«¿Qué hace la poesía?» Se pregunta (el poeta) Osvaldo Costiglia. Y sigue preguntando «¿qué va a decir por lo no dicho?» Y Sting canta «para todos aquellos nacidos bajo una estrella airada / no vaya a ser que olvidemos cuán frágiles somos». Lo no dicho aparece en acto, y de facto se instala no en […]
«¿Qué hace la poesía?» Se pregunta (el poeta) Osvaldo Costiglia. Y sigue preguntando «¿qué va a decir por lo no dicho?» Y Sting canta «para todos aquellos nacidos bajo una estrella airada / no vaya a ser que olvidemos cuán frágiles somos».
Lo no dicho aparece en acto, y de facto se instala no en el debate sino en la condena persecutoria de quienes nombran a la democracia para violarla en cada pronunciamiento, al confundir el hombre con la idea. Llevan al extremo lo que en lógica sería impugnado por falaz (aunque lo lógico es un escándalo).
La interpretación de un discurso puede ser en sí misma sintomática. La lectura que el fiscal Moldes hace de los dichos de Esteche ¿es «real» o está en los bordes de lo enfermizo? Margarita Stolbizer ¿qué dice cuando asevera que Esteche es peligroso? Allí se pone el lugar vacío y el juego de los fantasmas (en el estricto sentido psicoanalítico). Los democráticos estudiantes universitarios de la Franja Morada ¿qué acto último deparan al pretender despojar de su cargo docente a alguien porque no comulgan con una opinión de ese alguien? ¿No ingresan en un peligroso recorrido de camisas negras? (¿está bien preguntarse esto? ¿o son fantasmas?).
Juegan el perverso partido de la difamación y el plusvalor político que les significa acomodarse a las lógicas de la razón cínica. Así se subvierte todo acto, todo discurso, toda lógica. A la prospectiva político-económica de lo que sería un gobierno de Cambiemos la propaganda la llamó «campaña del miedo». Esos mismos que argumentaban que de lo que se trataba era de «campaña del miedo», ahora nos dicen que debemos tenerle miedo a Esteche.
Fiscales azorados corren a carpetear, jueces se encargan de desempolvar retorcidas doctrinas que contradicen el derecho, políticos que su único valor es no tenerlo aprovechan para realizar la denuncia -sin sentido- diez mil, y cierta militancia universitaria construye muros interiores pero se horroriza del triunfo de Trump (como consuelo de pensarse lo que no son).
En este mundo subvertido que han ido creando, cuando enuncian a lo que debemos temer me hace sospechar, de la misma forma que cuando guardan silencio o nos dicen que en algún semestre de nuestras vidas lloverá la felicidad… Lo único que sabemos es que «caerá en la tierra / una lluvia sin fin / un gran diluvio / que apague el dolor / de tanta muerte y desolación / y fertilice nuestra rebelión».
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