Vídeo: YOUTUBE. VER MÁS VÍDEOS
Google ha diseñado un sistema operativo que necesitará sus propios ordenadores para funcionar. Chrome OS, que la compañía del buscador acaba de presentar en sociedad, será software libre y, por tanto, se podrá copiar, modificar y distribuir sin limitaciones pero solo funcionará en máquinas que tengan memorias sólidas SSD. El programa y los ordenadores se lanzarán al mercado dentro de un año, según han anunciado por videoconferencia desde la sede central de la compañía, en Mountain View (California).
Tras la experiencia de Android, el sistema operativo creado para móviles que adoptarán este otoño algunos netbooks, el siguiente estadio que propone la compañía es un sistema operativo que admite todo tipo de aplicaciones pero que solo funciona realmente si está permanentemente conectado a internet y con toda la información en los servidores de Google.
El programa está diseñado con la misma interfaz que el navegador Chrome; es decir, pestañas que se van abriendo a medida que se necesitan aplicaciones. Y estas son todas web: vídeos desde Youtube, fotos desde Picasa, libros digitales desde Reader, documentos desde Docs, correo y chat desde Gmail o telefonía por internet desde Voice. Todo el catálogo de aplicaciones desarrolladas en los últimos años puestas unas junto a otras. Y algunas inéditas, como una versión del ajedrez para jugar on line.
También funcionará cualquier aplicación que pueda ejecutarse desde la web, como Facebook, Flickr, webs de viajes… «El 90% del tiempo que un usuario pasa ante el ordenador está conectado a internet», aseguran.
Los ordenadores que promueven –y que construirán otros fabricantes, según dejaron claro– son tipo netbooks, con teclado y pantalla completas y de tamaño «aceptable», y memoria sólida. «Estarán en el rango de precios de otras máquinas de este tipo, teniendo en cuenta que será dentro de un año y no sabemos cuál puede ser», dijo el cofundador de Google, Serguei Brin.
Libre y gratuito
Chrome OS será libre y gratuito, por lo que cualquier programador lo puede modificar «y crear su propia versión», tal como ha admitido Caesar Sengupta, responsable del equipo de desarrollo. Por ello, han presentado la comunidad de desarrollo para completar el proyecto y se han comprometido a ser «buenos ciudadanos de código abierto», y a devolver a la comunidad lo que mejoren, porque el sistema operativo –admiten– tiene elementos de Linux, Ubuntu, Moblin y Debian.
La capacidad de estar permanentemente conectado permite, según Sengupta, haber diseñado un sistema operativo que arranca en apenas siete segundos (frente a los 45 de un Windows ligero) porque «no tiene que arrancar un montón de aplicaciones antes de llegar a abrir el navegador».
Aquí no se instala ni el antivirus. Ante cualquier incidencia de seguridad, como un malware, los ejecutivos de Google proponen que sea el ordenador el que se autolimpie, «y no hay problema, porque los datos están todos en la red».
Conectividad constante
La conexión permanente a internet en principio se realiza a través de 802.11n, la siguiente generación del wi-fi. No han hablado de conexión por teléfono, pero tampoco la han excluido.
Tampoco pretenden instalar aplicaciones como ocurre con Android. Tan solo se podrá almacenar música o vídeos.