Recomiendo:
0

El «Yo sí puedo» avanza a paso firme en Bolivia

Fuentes: La Epoca

Después de casi 182 años de historia republicana, Bolivia cuenta por primera vez con un gobierno que adopta a la alfabetización como una  prioridad de su política de desarrollo y, además, está a punto de convertirse en el tercer país de toda Latinoamérica en quedar libre de analfabetismo, después de Cuba y Venezuela. A pesar […]

Después de casi 182 años de historia republicana, Bolivia cuenta por primera vez con un gobierno que adopta a la alfabetización como una  prioridad de su política de desarrollo y, además, está a punto de convertirse en el tercer país de toda Latinoamérica en quedar libre de analfabetismo, después de Cuba y Venezuela.

A pesar de ese gran salto, los medios de comunicación no parecen hacer demasiado eco sobre un hecho que está a punto de liberar a más de medio millón de personas de una de las peores formas de exclusión.

El porcentaje de habitantes que no sabían ni leer ni escribir en el territorio nacional era de un 85% en 1900, posteriormente fue rebajando de manera paulatina durante las décadas siguientes hasta llegar finalmente a un 13.3% en 2001. Este porcentaje, sin lugar a dudas motivador, representaba más de 1.2 millones de personas analfabetas en todo el territorio boliviano, principalmente en áreas rurales.

El mejoramiento gradual de esta situación se debió a diversos factores, entre los cuales está el propio desarrollo de la sociedad a través de la competitividad que ha impuesto nuevos estándares para la mano de obra, sin embargo, en ningún momento de la historia boliviana se incentivó como ahora una política de alfabetización como eje central.

Por más de un siglo la alfabetización fue impulsada por diversas instituciones internacionales privadas que solamente lograron una mejora de un 6% en los últimos 40 años. El Estado fue el gran ausente.

Esta situación cambió radicalmente con la llegada de Evo Morales al gobierno, cuando en 2006 se anunció la campaña de alfabetización masiva. El decreto supremo Nº 28675, primero en establecer en Bolivia un programa para la erradicación del analfabetismo a través de la aplicación del método cubano «Yo sí puedo».

«Jamás en ciento y tantos años de república nadie se había preocupado de ese tema», expresó el embajador de Cuba en Bolivia, Rafael Dausá, durante la presentación de un informe del Programa Nacional de Alfabetización (PNA).

«Yo sí puedo», creado en Cuba, se practica en 28 países del mundo, entre Latinoamérica, Norteamérica, África, Asia y el Caribe, cuenta con el asesoramiento de más de 839 cuadros y docentes de alto nivel cubanos, habiendo alfabetizado ya a más de 3.5 millones de personas alrededor del planeta.

Las herramientas utilizadas por el programa de alfabetización «Yo sí puedo»  son el uso alternativo de la radio, la televisión, clases interactivas a través de videocintas  y otras clases de material didáctico de acuerdo con el medio que se esté alfabetizando, tomando en cuenta la vida diaria y laboral como referencia.

El método ha sido traducido a numerosos idiomas, entre los cuales están el español, ingles, portugués, tetum, creole, quechua y aymará, amplió la explicación Dausá, el primero al mando de una misión cubana que ha traído al país un ejército de médicos y alfabetizadores.

Además, el PNA cuenta con el activo apoyo de las Fuerzas Armadas de Bolivia, la iglesia católica, diferentes instituciones educativas y universitarias.

Durante su primer período de aplicación, entre 2006-2007, «Yo sí puedo» había logrado identificar a 823.256 de habitantes analfabetos, actualmente a esa cifra se deben descontar a 600 mil personas que ya saben leer y escribir, estableciendo un 73% de avance nacional y dejando sólo un 27% por alfabetizar, eso quiere decir 223.256 individuos.

De aquellos 823.256 habitantes, un 80% son mujeres, casi en su totalidad del área rural o de las periferias de las ciudades, y, otro dato importante, más del 95% es de origen indígena.

En solamente dos años, el PNA ha logrado erradicar completamente el analfabetismo de dos departamentos, Oruro y Pando. La comunidad de Tocata se convirtió en el primer municipio libre de analfabetismo, posteriormente sería seguida por otros 107 municipios, dejando 220 municipios por alfabetizar.

El esfuerzo también incluyó a más de 940 personas con diferentes discapacidades y hasta 758 reclusos en las cárceles, todos estos hechos, sin embargo, acapararon muy poca atención de los medios de comunicación, ignorando un acontecimiento muy raro en Latinoamérica, sólo visto en Cuba durante 1961 y Venezuela en el 2005.

¿Yo sí que?

¿Nunca ha oído hablar del Programa Nacional de Alfabetización? «No, nunca» le responde a un trabajador del PNA una señora de aproximadamente 40 años, pobre, indígena y de nombre Primitiva Choque, quien, como otras muchas personas, nunca se enteró de que se estaba enseñando a leer y escribir de forma gratuita.

Primitiva vive en  la ciudad de La Paz, en una zona periférica llamada Kallajauira, no muy lejos de Miraflores, aún así, los medios no parecen haber sido capaces de llevar las buenas nuevas a un lugar todavía dentro de los límites de una ciudad sede de gobierno del país.

El embajador Rafael Dausá se expresó también sobre esta situación. «Desafortunadamente notamos que el PNA no está tan presente como debería estar en la prensa boliviana», expresó, para luego añadir: «Les pido de todo corazón que hagamos todos el mayor esfuerzo por difundir el PNA, sus virtudes para estimular a las personas que aún no se han incorporado a este programa».

A pesar de todo ello el programa se ha desarrollado con una sorprendente eficacia y en dos años se ha logrado un avance de acuerdo con las expectativas iniciales que tenían prevista como meta la alfabetización de toda la población iletrada para finales del 2008.

Otro dato olvidado

La cooperación cubana en temas de desarrollo social en Bolivia ha sido una cuestión decisiva en los últimos años. Además de haber prestado servicios médicos completamente gratuitos en casi todos los rincones del país, donde antes no llegaba ni siquiera un doctor, el gobierno cubano ha prestado una significativa ayuda al PNA y, en algunos momentos, la ha impulsado venciendo algunos obstáculos dentro de ciertos burócratas del Ministerio de Educación.

Desde el comienzo de la campaña de alfabetización, los gobiernos de Cuba y Venezuela han donado 6.400 paneles solares para aquellas regiones donde la electricidad aún no existía, como un requisito necesario para la reproducción de videocintas a través de las cuales se enseña el método «Yo sí puedo».

Alrededor de 212.078 personas con problemas de la vista han recibido gafas para poder continuar con el aprendizaje de la lecto-escritura, además de la revisión médica y la correspondiente medida de los lentes.

Cuba, un país golpeado incesantemente por un bloqueo comercial por 50 años y atacado por la administración de más de 10 presidentes de EE.UU., ha donado 30 mil televisores de 21 pulgadas destinados para el uso del método «Yo sí puedo».

Así mismo, también ha donado un número igual de videograbadoras con 30 mil cintas que contenían el método de alfabetización, sumado a 16.459 transformadores de corriente.

Además fueron entregadas más de un millón 359 mil cartillas para alfabetizar en español, quechua y aymará, junto con otros folletos de lectura imprescindibles para la enseñanza del «Yo sí puedo». Todo, desde los televisores hasta las cartillas, transportados por Cuba de manera absolutamente gratuita.

El apoyo del gobierno cubano no se limita solo al plano logístico y tecnológico, ya que se han incorporado a este programa más de 110 profesionales en temas de educación para asesorar y transmitir su experiencia en cuanto a la alfabetización.

Durante los últimos 20 años el país ya había recibido ayuda en materia de desarrollo social por parte de países como EE.UU. En la mayoría de los casos, como con el Fondo Monetario Internacional, el apoyo se ha dado a cambio de ciertas condiciones que el gobierno boliviano debía cumplir, como la erradicación de la hoja de coca o la liberalización del mercado para ciertos productos. En la lucha contra el narcotráfico, la puesta en escena del Tratado de Preferencias Arancelarias (ATPA, actualmente conocido como ATPDA), y otra clase de cooperaciones, todas condicionadas por el gobierno de EE.UU., siempre se han presentado como requisitos para poder beneficiarse de esa ayuda.

En 2002, cuando Bolivia se encontraba bajo la presidencia de Gonzalo Sánchez de Lozada, durante una declaración a los medios de prensa el embajador interino de Estados Unidos en Bolivia de ese entonces, Daniel Santos, dijo que «el ATPA ha sido enmarcado con ciertos requisitos y con ciertas condiciones (de) continuar con la lucha contra el narcotráfico».

Toda la ayuda prestada por el gobierno cubano, sin embargo, no ha condicionado de ninguna manera al gobierno actual ni tampoco se ha intrometido en ninguna clase de asuntos de estado.    

El Analfabetismo en algunas partes de América

Más de 500 años de colonia en Latinoamérica han dejado un legado de retraso social difícilmente medible en cantidad y cualidad. Sin embargo, todos los países de América del Sur y el Caribe comparten un común exponente: en todos existe una alta tasa de analfabetismo.

Los únicos países que se libran del analfabetismo en Latinoamérica y el Caribe son: Cuba y Venezuela, aunque seguidos muy cerca por Costa Rica (solo su población oficial, excluyendo a los inmigrantes nicaragüenses), Uruguay, Chile y Argentina.

En Chile, sin embargo, la cifra de analfabetos funcionales es de dos millones de personas, lo que en proporción y porcentaje quiere decir el 4,3 por ciento de su población.

Brasil, un país muchas veces comparado con naciones del primer mundo, tiene una tasa de analfabetismo de un 11% de la población total, eso quiere decir alrededor de 14,4 millones de analfabetos brasileños, lo que llega a ser la segunda peor tasa de analfabetismo en todo el cono sur y la novena de toda Latinoamérica y el Caribe.

Haití, el primer país de toda América en conquistar su independencia, de población mayoritariamente negra, tiene una tasa de analfabetismo de un 48,2%.

En Nicaragua, país que se perfila como libre de analfabetismo para el 2009, la tasa de este fenómeno es de un 36% de la población de 10 años y más. Este porcentaje subió considerablemente desde la entrada de gobiernos de corte neoliberal, según apunta Orlando Pineda, coordinador de la Campaña por una Nicaragua Libre del Analfabetismo.

En Colombia, de acuerdo a un censo en 2007, se cuenta con una tasa de analfabetismo de 7,6 por ciento, eso quiere decir 3.5 millones de colombianos entre los 15 y 24 años que no saben leer ni escribir.

En Estados Unidos, emblema del desarrollo capitalista, existen siete millones de individuos que son considerados como analfabetos totales, es decir, no saben ni leer ni escribir y un 13% de la población apenas tiene cultura para alcanzar a firmar un documento, como pone al descubierto una publicación de Argenpress y la institución de censo estadounidense (CNEE), Centro Nacional para las Estadísticas de Educación.

De acuerdo con la UNESCO una nación es libre de analfabetismo cuando un 96% de la población mayor de 15 años sabe leer y escribir. Como norma se tolera que un 3.9% de la población sea analfabeta por diversas circunstancias, como incapacidades mentales, físicas y otros.

Recientemente fueron declarados libres de analfabetismo 200 municipios en toda Bolivia, este avance deja un total de 127 municipios aún por alfabetizar, se tiene previsto que para agosto del próximo año un total de 800.000 personas ya podrán leer y escribir. A ese paso Bolivia sería el tercer país en librarse del analfabetismo en América Latina.