Manfred Reyes Villa mató al diálogo y debe renunciar
Se negó a concertar cuando era hora de concertar. Se fue de la ciudad cuando más se lo necesitaba. Se negó a ser el Prefecto de todos los cochabambinos cruceñizando nuestras calles con sus hordas fascistas juveniles. La revocatoria de su mandato es de facto y él contribuyó a ello con su obstinada cerrazón. Cochabamba está sitiada por más de 12.000 indígenas de las 16 provincias del Departamento, y no se irán hasta que renuncie el Prefecto separatista. ……………
Prefectura descabezada
La Prefectura está descabezada y la región sin Prefecto. La primera autoridad departamental, que estuvo en La Paz el día más negro en la historia de Cochabamba, en vez a retornar a esta ciudad el viernes para contribuir con la solución, se fue a Santa Cruz para agrandar el lío desde la casa del Cardenal.
Manfred mató al diálogo
No sólo dejó colgado al Ministro de la Presidencia que estuvo toda la semana en Cochabamba buscando con quién negociar, sino que ejerció una estrategia desestabilizadora intentando generalizar el clima violento en todo el país, llevando el conflicto a otras prefecturas.
Debe renunciar
Ahora sí. Manfred debe dejar la Prefectura del Departamento porque perdió toda legitimidad ante la población mayoritariamente campesina de las 16 provincias de Cochabamba. Se negó a concertar cuando era hora de concertar. Se fue de la ciudad cuando más se lo necesitaba. Se negó a ser el Prefecto de todos los cochabambinos, cruceñizando nuestras calles con sus hordas fascistas juveniles. La revocatoria de su mandato es de facto y él contribuyó a ello con su obstinada cerrazón.
Majestuosa presencia indígena
Cochabamba exhibe al mundo su profunda realidad indígena y campesina. El Departamento se entró a la ciudad capital mostrando su rostro rural. Miles de hombres y mujeres del campo, indefensos, pobres y mal vestidos pero sólidos en su demanda de que la Prefectura los reconozca como parte vital de esta región, ocuparon pacíficamente los espacios señoriales cercanos al Prado y la Plaza Colón. Hasta que llegaron las hordas fascistas adoctrinadas por el hijo de Lechín perpetrando la razzia del pasado jueves. Ahora son más, y no se irán hasta que renuncie el prefecto separatista.
¿Jefe de la oposición?
Una vez que Reyes Villa deje de ser Prefecto de Cochabamba, no le quedará otra que convertirse en el jefe de la oposición contra el gobierno de Evo Morales, desplazando a Tuto y Samuel, que es a lo que apuntaba y por lo cual generó el sangriento conflicto. Sólo que tendrá que disputarle ese liderazgo al hijo de Lechín, quien le hará sombra.
Quintana enjuiciará a Lechín
El hijo de Lechín declaró el jueves -cuando las hordas fascistas apaleaban indios en las calles de Cochabamba- que el ministro Juan Ramón Quintana vino aquí para azuzar a los campesinos en contra de Reyes Villa, cuando toda la ciudad sabe que Quintana vino a pacificar. El Ministro de la Presidencia se siente calumniado, injuriado y difamado. Iniciará una querella exigiendo retractación pública al difamador.
La Fiscalía de mal en peor
No se sabe a qué juega el Fiscal del Distrito. Permitió la liberación de dos de los fascistas que fueron detenidos en la jornada negra del jueves portando armas de fuego. Uno de los «rambos» liberados fue sometido a prueba de guantelete con resultado positivo y se sospecha que fue el que mató a Nicómedes Gutiérrez. El fiscal César Cartagena deja mucho que desear.
Los fascistas procesados
Inicialmente se hallan procesados Alex Rosales Orellana, Rodrigo Benjamín Soliz Banzer y Carlos Quintanilla Foronda. Fueron detenidos aquella sangrienta tarde portando pistolas y revólveres 9 milímetros. Por gracia de la Fiscalía del Distrito, dos de ellos andan sueltos y son un peligro para la ciudad.
La cruceñización de Cochabamba
La racista «Unión Juvenil» que apaleó indios el jueves, quiere convertir a Cochabamba en una provincia de Santa Cruz.
El martirio de Christian Urresti
Sus amigos, que son muchos, pero muchos, lloraron desconsolados ante su horrenda muerte. Una familia noble de la ciudad ha sido devastada con la tragedia del jueves. Adolescente aún, Christian iba a cumplir sus 17 años el viernes, cuando lo velaban. Este año salía bachiller y se distinguía por virtudes poco comunes entre chicos de su generación. Era muy distinto a los demás por esos dones y no merecía tamaño martirologio. Es un Mártir de la Inocencia.
Muertes sin sentido
A Christian le tocó ser víctima propiciatoria de la parte citadina en los enfrentamientos del jueves, donde además murió un campesino cocalero llamado Nicómedes Gutiérrez. Ambas muertes no tienen sentido alguno y sólo nos obligan, en su memoria, a restituir la paz y la unidad entre los cochabambinos.