El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó ayer que continuará la nacionalización de empresas que explotan recursos naturales, así como de servicios, al tiempo que negó una vez más la vinculaciónde su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), con la organización armada vasca ETA. Apuntó que no na va a retroceder en las nacionalizaciones realizadas […]
El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó ayer que continuará la nacionalización de empresas que explotan recursos naturales, así como de servicios, al tiempo que negó una vez más la vinculaciónde su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), con la organización armada vasca ETA.
Apuntó que no na va a retroceder en las nacionalizaciones realizadas en Huanuni y otros lugares, y se comprometió a garantizar el trabajo a los que quedaron sin empleo luego de algunos procesos de estatización de yacimientos.
En referencia a los conflictos con cooperativistas mineros de Huanuni, que realizan una huelga de hambre para exigir que se les permita seguir trabajando en el cerro Posokoni, Morales aseveró que «algunos partidos del modelo neoliberal de la derecha» manipulan a ese grupo.
«Posokoni está nacionalizado y eso no va a cambiar», pero se va a respetar el derecho de los verdaderos cooperativistas, dijo.
Destacó que quienes no pudieron contratarse como trabajadores de la Corporación Minera Boliviana (Comibol) en Huanuni, van a contratar un puesto en alguna otra parte, ya que se planea construir otro ingenio con una inversión de 20 millones de dólares.
En cuanto a la negativa de indemnizar a la empresa suiza Glencore por la expropiación de la metalúrgica Vinto, aseveró que la trasnacional hizo «negocios turbios» con el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada -autoexiliado en Estados Unidos- y nunca invirtió nada para mejorar la planta. «Si demuestra documentalmente que invertió en modernizar… tenemos que pagar, si no lo demuestra, nos tiene que pagar» apuntó.
Por otra parte, Morales dijo que «ni conocemos ni reconocemos» a movimientos armados, al responder a versiones que vinculan al MAS con ETA. «Aquí hacemos una revolución pacífica, democrática, profunda y hay pasos importantes» en ese sentido, dijo.
El mandatario, cuya aprobación a su gobierno subió 6 puntos y se ubicó en 65 por ciento la segunda semana de febrero, lamentó «que estas acusaciones estén orientadas a humillarnos en nuestra dignidad y a desprestigiarnos».