El secretario de Gobernación, Carlos Abascal, admitió hoy que en el estado mexicano de Oaxaca no hay gobernabilidad, por lo que exigió al mandatario Ulises Ruiz su renuncia o un pacto de unidad con sus opositores. Abascal estimó que el ejecutivo local de esa demarcación sólo tiene dos opciones: o convence que tiene capacidad para […]
El secretario de Gobernación, Carlos Abascal, admitió hoy que en el estado mexicano de Oaxaca no hay gobernabilidad, por lo que exigió al mandatario Ulises Ruiz su renuncia o un pacto de unidad con sus opositores.
Abascal estimó que el ejecutivo local de esa demarcación sólo tiene dos opciones: o convence que tiene capacidad para dirigir y administrar o pide licencia para abandonar el cargo.
Como responsable de la política interna de México aseguró que no tiene atribuciones constitucionales para poner un ultimátum a los gobernadores, pero consideró que el conflicto en Oaxaca se resolverá cuando el mandatario estatal se retire.
Sobre esa base justificó que, a 170 días del inicio de las protestas y enfrentamientos, el presidente Vicente Fox no haya solicitado abiertamente a Ruíz su renuncia, sino que reflexione y considere su actual situación y la del estado que dirige.
Trascendió que la estrategia de la Secretaría de Gobernación no excluye llevar a Ruiz a la cárcel, decisión que puede estar amparada en investigaciones y auditorías a su gestión, para evaluar el destino de recursos federales asignados a esa demarcación.
Asimismo, la Procuraduría General de la República tiene bajo su responsabilidad diversas indagaciones por posible responsabilidad del gobernador oaxaqueño en torno a los hechos violentos perpetrados por presuntos paramilitares.
Abascal reiteró que la entrada y permanencia de la Policía Federal Preventiva (PFP) en Oaxaca no es señal de gobernabilidad, aunque se mostró optimista al asegurar que hasta hoy se habían restablecido las clases en el 75 por ciento de los escuelas.
Mientras tanto invitó a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) a que adopte métodos de lucha político-democrática, pues el conflicto no quedará solucionado al término de la administración de Fox, por lo que deben continuar el diálogo.
Sin embargo, las agresiones y acciones violentas continúan en Oaxaca por parte de la PFP y grupos paramilitares, lo que fue denunciado por la APPO y respondido con manifestaciones y marchas pacíficas del movimiento social.


