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Evo enfrenta el desgobierno invitando a dialogar a los sediciosos

Fuentes: Bolpress

La extrema derecha pasó a la ofensiva conspirativa luego de obtener sus tres muertos-bandera en Sucre. Este viernes el gobierno de Evo Morales invitó formalmente a los nueve prefectos a dialogar sin condiciones el próximo martes 4 de diciembre en Palacio, y los sectores conservadores en apronte le impusieron condiciones. Algunos respondieron que no charlarán […]

La extrema derecha pasó a la ofensiva conspirativa luego de obtener sus tres muertos-bandera en Sucre. Este viernes el gobierno de Evo Morales invitó formalmente a los nueve prefectos a dialogar sin condiciones el próximo martes 4 de diciembre en Palacio, y los sectores conservadores en apronte le impusieron condiciones. Algunos respondieron que no charlarán con el «tirano», el gobernador de Pando envió a sus empleados a enfrentar una marcha oficialista en Cobija, provocando una batalla campal en la que habría muerto una niña asfixiada por gases lacrimógenos.

Los prefectos de la «media luna» evitan las medias tintas y convocan abiertamente a la desobediencia, a la resistencia civil y al desacato. El gobierno de Morales enfrenta el desgobierno y a los sediciosos «reiterando su voluntad de mantener siempre abiertos los mecanismos del diálogo con todos los sectores del país, voluntad que no siempre ha encontrado respuesta positiva en algunos actores», dice parte de la carta enviada hoy por el ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana a los nueve gobernadores.

El llamado no encuentra eco. El senador del opositor Podemos Carlos Borth opina que el Presidente Morales olvida que en época de conflicto social hay que tener mucho cuidado con las formas de convocar al diálogo. «Para decirlo en breves palabras: (Morales) convocó a los prefectos a discutir cuán ineficientes son porque no gastan su presupuesto y, lo que es más, para analizar los grados de corrupción que existe en las prefecturas, por eso los invitó a contribuir a aprobar la Ley de Lucha Contra la Corrupción».

Semejante convocatoria no podía sino estar seguida de respuestas casi descorteses de los prefectos de Santa Cruz y Tarija, y ni hablar de los dirigentes cívicos. «No se puede enfrentar ni conducir el diálogo de esa manera. Hay que hacerlo en términos privados, reservados, sin publicidad, poniéndose de acuerdo sobre actores participantes, agenda, modalidad, plazo y lugar, y recién cuando se tiene acuerdos, hacerlos públicos», comenta Borth. En su nueva convocatoria el gobierno moderó el discurso, pero la reacción de los interpelados sigue siendo hostil.

Los líderes regionales más reaccionarios como el prefecto cruceño Rubén Costas exigen que antes de dialogar el «tirano» pida perdón al pueblo chuquisaqueño por la «masacre» del pasado fin de semana. El prefecto de Tarija Mario Cossío (ex MNR) dijo que no dialogará mientras el gobierno no derogue la Ley 3791 de la renta universal y vitalicia de vejez que le quita al departamento 220 millones de bolivianos. «Cuando lo haga nos sentamos a dialogar (…) No se puede hacer daño a este departamento y, de manera cínica, ahora el gobierno diga charlemos (…)». El prefecto de Cochabamba Manfred Reyes Villa (ex aliado de Banzer y Goni) acepta la invitación, pero con la mediación de la Iglesia Católica. «Estamos abiertos al diálogo, pero haber si el gobierno quiere dar una señal de diálogo, creo que la Iglesia Católica sería la más responsable y la más adecuada para intermediar (…) Porque cuando hay una visión totalitarista no existe diálogo».

El más radical de todos, por ahora, es el prefecto de Pando Leopoldo Fernández (ex ADN). Este viernes miles de personas marcharon por las calles de Cobija protestando contra las agresiones de grupos de choque de la Prefectura, que llegaron a quemar la vivienda de un legislador que apoya el programa social del gobierno. Fernández mandó hoy a sus huestes (en su mayoría estudiantes de la Universidad Amazónica) armados con palos a enfrentar a los marchistas que llegaron hasta la plaza principal de Cobija, y a tomar la Alcaldía.

La Policía dispersó a la multitud con gases lacrimógenos para evitar choques entre civiles. La agencia ABI informó que el enfrentamiento se prolongó por varias horas y que varias personas resultaron heridas. La página Hoybolivia y algunos canales de televisión de propiedad de grupos de poder de Santa Cruz informaron que una niña habría fallecido intoxicada por los gases lacrimógenos lanzados por la Policía. El Vicepresidente Alvaro García Linera reportó que en la trifulca tres efectivos fueron secuestrados.

«Pando no va a ser cabecera de playa para gestar un régimen totalitario y absoluto en el país. Nosotros queremos decir con toda firmeza en el departamento de Pando que hemos cuestionado la conducta del alcalde de Cobija y el Gobierno Municipal por no adherirse a una reivindicación justa de este pueblo», declaró el prefecto Fernández, acusado de intimidar a ocho alcaldes del departamento. El alcalde de Cobija Luis Adolfo Flores, en la clandestinidad, declaró a ABI: «Me han advertido que tengo hasta el sábado para pensarlo bien, lo mismo a los otros alcaldes». El asambleísta del MAS por Pando Weimar Becerra llamó al prefecto «mafioso» y «maleante» porque se está dedicando a quemar casas de las personas que no comparten sus ideas. El ministro Quintana prometió que la próxima semana se presentarán pruebas del «matonaje y persecución política» que estaría impulsando Fernández desde la Prefectura.

El diálogo no está en la agenda de la derecha

El gobierno nacionalista del MAS atraviesa uno de sus momentos más críticos. La derecha derrotada en las calles y en las urnas se está reagrupando y conspira abiertamente con el respaldo de la burguesía y el imperialismo. Su objetivo ya no es preservar solamente los intereses de la clase dominante en reductos autonómicos sino derrocar al gobierno.

Como ocurre en Venezuela, las transnacionales, el latifundio y la burguesía agroindustrial del oriente que controla los medios más importantes del país han iniciado una campaña de desinformación coordinada para debilitar al régimen. En esta campaña propagandística, los autores intelectuales de la pueblada en Sucre (incendiaron todos los recintos policiales e hicieron escapar a los efectivos hasta Potosí, luego de querer linchar a los constituyentes) son víctimas de del gobierno represor; quienes provocaron la batalla campal en Cobija son defensores de la democracia. La oligarquía cruceña insensible que empuja a la guerra civil y a la división nacional sólo por preservar intereses privados de pequeños grupos (que no aceptan la mínima reforma política) aparece en los noticieros como la abanderada de la libertad y el estado de derecho.

Los que menos quiere ahora la derecha es dialogar. En senador de Podemos Roberto Yañez declaró que el Presidente «tiene doble, triple discurso y un cinismo aberrante. Primero, manda huestes y uniformados a Sucre, da la orden de matar gente, asesina a personas, asesina a la democracia y después quiere dialogar. Este es un dictador, ya no merece que se lo llame Presidente de la República. Este dictador pretende hacer creer a todos que ellos son los únicos que piensan y que está hablando con una horda de borregos que se chupa el dedo. ¿Qué es lo que esta ocurriendo con nuestro país? Ya está de buen tamaño Presidente. Este país está confrontado, este país está en apronte, este país está en definitiva al borde de una guerra civil que ya la empezó el Presidente». «Es lamentable que hubiera preferido llevar adelante un proyecto totalitario con ideas trasnochadas que no funcionan en ningún lado del mundo y que en definitiva quiere y pretende quitarle lo más importante que tiene un ser humano, que es lo que nos legó nuestro Dios, junto con la creación, la libertad, algo a lo que no vamos a renunciar».

Lo que mejor hace la derecha en estos momentos es saturar los correos electrónicos con llamados a vestir luto por las muertes de la «dictadura masista», a resistir y a desobedecer al gobierno. «Se justifica la resistencia, se reconoce el derecho de insurrección contra la tiranía»; «los abusos del gobernante acarrean la disolución del gobierno abusivo»; «Resistencia Civil es la facultad que tiene toda sociedad digna y libre para defenderse contra el despotismo e incluso destruirlo», son algunos de los mensajes. No faltan los decálogos para jaquear al «indio comunista»: «La resistencia civil se hace todo el día, en todas nuestras acciones, en conversaciones con compañeros de trabajo, familiares, amigos y conocidos, ayudando a despejar la cortina de humo gubernamental que dejan los spots en contra de nuestros lideres cívicos democráticamente elegidos; (…) Cuando recurren a los insultos y al desprestigio de las instituciones y personas, la dictadura de Evo Morales junto a sus asesores cubanos y venezolanos ya no tienen argumentos para hacer valer sus acciones; (…) Repudiar a quienes se presten a actuar en propagandas gubernamentales en contra de Santa Cruz y medios de comunicación que aceptan la publicidad mentirosa porque seria pecar de hipocresía, uno como empresario de la comunicación tiene el derecho de aceptar o negar tal o cual publicidad o propaganda (…) La resistencia no cae en provocaciones, por grande que sea la indignación, la fuerza moral de la resistencia es su carácter civil, pacífico, legal y democrático…». La resistencia civil, continúa el militante cruceño, significa «tomar acciones de protesta pacifica ante las representaciones diplomáticas, instituciones, organizaciones y hoteles como el Buganvillas, Plaza Libertad y otros donde estén los asesores venezolanos y cubanos venidos a destruir la democracia para instalar el proyecto hegemónico de Hugo Chávez y Fidel Castro».