Como si se tratase de una plaga, las calles cruceñas se han tornado más inseguras que antes para el ciudadano porque no sólo hay el peligro del ataque de la delincuencia común sino que además se suma el peligro de las patrullas fascistas de Falange (FSB) que salen en busca de «collas» y también «cambas», «traidores» o cualquier otro espécimen que hayan anotado en sus listas negras, con el fin de hostigarlo públicamente, haciéndole la vida imposible, violencia verbal y física de por medio, dando así fin con libertades básicas como la libertad de expresión, de movimiento, de organización.
Salvador Ric, la nueva víctima de los cívicos ultras
Al atardecer del viernes 3 de octubre, como si se tratase de su patio o su chiquero, gente abiertamente identificada con la «Falange» (FSB), la Cruzada Cristiana, el Conalde y otros movimientos ultras pro-civicos, salieron del Comité Cívico a las calles para dedicarse a hacer «jocha», a hostigar a quien pudieran. Como alertados se fueron a un café de la avenida Monseñor Rivero donde encontraron a Salvador Ric, conocido empresario y ex ministro de vivienda y obras públicas del gobierno del MAS, que departía con sus amistades. Allí le exigieron sin respeto que abandone el local. Obligado por las circunstancias el personaje se trasladó a otro café de la misma avenida a donde igual le siguieron los intolerantes para agredirle ya físicamente, provocando un zafarrancho y destrozos en el local, teniendo que refugiarse el aludido tras los mostradores.
Mujeres autoproclamadas «falangistas» (que tienen amplia cobertura en los canales de televisión sensacionalistas), que aprovechando su condición prácticamente son impunes, en declaraciones posteriores aseguraron que fue Ric quien les propinó sendos golpes y que dieron parte de esos hechos en la policía, ahora su abogado pide se detenga a Ric y se lo lleve ante el juez, un caso más de ripley, donde los principales responsables son los provocadores medios de difusión que no dejan de echarle más leña al fuego en su permanente ataque al gobierno de Morales.
Ric tuvo que refugiarse en la planta alta del local hasta que llegó la Policía para salvarlo, pues según la prensa, abandonó el local resguardado por uniformados y disfrazado de policía en una patrulla. Salvador Ric, declaró más tarde que buscaban lincharlo pese a que «abandoné la política hace más de dos años… Tiene un arma, gritaban… nunca he salido armado… querían lincharme» aseguró relatando su experiencia. «Son esas mujeres de morado… eso no es cristianismo… es la Inquisición», continuó el relato de Ric, a quién una de esas mujeres que se decía falangista le gritó:»Juro por Dios, juro por esta tierra, ese hijo de perra no amanece vivo mierda. Nosotros aquí estamos luchando por esta tierra, por el bienestar de cada uno de los que están aquí presentes, y que venga un hijo de perra, vendido, masista a hacerse el macho golpeando a una mujer carajo, una mujer falangista, una mujer cruceña, mierda, de esta tierra no se lo va a perdonar».
Las señales son cada vez más claras en sentido de que estas fuerzas siniestras, con el pretexto de «defender» a Santa Cruz y a Cristo buscan que funcione un virtual territorio fascista manejado con esa visión represiva y discriminatoria que los cívicos han forjado. Buscan este fin hace rato, primero fue la aparición de «listas de traidores», le siguieron atentados a los «indeseables», luego la agresión pública a personajes como Alfonso Román, analista cruceño que no es de su agrado, amén de los asaltos a las entidades públicas que tanta conmoción causó y ahora se vio el ataque a Ric. Todo esto impune por la virtual debilidad o ausencia de Estado y de una Policía estropeada por los cívicos.
Sólo cuando los campesinos anunciaron su marcha sobre Santa Cruz se moderaron porque entraron en pánico, pero como el peligro pasó, han vuelto a las andadas con más fuerza, más enloquecidos, colocando en debate la cuestión de la necesidad de armarse para enfrentar del peligro de la «invasión» y del «comunismo», como el fascista Carlos Valverde Barbery lo propuso nuevamente hace un par de días.
Esa es la justificación para tanto atropello, «no podemos permitir la implantación del comunismo», decía Mery La Torre (que tiene amplia cobertura en el derechista programa ‘que no me pierda'». En locales frecuentados por los viejos falangistas, refiriéndose a La Torre se oyen alabanzas y festejan de cómo atacó a Ric, «estaba condenada (enojada)» y «ahora hay que saltarle» a los negocios del empresario.
La impresión que domina en Santa Cruz es de indefensión, pues el ciudadano común razona que si a los policías, a gente pública, a empresarios como Ric, de mucho dinero, los cívicos agreden sin mayor problema, entonces cómo será conmigo.
Red Uno y otros medios, cómplices del delito
La Red Uno fue el primer canal que mostró estas escenas cuando las mujeres implicadas estaban presentes en el set denunciando que habían sido «agredidas» por Ric, para el que no ahorraron epítetos asegurando que era «camba trucho» por no haber nacido en Bolivia sino en Francia. Allí públicamente lanzaron amenazas de muerte sobre el hombre, dizque por haber tocado «el rostro sagrado de mujer cruceña y falangista de yapa». El fenómeno mediático de invertir la realidad culminó finalmente al informar que habían presentado denuncia ante la FELCC por agresiones.
Ha sido patético y una clara muestra de la deformación en el uso de los medios ver a estas mujeres violentas, la «mamy» Mery La Torre y la Chajtur, haciendo público su delito y de paso ser señaladas como «damas» por el periodista Enrique Salazar (un gusano irreversible) en su provocador programa que es el jardín de las células falangistas.
Según Gisela López, periodista crítica, estos actos sospechosamente se realizan en coordinación con los medios de comunicación, porque cada bochorno de este tipo cuenta con la presencia de varias cámaras y aseguró que la presentación en TV de los protagonistas busca raiting. Se expresó contraria a la deformación de los hechos por medios y periodistas que a Ric, de agredido lo convierten en agresor.
Lo mismo ocurre con otros medios que se dan a la tarea de deformar y atacar sañudamente todo lo que sea relacionado con sus enemigos, en este caso el neoliberal gobierno de Morales, que insiste en dialogar con los cívicos en la tarea de hacerles entender de que quiere gobernar con ellos, como Lula lo hace en Brasil, de manos del empresariado, manteniendo así el establishment capitalista, donde no cambia nada.
En Santa Cruz el fascismo sigue haciendo Troya.