Quienes hoy hacen el llamado a boicotear las elecciones a nivel nacional son en su mayoría gentes bien intencionadas, gente de izquierda que, aunque no compartimos su estrategia, respetamos y sabemos que coincidimos en el fin, que es sacar a las bestias del poder y rescatar a México del atolladero en que lo tienen metido. […]
Quienes hoy hacen el llamado a boicotear las elecciones a nivel nacional son en su mayoría gentes bien intencionadas, gente de izquierda que, aunque no compartimos su estrategia, respetamos y sabemos que coincidimos en el fin, que es sacar a las bestias del poder y rescatar a México del atolladero en que lo tienen metido. Al mismo tiempo, les hago un llamado a no repetir discursos, a que analicen y saquen sus propias conclusiones. La idea del boicot bien puede ser algo que intencionalmente se originó en Los Pinos para asegurar que las izquierdas se mantengan desunidas.
Admiro la posición de los zapatistas por ser consecuentes con lo que predican. Como todos sabemos, ellos nunca han creído en la via electoral y hoy su posición es «no llamamos a no votar ni tampoco a votar» y resaltan que lo importante es «organizarse». Su gran trayectoria de lucha les ha enseñado que boicotearse entre izquierdas sólo beneficia al enemigo común.
Comparto la posición de los familiares de los 43 de Ayotzinapa de que en Guerrero no hay condiciones y no debemos permitir elecciones en ese estado hasta que aparezcan con vida los estudiantes.
No es nada raro que los mexicanos sintamos desconfianza en los políticos y en los partidos, y que estemos cansados de tantos engaños y traiciones, sin embargo, no pasemos por alto que, tanto los políticos corruptos como los partidos corruptos, estos tienen nombre y apellido, sabemos quienes son y no es justo ni inteligente meter en el mismo saco a líderes honestos. Cualquier cabeza hueca es capaz de generalizar, lo difícil es averiguar.
Quienes vemos en el proyecto de Morena una alternativa para salvar a la nación, no podemos apoyar algo como un boicot nacional a las elecciones porque consideramos que para instalar un gobierno del pueblo es necesario contar con una gran fuerza política, con la cual la mayoría de las izquierdas se identifiquen, una fuerza política que esté al frente de las luchas justas y que trabaje codo a codo con los grandes movimientos sociales.
Frente a la burlona (actuada) mirada de la mafia del poder, Morena sigue ganando terreno. Ésta, como es natural, hace cualquier artimaña para afectar la imagen de nuestro partido-movimiento. Lo tragicómico es que gentes de buen corazón se vayan con la finta, que sean engañadas sin que se enteren que están siendo usadas, con la mentira de que si un gran numero de mexicanos no votan se le enviará un mensaje contundente a los malos políticos y a los malos partidos de que «no los queremos». Muchos todavía no se quieren enterar que al llamar a abstenerse de votar benefician al PRI (vieja fuerza de derecha hoy debilitada) y afectan a Morena (nueva fuerza de izquierda que, pese a todo, sigue ganando terreno), además de que se anulan a sí mismos al desperdiciar un voto que seguramente iba a ser un voto consciente, un voto desperdiciado que si los migrantes que estamos fuera de nuestra patria pudiéramos ejercer, no dudaríamos en hacerlo. ¿Creen que le quitan el sueño a Carlos Slim, a los dueños de Televisa, a los altos funcionarios corruptos, a los monopolios, a los políticos mafiosos con la idea de no ir a votar? ¿Quién conoce a un priista o panista que se vaya a abstener del voto en estas elecciones? ¿Creen que las revoluciones se hacen enviándole mensajes al enemigo? Que cada quien saque sus propias conclusiones con responsabilidad y siendo consecuentes con lo que predicamos.
Por nuestra parte, nosotros creemos que las elecciones son un medio y no un fin, un medio para preparar el terreno rumbo a la transformación profunda; creemos que el espíritu de las elecciones es una buena oportunidad para organizar, informar, educar y concientizar; creemos que es imprescindible impulsar a líderes del pueblo para que cuando lleguen a ser elegidos a cargos públicos, puedan usar las tribunas y denunciar el atraco contra México, organizar al pueblo, denunciar toda ley antipopular y proponer leyes en beneficio de los pobres; creemos que estas elecciones bien pudiesen servir para acabar de matar al PRD, aprovechar el debilitamiento del rancio PRI y dar una paliza a todos los partidos corruptos por igual, junto con sus políticos que los conforman.
En conclusión: Morena en lo «oficial» es un partido político, pero en la práctica no pierde su esencia de movimiento social, por eso decimos que somos un partido en movimiento. El día que Morena pierda esa cualidad, ese será el día que sí tendrá validez el dicho de «todos son iguales».
Que cada quien haga lo que le corresponda.
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