Bajo un fuerte dispositivo de seguridad de la policía estatal, cientos de personas hicieron largas filas en el zócalo para disfrutar de la tradicional Noche de Rábanos, que consiste en presentar figuras hechas a base de rábanos. Los hortelanos quienes utilizan la magia y creatividad, con el rábano escenifican desde un nacimiento del Niño Jesús […]
Bajo un fuerte dispositivo de seguridad de la policía estatal, cientos de personas hicieron largas filas en el zócalo para disfrutar de la tradicional Noche de Rábanos, que consiste en presentar figuras hechas a base de rábanos.
Los hortelanos quienes utilizan la magia y creatividad, con el rábano escenifican desde un nacimiento del Niño Jesús hasta los bailes de la Guelaguetza, una de las fiestas más grandes de Oaxaca y que en ella se presentan danzas, cantos y música de los 16 grupos indígenas del estado de Oaxaca.
Esta festividad lleva 109 años y en esta ocasión participaron 41 hortelanos y con el objetivo que esta tradición continúe también participa la categoría infantil, en este año se inscribieron 58 infantes que esculpieron diversas figuras, como Itzel Estefanía Valeriano quien ganó primer lugar con el tema El diablo y la mano con paz en Oaxaca.
Esta escena de El Diablo y la mano con paz en Oaxaca, se refiere a los últimos acontecimientos violentos en Oaxaca -entre elementos de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca y la Policía Federal Preventiva– y la pequeña afirma que lo que desea para la entidad «es que ya llegue la paz».
Itzel Estefanía al obtener el primer lugar obtuvo un diploma y una bicicleta, en tanto que en la categoría adulto, el primer lugar se lo llevó Miguel Hernández Guzmán con e tema de Boda Istmeña en la ciudad de Tuxtepec, cuyo premio fueron 12 mil pesos y un diploma.
La premiación la realizó el alcalde capitalino Manuel de Esesarte Pesqueira quien mencionó que después de varios siglos que la hispanidad y los indígenas «nos legaron festividades entorno al cultivo de las flores y las hortalizas, éstas se siguen conservando como arte y cultura de nuestra comunidad».
Agregó que la Noche de Rábanos «es una auténtica festividad de arte y un concurso donde las mejores figuras de los exponentes son las ganadoras, esta fiesta de color y creatividad es sin duda alguna una convivencia de arte y cultura sin distingos de clases sociales».
Este concurso se organizó por primera vez en 1897.
El origen de la Noche de Rábanos es en el siglo XIX, cuando los comerciantes acudían a la plaza de la Constitución (el zócalo) para vender sus productos para la cena de navidad, de acuerdo al historiador Alejandro Martínez.
Señala que antes de 1897, quienes vendían hortalizas, hacían diversas figuras del rábano y los adornaban con lechuga, con el fin de «hacer más atractivos sus puestos, les ponían flores hechas de cebollas tiernas u hojas de lechuga».
Para estas figuras utilizan rábanos desde los más pequeños hasta los más grandes cuyo peso oscila entre los 8 y 9 kilos.
La Noche de Rábanos de la APPO
Por primera vez en la historia de esta festividad, se realizan dos noche de rábanos, pues mientras en el zócalo estaba la que es organizada por el gobierno del estado y el ayuntamiento capitalino, en la plazuela del Carmen Alto, a seis cuadras de la Plaza de la Constitución, se realizaba la exposición de figuras de este tubérculo, hechos por artistas simpatizantes de la APPO.
El artista Luis Valencia quien no durmió dos noches para poder hacer figuras «de la represión que ha sufrido el pueblo durante estos seis meses, ve usted aquí un helicóptero donde una persona es aventada al vacío y quizá este hombre sea uno de los desaparecidos del movimiento».
Los artistas de la APPO también se inscribieron para recibir del ayuntamiento su dotación de rábanos y concursar en la tradicional Noche de Rábanos, «pero como no dieron garantías para que estuvieramos ahí (en el zócalo), pues mejor nos venimos aquí a la plaza del Carmen Alto», dijo Mario Guzmán.
Guzmán realizó la obra del caído, misma que mide aproximadamente un metro y utilizó cerca de dos kilos de rábanos «se trata de una de las 17 personas muertas durante este movimiento» y así demostraron que a través del arte, también pueden seguir denunciando las violaciones a derechos humanos, dijeron los artistas.
Mientras decenas de personas observaban esta exposición de rábanos, otros bailaban o escuchaban canciones de protesta de José García, quien la semana pasada fue secuestrado, junto con el vocero de la APPO, Florentino López y otro militante más de esa organización, por un presunto grupo policíaco.