El pasado viernes 6 de mayo a la madrugada murió Gerardo Bavio. Nacido en Salta el 23 de febrero de 1926. Se recibió de Ingeniero Civil en la Universidad de Córdoba. En 1962 fue contratado por el Ministerio de Industrias de Cuba, a cargo de Ernesto Che Guevara. Se desempeñó como profesor en la Universidad […]
El pasado viernes 6 de mayo a la madrugada murió Gerardo Bavio. Nacido en Salta el 23 de febrero de 1926. Se recibió de Ingeniero Civil en la Universidad de Córdoba. En 1962 fue contratado por el Ministerio de Industrias de Cuba, a cargo de Ernesto Che Guevara. Se desempeñó como profesor en la Universidad de La Habana. A principios de los ´70 milita en la organización Montoneros. El 25 de mayo de 1973 es designado Intendente de la ciudad de Salta. Fue detenido durante la gestión de Isabel Perón. Liberado en febrero de 1975 constituye la Junta Promotora del Partido Peronista Auténtico junto a ex gobernadores, Andrés Framini, Armando Cabo y otros. Dado el golpe genocida permanece en Argentina hasta mayo de 1978. Parte al exilio en México, allí suscribe un documento crítico a la conducción de Montoneros junto a Jaime Dri y Miguel Bonasso, entre otros. Se desempeña en la Universidad Autónoma Metropolitana hasta 1990 en que regresa a Argentina siendo designado asesor legislativo de la Cámara de Diputados de la Provincia de Tucumán. En 2008 es nombrado Profesor Honorario de la Universidad Nacional de Salta. Actualmente reside en Tucumán. Publicó su obra testimonial Huellas de la Memoria. Historia, vivencias y reflexiones sobre el siglo pasado y El peronismo que no fue. La (otra) otra historia junto a Mario Hernandez.
Para recordarlo reproducimos la Presentación de este último.
Presentación
Gerardo Bavio, nacido en la ciudad de Salta el 23 de febrero de 1926. En 1946 inicia sus estudios en la Facultad de Ciencias Exactas en la ciudad de Córdoba, donde en 1953 se recibió con el título de ingeniero civil, en 1962 es contratado por el Ministerio de Industria de la República de Cuba a cargo de Ernesto «Che» Guevara, donde se desempeña hasta noviembre de 1963.
Durante su estadía en Cuba se desempeña como profesor de la cátedra de termodinámica en la Universidad de La Habana. Participa en la campaña por la restitución de la democracia sin proscripciones en la década del ’70, creando en Salta el Comando Tecnológico Peronista. Participa en la campaña electoral de 1973. Asumió como Intendente Municipal de la capital salteña el 25 de mayo de 1973 y permaneció en el cargo hasta el 15 de febrero de 1974. En noviembre de ese año es detenido por el Poder Ejecutivo Nacional, en diciembre es trasladado de la cárcel de Villa las Rosas en Salta a la de Villa Devoto en Buenos Aires y liberado en febrero de 1975. En ese año es uno de los fundadores del Partido Peronista Auténtico. En mayo de 1978 logra salir del país e inicia un largo exilio en México, un año y meses en España, luego otra vez en México y Cuba hasta regresar al país en enero de 1990, donde se desempeñó como asesor legislativo en la Cámara de diputados de la provincia de Tucumán. Desde ese período hasta hoy retoma su afición por la plástica realizando varias exposiciones de pintura en Tucumán, Salta y Buenos Aires.
Esa es la persona que vamos a entrevistar. Gerardo Bavio, ingeniero, militante montonero, 86 años, con quien tuve el gusto de compartir a comienzos de los 2000 la redacción de la revista La Maza, de la cual era coordinador y Gerardo participó de su Consejo de redacción. Lo conocí a través de Juan Carlos Cena, en la que fuera la presentación en Tucumán de la revista, donde Gerardo fue un poco nuestro cicerone y también nos ayudó a tomar contacto con la Unión de Trabajadores Desocupados (UTD) de Gral. Mosconi (Salta), que derivó en un suplemento especial de la revista sobre ese movimiento, allá por octubre/noviembre de 2001.
M:- Buenos días Gerardo, el pasado 11 de marzo se cumplió un nuevo aniversario de la desaparición del gobernador Miguel Ragone, del que fuiste intendente en la capital de Salta, ¿podrías relatarnos cómo está esa causa y desarrollar cuál fue tu actividad en ese período?
G:- Empecé el 25 de mayo de 1973 junto con el ascenso de Cámpora al gobierno y de Ragone a la gobernación de Salta, en esta etapa la Municipalidad dependía del Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado provincial. Así que fui designado como intendente ya que formaba parte del equipo de trabajo y de política de Ragone. Colaboré con Ragone en una etapa inolvidable durante el año 1973, en esa mezcla de avance, de euforia y al mismo tiempo de lucha, de retrocesos también. Lo que pasó en todo el país y que lo vivimos en Salta con Ragone, que ya estaba siendo cuestionado por la ultraderecha del peronismo.
M:- Tengo entendido que la que pide tu destitución es la presidenta Isabel Perón.
G:- Claro, es intervenida la provincia de Salta en noviembre de 1974 por el gobierno de Isabel Perón. Ya habían empezado a cuestionarlo así como al gobierno de Cepernic en Santa Cruz, el de Martínez Vaca en Mendoza, ya los habían defenestrado, intervenido, también a Obregón Cano en Córdoba, etc. Es decir, fue una etapa muy negativa, junto a la violencia desatada por el comienzo de la acción de la Triple A en todo el país; recordemos la muerte de Ortega Peña, la muerte del Padre Mugica, de Atilio López, etc. Todos ellos y una cantidad de víctimas, dos mil muertos trajo como consecuencia ese año entre 1974-75.
En Salta sufrimos el asesinato de Rubén Fortuny, jefe de policía de Ragone que fue asesinado en la plaza a eso de las 11 de la noche. Son todas esas historias tremendas, amenazas de la Triple A contra todos los que representábamos la línea más avanzada de lo que llamaban «La Tendencia», de los que queríamos un peronismo de avanzada sobre las estructuras de poder.
Hubo un hecho muy importante, el intento de toma de la Casa de Gobierno en 1973 que fracasó porque la gente salió a la calle a apoyar al gobierno de Ragone.
Ragone era una figura con el total respaldo del pueblo, era indudable; tenía un poder sobre las masas que lo apoyaban y una visión muy clara. Con algunos errores, por supuesto, que compartíamos todos, porque creíamos que el año 1976 iba a ser año de elecciones.
Esa es la memoria que tengo de este hombre que era el médico del pueblo, y que contaba con el apoyo de todas las bases que dirigían prácticamente los sectores más combativos del peronismo y de las fuerzas populares de Salta.
M.- El hecho de la toma de la Casa de Gobierno, se realiza luego de una misa en memoria de José Ignacio Rucci, que había sido asesinado el 25 de septiembre de 1973. Hoy se cumple un aniversario del nacimiento de Rucci.
G:- Bueno lo de Rucci fue un error político muy grande, además de lo que significa el atentado personal en la política, porque no podemos apoyar la idea de que atacar a la burocracia significa matar burócratas. Eso fue una barbaridad, fue enfrentar directamente a la figura de Perón, fue restarle apoyo popular a las masas, a las posibilidades de diálogo con otros sectores, que si bien no eran cercanos a nuestro pensamiento, por lo menos podía llegarse a acuerdos o negociaciones. Fue un error político que terminó enfrentando a la Tendencia Revolucionaria con el mismo Perón y eso fue un error.
Al intento de toma de la Casa de Gobierno lo vivimos estando dentro y cerca del despacho de Ragone, quien supo enfrentarse con sangre fría, él se mantuvo dentro de su despacho.
Cuando ya se enteraron las bases de lo que pasaba, llegó la afluencia de la gente de los barrios que prácticamente colmaron la plaza frente a la Casa de Gobierno. De manera que los insurrectos quedaron encerrados dentro y tuvieron que pedir por favor a Ragone que les garantice la salida, porque no tenían más remedio que salir a la calle y enfrentarse con una multitud que apoyaba a la figura del gobernador. Ese es un hecho imborrable que guardo en la memoria. La sangre fría de Ragone, su capacidad, cómo los insurrectos pedían la intervención de las Fuerzas Armadas, hasta que llegara la intervención del gobierno nacional porque decían que había un vacío de poder. Y no era cierto, Ragone estaba en su despacho y nunca lo abandonó. Se comunicó con el ministro Benito Llambí, que lo llamó para ver si estaba en su lugar y él contestó tranquilamente diciéndole «estoy acá en mi despacho, y no lo voy a abandonar, y no se preocupe porque esto se resuelve pronto». Y sí, a los pocos minutos la plaza al frente de la Casa de Gobierno estaba llena de una multitud en apoyo a Ragone.
M:-Gerardo, cuando hice tu presentación comenté que en 1962 fuiste contratado por el Ministerio de Industria de la República de Cuba y allí tuviste la oportunidad de conocer a Ernesto Che Guevara.
G:- Sí. Hicimos un viaje con un compañero en junio de 1962, ahí pudimos entrevistarlo al Che Guevara. Fue un momento emocionante, eran como la una de la mañana en el despacho, que era la hora en que él volvía a cerrar algunos papeles. Lo esperamos y ahí tuvimos una charla como de una hora, fue cuando me invitó a que me quedara en el Ministerio de Industria, en mi área, que era la de energía.
M:- ¿Recordás de qué hablaron con el Che?
G:- Hablamos de qué pasaba Cuba en ese momento, cuál era la importancia de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), después de la renuncia obligada, expulsión prácticamente de Escalante, que se había transformado en una especie de «Stalin de pacotilla» para decirlo de alguna manera, que quería manejar el Partido dejando de lado al Movimiento 26 de julio y una cantidad de sectores populares que apoyaban a la revolución.
Después hablamos de la Argentina, y entonces el Che tuvo palabras de comprensión acerca de lo que representaba en la Argentina el movimiento peronista. Lo mencionó a John William Cooke como un hombre que realmente representaba un movimiento popular importante.
M:- En ese momento John William Cooke vivía en Cuba, ¿verdad?
G:- Sí. Al día siguiente tuve una entrevista con Cooke y trabajé con él y con Alicia Eguren fundamentalmente haciendo política. La acompañaba mucho a Alicia, porque a veces «el Bebe» Cooke, como le decíamos, estaba pegado a su máquina de escribir produciendo incansablemente todo lo que hemos leído de él, entonces no podía ir a algunas reuniones y yo la acompañaba. Fue imborrable todo ese período, con ese ser extraordinario que fue John William Cooke, una persona de una capacidad, un conocimiento y una formación extraordinaria que lamentablemente murió temprano.
M:- Yo tengo entendido que vos seguís trabajando en política, a pesar de tus 86 años, en el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana, filial Tucumán.
G:- Sí, yo estoy trabajando con ése y otros grupos. Prácticamente es una militancia en el área de Derechos Humanos, y además estoy por publicar un libro de memorias, que se va a llamar Huellas de la memoria a través de la Universidad Nacional de Salta.
M:- Me gustaría compartir ese momento contigo, siempre recuerdo la conferencia que hiciste en oportunidad de la presentación de la revista La Maza en Tucumán que me llevaste por las radios, por la televisión, que preparaste aquella exposición en la Facultad de Filosofía y Letras, luego, al año siguiente organizando la llegada de James Petras a la Universidad y al teatro.
G:- Interesantísima la presencia de James Petras en Tucumán.
M:- También recorrieron los talleres de Tafí Viejo.
G:- Claro, ese era el reclamo más importante en ese momento, ya se habían cerrado los talleres, los reclamos por la reapertura, y lo que falta cumplir todavía que es la rehabilitación de los ferrocarriles, porque se habla mucho de los ferrocarriles ahora, y yo siento una cierta frustración porque se habla de los ferrocarriles de Buenos Aires y del conurbano, que hay que reconstruir y que hay que mejorar, pero no de la reconstrucción de los Ferrocarriles Argentinos que cubrían casi 45.000 km del país y que es un tema, que no digo que lo tengamos que resolver de un día para otro, no se puede, pero sí que haya un proyecto de rehabilitación de los ferrocarriles con intervención directa del Estado.
M:- ¿Sabés que el último tren que corrió al interior fue un 10 de marzo de 1991?
G:- Que fue para Mendoza y Cuyo, ¿no?
M:- Así es. Gerardo quería preguntarte, ya que estamos haciendo efemérides, y hay una muy importante, el 11 de marzo de 1973, y también el de 1949 cuando se promulga la Constitución. Te pregunto esto porque he leído que insistís mucho en este momento en la falta de un proyecto nacional, a pesar de que has apoyado al gobierno kirchnerista en una serie de medidas, hablás de la falta de un proyecto nacional, que entiendo representaba la Constitución de 1949, ¿esto es así?
G:- Así es, uno de los puntos fundamentales de esa Constitución era el artículo 40 que hablaba de la propiedad de la Nación sobre todos los bienes, la energía, el subsuelo, la minería, etc. Todo eso está, como decía Scalabrini Ortiz, era un cachetazo contra la oligarquía, es importante rehabilitar eso y muchas otras partes de la Constitución de 1949, cuando ubica la propiedad con sentido social y la función social de la propiedad, es uno de los temas que se mencionan y que son coincidentes con las pautas programáticas que votó el pueblo el 11 de marzo de 1973. Todo eso representa la falta de un proyecto nacional, yo sé que la cosa se mueve en sectores del gobierno que tratan de abrir camino a un proyecto de transformación estructural de la Nación y es de las cosas que faltan por hacer y por plantear.
M:- Quería también hacer referencia a que fuiste nombrado profesor honorario de la Universidad Nacional de Salta en 2008 y que tuviste una vasta actividad docente en la Universidad Autónoma en México en donde estuviste exiliado durante muchos años.
G:- Sí, la mejor parte de mi exilio fue mi participación en la Universidad Autónoma Metropolitana de la unidad Xochimilco. Ahí trabajé durante 3, 4 años antes de regresar. Inclusive estuve un tiempo en Cuba otra vez, trabajando en un Instituto de educación superior que se llama el ISBI por un convenio con la UAM de Xochimilco. Ahí con otros profesores mexicanos y argentinos estuvimos trabajando en Cuba, otra experiencia interesante que merece ser analizada con un sentido crítico, estoy escribiendo para dejar algo de eso para después.
M:- ¿Cuándo te alejaste de Montoneros?
G:- Mi alejamiento de Montoneros tuvo lugar en diciembre de 1979, con un grupo de compañeros que fuimos muy críticos a la evaluación que se hacía de los resultados de la contraofensiva que fue el aniquilamiento de nuestra fuerza, de nuestro sector, estaba mal pensada. Ya veníamos haciendo críticas, desde la etapa del asesinato de Rucci en adelante, contra una orientación militarista de la organización Montoneros y un alejamiento de las bases sociales. Es muy complejo hacer una crítica ahora, hay que tener en cuenta que el terrorismo de Estado fue tremendo durante la dictadura militar.
M:- Por supuesto. Y también vos tuviste una participación en la creación del Partido Peronista Auténtico, en 1975 si mal no recuerdo.
G:- En los primeros meses, febrero, marzo de 1975 me incorporaron a la Junta Promotora del Partido Peronista Auténtico. El 11 de marzo hubo un congreso de puesta en marcha del partido en el restaurante «Nino». Ahí nos juntamos y me pusieron de miembro de la Junta Promotora junto con Oscar Bidegain, Andrés Framini, Armando Cabo, Jorge Cepernic, Alberto Martínez Vaca, Lombardich, quien era un ingeniero de Córdoba y otros. Esa fue una etapa interesante y si hay tiempo yo puedo mencionar un hecho también histórico, que fue una reunión que tuvimos en Salta, con Ragone, en setiembre de 1975.
M:- En la casa de tu mamá ¿verdad?
G:- Vos capaz te acordás más que yo. Fue ahí justamente la reunión entre Ragone, Martínez Vaca, Cepernic, Villamayor, José Raye, Elisa López, una cantidad de compañeros que formaban parte del equipo de apoyo que tenía Ragone en esa etapa, con la esperanza de que pudiera seguir la política avanzando en 1976. Estábamos equivocados todos, pensábamos que podíamos hacer política, y que iba a haber elecciones. Eso por supuesto no sucedió, lamentablemente fue la última vez que vi a Ragone, porque después, el 11 de marzo, tuvo lugar su secuestro y desaparición.
M:- Contame un poquito del juicio, que lo mencionamos al comenzar la charla y abandonamos el tema.
G:- El juicio está bien encaminado, como todas las cosas de la justicia, un poco lenta, pero tengo entendido, aunque no estoy enterado de las últimas noticias al respecto, que está bien encaminado. Justamente un hijo mío que es juez federal en Salta tiene en sus manos este juicio, y está trabajando en los organismos de derechos humanos, ayudando mucho dentro de lo que es el esquema de la justicia, que debe ser imparcial, etc. Pero, creo que se están moviendo bien las cosas, hay cada vez más evidencias de lo que fue la estructura de mando del Ejército, es decir, que la culpabilidad fue de la cadena de mandos, ahí están enjuiciados el comisario, el general Gentil y el ex coronel Mujol que era jefe de la guarnición militar de Salta en esa época. Ellos son los responsables indirectos de lo que pasó. Y además hay investigaciones sobre los autores materiales de la desaparición de Miguel Ragone.
Ahí mismo están las declaraciones de una testigo que fue baleada para ser eliminada y evitar que atestigüe, pero no lo lograron. Era una empleada de una oficina que queda en frente y vio cuando lo secuestraban a Ragone y declaró. Hay otras declaraciones que han ido apareciendo con posterioridad y además está el testimonio que declara que hubo un área liberada por orden de la estructura de mando, o sea, del Coronel Gentil a cargo de la Jefatura de policía y del Coronel Mujol, a cargo de la guarnición Salta.
Fueron 24 horas de zona liberada, suspendieron todos los controles para que pudieran actuar los Grupos de Tareas que fueron a cometer el secuestro de Ragone.
M:- O sea que la represión y la masacre no empezó el 24 de marzo de 1976.
G:- No, claro. Esto sucedió el 11 de marzo, y después vino una secuela de caídas, la misma noche del 24 de marzo hubo muchas muertes, entre ellos el Mayor Alberte, por ejemplo. En Tucumán Isauro Arancibia.
M:- Arancibia, maestro y uno de los fundadores de la CTERA. Además, los fusilados de Las Palomitas, el 6 de julio de 1976, que habían sido detenidos durante la intervención federal en el caso de Salta.
G:- Claro, fueron detenidos y puestos a disposición del Poder Ejecutivo. Yo también estuve detenido con ellos, pero pude liberarme antes porque un tío mío de influencia, logró sacar un grupo de presos entre los que estaba yo. Fui liberado el 23 de febrero de 1975. Por eso me pude hacer cargo del Partido Peronista Auténtico.
M:- Gerardo, estuviste en la fundación de la Cátedra de Pensamiento Latinoamericano en la Universidad de Tucumán. ¿Sigue funcionando ese emprendimiento?
G:- Yo ya no tengo contacto, voy a todos los actos, pero no sé si ese foro sigue funcionando.
M:- ¿Qué significado tuvo para vos que te hayan nombrado en la Universidad Nacional de Salta como profesor honorario?
G:- Yo estoy muy agradecido con los compañeros de la Universidad de Salta, en especial con la rectora de aquella etapa que es la Ingeniera Stella Maris Pérez de Bianchi, una docente muy importante y que tiene una concepción de la Universidad muy cercana a la que hemos manejado durante años en la UAM de Xochimilco, y también con otros compañeros de las Universidades Nacionales, con los que nos falta mucho por hacer. Es un tema de estudio la transformación de la Universidad actual hacia la Universidad del siglo XXI. Todavía tenemos la herencia de lo que fue el siglo XX en la Universidad Argentina, que fue tremendo por el retraso que significaron las dictaduras militares, los gobiernos conservadores, los modelos tradicionales obsoletos que siguen vigentes a pesar de que hay grupos importantes que están tratando de dar una lucha para pensar la Universidad y cambiarla.
M:- ¿Para cuándo Huellas de la memoria, historia de vivencias y reflexiones del siglo pasado?
G:- Eso es un misterio, porque como dicen los mexicanos «Tú diles que sí, no digas cuándo». Posiblemente sea dentro de un par de meses. Está en la última etapa de correcciones, están editándolo y ya me han dado el trabajo completo corregido. De manera que está en período de comenzar su edición.
M:- Bueno te agradezco la comunicación, espero estar presente para la presentación de tu libro.
G:- Gracias a vos y a todos los compañeros.