La apropiación del excedente económico es la clave en las relaciones entre el imperialismo y los países oprimidos. Sobre esa base, el gobierno de Evo Morales ha tratado de contener la succión del ahorro interno expulsando a la brasileña EBX, que ya había instalado dos hornos siderúrgicos a carbón vegetal, en la frontera oriental, con […]
La apropiación del excedente económico es la clave en las relaciones entre el imperialismo y los países oprimidos. Sobre esa base, el gobierno de Evo Morales ha tratado de contener la succión del ahorro interno expulsando a la brasileña EBX, que ya había instalado dos hornos siderúrgicos a carbón vegetal, en la frontera oriental, con la consiguiente deforestación, a cambio de impuestos ridículos. Lo anterior permitió que Jindal, empresa hindú, industrialice el hierro del Mutún con gas natural como reductor, a cambio de 200 millones de dólares anuales en regalías.
Con contradicciones e inconsecuencias, se decretó la nacionalización de los hidrocarburos, sin que se avance en el control de la cadena productiva con la celeridad necesaria.
Con la re compra de las refinerías a Petrobrás se cortó el despojo por la exportación de petróleo reconstituido, aunque para ello se pagó cuatro veces su valor, sin el software de las instalaciones. Con tropiezos, se nacionalizaron los yacimientos de estaño de Huanuni y la fundición de minerales de Vinto, en el departamento de Oruro, limítrofe con Chile.
El rechazo al neoliberalismo y el incremento de las cotizaciones de las materias primas hicieron que Bolivia tuviera superávit fiscal, luego de décadas de déficit crónico. En contra ruta a lo anterior, se ha autorizado al Banco Central, el 11 de julio pasado, a solicitud del Ministro de Hacienda, Luís Arce Catacora, la inversión en el extranjero de los ahorros para la jubilación, administrados por las AFP. Por disposiciones de gobiernos neoliberales, actualizadas por Evo Morales, esos ahorros seguirán beneficiado al Santander Private Banking de España, a Transredes (Enron-Shell) de EEUU y Holanda, a Gravetal de Colombia y al Lloyds TSB
Internacional Private Banking de Inglaterra. Similar destino tienen las reservas monetarias del país, con el pretexto de contener un brote inflacionario, que debería ser controlado con mayor producción interna y no con retiro de circulante. El asesor del BCB, Raúl Mendoza, afirma que Bolivia enviará su dinero al extranjero «sin costo para el Banco».
¿Creía acaso que debemos pagar intereses por exportar nuestras reservas monetarias?
Entre tanto, en los próximos 5 años, gastaremos mil millones de dólares en importar diesel subvencionado, con el que funcionan las centrales eléctricas del norte del país, en lugar de usar gas natural transportado por gasoductos internos que debemos financiar. La construcción de nuevas refinerías para petróleo y minerales impulsarían la industrialización y la generación de fuentes de trabajo. Las plantas separadoras de líquidos que tendremos en las fronteras con Brasil y Argentina permitirían vender fertilizantes, termoelectricidad, metanol y otros productos petroquímicos, si se realizan las inversiones necesarias. Con parte de nuestro ahorro interno podemos recuperar el 50 mas 1 % de nuestros oleoductos y gasoductos (hoy en poder de Transredes), así como de valiosos campos de gas y petróleo en manos de Chaco (British Petróleo)y Andina (Repsol), en lugar de embarcarnos con PDVSA en exploraciones de dudoso éxito, tarea que sí puede ser encomendada al capital foráneo, en tanto que la cooperación venezolana debe ser mejor dirigida.
El gobierno prefiere obtener créditos caros de la CAF para decenas de proyectos internos, en lugar utilizar nuestro ahorro interno. ¿Cómo uno de los países más pobres del continente puede prestar sus ahorros a las transnacionales, a tasas inferiores a los créditos de la CAF, y, a la vez, invocar la necesidad de inversión extranjera para sectores estratégicos?
Es insólito que el BCB reciba el mandato de frenar el desarrollo de COMIBOL, ENDE, YPFB y de empresarios nacionales con proyectos viables. Un ex representante de la petrolera Maxus, Herbert Muller, al igual que todos los economistas neoliberales, predica las «ventajas» de exportar nuestros ahorros («La Razón», 3-08-07), en tanto Xavier Iturralde, hoy el principal asesor del BCB, dice que los intereses que generen nuestro dinero en el exterior deben repartirse cada fin de año entre los bolivianos, a quienes identifica con pordioseros. Después de adoptar decisiones ajenas al interés nacional, Evo Morales ha indicado que la disyuntiva está abierta al debate.
¿Será necesario debatir el tema más elemental de la defensa nacional?