El presidente de Bolivia, Evo Morales, destacó hoy la solidez de la economía del país, basada en la nacionalización de los hidrocarburos.Durante la presentación de un balance a 18 meses de gestión, el mandatario proyectó inversiones extranjeras por 2.100 millones de dólares en los siguientes ocho años, en el caso del yacimiento de hierro de […]
El presidente de Bolivia, Evo Morales, destacó hoy la solidez de la economía del país, basada en la nacionalización de los hidrocarburos.
Durante la presentación de un balance a 18 meses de gestión, el mandatario proyectó inversiones extranjeras por 2.100 millones de dólares en los siguientes ocho años, en el caso del yacimiento de hierro de El Mutún.
También informó que durante la administración la inversión pública en Bolivia alcanzó 1.100 millones de dólares, en comparación con 2005, cuando registró 600 millones de dólares, según información procedente de la Paz, sede del gobierno boliviano.
El nuevo modelo económico ha permitido al Estado boliviano controlar 20 por ciento de la economía nacional, en relación a los gobiernos neoliberales que sólo controlan 6 por ciento, agregó Morales.
En 2005 las reservas internacionales sumaron 1.700 millones de dólares, sin embargo en lo que va del año Bolivia registra 3.950 millones de dólares, subrayó.
Sobre el tema de la nacionalización, Morales destacó que las negociaciones se realizan con la participación de los diversos sectores de la ciudadanía, como las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, organizaciones sociales y todas las instituciones públicas.
En 2005 el Estado boliviano percibió menos de 300 millones de dólares por concepto de regalías petroleras, lo cual será superado en la presente gestión con los nuevos precios aplicados para la venta de hidrocarburos a Brasil y Argentina estimada en más de 2.000 millones de dólares, indicó el mandatario.
Al referirse a la reversión del yacimiento de estaño del cerro Posokoni, Huanuni, departamento de Oruro (suroeste), que depende de la Corporación Minera de Bolivia, Morales sostuvo que en enero y febrero pasado generó ingresos netos por más de dos millones de dólares, con cerca de cinco mil trabajadores mineros asalariados.El jefe de Estado dijo que para el mes de marzo estos ingresos superaron los tres millones de dólares.
‘En abril, a causa de una demanda de inconstitucionalidad al decreto supremo de nacionalización del cerro Posokoni los compañeros mineros paralizaron sus labores y se fueron a Sucre (capital constitucional), es por eso que los ingresos bajaron a cerca de un millón (de dólares)’, explicó.
El presidente dijo que a pesar de los conflictos registrados, en mayo los ingresos económicos al Estado por la producción de estaño sobrepasaron los cinco millones de dólares.
Este año, agregó, se dispuso una inversión inicial de ocho millones de dólares para la reactivación del centro minero de Corocoro, provincia Pacajes, del departamento de La Paz (oeste).
Otro resultado económico positivo se produjo al nacionalizar el Complejo Metalúrgico Vinto, que fue revertido a favor del Estado boliviano el pasado 10 de febrero, con el desalojo de la empresa Sinchi Wayra, subsidiaria de la compañía suiza Glencore.
La planta registró de marzo a abril un ingreso elevado en más de 13 por ciento, en relación a años anteriores.
Morales destacó también el acuerdo firmado el pasado miércoles con la empresa india Jindal Steel l& Power Limited, a través de la Empresa Siderúrgica de El Mutún con la filial Jindal Steel Bolivia, para la explotación, industrialización y comercialización de hierro del yacimiento de El Mutún, con una inversión de 2.100 millones de dólares.
Según el ministro de Planificación del Desarrollo, Gabriel Loza, esa inversión es al menos 500 millones de dólares superior a la realizada por las compañías que capitalizaron las empresas públicas bolivianas, calculada en 1.600 millones de dólares durante los gobiernos neoliberales.
En cuanto a la Revolución Agraria iniciada en 2006, el mandatario señaló que ésta se basa en cuatro componentes: la redistribución de la tierra, terminar con el latifundio improductivo, la mecanización del agro apostando por los productos ecológicos, y créditos a los productores.
Respecto a la redistribución y saneamiento de la tierra, el presidente boliviano aclaró que en casi 10 años de gobiernos neoliberales se gastaron 90 millones de dólares para la titulación de nueve millones de hectáreas.
‘Esto quiere decir que cada millón de hectáreas tituladas les costaba 10 millones de dólares. Ahora, en nuestro gobierno, a un año y medio, hemos distribuido cuatro millones de hectáreas con cuatro millones de dólares. Esto quiere decir que cada hectárea titulada costó un dólar’, contra 10 dólares de los gobiernos liberales, señaló.