El líder cocalero Evo Morales, jefe de la oposición en Bolivia, desestimó la decisión anunciada esta noche por el presidente de Bolivia, Carlos Mesa, de presentar su dimisión ante el Parlamento, al indicar que se trata de un «chantaje». «No hay una renuncia. En el fondo, es una actitud chantajista contra el pueblo. Si él […]
«No hay una renuncia. En el fondo, es una actitud chantajista contra el pueblo. Si él tuviera pantalones, hubiera presentado una renuncia irrevocable», afirmó Morales, quien fue blanco de las críticas del mandatario después de que llamara a bloqueos en todo el país.
El jefe del Movimiento al Socialismo (MAS), la principal fuerza política boliviana, señaló que Mesa busca sentirse «víctima de las movilizaciones».
«Mediante las políticas que sigue sosteniendo, (Mesa) sigue defendiendo el neoliberalismo, bloquea el desarrollo del pueblo boliviano», añadió Evo, tras acusarlo de «defensor de las transnacionales».
«Es un odio racial que nos tiene Carlos Mesa a Evo Morales y al hermano Abel Mamani (dirigente vecinal de la ciudad de El Alto) El es de sangre española, seguramente tiene todo el derecho de defender al colonialismo interno como gran representante del colonialismo, de defender a la oligarquía», sentenció.
Morales acusó al mandatario de «provocar una crisis política en el país», al tiempo que lo invitó a «tomar una actitud patriótica para asumir las responsabilidades».