M.H.: ¿Cuál es la situación de los edificios escolares de la Provincia de Buenos Aires? G.C.: La preocupación que tenemos es muy grande, son alrededor de 800 escuelas las afectadas. M.H.: O sea que seguimos igual que hace 15 días. G.C.: Sí. Justamente estamos visitando en lo cotidiano las escuelas afectadas en La Matanza y […]
M.H.: ¿Cuál es la situación de los edificios escolares de la Provincia de Buenos Aires?
G.C.: La preocupación que tenemos es muy grande, son alrededor de 800 escuelas las afectadas.
M.H.: O sea que seguimos igual que hace 15 días.
G.C.: Sí. Justamente estamos visitando en lo cotidiano las escuelas afectadas en La Matanza y en estos 20 días, desde la muerte de los compañeros Sandra y Rubén, que fue cuando vimos el límite de la situación a la que nos estábamos exponiendo nosotros y a nuestros alumnos, se hicieron asambleas y junto con los padres al evaluar que había incertidumbre en relación a la electricidad o a posibles filtraciones con el gas, se suspendieron las clases. En muchísimos distritos.
M.H.: Yo hago un panorama político sindical semanal, hice un relevamiento del tema y en determinado momento lo abandoné porque me di cuenta que se iba a tornar una nota interminable de la cantidad de situaciones que se dan solamente en la provincia de Buenos Aires, porque después descubrí situaciones parecidas en Jujuy, en Mendoza y denuncias de todo tipo.
G.C.: Porque lamentablemente este es un problema nacional. Nosotros hace mucho tiempo que estamos planteando que es necesario que el Estado se vuelva a hacer responsable financiero de la educación, por eso siempre hablamos de la renacionalización del sistema educativo porque lamentablemente desde los ´90 en que se comenzó con la descentralización, no solo en términos de diseño curricular, o sea en relación al esquema y estructura de la escuela, sino también lamentablemente en relación al financiamiento del que pasó a hacerse cargo cada provincia en relación a su presupuesto y cuando además ha aumentado la pobreza, la cantidad de alumnos, la obligatoriedad de la escuela secundaria, hace que haya crecido la demanda en relación a los edificios y a todo. Con la misma plata se quiso seguir financiando la escuela y hoy lamentablemente estamos viendo las consecuencias de todo eso.
M.H.: Las fotos son pavorosas. En mis años de niñez y juventud nunca me ha tocado vivir lo que se ve hoy en las fotos. El jueves 23 va a haber una reunión en La Plata, una nueva convocatoria por el tema paritario, supongo que el tema edilicio no va a estar al margen del debate.
G.C.: Quiero pensar que el Frente de Unidad Docente Bonaerense lo va a poner sobre la mesa. Hoy lo hablábamos con compañeros de distintas escuelas.
M.H.: Me preocupa porque he recabado información y solo se habla de una convocatoria para volver a discutir el tema salarial.
G.C.: Claro. Es así. Por eso digo que nosotros al menos estamos insistiendo que a nivel de los gremios, más allá de la definición que tenga el gobierno de la provincia, creemos que es obligación en este caso tanto de Suteba como de la Federación docente bonaerense, plantearlo en el mismo nivel que el problema salarial. Porque si no se destina una partida extra para el tema de los edificios, estamos en una situación de un callejón sin salida.
M.H.: Es un debate que va a llevar su tiempo el de la renacionalización que planteás pero la situación edilicia requiere una salida urgente. ¿Cuántos alumnos están sin clases a nivel provincial?
G.C.: A nivel provincial son 800 escuelas así que un 40% está sin clases, además la mayor parte de las escuelas están ubicadas en el conurbano bonaerense, todo lo que es Tigre, San Fernando, Ituzaingó, La Matanza, son los distritos más poblados. Por eso en todas las reuniones a las que asistimos con la Unidad de ejecución de gestión ejecutiva que se crea en cada distrito, con las autoridades tanto municipales como los representantes de la provincia, insistimos en que se tiene que declarar la emergencia edilicia y el gobierno de la provincia tiene que generar los fondos necesarios en función de esa emergencia.
En La Matanza se ha comprometido el municipio a que el día jueves van a dar tratamiento a la declaración de la emergencia edilicia. O sea que el Consejo Deliberante lo va a hacer pero no tiene que ser solo una declaración, se tiene que hacer en concreto. Se necesita que la provincia cumpla con lo que firmó en enero. Se hizo un acuerdo a principios de año firmado por todos los municipios y la gobernación donde ya en ese momento se planteaba que el 50% que correspondía a los fondos de educación se iba a hacer cargo la provincia y el otro 50% tenía la obligación cada municipio a través del fondo educativo de responsabilizarse de los arreglos menores. Lamentablemente estamos en agosto y nada de esto se ha hecho.
M.H.: ¿Cuál es la actitud de las autoridades provinciales y municipales frente a la situación? Porque en 20 días no han solucionado absolutamente nada.
G.C.: Efectivamente. La Gobernadora a los pocos días de la muerte de los compañeros lo único que hizo fue reunir a los gasistas matriculados y los mandó a las escuelas afectadas para que corten el gas. Entonces muchas escuelas que hoy tienen suspendidas las clases, lo primero que te dicen los directivos es que no pueden dar de comer porque retiraron el medidor de gas.
Esa fue la solución, cortar el gas. Es increíble, uno lo podría pensar como arreglo de emergencia y hacer un plan de contingencia. Pero no es así. Retiraron el medidor y desaparecieron.
M.H.: En General Rodríguez el 90% de las escuelas están cerradas y justamente una federación que agrupa a gasistas matriculados se negó a hacer lo que estás contando y entonces apelaron a gasistas del municipio, con este objetivo de bajar las llaves y suprimir el gas.
Pero no es solamente el gas porque casi se electrocutan dos maestros en estos días, hay situaciones relacionadas con el tema de las cloacas también. Se hundió en un patio un camión que mandaron para limpiar las cloacas de una escuela. Son una serie de temas, el gas es uno más.
G.C.: O las filtraciones. Nosotros insistimos en que hay tres problemas urgentes: el gas y la electricidad también. En una escuela de Ramos Mejía que es muy grande y de muchos años, donde además de tener que arreglar la caldera, se dieron cuenta de que el sistema eléctrico no funcionaba, cuando quisieron enchufar máquinas para empezar a trabajar, el disyuntor enseguida les hizo saber que había un corto circuito en algún lugar porque se apagó todo. Tuvieron que empezar el cableado nuevamente. Ese es el problema, ante la falta de mantenimiento de años.
Desde diciembre del 2015 no hemos recibido un plan de obra
M.H.: Pero no es un problema solo de esta administración.
G.C.: No. Es un problema de años. Nosotros en La Matanza hace años que venimos detrás de esta cuestión de infraestructura. Lo que sí aclaramos, es que si bien es un tema añejo que lleva varios gobiernos, en esta gestión en particular lo que nos ha pasado es que desde diciembre del 2015 hasta la fecha no hemos recibido nunca un plan de obra.
Antes pedíamos cien y nos daban dos o tres escuelas, que empezaban a construir después de mucha lucha, acá hay una larga experiencia de escuelas que han tenido que cortar la ruta, nada vino de arriba, pero al menos alguna que otra cosa se conseguía. Pero desde diciembre de 2015 esto no sucede.
Lo último que tuvimos fue esta reunión de la que nos fuimos esperando que se hiciera algo y nos fueron trasladando las licitaciones, mes a mes, hasta que estalló esta situación donde las comunidades están muy firmes planteando que hasta que no se vea que realmente hay alguien haciendo algo, una empresa constructora dando solución, los padres no quieren mandar a sus hijos a la escuela.
M.H.: Esperemos que esta reunión que se va a dar en el día jueves en el ámbito paritario en la ciudad de La Plata permita encontrar alguna luz para los cientos de miles de niños que están sin clases hace casi un mes y no porque los docentes hacen huelga.
G.C.: Nosotros creemos que esa es una definición política que la gobernadora está llamada a tener porque en este momento no puede estar definiéndose que se reduzca el gasto público a través de quitarle los subsidios a la educación pública y a la salud. Nos parece que lamentablemente estos mandatos del FMI en relación a salud y educación no pueden ser a nuestra costa, al revés, primero se tienen que arreglar la educación y la salud como dos elementos fundamentales de un país.
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