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Debate internacional en Bolivia sobre gobiernos progresistas

«Hay que ofrecer una alternativa de poder»

Fuentes: Rebelión

Luis Tapia-CIDES: el del MAS es el proyecto capitalista más agresivo de la historia boliviana. El país se des-industrializa y depósitos en bancos muestran como crece la desigualdad. Es limitada la redistribución de la renta fiscal, dice el CEDLA. ‘Vivir Bien’, «tuvo y tiene un propósito político electoral». Lo más grave es el envilecimiento del ejercicio del poder, dice el rector de la UMSA. Fustiga la criminalización de la protesta social.


 

 

 

 

Además de la corrupción, el autoritarismo y la no independencia de poderes, las realidades de Bolivia, Ecuador, Venezuela y Argentina, entre otros siete países sudamericanos con gobiernos denominados «progresistas», presentan rasgos comunes y frustraciones que deben obligar a la organización para plantear respuestas efectivas ante las distorsiones de la democracia.

La reflexión y llamado corresponden al rector de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Waldo Albarracín, quien este viernes 2 participó en el seminario internacional sobre el fin de ciclo de este tipo de gobiernos caracterizados, según la investigadora argentina Maristella Svampa, por la estigmatización de la protesta y la espiral extractivista.

Otro problema común es el tema mediático, destacó por su parte el rector de del mayor centro de estudios superiores de Bolivia. «En nuestro países ni siquiera los medios se autorregulan sino que se autocensuran, que es lo mismo, por razones de publicidad y miedo a acciones represivas, de manera que se coarta un derecho constitucional como es la libertad de prensa y de expresión».

Albarracín amplió después a la prensa los términos de su llamado a la acción para definir posiciones políticas y respuestas «que nuestro pueblo exige en un esfuerzo para democratizar nuestras democracias».

«Inteligentemente, desde estos gobiernos a la gente de izquierda la han orillado. Y todo el que se opone es de ‘derecha’; los mezclan. Pero ellos tienen la obligación de reclamar su plena identidad y no permitir que finalmente la derecha retome la posta», dijo.

¿Organizarse por ejemplo el referéndum re-eleccionario?, se le preguntó. «No sólo eso, sino más allá de esta coyuntura. Ofrecer una alternativa de poder para que el verdadero proceso de cambio funcione».

PROTESTA SOCIAL Y ENVILECIMIENTO DEL PODER

«Cuando entré parece que se estaba refiriendo a la realidad de Bolivia, pero estaba hablando de Ecuador», ironizó Albarracín en referencia a la exposición de Alberto Acosta, ex presidente de la Asamblea Constituyente ecuatoriana, quien a su vez denunció el «Estado dictatorial» en su país, el consumismo como herramienta política oficialista y el enfrentamiento del gobierno de Rafael Correa con la izquierda y los movimientos sociales debido a la falta de transformación estructural.

«Transcurrido el tiempo, la esperanza de ir más allá, a instancias superiores en la construcción países de iguales verdaderamente, con fortaleza democrática, respeto a los derechos humanos, transparencia en el manejo de la cosa publica y más justa y equitativa distribución de riqueza; es ahí donde hemos empezado a tener frustraciones».

Lo más grave es el envilecimiento en el ejercicio del poder, subrayó el Rector igual que en las dictaduras militares o los regímenes neoliberales.

«Con un gobierno de izquierda se tenía esperanza de que sea distinto», pero no hay independencia de poderes, ni medidas para erradicar la corrupción, ni política de erradicar el viejo caudillismo que lleva al autoritarismo, advirtió el también ex Defensor del Pueblo.

«También es evidente que los sectores históricamente privilegiados se han vuelto más ricos. Pregúntenle a la oligarquía cruceña: no hay conyuntura más contundente que la actual donde ha ganado más que con los gobiernos anteriores».

Entre otros fenómenos de la realidad boliviana Albarracín señaló la presencia ni siquiera mimetizada de «paramilitares, grandes estrellas de la dictadura y conservadores involucrados en los actuales gobiernos» y «el vicio de dividir ente buenos y malos: ‘estás conmigo o contra mi, como no te sometes a mi discurso eres de la derecha’, por lo que los intelectuales bolivianos, por decir su palabra, su verdad y reclamar a nombre del pueblo se han convertido en ‘derechistas-enemigos’ del proceso de cambio»

Se está satanizando la forma distinta de pensar y decir la verdad o poner el dedo en la llaga, agregó el Rector

Calificó como otra desgracia común la criminalización de la protesta social a la que recurre el gobierno como forma mas» inteligente» de represión utilizando el órgano jurisdiccional, Fiscalía y Ministerio Público para convertir en delincuente al que protesta y dice la verdad encarcelándolo no como preso político sin posibilidad de asilo, con lo que «cierra bocas e impone bozales a través de mecanismo legal, tipificando como delito cualquier acción contestataria que venga de la sociedad civil».

Fustigó asimismo el uso de las organizaciones sociales para objetivos político-partidarios, y el sometimiento de las que se resisten por medio de la extinción, la represión o la división «a través de personas para gubernamentales, organizaciones paralelas con dinero e infraestructura»

«Bajo la tipificación de gobiernos progresistas, hay otros sectores otrora neoliberales que están con el cuchillo bajo el poncho» en su intento de controlar directamente el poder, por lo que «es deber de los izquierdistas organizarse y plantear propuestas; no se trata de acusar y dejar que las cosas pasen, no sólo es debate y critica sino actuación, este tema nos debe mover a todos», concluyó.

EL GOBIERNO MAS CAPITALISTA

Durante el seminario que aludió también a los gobiernos de Uruguay, Brasil y Chile, Edgardo Lander, de la Universidad Central de Venezuela anticipó, según encuestas en medio de la profunda crisis que atraviesa su país, el triunfo de la oposición en el revocatorio planteado para el presidente Nicolás Maduro.

El evento fue organizado por el Postgrado en Ciencias del Desarrollo (CIDES) de la UMSA y el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), junto la facultad de Ciencias Sociales y la carrera de Comunicación.

El coordinador del CIDES, Luis Tapia, sostuvo que por diversas vías el gobierno está reproduciendo el momento constitutivo del colonialismo interno en Bolivia, que es la transformación de pueblos agrarios en pueblos extractivistas.

«Era la perspectiva de un Estado plurinacional empezar a revertirlo, pero de manera contradictoria hoy estamos viviendo más bien la recreación intensificada de esto con un agravante: no es la burquesía criolla, plebeya o moderna que dirige sino un partido de origen campesino es decir, de sujetos que vienen de matrices culturales aymara y quechua sobre todo, y hoy tienen el proyecto capitalista más agresivo de toda nuestra historia», dijo.

Para Tapia, ello ha implicado el desconocimiento de las organizaciones indígenas y el reciclaje de algunos elementos del tiempo de la dictadura como la idea del enemigo interno que formó parte de la doctrina de seguridad nacional.

«El gobierno caracteriza al CIDOB y Conamaq (organizaciones indígenas del oriente y occidente) como enemigo interno; eso implica un fuerte componente de geopolítica imperialista interiorizado por el MAS, además de otro componente racista. Lamentablemente hemos entrado en una fase donde el conjunto de contenido de clase del boliviano evidentemente muestra que se trata de sujetos capitalistas con un proyecto capitalista anticomunitario».

Agregó que la confederación sindical campesina está subordinada a la estrategia económica de la vieja clase dominante y esto lo ha operado el MAS.

«Hoy tendríamos una composición de clase heterogénea donde esta presentes la nueva burocracia sindical, la CSUTCB de campesinos del 52, ya capitalistas, que han expandido su control de la propiedad de la tierra y hoy quieren controlar mas tierras ocupando territorios comunitarios porque el gobierno ha negociado con los terratenientes que no habrá reforma agraria».

CRECE LA DESIGUALDAD: CUENTAS POR MAS DE $US10.000

Carlos Arze, del CEDLA, desvirtuó uno tras otro los principales logros del gobierno, en especial la nacionalización de los hidrocarburos, donde la gran parte de producción de petróleo y gas está en manos de las transnacionales, aseveró, no hay industrialización petrolera con las postergaciones de plantas petroquímicas y el proyecto del litio se debate en fases de química básica.

Con casi el 82 % de exportaciones de materias primas, «la desindustrialización creciente», aseguró.

Ejemplo actual del incremento de la desigualdad en la distribución de los recursos, es, dijo el investigador del CEDLA, la crecida de los depósitos bancarios superiores a los 10 mil dólares que al 2010 sumaban el 93 % del valor.

En 2005, expuso Arze, los depósitos menores a mil dólares que sumaban 86% en cantidad y representaban sólo 10 % del valor total, para el 2010 eran 90 % pero solo alcanzaban a 7 % en valor. Es decir los pequeños depósitos crecían, eran la mayoría pero con participación menor.

«En cambio los depósitos por encima de los 10 mil dólares que eran el 14 % y representaban 90 % en valor para el 2010, bajaron al 10 % pero detentan el 93 % del valor, es decir hay crecimiento de la desigualdad».

LIMITADA REDISTRIBUCIÓN DE LA RENTA

Contrariamente a sus proclamas, el régimen que encabeza el presidente Morales aplica desde hace casi diez años una economía neoliberal e implementa una «limitada» redistribución de la renta fiscal entre los bolivianos, evaluó el CEDLA en un comunicado.

En la década que transcurre, se han producido resultados que no avanzaron hacia los objetivos postulados para la construcción del ‘Vivir Bien’, discurso que «tuvo y tiene un propósito político electoral», aseguró este Centro de Estudios

Encontró también evidente el incumplimiento de toda previsión gubernamental para superar el patrón de acumulación primario exportador, cayendo en serias contradicciones y una planificación estatal basada en la expansión de la economía capitalista.

«Las acciones estatales en la economía han estado limitadas a superar las fallas del mercado mediante la aplicación de paradigmas neoliberales -principalmente la orientación exportadora, la estabilidad monetaria y la priorización de la inversión extranjera- y la implementación de una limitada redistribución de la renta fiscal, resultan funcionales a la permanencia del patrón de acumulación primario exportador».

«Por ello -concluyó- no se puede esperar que la presencia estatal, así sea con la nacionalización de muchas industrias, promueva la difusión del socialismo». 

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.