El carácter laico del Estado Mexicano es un logro de la sociedad que da un marco de respeto a la pluralidad. La vigencia del Estado laico en nuestro país y en Puebla es fundamental para la preservación y consolidación de los derechos humanos de todas las personas, incluidos, claro, los sexuales y reproductivos. Las organizaciones […]
El carácter laico del Estado Mexicano es un logro de la sociedad que da un marco de respeto a la pluralidad. La vigencia del Estado laico en nuestro país y en Puebla es fundamental para la preservación y consolidación de los derechos humanos de todas las personas, incluidos, claro, los sexuales y reproductivos.
Las organizaciones civiles y las personas que firmamos el presente, suscribimos el concepto amplio de familias que el comité científico del Seminario «Familias en el siglo XXI: realidades diversas y políticas públicas» -llevado a cabo en el Colegio de México en enero pasado y que está plasmado en la Declaratoria de la Ciudad de México-, en el que se determina que las familias no son parte de un proceso natural sino «producto de la evolución histórica y cultural de las distintas sociedades.» Por lo que nos parece fundamentalista y doctrinario hablar de un solo modelo familiar y a partir de este concepto, de «derechos de la familia», dejar fuera de la Constitución de Puebla a cualquier otra forma de organización familiar, como todas las que existen en la realidad de nuestro estado.
Además tenemos el convencimiento de que ninguna iniciativa de ley o reforma, como la presentada por el diputado priista José Othón Bailleres ante la LVII Legislatura del estado de Puebla para reformar la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Puebla, puede estar por encima de los tratados y acuerdos internacionales que ha firmado nuestro país en materia de derechos de las mujeres como la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación hacia las Mujeres o la Convención Americana sobre Derechos Humanos o el Protocolo de San Salvador y por supuesto, los artículos 1 y 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Por lo tanto, exigimos a las y los diputados, representantes de la sociedad poblana y no de grupos religiosos, dogmáticos y con intereses lejanos a las leyes que rigen nuestro estado y nuestro país, a que garanticen el Estado de Derecho, fundamentado en el reconocimiento, goce y ejercicio pleno de los derechos humanos desde las perspectivas laicas y de género, las que suponen la armonización de tres principios esenciales: el respeto a la libertad de conciencia y a su práctica individual; la autonomía de lo político y de la sociedad civil frente a las normas religiosas y filosóficas particulares; y la Igualdad ante la ley y la no discriminación directa o indirecta hacia las mujeres. Estos tres principios y el respeto a los derechos que tutelan: libertad de conciencia; igualdad y no discriminación y autonomía, son imprescindibles para garantizar que ninguna reforma legal menoscabe, restrinja o anule el ejercicio de los derechos reproductivos de las mujeres en Puebla.
El concepto de vida y la definición de persona, se entiende de dos maneras, una objetiva, crítica, reflexiva, científica, y otra dogmática e integrista; la primera respeta las decisiones individuales y la moral personal y de cada grupo, no obliga a nadie a adoptarla, ni condena a quien no lo haga; la segunda visión busca imponerse, aún a costa de la libertad y la vida de las mujeres. Preguntamos a las y los legisladores ¿Cuándo consultaron a las personas expertas en estos temas para definir en la iniciativa que la vida humana comienza en el momento de la concepción?
No podemos soslayar lo que dice el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en el numeral 6.1 que establece que el «derecho a la vida es inherente a la persona humana», éste no autoriza a interpretar que tal derecho es reconocido al producto de la concepción, de acuerdo al Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, instancia supervisora del cumplimiento del Pacto. De hecho, el propio Comité ha señalado reiteradamente su preocupación por las medidas restrictivas en materia de interrupción del embarazo y ha sostenido que los Estados están obligados a adoptar medidas que aseguren la interrupción del embarazo en condiciones seguras, pues reconoce el grave problema de salud pública que conlleva el aborto clandestino. ¿Entonces, en cuales acuerdos internacionales se basa esta reforma?
La visión que acompaña esta iniciativa retrógrada, es una visión en la que las mujeres no tienen derecho a decidir sobre su vida, pues de facto echa para atrás los avances en cuanto a las formas legales para abortar que hay en nuestro estado. Las consecuencias de introducir criterios religiosos fundamentalistas en las discusiones de orden público y en las legislaciones, son la exclusión, la discriminación y la violación de derechos y libertades. No permitiremos que esto pase en Puebla.
La Reforma Constitucional, disfrazada de protección a la familia, lo que busca en el fondo es criminalizar a las mujeres que interrumpan su embarazo aún cuando éste sea producto de una violación o ponga en riesgo la vida de la mujer, quedando en absoluto estado de indefensión.
La reciente resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a favor de la constitucionalidad del aborto, mostró que la penalización es más una herramienta simbólica que un mecanismo para evitarlo y que lejos de impedir que las mujeres recurran a esta solución, las orilla a arriesgar su vida y su salud incluso hasta la muerte.
Es por ello que exigimos de manera contundente la inclusión total de la sociedad en la discusión de esta iniciativa; el respeto irrestricto al Estado laico, la contemplación de los acuerdos internacionales que ha firmado nuestro país en todas y cada una de las leyes y reformas que emanen de esta legislatura.
La realidad de nuestro estado requiere leyes a su altura, a la altura de sus habitantes, no leyes cocinadas en la oscuridad y la clandestinidad de las doctrinas más retrógradas y fundamentalistas.
A todas y todos ustedes, integrantes de la LVII Legislatura del Congreso del estado de Puebla, les exigimos y demandamos votar en contra de la «Iniciativa Bailleres» y al hacerlo así, votar a favor de la sociedad, del Estado laico y del respeto a los derechos humanos, como es su deber.
Atentamente,
RED DEMOCRACIA Y SEXUALIDAD PUEBLA: Centro de Atención e Incidencia para la Salud y los Derechos Sexuales AC La Manta de Puebla AC Asociación de Estudiantes de Medicina del Estado de Puebla AC El Taller, Centro de Sensibilización y Educación Humana AC Asociación Jurídica Juvenil del Estado de Puebla AC Colectivo El Torito AC Vida Plena Puebla Jóvenes al Encuentro con la Sexualidad Edupares-Puebla.