M.H: En la marcha contra el gatillo fácil hubo una multitud con fuertes y emotivos discursos condenando a los asesinos uniformados.
M.C.V: Sí, una movilización que tuvo las limitaciones necesarias por el marco de la situación sanitaria, ya el año pasado había estado bastante reducida a pesar que para ese entonces ya fue posible, a partir de las aperturas que hubo por aquella época, también realizarla, pero en mucha menor medida. Además el año pasado estaba muy concentrada en la desaparición forzada de Facundo Astudillo Castro que hizo invisibilizar los muchos casos ocurridos durante el año pasado.
Este año fue posible tomar mucha más conciencia a partir de la presencia de tres compañeras militantes de CORREPI que intervinieron porque dos de ellas se sumaron a la organización hace menos de dos meses cuando sus respectivos hijo y hermano fueron asesinados por la policía. Nos resultó muy impactante a nosotras y nosotros verlas a ellas con casos tan recientes, de los muchos que hay de este año y el año pasado, junto a Marcela Durán hermana de Sergio Durán asesinado en 1992.
Esto nos genera, como siempre dice nuestro compañero Nicanor, una contrariedad porque por un lado está la alegría de recibir compañeros y compañeras nuevas que se suman a la organización y, por el otro lado, cuando se trata de familiares todo lo contrario, decir basta, no quiero más gente nueva, no quiero estar permanentemente aprendiendo nuevos nombres y conociendo nuevos rostros.
M.H: Unas horas antes de la marcha hubo un caso de gatillo fácil en Córdoba.
M.C.V: Un chico que hacía delivery que, por supuesto, la versión oficial fue que era un motochorro y, en realidad, era un flaco que hacia delivery en moto que fue asesinado al mismo tiempo que se estaba realizando la marcha. Y seguramente algún otro caso ocurrió simultáneamente en algún otro lugar del país, no nos olvidemos que los números nos siguen confirmando esta frecuencia de prácticamente un caso por día, de gatillo fácil o de muerte en lugar de detención.
M.H: Vi en los candidatos a las PASO un corrimiento a la derecha durante los últimos días de la campaña. Santoro y Tolosa Paz se pronunciaron a favor en la baja de la edad de imputabilidad, por ejemplo.
M.C.V: El tema de las edades de punibilidad en niños, niñas y adolescentes sistemáticamente sale al ruedo en campañas electorales. En los últimos diez o quince años es sistemático y más rápido aparece cuando más pobre es la campaña, cuando menos profundidad hay en el debate, y si hay algo que esta campaña dejó fue un sabor a nada en relación al contenido de las discusiones. Se tiran por la cabeza insultos y cancioncitas, y de discutir ni hablar.
Efectivamente, la baja de la edad de punibilidad, como tantos temas que tienen que ver con el endurecimiento del aparato represivo en general, no nos olvidemos que tuvimos al ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires participando de la campaña con la mamá que le dice por el teléfono hacé lo que sabés hacer, patea puertas, allaná, detené gente, y encima en tono de comedia para competir con otro candidato de un espacio no tan alejado. De hecho la mujer de Sergio Berni fue candidata en la lista oficialista de la provincia.
Es un dato sintomático sobre todo, insisto, de las campañas pobres.
M.H: Me llamó la atención la multitudinaria marcha por las niñas asesinadas en Paraguay al cumplirse un año del doble infanticidio de María Carmen y Lilian Villalba. Sé que CORREPI ha tenido una intervención y quisiera una reflexión tuya.
M.C.V: Una situación gravísima de desaparición forzada y de asesinato de niñas en Paraguay que venimos denunciando desde la desaparición de Lichita y acompañando desde CORREPI. Si bien no tenemos intervención directa en el territorio afortunadamente ha ido tomando encarnadura en muchísimas organizaciones que han tomado el tema y lo siguen visibilizando en una situación de absoluta y total impunidad y silenciamiento en el país hermano.
M.H: ¿Querés agregar algo más?
M.C.V: Simplemente que pasaron las PASO y desde CORREPI aprovechamos en señalar que en noviembre voten lo que quieran pero, por favor, no voten candidatos represores.
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