Bolivia avanza hacia su desintegración de manera inexorable, salvo que los (y las) patriotas nos unamos para impedirlo. El arribo de tropas norteamericanas al Paraguay, a 250 kilómetros de nuestros mega campos de gas, es apenas un nuevo elemento de lo mucho que se ha avanzado en ese objetivo. El 4 de julio de 2004, […]
Bolivia avanza hacia su desintegración de manera inexorable, salvo que los (y las) patriotas nos unamos para impedirlo. El arribo de tropas norteamericanas al Paraguay, a 250 kilómetros de nuestros mega campos de gas, es apenas un nuevo elemento de lo mucho que se ha avanzado en ese objetivo. El 4 de julio de 2004, el Ministro de Defensa argentino, Jorge Pampuro, dijo que Bolivia se ha «libanizado» y que el caso de nuestro país sería analizado en Haití, junto con sus colegas ministros José Viegar de Brasil, Michelle Bachellet, de Chile, y Yamandú Fau, de Uruguay. Mark Falcoff, asesor del vicepresidente norteamericano Dick Cheney, principal accionista de la empresa de servicios petroleros más grande del mundo, la Halliburton, manifestó que «Bolivia se encamina hacia el suicidio», salvo, claro está, que acepte el vaciamiento de sus reservas de gas. Falcoff aseguró, en forma previa, que nuestro país sería borrado del mapa («La Prensa», 4/07/04). Con motivo del referéndum sobre el gas, financiado por el Banco Mundial y la petrolera francesa «Total», el FMI indicó que Bolivia es inviable sin la venta de su gas a ultramar («La Epoca» 20/06/04). De manera simultánea, el ex presidente Carlos Mesa y el Presidente del Senado, Hormando Vaca Diez, hicieron aprobar en la Cámara Alta el Tratado de Inmunidad para las tropas norteamericanas. En días previos, arribaron al país Enrique Iglesias del BID, Enrique García de la CAF y Aurelio García, asesor del Presidente Lula, del Brasil, quienes convocaron, como si fueran sus empleados, a los jefes de los partidos políticos para instarles a respaldar la venta del gas sin valor agregado. También se presentó en La Paz para respaldar el referéndum el general James T. Hill, Comandante del Comando Sur del Ejército norteamericano («La Epoca», 18/07/04).
AGENTES INTERNOS Y POLITCOS DISTRAIDOS
En lo interno, la Cámara de Hidrocarburos, integrada por Repsol, British Gas, Maxus, Total, Petrobras y otras transnacionales, forma parte de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, dentro de la cual opina sobre el referéndum, las autonomías, las elecciones presidenciales y la constituyente. El Presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), José Céspedes, en reunión del consejo autonómico de Santa Cruz, vociferó la consigna de ¡independencia!, ¡independencia!, sin que ninguna autoridad hubiera repudiado su in conducta. («El Deber», 18./6/05). ¿Es casual que Céspedes sea el principal dirigente de una organización en la que se han incrustado oligarcas que detentan tierras improductivas y mal habidas, en perjuicio de centenares de miles de bolivianas y bolivianos que necesitan de un pedazo de tierra para sobrevivir? Los servicios de inteligencia de Chile han penetrado en estructuras institucionales y empresariales de Tarija y Santa Cruz, lo que no merece ninguna reacción estatal. Las organizaciones políticas, institucionales, empresariales, sociales y gremiales del país, distraídas por elecciones, referéndum y constituyentes, parecen no advertir los riesgos para la Patria. Por el contrario, los referéndum y cambios de gobierno no detienen el saqueo del gas. Gonzalo Sánchez de Lozada (GSL) no pudo concretar la construcción de Tarija – Tocopilla (Chile), pero liquidó YPFB y las empresas estratégicas del Estado, dictó un nuevo Código Minería al servicio de COMSUR e Inti Raymi (digitada por los adenistas Carlos Iturralde y Ronald Maclean), y logró que la Enron se apropiara de nuestros oleoductos, gasoductos y poliductos. Jorge Quiroga Ramírez no concretó la supuesta venta de gas a EEUU, cuando su objetivo real era venderlo a las transnacionales asentadas en Chile, pero consiguió, junto con Bánzer, vender nuestras refinerías de petróleo a precios vergonzosos. Hoy Quiroga Ramírez emerge como el candidato con mayor respaldo del imperio. Carlos Mesa, antes de su tramposo referéndum, reabrió la venta de gas a la Argentina al precio «solidario» de 0.98 dólares el millar de pies cúbicos. Esta acción antinacional contó con el respaldo del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales. Eduardo Rodríguez Veltzé, pese a presidir un gobierno transitorio, ha ampliado los volúmenes de venta de gas a la Argentina, con los mismos precios «solidarios» y de enorme perjuicio para Bolivia.
NUEVOS ACTORES CON VIEJAS POLÍTICAS
El proyecto de Ley de Hidrocarburos del MAS, aprobado en la Cámara de Diputados, no permite que el Estado nacional intervenga en la fijación de precios para exportación y el mercado interno, lo que es suicida para la economía nacional. No garantiza la refundación de YPFB con las acciones de Transredes, Chaco y Andina, hoy en poder de las AFPs y menos permite la industrialización del gas ni su venta con valor agregado. El Senado de la República, al autorizar la devolución de impuestos a las petroleras (Cedeims), sólo agravó la Ley en la que el pueblo cifró tantas esperanzas. La nacionalización de los hidrocarburos y la anulación de los contratos inconstitucionales con las petroleras, anhelos por los que decenas de bolivianas y bolivianos dieron sus vidas en las gloriosas jornadas de octubre de 2003, lograron la fuga de GSL, pero dejaron intacta su política.
En el panorama electoral, emerge también la candidatura del alcalde René Joaquino, quien quiso ser candidato vicepresidencial de GSL, lo que revela su tendencia conciliadora. El respaldo de alcaldes que apoyaron la liquidación de YPFB, como Juan del Granado, incrementa las dudas sobre el denominado «Frente Amplio». Samuel Doria Medina, candidato de Unidad Nacional (UN), tiene en el directorio de su empresa, la Sociedad Boliviana de Cemento (SOBOCE), a Oscar Bonifaz Gutiérrez, el abogado más importante de GSL y encubridor de sus negociados. Bonifaz es gerente del proyecto «San Cristóbal», en el que participa el multimillonario norteamericano George Soros. Doria Medina incrementó su fortuna con la quiebra del Banco del Estado, ejecutada por su ex partido, el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR)
Sectores de la oligarquía cruceña, digitados por las petroleras, usan como pretexto al fundamentalismo indigenista, que postula la República aymara, para justificar sus acciones separatistas. Por otra parte, ese fundamentalismo olvida que el aporte de nuestras culturas milenarias se ha extendido al conjunto del territorio nacional, razón por la que no puede ser confinado a algunas provincias altiplánicas. Tampoco toma en cuenta el avance indomestizo, cuya cohesión se necesita para recuperar la autoestima de los bolivianos, nacionalizar el gas y rescatar nuestras empresas estratégicas, a fin de construir la Patria justa y sin exclusiones que todos anhelamos. Este propósito forma parte del ideal de «Patria Grande», el que requiere, en las actuales circunstancias, la refundación y fortalecimiento efectivos de YPFB, a fin de que forme parte de Petrosur, la empresa petrolera regional propuesta por el presidente venezolano Hugo Chávez.
EL PAIS NECESITA AGLUTINAR A LOS PATRIOTAS
Pese a la proliferación de siglas y candidaturas, no existe un Movimiento Patriótico que, en lugar de distraerse en las maniobras electorales del imperio y de sus agentes, defienda la existencia de Bolivia, como primera prioridad. Pese a lo anterior, en las elecciones del 4 de diciembre próximo cumpliremos con el deber de evitar el triunfo de los principales candidatos del Imperio: Jorge Quiroga Ramírez y Samuel Doria Medina. Este paso hará posible reiniciar el proyecto de Estado nacional, soberano y participativo, basado en la autoestima de los hombres y mujeres de Bolivia, al cual convocamos a sumarse al conjunto de la nación oprimida. La derrota oligárquica hará posible convocar a una Constituyente, en la que las ideas y la conducta del MPL abrirá renovadas esperanzas para nosotros y las futuras generaciones. Para lograr este propósito sólo planteamos dos condiciones: Repudiar al neoliberalismo y no tener ningún pasado de corrupción en su vida política.
Nadie necesita autorización de nadie para defender a Bolivia. Por el contrario, quien no defiende el suelo que pisa no merece tener Patria. Con estas premisas, llamamos a la ciudadanía a organizar el Movimiento Patriótico de Liberación (MPL) por iniciativa propia en todos los confines de nuestra irrenunciable heredad nacional.
Bolivia, agosto de 2005
Enviar críticas, aportes, adhesiones o respaldos a Silvia Quiroga, coordinadora del MPA, al E, mail: [email protected] Teléfono 2117205 (La Paz).