Algunos se preguntarán, ¿por qué participar en las protestas si no se logra nada con ellas? ¿Cómo podemos aspirar a cambiar una sociedad controlada por intereses tan ruines como los de los burgueses y cuyos intereses son defendidos con tanta saña y violencia por las fuerzas represivas? Mayo es una época importante para el movimiento […]
Algunos se preguntarán, ¿por qué participar en las protestas si no se logra nada con ellas? ¿Cómo podemos aspirar a cambiar una sociedad controlada por intereses tan ruines como los de los burgueses y cuyos intereses son defendidos con tanta saña y violencia por las fuerzas represivas?
Mayo es una época importante para el movimiento obrero-popular, es el mes en el que más protestas se realizan, son muchos los sectores inconformes y son diversas sus demandas inmediatas, pero ¿qué tienen en común estas luchas? ¿hay elementos que nos permitan articular estos esfuerzos? Todo depende de que sepamos aprovechar todas las oportunidades que nos permitan organizarnos, unificando todas las luchas, dándonos la fuerza, porque la fuerza no está en la simple unión, sino en la articulación organizada de todos los esfuerzos.
El 1° de mayo representa las luchas ganadas por los trabajadores, por los derechos de jornada laboral de 8 horas, contrato colectivo, derecho a formar sindicatos, seguridad social; en la actualidad somos pocos los trabajadores que gozamos de alguno de estos derechos, las condiciones actuales de trabajo son de precariedad, explotación y miseria. Hemos sido traicionados por los líderes sindicales oportunistas y ahora debemos luchar una vez más por arrebatarles a los burgueses y sus gobiernos lo que antes conquistamos con la lucha legítima.
En mayo también el magisterio protesta, la lucha que inició por la democratización de su sindicato hoy trasciende lo laboral. La embestida neoliberal ha provocado el desmantelamiento de la educación para el pueblo, Ayotzinapa es un ejemplo claro de esta embestida. Los medios masivos han desatado una campaña difamatoria contra el magisterio, acusándolos de violentos y desestabilizadores, pero son ellos con sus mentiras quienes más desestabilizan, promoviendo en el seno del pueblo el miedo y el rencor. Debemos acompañar las protestas magisteriales, debemos entender que no se trata únicamente de un asunto que le competa a los docentes, las políticas neoliberales en la educación nos afectan a todos.
Desde hace cinco años las organizaciones que conforman la Campaña Nacional contra la Desaparición Forzada realizan una jornada de lucha durante la última semana de mayo, en el marco de la Semana Internacional del Detenido-Desaparecido, denunciando y desenmascarando las acciones represivas del Estado contra los luchadores sociales, en particular contra la desaparición forzada de éstos como política de Estado, exigiendo verdad, justicia, reparación integral y garantías de no repetición. La Semana Internacional del Detenido-Desaparecido también es una oportunidad para dejar claro que no olvidamos y que no perdonamos los actos de represión, que exigimos al Estado que asuma su responsabilidad por los crímenes cometidos contra luchadores sociales.
Tenemos que salir a manifestar nuestro descontento, pero tampoco puede quedarse en la simple protesta, en hacer escuchar nuestra inconformidad, debemos estar seguros de que la solución a los problemas históricos de nuestro pueblo, pasa no sólo por la protesta, sino por la lucha ardua, una lucha que sólo podremos dar si estamos organizados y tenemos claro nuestro objetivo: la transformación de esta sociedad, en la que una minoría violenta explota a los trabajadores, en donde ser pobre es una sentencia de muerte, donde ser campesino es sinónimo de esclavo, en una nueva sociedad, más justa y libre, sin explotación, sin hambre, sin tortura, ni represión política.
Desde la OLEP nuevamente hacemos el llamado a organizarnos y luchar , participemos en las protestas populares, escuchemos lo que los contingentes del pueblo en lucha están diciendo, hay que organizarnos desde nuestras colonias, hablemos con nuestros vecinos sobre los problemas que nos aquejan como comunidad y qué podemos hacer para exigir o plantear soluciones, en el trabajo organicémonos para exigir el respeto a nuestros derechos, leamos FRAGUA y compartamos la información, informémonos unos a otros, mantenernos informados puede ser el principio para la acción organizada. Vayamos más allá, discutamos qué sociedad queremos construir, porque ese debe ser el objetivo de la lucha, construir un nuevo futuro.
En mayo demos un nuevo empuje a la lucha popular, recuperemos nuestra memoria y nuestros referentes, desde las luchas sindicales hasta la lucha por la presentación con vida de los detenidos-desaparecidos, y organicémonos, debemos crear referentes de organización permanente en todo lugar donde asome la cabeza la burguesía y sus políticas de despojo contra el pueblo trabajador. El presente es de lucha, hace falta sacudirnos el miedo en ser los primeros en empezar, debemos también aprender a continuar por los caminos que vamos trazando en las luchas cotidianas. Luchemos cada quien desde su trinchera, pero siempre tendiendo puentes entre nuestras luchas, organizando a cada paso, para que podamos impulsar nuestras acciones más allá de nuestras reivindicaciones inmediatas, con la mirada puesta sobre el objetivo final, la construcción del socialismo.
¡Contra el despojo neoliberal y la explotación capitalista; resistencia, organización y lucha por el socialismo!
NOTA: Este artículo fue publicado como EDITORIAL del No. 7 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), en circulación desde el 29 de abril de 2015.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.