Están delante de todos, ante el conocimiento de todos. Los negocios que existen entre algunos intendentes de la provincia de Buenos Aires, y sus comisarías o DDI´s Moreno, zona liberada; donde mataron a Axel Blumberg, y donde vive Patricia Nine. La DDI San Isidro, zona liberada; Junto con Moreno, los dos distritos de los «secuestros», […]
Están delante de todos, ante el conocimiento de todos. Los negocios que existen entre algunos intendentes de la provincia de Buenos Aires, y sus comisarías o DDI´s
Moreno, zona liberada; donde mataron a Axel Blumberg, y donde vive Patricia Nine. La DDI San Isidro, zona liberada; Junto con Moreno, los dos distritos de los «secuestros», y de donde hace poco fue removida toda la cúpula, porque existía un complot para asesinar a Arslanián, su vice ministro y al fiscal Marotto.
Es asesinato de Martín Cisneros, en la Boca, en la comisaría 24, a cargo del comisario Grecco, que está siendo investigado en la justicia por encubrimiento, protección y complicidad y Juan Duarte, el asesino. Allí aparecen de nuevo complicidades entre la policía y los punteros políticos de la zona.
Complicidades entre la policía, los políticos, los barrabravas, los punteros zonales y demás actores que conforman este entramado del delito.
La SIDE, los fiscales, que utilizan a la policía para encubrir otros delitos de los cuales son cómplices.
Están los periodistas que cobran un sueldo para defender a la policía públicamente, como Mariano Grondona, quien afirma que «la policía no es el enemigo»; o Luís Majul, que ya parece el Gómez Fuentes de estos tiempos.
Como el grupo Haddad, que desde Canal 9 nos quiere hacer creer nuevamente que la bonaerense es «la mejor policía del mundo», solamente porque pudo resolver «felizmente» un caso, que a todas luces aparece como armado para limpiar la imagen policial (Patricia Nine).
Y ahora tenemos un «héroe», tenemos un policía que hoy no se muestra su fotografía porque es un asesino, violador o delincuente, sino porque es un «arriesgó su vida»
Sin embargo, el «héroe» policial es el dueño de la agencia de seguridad que custodia el negocio de los Nine. ¿Casualidad?
Hay un actor más que es la sociedad. Hay un momento en que la sociedad critica y denuncia el accionar de la policía y del poder político para con la policía. Pero la sociedad después se olvida rápidamente de todo esto.
Se olvida cuando le tocan el bolsillo, cuando su seguridad y confort se ven amenazados. «Antes dudaba de la policía. Hoy les doy las gracias, creo en la Institución, es la que me salvó. Vuelvo a creer en la Institución, en la Policía» (Patricia Nine)
En ese momento la sociedad marcha a una comisaría, a reclamar más seguridad, sin tener en cuenta todo este entramado que está por detrás de estos delitos.
Es ahí donde la sociedad se convierte en cómplice -conciente o con la cabeza destruida por los medios- de la red de impunidad en la argentina.
Y a caballo de esto, aparece sacando tajada el incalificable Blumberg, que viene a vender -literalmente- todo el esquema de seguridad de las agencias norteamericanas y especialistas en seguridad vinculados a la CIA y a Oliver North; y que De La Sota está comprando.
Aparece Duhalde haciendo lobby junto al Comando Sur del ejército norteamericano, para militarizar la seguridad e involucrar a las FFAA en tareas policiales, justo como quiere Bush para su «guerra antiterrorista».
Demasiadas casualidades, demasiadas coincidencias.