Ya han iniciado las campañas electorales en nuestro país, por uno u otro lado vemos spots, notas periodísticas y entrevistas a candidatos, las redes sociales estallan en discusiones y una oleada de memes políticos se viralizan cada día, somos la generación que está viviendo una campaña electoral centrada en las redes sociales, somos la generación […]
Ya han iniciado las campañas electorales en nuestro país, por uno u otro lado vemos spots, notas periodísticas y entrevistas a candidatos, las redes sociales estallan en discusiones y una oleada de memes políticos se viralizan cada día, somos la generación que está viviendo una campaña electoral centrada en las redes sociales, somos la generación que representa un tercio de la población en México, somos muy importante, somos el presente construyendo futuro.
Pero ¿qué futuro queremos? ¿cómo debe ser el mañana y cómo nos vemos en él?, estas preguntas deben estar presente en todo momento de nuestra vida escolar, laboral y de recreación, ya que ponen de relieve muchas más preguntas que como generación debemos responder en lo individual y como colectivo.
Si soy estudiante de secundaria o preparatoria ¿tendré oportunidad de estudiar una carrera universitaria?; y si ya estudio en la universidad, al egresar ¿tendré trabajo?; si ya trabajo, en el mediano plazo ¿podré ganar más recursos?, ¿podré construir una vivienda?, ¿podré viajar, continuar mis estudios, formar una familia?
El futuro visto desde las condiciones por las que pasamos hoy en México, se nos aparece como algo incierto, como un tiempo lejano que no quisiéramos que llegara por temor a que sea mucho peor de lo que hoy padecemos, pero este no tiene que ser así, la historia humana nos ha enseñado que todo tiempo futuro tiende a ser mejor que el hoy, que la mujer y el hombre siempre han transformado su realidad y en esa transformación han añadido mejores condiciones para la humanidad.
La humanidad transforma su entorno para satisfacer sus necesidades, crea, produce, intercambia productos de acuerdo al sistema económico en que el que transita y resuelve mediante la política los problemas u obstáculos que se presentan en la economía.
En nuestro caso, México como país capitalista dependiente del exterior, subordinado a los grandes países capitalistas (imperialistas), mantiene a su juventud y pueblo general en problemas graves como la violencia, la pobreza, la marginación, todos surgidos e incrementados por una economía que beneficia a una minoría en detrimento de la amplia mayoría trabajadora.
Esta economía que sólo beneficia a un pequeño sector tiene como afán hacer de los bienes y empresas públicas un negocio (privatización) que sirva para incrementar más la riqueza de un puñado de magnates nacionales y extranjeros; así lo han hecho desde hace poco más de treinta años con la privatización de los ferrocarriles, de minas, y últimamente del petróleo, y así intentan hacerlo con la educación y la salud.
Contra este afán ambicioso de concentrar más y más riqueza en pocas manos, surge la voz y el interés de las amplias capas de nuestro pueblo, que a lo largo de nuestra historia han buscado la construcción de un país desarrollado y próspero, tendiente a que las principales riquezas de nuestro territorio sean administrados y aprovechados para beneficio de todos los mexicanos, es decir, que sean gestionados por empresas públicas, para que éstas rindan y estén al servicio del pueblo.
Estas dos grandes visiones económicas es lo que hoy día está en juego en el proceso electoral, el primero (privatizador) representado por José A. Meade (PRI-VERDE-PANAL) y Ricardo Anaya (PAN-PRD-MC); y el segundo (nacionalista) representado por Andrés Manuel López Obrador (MORENA-PT-PES).
Para reflexionar sobre nuestro futuro, para responder a la pregunta ¿qué futuro queremos? Y demás preguntas sobre el futuro de nuestra generación, es preciso analizar qué modelo de economía nos beneficia como juventud y futuros adultos, una que esté al servicio de una minoría acaudalada o una al servicio del pueblo mexicano.
En este proceso electoral nuestra generación juega un papel muy importante, somos un tercio de la población total y somos los que más utilizamos las redes sociales, la última encuesta política sobre nuestro sector concluyó que el 51% estamos a favor de AMLO, estamos a favor de una economía que beneficie a la mayoría de nuestro México, y no estamos equivocados.
Contribuyamos cada día a que este porcentaje aumente, con eso hacemos política y aportamos nuestros esfuerzos en la construcción de un México mejor para nosotros.
Es momento de un cambio a la izquierda, ¡¡¡vamos con AMLO!!!
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