El martes la Secretaria de Relaciones Exteriores compareció ante el Senado de la República para responder a las preguntas e inquietudes de las y los senadores acerca del V informe de gobierno del presidente Felipe Calderón. En esta comparecencia la secretaria fue cuestionada en dos ocasiones acerca de la necesidad de que México firmara el […]
El martes la Secretaria de Relaciones Exteriores compareció ante el Senado de la República para responder a las preguntas e inquietudes de las y los senadores acerca del V informe de gobierno del presidente Felipe Calderón.
En esta comparecencia la secretaria fue cuestionada en dos ocasiones acerca de la necesidad de que México firmara el Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales a la brevedad.
Este Protocolo establece un mecanismo para que los ciudadanos puedan hacer rendir cuentas a sus países a nivel internacional acerca de la violación de derechos como el derecho a la educación y el derecho a la salud. Por esta razón Amnistía Internacional considera este acuerdo un instrumento de gran importancia en la lucha contra la pobreza.
«Resulta decepcionante para Amnistía Internacional México que a más de dos años de distancia la respuesta de las autoridades mexicanas sobre la adhesión de nuestro país al Protocolo Facultativo continúe siendo que se llevan a cabo consultas entre las secretarías de Estado y que no exista evidencia de pasos concretos dirigidos a su firma», dijo ayer Alberto Herrera, Director Ejecutivo de Amnistía Internacional México.
Al día de hoy, 9 países en América Latina han firmado ya este tratado entre los cuales no se encuentra México.
«Resulta sorprendente que después de la activa participación de México en el diseño y promoción de este tratado en el ámbito internacional, exista una posición ambigua del gobierno federal respecto de su firma», mencionó Herrera.
Amnistía Internacional México se ha sumado a la campaña mexicana por la firma de este acuerdo, en el marco de la cual, junto con otras organizaciones civiles de derechos humanos, ha reunido más de 17,000 firmas de personas en México que piden a las autoridades la firma de este tratado, por considerarlo fundamental para combatir la pobreza.
«La falta de pasos concretos dirigidos a la firma del Protocolo por parte de las autoridades mexicanas, preocupa seriamente a Amnistía Internacional México, ya que esto pareciera poner en cuestión el sólido liderazgo que nuestro país ha tenido históricamente ante la comunidad internacional en la promoción de tratados sobre derechos humanos», resaltó Herrera.
El cuestionamiento realizado por integrantes del Senado de la República respecto de la firma del Protocolo Facultativo, evidencia el interés público y la necesidad de que México se adhiera a la brevedad a este tratado.
«Amnistía Internacional México hace un llamado a la Presidencia de la República para que priorice la firma de este tratado, reafirmando con ello su compromiso frente a la comunidad internacional en el combate a la pobreza y el respeto y protección de todos los derechos humanos», concluyó Herrera.
Información de contexto
El Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales establece un mecanismo internacional para que las personas que sufren violaciones de sus derechos económicos, sociales y culturales y a quienes se les niegan recursos efectivos en el ámbito nacional para reclamar la protección de estos derechos, puedan reclamar justicia en el ámbito internacional. Amnistía Internacional, en colaboración con la Coalición de ONG por un Protocolo Facultativo, pide a todos los
Estados miembros de la ONU que garanticen que el acceso a la justicia y el derecho a un recurso efectivo pasen a ser una realidad para todas las víctimas de violaciones de derechos humanos.
Han pasado ya más de dos años desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el Protocolo Facultativo y lo puso a disposición de los estados para su firma. Desde entonces nueve países de América Latina han firmado ya este instrumenteo. AI considera que el que México se esté quedando atrás compromete seriamente la credibilidad de su discurso en cuanto a la erradicación de la pobreza.