Un golpe de Estado «atípico» está en marcha en Bolivia por parte de «grupos paramilitares fascistas y terroristas» de las prefecturas y los comités cívicos de la llamada Media Luna (Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando), denunció hoy el gobierno del presidente Evo Morales, quien ordenó la expulsión del embajador de Estados Unidos en La […]
Un golpe de Estado «atípico» está en marcha en Bolivia por parte de «grupos paramilitares fascistas y terroristas» de las prefecturas y los comités cívicos de la llamada Media Luna (Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando), denunció hoy el gobierno del presidente Evo Morales, quien ordenó la expulsión del embajador de Estados Unidos en La Paz, Philip Goldberg, después de acusarlo de conspirar contra la democracia, apoyar a la oposición y alentar la división del país.
Con la declaratoria de «persona no grata» a Goldberg culmina una serie de reiteradas acusaciones por parte del gobierno boliviano contra el diplomático, en el sentido de que utilizaba la ayuda de Estados Unidos a través de la Agencia para el Desarrollo Internacional para financiar a la oposición política boliviana.
Morales, el primer indígena en ocupar la presidencia en este país, condenó los violentos disturbios que se iniciaron el martes en Santa Cruz, Beni y Pando con la ocupación y saqueo de varias oficinas públicas, y que continuaron hoy en Tarija con la toma del aeropuerto y el saqueo de la aduana.
El presidente se refirió al ataque contra un gasoducto por el que se exporta el producto a Brasil y Argentina, y calificó de «inaceptable atentar contra el patrimonio del pueblo boliviano, atentar (contra) la nacionalización de los hidrocarburos, que ha permitido mejorar la economía nacional».
«Aquí hay una autoridad externa que encabeza la división de Bolivia y conspira contra la democracia», señaló el mandatario en referencia al embajador estadunidense, quien, dijo, es un experto en alentar conflictos separatistas, al recordar las anteriores misiones diplomáticas de Goldberg en los Balcanes.
Morales mencionó que ahora «está en juego la democracia» boliviana pero ya no al estilo de las dictaduras militares de los años 60 y 70. «Ahora hay otra forma de golpe, un golpe de Estado civil, cívico y prefectural en algunos departamentos», apuntó durante un acto en el palacio de gobierno.
Por esto, llamó al pueblo boliviano a organizarse para defender la democracia y la unidad del país. «Lo que está en juego -dijo- no es Evo o el gobierno sino dos modelos económicos, uno del pueblo recuperando nuestras empresas y recursos naturales, y otro que quiere hacer retornar el neoliberalismo, la privatización de las empresas, la privatización de los servicios básicos, el saqueo permanente de nuestros recursos».
Por la mañana, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y el presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, Santos Ramírez, denunciaron que un golpe de Estado «atípico» está en marcha en Bolivia por parte de «grupos paramilitares fascistas y terroristas» de las prefecturas y comités cívicos de los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando.
Atentado contra gasoducto
Ramírez también condenó el «atentado terrorista» en Yacuiba contra el gasoducto que sirve para exportar gas a Brasil y Argentina, lo que dejará una pérdida de unos 100 millones de dólares.
No obstante, el Ministerio de Minas aseguró que la violencia política no ha afectado el suministro de gas a ese primer país.
En tanto, los productores cocaleros y los campesinos de Cochabamba iniciaron hoy cortes en una carretera que une el oeste -Cochabamba y La Paz- con Santa Cruz, por donde fluye el grueso de las exportaciones de esa región a ultramar, en repudio a lo que el vocero presidencial Iván Canelas calificó de «golpe de Estado civil» por parte de líderes cívicos y prefectos de la llamada media luna autonomista y por los atentados contra instituciones públicas.
El cerco a la capital cruceña fue acordada por la Coordinadora Nacional para el Cambio y el alcalde de Entre Ríos, Emilio Zurita, quien dijo que la medida de presión se mantendrá hasta que el prefecto del departamento de Santa Cruz, Rubén Costas, renuncie a su cargo, reportó la red Erbol.
Por su parte, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, expresó este miércoles su apoyo al presidente Evo Morales en su decisión de expulsar al embajador estadunidense, mientras Brasil llamó a que se respete la institucionalidad democrática en Bolivia y a que se evite la violencia para retomar el camino del diálogo.
A su vez, el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, expresó su «repudio» por los incidentes ocurridos el martes, tras señalar que los grupos opositores mostraron «una clara actitud de provocación y agresión».
No obstante, destacó que la «prudencia de las autoridades bolivianas y de la fuerza pública» evitó males mayores. Insulza, que calificó la situación de «extremadamente seria», renovó su llamado al diálogo entre el gobierno y los departamentos que reclaman una mayor autonomía.
Por último, el gobierno de Estados Unidos calificó de «infundadas» las acusaciones del presidente boliviano contra el embajador estadunidense en La Paz, reporta Afp. El portavoz del Departamento de Estado estadunidense, Gordon Duguid, afirmó que su país no fue informado de la decisión de Morales por los canales diplomáticos habituales.