La distinción, creada en octubre de 2012, le fue otorgada como intelectual y periodista en reconocimiento a su vasta trayectoria en defensa de la libertad de expresión, los derechos humanos y la memoria histórica en América latina. Es la sexta entrega.
El acto protocolar se realizó el martes en el auditorio Hugo Chávez del Pabellón Venezuela en la Ciudad Universitaria. Acompañaron a Horacio Verbitsky, el decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Juan Pablo Abratte; la vice decana Flavia Dezzutto; María de los Ángeles Bonzano, referente de Justicia Legítima Córdoba y de la Escuela popular en derechos humanos y César Marchettino, coordinador del programa de la Secretaría de derechos humanos de la institución.
Desde que se instituyó, en 2012, les fue entregado al ex gobernador de Córdoba, Ricardo Obregón Cano, a la ex titular de Familiares de detenidos y desaparecidos por razones políticas, Emilia Ofelia Villares de D’ Ambra; al director de la Biblioteca Nacional, Horacio González; al vicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera y a la dirigente social Milagro Sala, presa por Gerardo Morales en Jujuy.
Tras dar lectura a la resolución que afirma que el periodista y director del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) «es uno de los intelectuales de mayor compromiso social y político del continente, con más de 50 años de ejercicio del periodismo y que llevó a cabo esta labor con compromiso social que lo hizo pionero en la denuncia de la represión ilegal», se citó la obra publicada y los premios nacionales e internacionales recibidos. También se recordó la persecución sufrida durante los años noventa por denunciar al poder hegemónico y fue encomiada la tarea y los aportes concretos en defensa de los derechos humanos.
«Horacio Verbistky es un referente en la lucha por la memoria, la verdad y la justicia respecto de los crímenes de la última dictadura cívico militar y también de las actuales violaciones de los derechos humanos, referencia prioritaria para el estudio y la enseñanza de las ciencias sociales», afirmó Juan Pablo Abratte, decano de la facultad otorgante.
Valoró la trayectoria del periodista, en tiempos en que la profesión «adquiere masivamente una figura unidireccional, reductiva y parcial», cuyo trabajo actual y pasado rescata las mejores tradiciones del periodismo de investigación «minucioso, inteligente, más allá de los intereses personales y corporativos».
Usando una metáfora de Pancho Aricó, manifestó que «Un hilo rojo parece hilvanar cada uno de los nombres de los homenajeados». Y agrega que «La distinción pretendió y pretende ser la materialización simbólica de un posicionamiento político, en tiempos en los que se propone despolitizar la enseñanza, en todas sus esferas, y poner a la universidad en el camino de reformas supuestamente modernizadoras y que se torne al fin en una institución de producción y reproducción de conocimientos profesionales y técnicos».
Desde esa caracterización crítica y en un contexto complejo revalorizó el premio.
María de los Ángeles Bonzano, referente de Justicia Legítima Córdoba, saludó el premio otorgado y anunció el relanzamiento de la escuela popular de derechos humanos «una iniciativa interinstitucional» donde participan cátedras de derecho, sindicatos, jueces, fiscales y abogados. Aclaró que desde la entidad promueven el «acceso a la justicia» más allá de la búsqueda de una reparación individual y con la mirada puesta en la sociedad. Este año se analizarán varias temáticas como el discurso jurídico y la disputa de sentido, la reforma laboral y la violencia institucional. Sobre el final del encuentro una mujer expuso ante la jueza una problemática familiar personal por la que viene luchando desde hace ocho meses.
Varias generaciones
Horacio Verbisky «recuperado de la emoción» dijo mientras recorría con la mirada al público presente que para él los lugares son personas. «Cada vez que vengo a Córdoba quiero ver a Sonia Torres, quiero ver a (Luis Miguel) Vitín Baronetto y a algunos que ya no están como María Elba Martínez que me hubiera gustado que pudiera participar de este encuentro. Porque ellos son testimonio de la lucha de varias generaciones por la justicia, la libertad y por los derechos, aquí en Córdoba».
Contó luego que cuando dejó Pagina 12 «para satisfacer el deseo del presidente» averiguó que sus lectores actuales del cohete a la luna son menores de 35 y mayores de 60. «Y es cierto, estoy viendo esas caras», apunta. «Eso quiere decir que hay un hilo generacional que no se ha cortado», reflexiona. Porque eso de cortar la historia, de crear un antes y un después «era una de las fantasías recurrentes de las clases dominantes de la Argentina» cuestión que ninguna de las dictaduras logró. No obstante, afirma, dejó grandes «cicatrices profundas y dolores muy pesados…».
Desde esa perspectiva se refirió a una nota que alude a La eficacia liberal y el 25 por ciento escrita por Ricardo Aronskind. Explica que el autor rompe con el mito de la existencia de un «péndulo donde la sociedad establece una especie de equilibrio». En consecuencia, dice, que los partidos populistas y progresistas, deberían «elevar la apuesta» porque solo se recupera un 25 por ciento del poder. Este tipo de discusiones y reflexiones un tanto densas, dice, implican autocrítica, expectativas, pensando en un futuro mejor. Insistió con el concepto de recuperar temáticas para pensar «con mayor solidez y menor fragilidad» teniendo en cuenta lo valioso del pasado y proyectar hacia el futuro.
Decir NO, resistir
Sobre la actualidad política y social del país opinó que «el actual programa del gobierno en curso es insustentable socialmente y financieramente». En el primer caso, por «las reacciones que provoca y que le han impedido cumplir con los objetivos que para esta altura de su mandato se había planteado» y en segundo lugar porque «no hay país en el mundo que pueda endeudarse indefinidamente y conseguir renovaciones constantes de cantidades crecientes de préstamos sin generar las condiciones para su repago».
La crisis existe pero «no podemos saber el momento en que se hará presente como un hecho ineluctable. Pero sabemos que va a ocurrir», analizó. Para enfrentarlo sin dudas «es necesaria la unidad de la oposición» pero aún no está claro, con quiénes ni cómo. Está en disputa. «De lo único que estoy seguro es que hay que resistir». Y citó un conjunto de ejemplos donde la sociedad le dijo NO, por este camino no.
Por caso, el intento de eliminar el feriado del 24 de marzo que conmemora el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia o la frustrada ley dirigida a disminuir las penas a los genocidas a través del cómputo 2×1. «Los que tenemos cierta edad vimos que estas cosas no duran para siempre», afirmó y puso como ejemplo las dictaduras de 1955 en adelante incluida la del dictador (Jorge Rafael) Videla.
Colchón ficticio
Reveló la estrategia inicial del gobierno que apeló al concepto de «pesada herencia del gobierno anterior» cuando inventaron un colchón ficticio vía un apagón estadístico que elevó la pobreza al 30 por ciento cuando en realidad era del 19 por ciento. «Ahora, el número real, es 25.7 por ciento». Claramente, recibieron el 19 y lo elevaron a 25.
Puntualizó que la operación fue anunciada el primer día que asumió Mauricio Macri cuando en su discurso dijo que quería que juzgaran a su gobierno por haber bajado la pobreza. Pero, advierte, que «ahora la crisis se siente muy fuerte» porque se trata de llegar a fin de mes, y de comprar las cosas elementales, lo cual le complica sus métodos manipuladores y sanateros.
Frente a esto «La resistencia social, a las medidas del gobierno es el primer paso, es el punto fundamental para organizar algo distinto. Lo que pueda venir después, se organizará. Lo importante es decir que no, y en eso estamos», enfatiza.
Una misma lucha
Será por ese empecinamiento de decir que No, conjetura, que ustedes me invitan hoy aquí para hacerme unos mimos en este momento tan complicado porque sienten que somos parte de una misma lucha que tiene sus raíces en el pasado. «Me conmovió ver aquí a Coty de Breuil, hija de uno de uno de los sobrevivientes (Eduardo) de los crímenes de la UP1 y ver al hijo de Hugo Vaca Narvaja (juez federal, de idéntico nombre) que son la continuidad de las familias que no pudieron destruir», expresó.
Las nuevas generaciones han tomado ese legado, dijo, y contó que durante los intercambios epistolares con Juan Gélman pensaban como sería la Argentina y qué rol tendrían ellos. «Mi opinión era que nuestro único destino como fósiles era ser combustible para las nuevas generaciones para intentar lo que nosotros no conseguimos». En este punto reconoce que «Hay muchas cosas que no conseguimos, pero no tengo vocación por la lágrima, la queja, sino más bien por la pelea. No puedo reprimir el optimismo. Ayuda a vivir», sostuvo. Y contó que www.elcohetealaluna.com le permite dar rienda suelta al hemisferio derecho y «abrir el arcón de las cosas personales» y trajo al presente una anécdota ocurrida durante la dictadura cívico militar de 1976 cuando su padre «como todos me insistía que me fuera del país» mientras que su madre relativizaba esa posibilidad diciéndole que «Aquí pasan cosas horribles «Pero mirá si estuviéramos en el Líbano».
«Hay que pensar el futuro con optimismo porque el nivel de resistencia de nuestro pueblo es extraordinario». Aunque es sabido que no es fácil en esta provincia «con dos almas» donde gobierna un empleado de Fíat, amigo de Macri. Pero, rescata, que hay un país que ha generado un 17 de Octubre y un Cordobazo. Y que sin dudas cuando la nieve se derrita florecerán las rosas.
A Sala llena
La sala se completó y varias personas quedaron paradas a los costados de la sala. Durante la apertura del acto académico, Silvia, la presentadora, recitó la letra de la canción «Nos tienen miedo porque no tenemos Miedo», de Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe. El cierre fue musical y estuvo a cargo de la cantora Mery Murúa.
Estuvieron presentes la ex rectora de la UNC Carolina Scotto; Diego Tatián, ex decano de Filosofía y ensayista, consejeros docentes, estudiantiles, graduados y no docentes. Los representantes de Organismos de derechos humanos: Sonia Torres (Abuelas de Plaza de Mayo), Gustavo Tisera (Familiares de detenidos y desaparecidos por razones políticas) Emiliano Fessia (HIJOS) y el legislador Martín Fresneda. Los dirigentes sindicales Juan Monserrat (UEPC) y Alfredo Seydell (Luz y Fuerza); el juez federal Hugo Vaca Narvaja y el fiscal Enrique Senestrari; la abogada de derechos humanos Patricia Chalup, y los periodistas Dante Leguizamón, Alexis Oliva, Camilo Ratti, Marta Platía y Luis Miguel Baronetto, ex director de derechos humanos del gobierno de la ciudad y director de Tiempo Latinoamericano, entre otros.
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