Ciudad de México, 31 de octubre y 1 de noviembre. Los tres comandantes zapatistas de la Comisión Sexta del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), se «hermanaron» la tarde del 1ro de noviembre con la lucha impulsada por los miembros de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), después de que una marcha […]
Foto: D.R. 2006 Juan Trujillo |
El pasado martes 31 de octubre, las primeras repercusiones del operativo policiaco-militar de represión a la APPO y ocupación del centro de Oaxaca se hicieron sentir en la sociedad mexicana y la clase gobernante. Una marcha convocada por la APPO se realizaría a las 16 horas en el Hemiciclo a Juárez. Por su parte, varios sectores de la clase política también mostrarían algunos síntomas de tibia protesta y ese mismo día, el líder de la oposición al gobierno federal del Partido Acción Nacional (PAN) y al estatal Partido Revolucionario Institucional (PRI), Andrés Manuel López Obrador, convocó a las 17 horas con un desplegado en el periódico La Jornada a una «movilización» en el mismo monumento bajo el auspicio de la Convención Nacional Democrática (CND) y del Frente Amplio Progresista (FAP), los dos brazos para-institucional e institucional, – respectivamente -, del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Después de las 16:30 horas los miembros de la APPO, individuos y organizaciones simpatizantes iniciaron su caminata por la avenida Reforma incluso antes de que López Obrador iniciara su discurso. Según diversas fuentes, el ex candidato a la presidencia de México, habría arribado tarde a la cita y sin claras muestras de coordinación con la diligencia de la APPO. A tal grado la falta de comunicación, la asamblea popular, marchó sin escuchar el discurso final de López Obrador, quien evidentemente rechazó la presencia de la Policía Federal Preventiva (PFP) y exigió la «desaparición de poderes por parte del Senado» para propiciar la caída del gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz. Sin embargo, el mitin que sólo logró congregar a 2 mil personas (pues ni el ex candidato ni el PRD y sus brazos políticos decidieron movilizar a sus bases y a sus votantes), sirvió a López Obrador de plataforma mediática, para salvar su honor y reivindicar «al mejor presidente de México, Benito Juárez» de origen oaxaqueño. La pregunta es obvia: ¿Dónde están los casi 1.5 millones de personas de las marchas de López Obrador que se manifestaron contra el fraude electoral?
PRD, FAP y CND: los recolectores de votos
Minutos después de las 18 horas, cuando el ex candidato a la presidencia terminó su intervención, la marcha de la APPO con casi 4 mil personas ya llevaba poco más de 20 minutos de camino rumbo a la residencia presidencial de Los Pinos. El dirigente del PRD en el Distrito Federal, Martí Bátres Guadarrama, concluyó el acto diciendo que: «…compañeros, si quieren marchar, lo pueden hacer…están invitados. Ahora cantemos el himno nacional». Esas palabras, permitieron al reducido público «tener permiso» para marchar con las demás organizaciones sociales. Lo positivo, fue que muchos ya habían iniciado la caminata sin haber escuchado a López Obrador y otros durante su discurso. ¿No es esto una verdadera burla y desprecio de los dirigentes perredistas al movimiento social en Oaxaca?
Foto: D.R. 2006 Juan Trujillo |
La respuesta anticipada la tendría Adolfo Gilly, cuando en su último artículo del 30 de octubre «Oaxaca, soledad en llamas«, dio los argumentos de la inactividad de ciertos sectores que se autodenominan progresistas y de izquierda: «El PRD está absorbido por la disputa parlamentaria. En el Congreso pidió desaparición de poderes y juicio político. Si no se pudo, ni modo, ya salvamos nuestro honor y nos vamos de puente».
Más adelante, Gilly enfatiza el comportamiento de aquellos que el pasado 2 de julio recibieron poco más de 15 millones de votos: «La CND, motivo de tantas ilusiones y encandilamientos, ha demostrado su inexistencia a todos los efectos prácticos, salvo la recolección de votos y la disputa por ellos (…) No pido a los dirigentes de la CND que movilicen sus fuerzas en las plazas y los centros de trabajo y estudio de la República, primero porque no lo harán, segundo porque tampoco disponen de ellas. Tampoco lo pido al jefe de la oposición, Andrés Manuel López Obrador, porque su carta – publicada en La Jornada el 29 de octubre -, dice que tampoco tienen intención de hacerlo». Y por último, el teórico marxista remataría prediciendo lo que sucedió el jueves, cuando la APPO y jóvenes universitarios resistieron y lograron el repliegue de las fuerzas de ocupación: «El pueblo de Oaxaca podrá salir de esta prueba golpeado, pero posiblemente más organizado. Los recolectores de votos, por su parte, ya tendrán ocasión de recordar otros versos: ‘Arrieros somos y en el camino andamos / y cada quien tendrá su merecido», finaliza Gilly.
Y así es…López Obrador, quien tomará posesión como «presidente legítimo» el próximo 20 de noviembre, regresó el martes pasado a sus «oficinas», sin haber caminado ni cinco metros sobre el asfalto contra la represión y muerte en Oaxaca.
Los Otros y la Otra historia
El día 1 de noviembre, como parte de la exitosa jornada de bloqueos y toma de medios de comunicación, convocada por la Otra campaña y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), los comandantes Zebedeo, Grabiela y Miriam de la Comisión Sexta para el «caso Atenco» realizaron dos concentraciones y marcha en protesta por los desaparecidos y presos políticos. Una de ellas, se realizó en el Parque México, en una zona exclusiva del centro-oeste de la ciudad, y la otra en pleno corazón de la resistencia oaxaqueña, el Hemiciclo a Juárez.
Foto: D.R. 2006 Juan Trujillo |
Antes de partir a la marcha, que logró bloquear al menos por unos minutos las avenidas Insurgentes y Reforma, el comandante Zebedeo dejó una veladora con motivo de la luz de la lucha de ayer y de hoy. En este encuentro había sólo 200 activistas y antes de que se decidiera realizar la marcha, parecía que el acto sería sólo para ellos mismos.
Zebedeo informó de las acciones realizadas por el EZLN en Chiapas con los bloqueos a los accesos de San Cristobal de las Casas, Comitán, Ocosingo, Altamirano y Palenque; así como el bloqueo por media hora del puente fronterizo Ciudad Juárez, México-El Paso, Estados Unidos, que realizó el subcomandante Marcos.
La comandanta Miriam exigió la libertad de los presos políticos de San Salvador Atenco. «Vivos se los llevaron y vivos los queremos» y agregó que la veladora que trajeron «ilumina nuestro y su caminar; pronto vendrán otros para seguir sus luces. Nuestros compañeros no están muertos, sino que están vivos en nuestros corazones».
Sobre el tema Oaxaca, Miriam pidió «el inmediato retiro de las fuerzas federales y Ulises Ruíz» al tiempo que calificó de «traidor y cobarde a Fox» por haber mandado las fuerzas para reprimir. Por último exaltó a los presentes para luchar unidos «contra el sistema capitalista, para lograr que haya un México con justicia y libertad para todos».
La marcha por la dignidad oaxaqueña
Poco después de las 14:45 horas, la marcha de no más de 300 personas, salió de la lujosa colonia Condesa para dirigirse al Hemiciclo a Juárez. Diversos colectivos y estudiantes se sumaron al caminar con los comandantes de la Comisión Sexta del EZLN. Al grito de «Ya cayó, ya cayó, Ulises ya cayó», la marcha penetraba por avenida Insurgentes, mientras decenas de miradas conmovidas de peatones y automovilistas se clavaban en la acción política de los manifestantes. Los dirigentes indígenas, caminaron con dignidad y paciencia a la vanguardia, mientras la columna de la marcha gritaba consignas y lograba bloquear algunas calles intermitentemente.
Foto: D.R. 2006 Juan Trujillo |
Después de las 16:15 horas, la marcha y los comandantes del EZLN, llegaron al encuentro con los miembros de la APPO, de la Sección 22 del magisterio y los 21 ayunantes apostados sobre la avenida Juárez. En emotivo «hermanamiento de luchas», la comandanta Miriam sostuvo, «queremos que haya un México con nuestros derechos… no nos vamos a dejar, ya no nos pueden callar, estamos para luchar, por nuestros derechos. Nosotros no queremos un gobierno asesino, queremos que salga Ulíses Ruíz, sus luchas de ustedes son las de nosotros».
Por su parte, la comandanta Grabiela expresó que «da tristeza y dolor, pero ahorita no están solos, nos están chingando; vamos a luchar juntos nacional e internacional en la Otra campaña». Los maestros y miembros de la APPO, no creían lo que sucedía. Los rebeldes zapatistas, les habían caído por sorpresa. «Este apoyo si se siente, gracias al EZLN y a la Otra campaña, hay movilizaciones en el extranjero. La palabra por la que los hermanos de Chiapas han luchado es la dignidad, ahora la dignidad de Oaxaca se defiende. Hoy la lucha de los zapatistas de Chiapas y de la APPO de Oaxaca se hermanan…más que palabras aquí están».
Por último, el comandante Zebedeo llamó a cultivar la «conciencia para seguir adelante, queremos un gobierno del pueblo nombrado por él, y si no…el pueblo lo puede quitar. El pueblo es el que entrega su vida que con el corazón ofrenda su sangre», concluyó.
Esta fue, la jornada de acción de la Otra campaña y la Comisión Sexta del EZLN en la capital del país. Lo que parecía un acto político-cultural en el exclusivo Parque México, con apenas unos cuantos activistas, – pues parece que si no está el subcomandante Marcos, no hay mucho interés de algunos en escuchar a los comandantes indígenas -, la marcha y «hermanamiento» por la dignidad del pueblo de Oaxaca y contra la represión de las fuerzas de ocupación logró ser contundente. Una luz de protesta por la dignidad de un pueblo que resiste a la embestida del poder, de las armas y de las llamas.