los fracasados «gobiernos progresistas» (como el de Brasil o el kirchnerista).
En pocas palabras: MORENA presenta un programa estatista-paternalista con algunos toques leves de asistencialismo y de nacionalismo echeverrista y ni siquiera indica cómo piensa concretar lo que propone y quién va a pagar las facturas, si los trabajadores con los impuestos inicuos, como el IVA, o los capitalistas.
Es más, AMLO declara expresamente su voluntad de preservar la explotación capitalista cuando hace suya una frase, ya entonces errónea e infeliz, del general Múgica según el cual para reconstruir México bastaría «honestidad y unas pocas reformas». AMLO olvidó que Múgica dijo eso, que además es falso, en los años 30 durante el gobierno más próspero y mejor que tuvo México (el del general Lázaro Cárdenas) y no ahora, en el mundo actual trumpenizado y con las terribles destrucciones y miles de muertos y desaparecidos causados por los gobiernos del PRI-PAN desde 1982 a la fecha…
AMLO añade que «preservará el equilibrio macroeconómico» (léase la política actual capital financiero de la oligarquía) y la «independencia del Banco Central» (o sea su dependencia de lo que establece el capital financiero internacional). Además enfatiza que no tiene nada contra los ricos confundiendo expresamente a los simplemente «ricos» con los capitalistas que viven de la explotación de los trabajadores.
En los 50 puntos campea una visión provinciana: en ellos no hay nada sobre el futuro inmediato con Trump, las deportaciones de mexicanos, el proteccionismo, la caída del precio del petróleo por el aumento del fracking en EE.UU. y la afluencia del petróleo iraní al mercado mundial; nada tampoco sobre la experiencia del fracaso del kirchnerismo, del lulismo, sobre la crisis en Ecuador, sobre los problemas de la Venezuela postchavista.
Luis Echeverría, al menos, miraba el mundo desde México. Para los 50 puntos y AMLO, México vive en cambio en el vacío moviéndose en él como un átomo libre…
¿Hay acaso rastros en ese programa conservador y timorato de las decenas de muertos y desaparecidos, de la militarización del país, de la dependencia militar, policial, diplomática y económica de Estados Unidos, de Ayotzinapa y los permanentes crímenes de Estado? ¿Hay en él siquiera un intento de entender este país capitalista dependiente, con apenas un semiEstado en manos de una oligarquía antinacional unida por el robo de los bienes públicos, la corrupción generalizada y el lujo insultante a costa de la miseria de millones de súbditos?¿Cómo piensa MORENA acabar con la corrupción, que es inherente al sistema? ¿Con cuáles fuerzas piensa poder aplicar los dos o tres puntos muy justos con los cuales espera satisfacer a sus simpatizantes democráticos -la revocación de los mandatos, la reducción de los sueldos de los altos funcionarios, la posibilidad de juzgar y revocar al presidente- después de haber concedido al capital financiero internacional y a la oligarquía la seguridad de que no intentará ningún cambio social de fondo?
¿Cómo piensa garantizar un eventual triunfo electoral sobre los partidos menos votados? ¿Solamente con su millón de inscritos-no de militantes- y 30 mil comités construidos apenas para obtener votos en las elecciones y no al calor de las luchas sociales y para crear en ellas poder popular?
Algo muy indicativo: los indígenas figuran apenas en el punto 42 donde ni siquiera se mencionan sus derechos pues todas las etnias figuran sólo en una mención general de los más pobres justamente cuando el CNI está preparando la candidatura anticapitalista de una mujer indígena. Cuando AMLO dice que su programa es para todos los mexicanos, explotados y explotadores, opresores y oprimidos, oligarcas o miserables, ¿excluye acaso de ese todos a los indígenas o una alianza con el CNI-EZLN?
Por su parte el EZLN emitió una declaración de seis largas páginas en las que el subcomandante Galeano, resurrección del subcomandante Marcos, dice 1) que el subcomandante Moisés es «jefe y vocero único del EZLN» y le ordenó y dictó el contenido de la misiva; 2) que nadie del EZLN disputará ningún cargo electivo; 3) que propuso al CNI que éste lance la candidatura, que presente una mujer indígena y que reúna el millón de firmas necesarias y, 4) que el EZLN ayudará en esa campaña.
La declaración no dice nada sobre cuáles serán los objetivos de lucha de esa candidatura ni sobre qué entienden el EZLN y CNI como anticapitalista ni tampoco sobre la necesidad de convertir esa candidatura indígena en la de un gran Frente Nacional anticapitalista con los movimientos sociales no indígenas y las fuerzas de la izquierda revolucionaria ni, por último, sobre la posibilidad de establecer con MORENA acuerdos puntuales para la defensa de los derechos democráticos y del voto popular.
Hay en esas páginas mucho ruido pero pocas nueces y quienes defendemos la candidatura femenina indígena y esperamos de ella no sólo quedamos muy insatisfechos después de leerla sino que además tendremos grandes dificultades para convencer a los partidarios sinceros de MORENA de que deben imponer a AMLO un acuerdo de lucha en común con el CNI y el EZLN, construyendo juntos policías comunitarias, grupos de autodefensa, comités contra la corrupción y contra la prepotencia estatal que funcionen como precursores y base de un futuro Estado popular de transición anticapitalista.
A la política puramente electoralista de MORENA no basta contraponer otra campaña electoral. La organización de poderes locales activos y conscientes es la tarea principal para dar fuerzas reales a la candidatura del CNI-EZLN.
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