En las principales ciudades de Bolivia, trabajan los «chalequeros», sujetos que cuentan con un aparato celular y te cobran un boliviano por minuto de comunicación, son tantos que se pensaría que el negocio es rentable, pero no es así, las grandes empresas de telefonía celular se llevan hasta 76 centavos de cada signo monetario cobrado, […]
En las principales ciudades de Bolivia, trabajan los «chalequeros», sujetos que cuentan con un aparato celular y te cobran un boliviano por minuto de comunicación, son tantos que se pensaría que el negocio es rentable, pero no es así, las grandes empresas de telefonía celular se llevan hasta 76 centavos de cada signo monetario cobrado, dejando los restantes 24 centavos para ser distribuido entre el chalequero y el microempresario que compra grandes cantidades de minutos para consumo telefónico.
Pese a que los mapas señalan que Estados Unidos y Europa se encuentran a miles de kilómetros, una llamada a Oruro que se encuentra a 300 kilómetros de La Paz es cuatro veces mas cara que una de similar duración a cualquier ciudad del imperio, por lo tanto, ingentes cantidades de dinero son extraídas de los paupérrimos bolsillos de los usuarios mediante mecanismos monopólicos.
Así también, incontables son las denuncias a los operadores de telefonía sobre facturación por llamadas no realizadas, cortes de llamadas, deficiencias en la calidad del servicio y la cereza sobre la torta es que la empresa capitalizada ENTEL al no encontrar oportunidades de inversión en Bolivia, decidió disminuir su capital contraviniendo normas que obligan a las trasnacionales a re-invertir en nuestro país.
Como en Seattle cuando la gente por medio de la internet se autoconvoco a protestar en contra de la Organización Mundial del Comercio (OMC), los bolivianos mediante una cadena masiva de correos electrónicos han convocado al primer paro de celulares para los días 6 y 7 de Septiembre, se han sumado a la iniciativa sitios web colectivos como Indymedia – Bolivia, Bolpress y «bloggeros», la idea central es exigir la rebaja en las tarifas exorbitantes que cobran por llamada, como mecanismo de presión se invita a la gente a no llamar ni recibir llamadas, esta iniciativa merece el apoyo de todos los usuarios, por lo tanto esos días apague su celular.
Así también el horizonte necesario de este movimiento debe ser recuperar una de las empresas estratégicas capitalizadas, la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL) mediante una nacionalización para devolverle al pueblo boliviano el acceso a las tecnologías de comunicación.
(*) El autor agradecería recibir comentarios, criticas y opiniones en su blog «Palabras Libres» (www.mrduranch.bo.tc) e invita a todos los lectores de Rebelion a participar en el Blog sobre la Asamblea Constituyente de Bolivia (www.laconstituyente.org)