El mundo conoce a diario nuevos alcances del espionaje global de EEUU destapado por el ex consultor de inteligencia Edward Snowden (30 años), hoy refugiado en Rusia. Nunca en la historia política se revelaron tantos secretos juntos y de tal envergadura, sobre las prácticas del espionaje imperial. La Agencia Nacional de Seguridad (NSA), del Pentágono, […]
El mundo conoce a diario nuevos alcances del espionaje global de EEUU destapado por el ex consultor de inteligencia Edward Snowden (30 años), hoy refugiado en Rusia. Nunca en la historia política se revelaron tantos secretos juntos y de tal envergadura, sobre las prácticas del espionaje imperial.
La Agencia Nacional de Seguridad (NSA), del Pentágono, admitió haber interceptado millones de comunicaciones telefónicas y mails. Además, monitoreó por años los celulares de 200 políticos, incluidos 35 gobernantes de países aliados, como Angela Merkel, de Alemania, y François Hollande, de Francia, además de líderes de España, Italia, Arabia Saudita, Afganistán, Pakistán e Irak; jefes de Estado «amigos», como Brasil y la India; y ni hablar de naciones consideradas «hostiles» a Washington, como Irán, China, Rusia y, por supuesto, Venezuela.
Los documentos Snowden indican que también fueron espiados los gobiernos de Chile, Argentina, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú.
El New York Times informó (3/6) que el gobierno de Hugo Chávez fue otro blanco del espionaje NSA, citando documentos filtrados por Snowden. En 2007, Venezuela encabezaba objetivos prioritarios -junto con China, Corea del Norte, Irán, Irak y Rusia- para evitar que Chávez alcanzara liderazgo regional y concretara políticas de impacto negativo para los intereses globales de EEUU.
Un agente NSA de Texas espió las comunicaciones de altos funcionarios del área económica y vigiló las relaciones económicas de Venezuela con China, Rusia e Irán, además de monitorear al gobierno socialista, «particularmente en el sector energético».
La NSA también creó un sistema informático denominado ‘Honeypot’ con el que interceptó más de mil correos electrónicos que calificó «de potencial interés futuro». El diario brasileño O’Globo reveló (2/9) que la NSA espió a la presidenta Dilma Rousseff y al presidente mexicano Enrique Peña Nieto.
Reacción en Naciones Unidas
El sistema de video conferencia de la ONU, y sus mecanismos de encriptación de información, también fueron vulnerados por EEUU. Alemania y Brasil se proponen someter a la Asamblea General una propuesta para crear instrumentos de control a la vigilancia del ciberespacio en la era digital.
Un proyecto de resolución de ambos países, presentada en la Tercera Comisión de la Asamblea General, revela » profunda preocupación por las violaciones y abusos a los derechos humanos» a causa de la vigilancia a las comunicaciones, intercepción y recolección de datos personales. El texto dice que la vigilancia extraterritorial y masiva transgrede la Carta de la ONU, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y otros mecanismos y convenciones. También pide a los gobiernos adoptar medidas para prevenir y detener este tipo de violaciones, garantizando que las leyes nacionales cumplan con las normas humanitarias universales. El proyecto sería sometido a votación a fines de noviembre, con probables cambios en aras del consenso, para ser debatido en diciembre en la plenaria de los 193 países de la ONU.
La gente de a pie también debería preocuparse por sus mensajes a través de la red. Snowden dio a conocer el programa de vigilancia llamado Prism, que permite a la NSA acceder a conversaciones privadas por Facebook, Google, Skype y otros servicios en línea.
Todo le sirve a los analistas de agencias como la NSA, que trabajan en hacer perfiles de supuestos terroristas, buscando ciertas palabras clave en lo que escriben y reciben. Los perfiles derivan en «blancos» que suelen ser eliminados con aviones drones manipulados por burócratas de inteligencia que no salen de sus oficinas. No importa cuántos mueran, porque los blancos nunca están solos. Así se matan a diario decenas de personas, sobre todo en países como Pakistán y Afganistán, incluidos niños y gente que rodea al «blanco». El espionaje no es inocuo, sino un peligroso instrumento clandestino de poder.
Pequeña historia de un héroe moderno
Las revelaciones no dejan de aparecer desde que Snowden decidió entregar sus secretos en video-entrevistas grabadas y dispositivos de memoria- durante varias jornadas de mayo 2013, en un hotel de Hong Kong. El denunciante eligió a Laura Poitras, documentalista de EEUU; a Glenn Greenwald, columnista estadounidense del diario británico The Guardian; y a Ewen MacAskill, reportero del Guardian asentado en Nueva York.
La primera nota apareció en el Guardian del 10 de junio, pero el chorro parece infinito, porque Greenwald descarga información dosificada a otros medios de alcance mundial, incluido El Mundo de España, y … abandonó el Guardian el 31 de octubre 2013, para fundar un nuevo medio con otros colegas, según dijo en su despedida del diario.
Snowden quizás sea responsable de la fuga de información secreta más explosiva en la historia política de EEUU. Fue asistente técnico de la CIA y hasta su decisión era empleado de la empresa contratista Booz Allen Hamilton. En los últimos cuatro años fue asignado a la NSA como empleado de varios contratistas externos del Pentágono, entre otros Booz Allen y Dell, pero pasará a la historia como un héroe consecuente de la denuncia -junto a Daniel Ellsberg y Bradley Manning (sin olvidar a Julian Assange)- por su entrega de «material sensible» de una de las organizaciones más secretas del mundo, la NSA, del ministerio de Defensa de EEUU.
Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno, colaborador de Punto Final.
Revista Punto Final Nº 793*- 08/11/2013