Recomiendo:
0

Estampas desde abajo con AMLO en Morelos

Fuentes: Rebelión

Acatlipa, Alpuyeca y Xoxocotla, 4 de enero de 2012. Los pueblos originarios se expresaron de manera amplia en la visita de Andrés Manuel López Obrador por la zona sur de Morelos. Múltiples voces y rostros de quienes han protagonizado diversos movimientos sociales y sindicales se hicieron presentes. Tantos, que superan las expectativas de las organizadoras, […]

Acatlipa, Alpuyeca y Xoxocotla, 4 de enero de 2012. Los pueblos originarios se expresaron de manera amplia en la visita de Andrés Manuel López Obrador por la zona sur de Morelos. Múltiples voces y rostros de quienes han protagonizado diversos movimientos sociales y sindicales se hicieron presentes. Tantos, que superan las expectativas de las organizadoras, en su mayoría mujeres que coordinan los esfuerzos territoriales de MORENA. Un «peje» pero «no lagarto» que se entusiasma con las raíces culturales de los pueblos indígenas y trae a la memoria su vida y sus aprendizajes por pueblos y comunidades para terminar citando a José Martí: «Los sueños de las mujeres y hombres de hoy, serán la realidad del mañana». Convoca a los muertos siempre presentes que levantan multitudes. Decir Zapata es provocar el entusiasmo. No tan fácil, en un lugar donde se priorizan monumentos a la aplicación de sus ideales de justicia, libertad, tierra, ley.

Estampa primera: tatuajes y manos que trabajan. En la cancha deportiva de Acatlipa hay un lleno completo. Todo es algarabía. La misma parafernalia electoral. Arriba del templete los candidatos que son convocados a la unidad. Un día antes el acuerdo es que no habría candidatos arriba, solo Andrés Manuel. Pero ahí están todos. Así les irá a algunos que se atreven incluso a meterse con el respetable. Abajo del templete se arremolinan las porras, los vestidos multicolores, destacando el rojo y el amarillo. Si hay banderas de partidos, pero crecen las de Morena. No siempre las banderas permanecerán en todo lo alto, algunas rodarán por los suelos, hasta ser pisoteadas. Eso será más tarde. Por el momento, brillan en lo alto. Busco entre los asistentes y quedo junto a Anacleto Cabrera, de Villa Santiago, que entusiasmado dice que el 60% de la gente está con AMLO, que algunos del PRD están manejados «pero otros jalan bien», y demanda más brigadistas «porque son muchas colonias las que atendemos». Convencido dice: «de ganar, se gana. La estructura ya está. AMLO es el símbolo de la realización del país y del pueblo mexicano» y en la consigna cambia la palabra «estar» por «luchar»: «¡Es un honor, luchar con Obrador!». Un poco aturdido, sin participar de las consignas, con las manos firmes deteniendo una enorme manta, un joven de 25 años de edad, de la colonia 10 de abril, Roberto Angel Díaz Lara, no oculta sus tatuajes en el pómulo y en el cuello, negando que eso haya sido motivo para que lo detuvieran o discriminaran «como a otros jóvenes», lamenta no haber tenido oportunidad de estudiar más de 6º. grado de primaria, de familia campesina y trabajando de albañil, con una familia de 8 hermanos «todos apoyando a López Obrador» porque «habla bien y se compromete con la gente». El si ve que hay jóvenes que apoyan y solo pide a López Obrador que «así como va, que siga».

Estampa segunda: algo aprendimos del sindicato para luchar políticamente. Hay muchos brigadistas presentes. Están aquí y allá realizando labores varias. «Nos apuramos a invitar gente en todas las colonias» dice Israel Yañez, trabajador electricista del SME («¡No hemos desaparecido!» exclama), quien asegura que la respuesta de la gente es buena, le preocupa que «las élites del PRI vuelvan a dominar y que se repita el fraude del 2006» convencido de que «la estructura es garantía de triunfo para derrotar al neoliberalismo, con participación y conciencia, voluntad, organización. Estamos indignados y debemos de actuar. No podemos esperar a un mañana. Unidad para vencer. Con AMLO, todo el pueblo organizado puede salvar a la nación» y explica el funcionamiento de las brigadas y los comités de ciudadanos comprometidos en la defensa del voto y en tareas de sus comunidades para organizar, distribuir, difundir el proyecto alternativo de nación a través del periódico Regeneración. «Para que no vuelva a suceder el fraude de 2006» insiste. Tiene esperanza de que se avance con AMLO en la justicia, repartir la riqueza y romper con el neoliberalismo, «recuperar el trabajo en una empresa social que de servicio eléctrico como la Compañía de Luz y Fuerza del Centro. El SME vamos por la izquierda. Con la derecha no hay derechos, van por la privatización de agua, petróleo, minas, hay que oponerse a ello. Con la izquierda vamos con el pueblo, dice y levanta el puño de su compañero electricista con quien coordina las brigadas en varias colonias.

Estampa tercera: No toda la confianza. Ser más críticos y apasionados. Feminizar los cargos. «Si gana el peje que no se venda», exclama el profesor Oscar Solís Medina, del movimiento magisterial de bases, quien dice que «sí le tenemos confianza, pero que no se repita el 2006, cuando había aún más entusiasmo. No lo dejaremos solo, somos millones, solo es necesario unirnos con firmeza, en la lucha, como el magisterio, para derrotar al PAN que nos reprimió», recuerda las jornadas tres años atrás y concluye: «En educación hay mediocridad, no calidad, necesitamos apoyo a la educación» y vitorea cuando López Obrador menciona en su discurso a Elba Esther Gordillo. «La gente tiene esperanza, aunque hay recelo, dudas, porque el PRI sigue fuerte y el PRD y otros partidos deben comprometer todos los recursos, cosa que no han hecho» dice la joven profesora Perla Aguilar Figueroa, quien reconoce que «entre los jóvenes hay apatía política, no les llama la atención, falta pasión, apasionarse por la política y rescatar a los mismos partidos. Ser más críticos para cambiar a los partidos para que sean opción para los jóvenes. ¡No hay candidaturas de jóvenes! O se les dan cargos de relleno». Ella está junto a varias mujeres que siguen con atención la conversación mientras el mítin continúa: «Las mujeres hemos hecho un bloque y avanzamos», dice y agrega: «despertamos en la defensa de nuestros derechos. Ya levantan la mano y la voz. ¡Ya basta de que digan que las mujeres somos para el «metate y el petate»! Se requiere que los hombres tengan conciencia de que las mujeres tenemos derechos y por eso participamos en este movimiento con López Obrador. No dejarnos, ni permitir que nos hagan a un lado. En puestos públicos faltan cargos a mujeres, y las propias mujeres deben tener conciencia de nuestros derechos. Falta valorar adecuadamente el papel de las mujeres, por su importancia numérica y política. ¿Cuántas mujeres son jefas de familia?: casadas, solteras, divorciadas, aportamos económicamente. Falta mucho en equidad de género. Se necesita feminizar los cargos, reconocer a las mujeres. Abrirle la puerta a la mujer significa que los espacios no serán exclusivos para los hombres y por eso le temen. hay muchas mujeres que han entendido la violencia doméstica, pero es difícil sobre todo aplicarlo, porque a las mujeres se les ha enseñado a obedecer. Pero las mujeres ya no solo somos productoras sino productivas, y necesitamos organizarnos, alzar la voz y la mano, conocer nuestros derechos para hacerlos valer como seres humanos en igualdad».

Estampa cuarta: ¿Por qué matan el futuro? Termina el mitin y la señora María Celia Reynoso, de 68 años, abuela de las jóvenes de 16 y 18 años que quedaron huérfanas cuando el Ejército y la Marina mataron a Don Ignacio Aguilar Rodríguez frente al complejo Altitud asociado a esa imágen del cadáver de Beltrán Leyva, se prende del brazo de López Obrador y le solicita apoyo para sus nietas «porque no tienen beca en Univac y dicen que pague el 50% porque fue el gobierno el que mató y no da la beca prometida». Ella denuncia una y otra vez, porque es migrante en California y no puede estar viniendo todo el tiempo a buscar a los diputados «que prometieron y no cumplieron». ¿Por qué están matando el futuro de este país? dice al referirse a tantas víctimas civiles de esta guerra sin fin. «Escuché al señor López Obrador hablar contra esa guerra que tantas muertes causa y aqui le vine a pedir me ayude a sacar adelante a mis nietas». «No quiero dinero, quiero las becas» dice y se entusiasma cuando escucha que López Obrador dice que va a garantizar que todos los «7 millones de jóvenes» tengan acceso a la educación superior. Su rostro agrietado por el sufrimiento esboza una sonrisa. Otra abuela de 74 años de edad, Victoria Jiménez Gorostieta, con sus dos nietas Victoria y Dana Paola de 4 y 2 años de edad, logra tomarse la foto con López Obrador y lo saluda con entusiasmo «aunque todavía no sé si voy a votar por él, porque me gusta Peña Nieto», dice ante la exclamación de irritación de su joven nuera que se declara «pejista de corazón». «Siento que el gobierno no ha hecho nada. ¿Acaso nadie sabe que pasa con esos muchachos que matan y vienen a tirar a las 3 de la tarde? La violencia es apoyada por el propio gobierno. Quien quede es importante que brinde seguridad. ¡Ya ni a las 8 de la noche podemos salir de casa! Los jóvenes se ven obligados a vender porquerías para embrutecerse. Hace falta empleo. ¡En la cárcel hay muchos inocentes o por tratar de ganar unos centavos para sus hijos cometen errores que pagan muy caro! Se necesita un cambio de gobierno para arreglar esta situación de violencia, de desempleo, que obliga a la gente a migrar. Ya basta de quedarse callada pensando que a uno le va a ir mal. (su nuera exclama: López Obrador ya ganó y volverá a ganar!). Esa gente mala es porque no tiene empleo ni educación -insiste- con un salario mínimo uno no vive, por eso se fueron mis hijos a Estados Unidos, y aunque uno está enfermo, tiene hospitalidad, doctores y medicinas ¿cómo es posible que uno tenga mejores atenciones en otro lugar que en su propio país? A los jóvenes les roban los policías y los meten a la cárcel por emborracharse en la calle, los extorsionan ¿quién aplica la ley? Este gobierno no entiende» termina de explicar y le vuelvo a preguntar: ¿Y por quién va a votar? Dice sonriendo: «lo pensaré, lo pensaré».

Estampa quinta: No mentir, no traicionar, no robar. Aún con la narración de quienes conocieron a doña Ignacia de Cuentepec, anciana de 72 años que murió cruelmente asesinada, resonando en la conciencia, lo que explica que los agravios se van acumulando y terminan por estallar en las jornadas de participación, donde hay posibilidad de dar a conocer lo que ocurre a quienes juegan un papel político, vemos al contingente del SME y de los pueblos indígenas, muchas mujeres y si, hay jóvenes, no solo, pero también personas mayores, ancianos que siguen encabezando numerosas proles, y se ve el entusiasmo, no solo en la parte central de Alpuyeca, sino desde cualquier lugar donde se tenga visibilidad, como desde lo alto del puente de la carretera, cuando López Obrador resume su propuesta: «No mentir, no traicionar, no robar» y la gente agita sus banderas que dicen «recuperemos la alegría» y «Viva la patria nueva con AMLO en 2012» y concluye: «El pueblo no está para limosnas, exige justicia. Son 10 mil pesos mensuales por familia de un presupuesto público de 3 billones y medio de pesos que se quedan su mayoría en los bolsillos de los poderosos». Y la gente aplaude y agita banderas. Y María dice desde abajo del templete: «Tengo un sueño: cambiar a esos candidatos cmo Graco, Fidel, Tacho, Iragorri, Salgado, que solo brincan de candidatura, ¿como van acabar con la corrupción cuando en Zapata tienen como asesor al ex diputado del PAN que es un partido de derecha? y se refiere al presidium «como unas fichitas todos ellos». Y después del mitin donde AMLO dice que no acepten despensas ni regalos que ofenden, los organizadores empiezan a arrojar balones que la gente se disputa casi a golpes. Se hace un tumulto en la puerta de salida del campo de fut-bol y veo pisoteada una bandera amarilla del PRD con el nombre escrito de «Fidel». Van muchos jóvenes y entre ellos Vladimir Orihuela que, entusiasmado, me dice que le pareció un excelente discurso de AMLO «amarrando temas fundamentales que le llegan a la gente y sale el tema de por qué feministas no están apoyando a López Obrador, «sí incorpora los derechos de las mujeres en su discurso, ¿no?, bueno, es cierto que debería poner más énfasis en este y en otros temas como el de ecología y defensa del medio ambiente, pero ya se nota el entusiasmo. ¿Se abrirá AMLO al feminismo? le podría atraer votos de un sector crítico de la población ¿verdad?»

Estampa sexta: abajo del templete. «¡Cabrones políticos que se bajen! Solo los pueblos» dice una voz en el centro del mitin con mayor asistencia de la jornada, que se lleva a cabo en la cancha de fut-bol de Xoxocotla (lugar de ciruelos agrios, explica la toponimia en estandartes desplegados, junto al de Cuauhtetelco: «lugar de pirámides con techo de piedra», Tetelpa: «Encima de las piedras»). En verdad no se había reunido tanta gente del Concejo de Pueblos de Morelos desde las movilizaciones en defensa del manantial «Chihuahuita», con la presencia de chinelos, cempazuchitl, incienso, polvo, mucha gente y poca luz. Cuando en Xoxocotla hay tumulto, jolgorio con cohetes, alguienlores se pregunta ¿hay bloqueo? porque no hay forma de eludir barricadas que se ponen con piedras y palos. Las mujeres que reciben con incienso a AMLO recuerdan todavía cuando, siendo niñas, presenciaron la visita del candidato Lázaro Cárdenas, tan recordado en este pueblo por el tema del agua, «aquí andamos» dice doña Fidencia, de más de 80 años, «también recibimos a su hijo Cuauhtemoc y ahora a Andrés Manuel. No nos engañan con otros grupos. Aqui seguimos. No nos vamos a ir con otros partidos» dice en medio del humo que desprende el copal. Si, hay multitud y, de alguna manera, plaza llena, con gente de los pueblos de la región y destacadamente del SME que logró que AMLO hiciera referencia explícita de su lucha, igual que de la lucha ecologista del Cerro de la Tortuga. Ahí le ofrecen el corazón «con las palabras de Netzahualcoyotl y la inteligencia de Quetzalcoatl, para enfrentar este abismo sin fondo y lograr la transformación social», le hacen entrega de la vara de mando como una responsabilidad y que «cada quien haga lo suyo». Pero estas palabras ya no son escuchadas por los candidatos que, en esta ocasión, no se les permitió subir al templete y salieron en sus lujosas camionetas en medio de la gente que ya esperaba la llegada de López Obrador, quien ataviado con un collar de flores amarillas de cempazuchitl dice: «se sufre cuando no hay trabajo, por la pobreza y los bajos salarios, el abandono, la marginación, la crisis de inseguridad y la violencia. Ya ganamos en 2006 y no lo respetaron. Resistimos, aguantamos y tenemos otra oportunidad, vamos a volver a ganar!» Al mencionar la «honestidad, justicia y amor», la pequeña de 5 años, Ximena, agita su bandera con el logotipo de Xoxocotla, y después de la ceremonia y un discurso donde se habla de derechos indígenas, seguridad social, fraternidad, amor a la naturaleza, se escuchan risas cuando dice en contra de la corrupción: «soy peje, pero no lagarto», para terminar con el himno nacional, en donde se levantan los puños izquierdos por encima de la multitud desde abajo del templete.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.