Un gobierno paralelo funge desde hoy en este central departamento boliviano, designado por los sectores sociales que decidieron desconocer al prefecto (gobernador), Manfred Reyes, ausente de su cargo a consecuencia de la presión popular.El «gobierno revolucionario» quedó constituido por casi 30 representantes de igual número de sindicatos y organizaciones que, desde hace dos semanas, mantienen […]
Un gobierno paralelo funge desde hoy en este central departamento boliviano, designado por los sectores sociales que decidieron desconocer al prefecto (gobernador), Manfred Reyes, ausente de su cargo a consecuencia de la presión popular.
El «gobierno revolucionario» quedó constituido por casi 30 representantes de igual número de sindicatos y organizaciones que, desde hace dos semanas, mantienen prácticamente tomada la ciudad.
La decisión fue tomada la víspera en un cabildo popular, realizado en la plaza central con la asistencia de alrededor de 30 mil personas, entre ellas productores de coca, campesinos y de los barrios populares de la capital.
Los oradores censuraron a Reyes por haber traicionado a la población cochabambina, por actos de corrupción y de incumplir sus compromisos electorales.
Conocido el resultado del cabildo popular, el gobierno boliviano llamó a la calma a los movimientos sociales y dejó claro que no tiene nada que ver con la decisión y por el contrario continúa reconociendo a Reyes como máxima autoridad.
Los sectores sociales afirmaron respetar las decisiones del ejecutivo, pero reiteraron que no renunciarán a sus exigencias sobre la necesaria salida de Reyes.
De acuerdo con Víctor Mitma, secretario ejecutivo de la Central Obrera Departamental (COD), se cumplirá el mandato del pueblo de destituir al gobernador.
También ratificó que las más recientes movilizaciones son una reacción total frente a las provocaciones del prefecto.
Omar Fernández, uno de los dirigentes de los cultivadores de hoja de coca en el Chapare, la masa principal de los manifestantes, señaló que las determinaciones de las organizaciones sociales van más allá de las leyes.
Según Fernández, el gobernador cochabambino ha cometido una serie de ilegalidades, como querer hacer un referendo autonómico ignorando los resultados de una consulta similar realizada el pasado 2 de julio.
Altos funcionarios de Palacio Quemado, entre ellos el vicepresidente de la República Alvaro García y el ministro de la presidencia Juan Ramón Quintana, han ofrecido garantías a Reyes para que retorne a Cochabamba, en calidad de prefecto.
Reyes se encuentra refugiado en la oriental ciudad de Santa Cruz, decidido a no regresar a su departamento hasta tanto se retiren los movimientos sociales, que desde hace más de dos semanas ocupan las principales puntos de la urbe cochabambina.