El mandatario reiteró anoche, ante una Cumbre Social, la advertencia de movilizaciones populares en defensa de un proyecto gubernamental de ley de convocatoria a la elección de la asamblea en julio próximo, para su instalación en agosto. «No se puede frustrar una determinación del pueblo cuyo pedido es la refundación de Bolivia; el Poder Ejecutivo […]
El mandatario reiteró anoche, ante una Cumbre Social, la advertencia de movilizaciones populares en defensa de un proyecto gubernamental de ley de convocatoria a la elección de la asamblea en julio próximo, para su instalación en agosto.
«No se puede frustrar una determinación del pueblo cuyo pedido es la refundación de Bolivia; el Poder Ejecutivo envió el proyecto pero ahora está en manos de los diputados y senadores su aprobación», indicó.
El proyecto es resistido enconadamente por las bancadas legislativas minoritarias, empeñadas en postergar la constituyente e impedir que se instale en agosto, como dispone una ley anterior, concertada por todas las fuerzas políticas.
Ante la cita, que se realiza en la oriental ciudad de Santa Cruz y trata sobre la ley de convocatoria, Morales manifestó su preocupación por los esfuerzos de las bancadas minoritarias, para postergar la constituyente.
Agregó que cuando no ha transcurrido un mes desde el inicio de su gestión quinquenal, se siente «prisionero de las leyes neoliberales», por lo que llamó a las organizaciones populares a llevar adelante la asamblea, para transformar profundamente el país.
«Si no se garantiza la asamblea constituyente, será difícil de hacer transformaciones profundas al estado colonial y al modelo neoliberal», dijo, al recordar que el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) tiene mayoría en el congreso, pero no alcanza los dos tercios necesarios para la aprobación de la convocatoria.
La Asamblea debe tener poderes ilimitados para que realmente se pueda refundar el país, caso contrario sólo se hablaría de un tema destinado a trabajar en reformas constitucionales como se dio con los gobiernos anteriores.
Tras rechazar la posibilidad de una postergación de la asamblea, reclamada por las grandes protestas sociales de los últimos años, Morales pidió a las organizaciones estar alerta a los debates legislativos del tema.
«Si el parlamento no quiere garantizar con dos tercios la aprobación de la ley de convocatoria, si es posible yo voy a unirme a las movilizaciones de ustedes para que el parlamento apruebe la ley de convocatoria», dijo.
Entretanto, el senador Carlos Borth, del grupo derechista Poder Democrático Social (Podemos), sostuvo que el presidente amenaza al congreso y aseguró que en tal caso su partido, indispensable para sumar los dos tercios, no aprobará la referida ley.
A la oposición conservadora se sumaron dirigentes regionalistas de los departamentos (provincias) de Tarija, Beni y Pando, que amenazaron con no participar en la constituyente si se realiza en los términos del proyecto gubernamental.
Esos y otros sectores regionalistas coinciden con la derecha en rechazar la modalidad de elección, directa y desde las bases, establecida en el proyecto del ejecutivo, con tres delegados por cada una de las 70 circunscripciones territoriales.
Los impugnadores alegan que de esa manera el gobernante MAS tendrá plena hegemonía en la asamblea, pues ganó las elecciones de diciembre pasado con casi 54 por ciento de los votos y tiene un respaldo ciudadano mayor aún.
Buscan en cambio que haya también representación regional, que distorsiona el factor poblacional y se aplica en el Senado, donde, pese a su votación, el MAS no tiene mayoría.
El presidente de la Comisión de Constitución del Senado, Antonio Peredo, de esa organización, anunció medidas para acelerar el tratamiento del tema en esa instancia preliminar, para trasladarlo al plenario.
De esa manera, indicó, podrá cumplirse el plazo dado por el gobierno, de aprobar la ley en la primera semana de marzo, de manera que la elección sea en julio.
El viceministro de Coordinación Gubernamental, Héctor Arce, manifestó por su parte la decisión del ejecutivo y el MAS, de defender y llevar adelante su proyecto.
Su colega de Coordinación con las Organizaciones Sociales, Alfredo Rada, denunció maniobras dilatorias de la oposición que buscan aplazar por un año la constituyente, algo que consideró inaceptable.