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El proceso de cambio boliviano no afecta a personas homosexuales

Fuentes: Pallqa

«En respeto a nuestra cultura, a nuestra tradición y lo que está en la Constitución Política del Estado, nosotros más bien avalamos y queremos matrimonios de hombre y mujer, estamos en desacuerdo con la unión de dos hombres y dos mujeres, (porque) tiene que primar el bien mayor que es una sociedad que respeta el […]

«En respeto a nuestra cultura, a nuestra tradición y lo que está en la Constitución Política del Estado, nosotros más bien avalamos y queremos matrimonios de hombre y mujer, estamos en desacuerdo con la unión de dos hombres y dos mujeres, (porque) tiene que primar el bien mayor que es una sociedad que respeta el matrimonio entre hombre y mujer». Esta es la opinión del diputado del gubernamental MAS David Sánchez. Quizás la opinión dentro de la bancada de Evo Morales que más firmemente se opone al matrimonio entre personas homosexuales, pero tampoco parece que entre los promotores del proceso de cambio haya muchas voces a favor del matrimonio homosexual.

Antes de que llegue el 28 de junio, día internacional del Orgullo LGTB, la Asamblea Legislativa boliviana tendrá dos proyectos de ley para regular la situación legal de las parejas de homosexuales que no tienen muchos visos de ser aprobadas por el MAS. Hace unas semanas, desde la oposición Convergencia Nacional se presentó el proyecto de Ley de Unión de Convivencia entre Parejas del mismo Sexo. Lo que no ha sido muy bien acogido por la comunidad LGTB boliviana. El Movimiento de Lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y transgénesros de Bolivia ha respondido que «defenderemos, lucharemos y ejerceremos nuestro derecho al matrimonio civil igualitario asumiendo que tenemos los mismos derechos con los mismos nombres». Una respuesta al nuevo proyecto de ley que aprovecharon a hacer en el día que se conmemoraba el primer año de la promulgación de la Ley contra el Racismo y toda forma de Discriminación en Bolivia.

A pesar de que esta ley y la negación a cualquier tipo de discriminación que recoge la Constitución pudieran ser un gran aval para lograr el matrimonio entre personas del mismo sexo, las posibilidades de aprobar una ley en este sentido son mínimas. Incluso la propia constitución aprobada hace tres años específica claramente que el matrimonio es entre mujeres y hombre en su artículo 63: «El matrimonio entre una mujer y un hombre se constituye por vínculos jurídicos y se basa en la igualdad de derechos y deberes de los cónyuges».

Y para conseguir el matrimonio, el colectivo nacional Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT) presentará un proyecto de ley ante la Asamblea Legislativa el 28 de junio. «Agradecemos la iniciativa de la diputada Claure (Convergencia Nacional); sin embargo, no estamos de acuerdo porque no queremos una ley especial, no somos especiales; somos ciudadanos comunes, queremos que nos incluyan en las leyes que ya existen», afirma a La Razón Ángela Fuentes, presidenta del colectivo Transexuales, Lesbianas, Gays y Bisexuales (TLGB).

Y de forma tradicional al rechazo desde la bancada del MAS debido al tradicionalismo aymara y quechua, la Iglesia Católica tampoco se ha quedado callada. «Dado que el matrimonio es una estructura social fundamental e insustituible, basada en la naturaleza humana, ni la Iglesia ni el Estado pueden cambiarla en lo fundamental. En este sentido, el Estado tiene la obligación de preservar este bien por su insustituible importancia social, como de hecho afirma nuestra Constitución Política del Estado», denunciaba a finales de mayo un comunicado de la Conferencia Episcopal.

Fuente: http://pallqa.wordpress.com/2012/06/13/el-proceso-de-cambio-boliviano-no-afecta-a-personas-homosexuales/