La decisión tomada por el Emilio Chuayffet para darle revés a la suspensión provisional de la evaluación luego del amparo que solicitara Mexicanos Primero, pone en evidencia quién manda realmente en el gobierno de Peña Nieto, aunque para nadie era desconocido que el grupo TELEVISA, cabeza principal de esta organización, fue quien lo llevó a […]
La decisión tomada por el Emilio Chuayffet para darle revés a la suspensión provisional de la evaluación luego del amparo que solicitara Mexicanos Primero, pone en evidencia quién manda realmente en el gobierno de Peña Nieto, aunque para nadie era desconocido que el grupo TELEVISA, cabeza principal de esta organización, fue quien lo llevó a la presidencia de la república; no debe entonces sorprendernos que el control del estado sobre la educación sea en realidad el control de los empresarios sobre la misma.
La respuesta de los grupos magisteriales disidentes obviamente no se hizo esperar, desde la movilización en las calles hasta las reacciones de rechazo a la reactivación del calendario de evaluaciones desde las propias escuelas. Lo que seguía para el INEE, era la realización del examen PLANEA (Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes), por los alumnos de sexto de primaria del 8 al 12 de junio; sin embargo, la negación de los maestros a que la prueba se aplicara por primera vez en las escuelas, está provocando que la reforma educativa sea inoperante en la vía de los hechos, con o sin suspensión oficial de la evaluación.
Esta es la ruta que tiene como reserva la CNTE en caso de que todo el proceso de evaluación se imponga contra la voluntad de los docentes, el propio comunicado del INEE de la semana anterior dice que no fue posible llevar a cabo la aplicación de la evaluación para los estudiantes en Michoacán. Del mismo modo, el responsable de su ejecución en esta entidad federativa reconoció que su aplicación «fue un fracaso». Estos son claros indicios de que la «evaluación» impulsada por la necedad de los sectores empresariales, no se resolverá por la voluntad del gobierno ni en el diálogo con el magisterio, sino como resultado de su inoperancia en el terreno regional y de cada escuela.
La desobediencia de la ley a través del boicot a las evaluaciones no es algo nuevo, en 2011 sepultó la Evaluación Universal; después, la fuerte crítica de expertos y académicos, más la presión social y de organizaciones educativas e indígenas, contribuyó a que también la prueba Enlace se declarara nula en 2014. Actualmente el INEE, a casi dos años de estar haciendo una supuesta investigación rigurosa para diseñar los nuevos instrumentos de evaluación, quiere resucitarla, con los mismos vicios, errores, inconsistencias, discriminaciones y descontextualizaciones pero con un nuevo nombre, PLANEA.
Las maestras y maestros mexicanos críticos son conscientes de que los resultados no favorecerán el enriquecimiento de los aprendizajes ni de los planes de estudio; que lejos de mejorar su práctica docente, serán nuevamente sometidos a la presión gubernamental para elevar los puntajes de un examen ajeno a su realidad, hasta que éste y no el currículo o la creación de una mejor sociedad, se conviertan en el único objetivo para el sistema educativo, y que a pesar de su dedicación cotidiana no darán satisfacción al gran monstruo de las corporaciones económicas como Mexicanos Primero.
Esta semana, del 15 al 19 de junio, está calendarizada la prueba en el nivel de enseñanza media básica, que será la misma para todos «los alumnos» de tercero de secundaria del país, aún en condiciones económicas, sociales, geográficas y culturales diferenciadas; pero tendría que contar con el apoyo de los maestros para llevarse a cabo, así que ellos tendrán en sus manos la última palabra: elegir la soga con la que serán ejecutados o seguir el ejemplo de los maestros de la Sección XVIII en Michoacán, que niegan toda evaluación excluyente, a su vez que construyen nuevas alternativas.
El escenario previsible da muestras de que veremos nuevamente a los docentes en las calles prendiendo fuego al instrumento de tortura que ha sido diseñado por su nuevo inquisidor, amenazando su vida laboral, la diversidad cultural y formas tan variadas de construir y demostrar los aprendizajes, que no caben en un examen estandarizado.
Lev Moujahid Velázquez Barriga es Historiador y profesor, miembro del Centro Sindical de Investigación e Innovación Educativa de la Sección XVIII-CNTE.
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