El Eduskunta (Parlamento finlandés) aprobó ayer una polémica ley, pionera en Europa, que autoriza a las empresas y organismos públicos a investigar los registros del correo electrónico de sus empleados para evitar la filtración de secretos industriales.
El Parlamento de Finlandia aprobó ayer una nueva ley que autoriza el control de datos del correo electrónico de los trabajadores, como los destinatarios de los mensajes, el formato y tamaño de los archivos adjuntados y la fecha y hora de los mismos, aunque no les permitirá acceder a su contenido.
Además de a las empresas, esta norma extiende el derecho de controlar las comunicaciones electrónicas a los ministerios, las bibliotecas, los centros educativos e, incluso, las comunidades de vecinos que compartan un mismo servidor de Internet.
El nuevo texto ha sido bautizado como «Ley Nokia» debido a la presión que ha ejercido el fabricante finlandés de teléfonos móviles para su aprobación, tras sufrir varios presuntos casos de espionaje industrial.
El origen de la nueva ley data de 2005, cuando Nokia pidió a la Policía que investigara la posible filtración de secretos empresariales a la compañía china Huawei por parte de alguno de sus empleados. Ante la imposibilidad de controlar el correo electrónico de sus trabajadores, la empresa finlandesa empezó a presionar al Gobierno de Matti Vanhanen para que modificase la ley de protección de las comunicaciones, en un intento de evitar nuevas filtraciones.
A la petición de Nokia se unieron otras empresas finesas, formando un poderoso grupo de presión que finalmente consiguió que el Gobierno accediese a enmendar la legislación, pese a las fuertes críticas de los partidos de la oposición y de organizaciones defensoras de la privacidad de las comunicaciones.
Consciente del peso del gigante de telefonía en la economía del país, el Ejecutivo se puso a trabajar en la redacción de un borrador para reformar una ley, la de Protección de las Comunicaciones Electrónicas, aprobada tan sólo dos años antes.
La polémica aumentó cuando el diario «Helsingin Sanomat», citando fuentes anónimas, publicó recientemente que Nokia había llegado a amenazar con trasladar su sede a otro país si la nueva ley no era aprobada, extremo que sus responsables negaron tajantemente.
Tras más de dos años de trámites, la «Ley Nokia» recibió ayer en el Eduskunta (Parlamento finés) 96 votos a favor, sobre todo de diputados de la coalición gubernamental de centro-derecha, y 56 votos en contra.
Hasta ahora, la legislación finlandesa garantizaba el secreto de las comunicaciones y en caso de actividades sospechosas sólo la Policía podía investigar el correo electrónico de los trabajadores mediante la correspondiente orden judicial.
Curiosamente, en Finlandia lo que se controla son las cabeceras y los adjuntos, no el contenido. Sin embargo en España, sin ninguna ley especial sobre el tema, la situación es mucho peor, dada la interpretación extensiva del artículo 20 del Estatuto de los Trabajadores que hizo el Tribunal Supremo, en sentencia de fecha 26 de septiembre de 2007: si la empresa avisa previamente, el Tribunal Supremo considera que sí puede espiarse el correo laboral (www.kriptopolis.org).