Afecto a usar la sorpresa como arma contra sus adversarios, Evo Morales desconcertó ayer a los bolivianos con una jugada riesgosa: en un discurso al país anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley para convocar a un referéndum revocatorio para su mandato y el de los nueve gobernadores, seis de ellos activos […]
Afecto a usar la sorpresa como arma contra sus adversarios, Evo Morales desconcertó ayer a los bolivianos con una jugada riesgosa: en un discurso al país anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley para convocar a un referéndum revocatorio para su mandato y el de los nueve gobernadores, seis de ellos activos opositores a su gestión. Y el golpe de efecto fue aún mayor considerando que aún está en el aire revés electoral de Hugo Chávez en su propio plebiscito para aprobar una reforma constitucional socialista.
«Les propongo a los nueve prefectos (gobernadores) someternos juntos a un referéndum revocatorio y que el pueblo diga si está con los neoliberales que subastaron al país o apoya este proceso de cambio que busca la igualdad y la justicia social. El pueblo dirá quiénes se van y quiénes se quedan. No tenemos miedo», desafió Morales pasadas las ocho y media de la noche.
De esta forma, el presidente boliviano busca una salida a la crisis política que agobia al país, especialmente desde que la Asamblea Constituyente aprobó «en general» un nuevo texto constitucional resistido por la derecha y varias regiones lideradas por Santa Cruz. Pero hay un cálculo que motiva la jugada: mientras el mandatario indígena se siente seguro de pasar el referéndum, para varios gobernadores existe la posibilidad de recibir el rechazo de las urnas. El que aparece con futuro más incierto es el de La Paz, José Luis Paredes, seguido por el de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, ambos elegidos gracias al voto cruzado (corte de boleta) con Evo Morales. Y en el Palacio Quemado se entusiasman con poner contra las cuerdas a Mario Cossío en Tarija y a Leopoldo Fernández en Pando. El que parece tener asegurado el sillón es Rubén Costas, de Santa Cruz, quien activa en su favor enconos regionalistas de larga data contra La Paz de esta región productora del 30% del PBI nacional.
Cuatro gobernadores recibieron la noticia en Estados Unidos, a donde fueron para quejarse ante la OEA de los «atropellos a la legalidad» en Bolivia. Y ahora deberán combinar la anunciada «resistencia civil» contra la nueva Constitución con una inesperada campaña electoral.