Esta jornada en los andes bolivianos fue corta. Se fueron los presidentes amigos de Evo Morales y también casi todos los demás. La ciudad sede de gobierno se encuentra relajada, todavía bajo el influjo de las fiestas de ayer. De todos modos el presidente de Bolivia Evo Morales presentó por la mañana en Palacio Nacional […]
Esta jornada en los andes bolivianos fue corta. Se fueron los presidentes amigos de Evo Morales y también casi todos los demás. La ciudad sede de gobierno se encuentra relajada, todavía bajo el influjo de las fiestas de ayer. De todos modos el presidente de Bolivia Evo Morales presentó por la mañana en Palacio Nacional a sus ministros.
Ante una mulititud de pobres, de campesinos, de gente de Evo, aparecieron los 16 nuevos servidores públicos. Y poquito antes de tomarles el juramento, el mandatario indígena les dijo: «Hemos depositado la confianza en ustedes, primero, fundamentalmente para erradicar la corrupción; segundo, es el pedido del pueblo boliviano de cambiar el modelo neoliberal, y aquí tenemos representantes de los movimientos sociales, empresariales, de regiones y de sectores».
Frente a Morales, los encargados de trabajar por áreas la nueva era democrática en este país, juraron defender la patria y sus intereses. En general, todos ellos son más o menos la muestra expresada por el presidente boliviano. Y con un documento histórico como respaldo, el Decreto Supremo 28602, Morales les pidió que jurasen haciendo la señal correspondiente «a su pensamiento religioso, o a su sentimiento cultural e ideológico».
Luego de la ceremonia, Evo tuvo una reunión con sus ministros, los líderes del Poder Legislativo y el vicepresidente Alvaro García Linera. Mientras, comenzaron a aparecer algunos «peros» a sus colaboradores, como en el caso del Ministro de Servicios y Obras Públicas, Salvador Ric Riera, empresario de Santa Cruz que fue acusado por algunos sectores cruceños de lavar dinero.
Después de la sesión de gabinete, el presidente Morales se dio una vuelta a la capital de Bolivia, Sucre, para participar de la simbólica toma de posesión de los primeros prefectos (gobernadores) elegidos en la historia de este país. Mientras, los mineros asalariados bolivianos, viendo que el nuevo titular del ramo es un pequeño empresario, se declararon en emergencia por los temores que esto despierta en ellos. Los mineros sindicalizados estudian medidas presión para que destituyan a Walter Villarroel.
Por la tarde, un singular acto marcó el final de la agenda pública de Evo Morales y su amigo el presidente venezolano Hugo Chávez. Fueron inauguradas las oficinas de PDVSA de Bolivia, con lo que la petrolera estatal de Venezuela inicia sus operaciones para, de acuerdo con Chávez, ayudar al nuevo gobierno a la nacionalización de los hidrocarburos que ofreció Evo a su pueblo durante la campaña.
Y se fue todo mundo a su casa. El presidente Evo a la residencia presidencial, como dijo, en compañía de su vicepresidente y de los líderes del Senado y de Diputados. Como dijo Evo por la mañana y por la tarde, «se acabó la luna de miel, se acabó la fiesta, a trabajar».