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Entrevista con Evo Morales

«Hemos llegado al gobierno pero no tenemos el poder todavía»

Fuentes: AMAUTA

En plena efervescencia política, el colectivo AMAUTA de Argentina ha sido invitado a Bolivia para inaugurar varias Cátedras Che Guevara y Escuelas de Formación Política. Dos de ellas fueron organizadas por compañeros del MAS (incluyendo desde diputados y equipos de gobierno hasta militantes de base). La otra por la organización Patria Insurgente. Más allá de […]

En plena efervescencia política, el colectivo AMAUTA de Argentina ha sido invitado a Bolivia para inaugurar varias Cátedras Che Guevara y Escuelas de Formación Política. Dos de ellas fueron organizadas por compañeros del MAS (incluyendo desde diputados y equipos de gobierno hasta militantes de base). La otra por la organización Patria Insurgente. Más allá de los matices políticos de estas diversas iniciativas, AMAUTA se encontró en todos esos espacios con antiguos militantes y combatientes del ELN (Ejército de Liberación Nacional), fundado por el Che Guevara y sus compañeros. Algunos de ellos lo conocieron personalmente a Robi Santucho. Otros lucharon en Chile, en Nicaragua y en otros países. No resulta casual que en las diversas lecturas del proceso político y social que actualmente vive Bolivia, la herencia del Che Guevara continúa inspirando los anhelos y proyectos de transformación social radical.

Bolivia se encuentra hoy en medio de un agudo conflicto político donde la derecha más recalcitrante, alentada y asesorada por la CIA y la USAID, pretende independizarse y lanzar una insurrección armada contrarrevolucionaria al estilo del golpe de Estado que los escuálidos organizaron en Venezuela en el año 2002.

Solidarios con el proceso de transformación social recién iniciado por nuestros hermanos bolivianos, además de inaugurar varias Cátedras Che Guevara, nuestro colectivo participó en las manifestaciones callejeras. Portando en conjunto la bandera internacionalista de AMAUTA militantes argentinos y hermanos bolivianos marchamos por La Paz, todos entremezclados con las nutridas columnas de los mineros (que hacían tronar sus dinamitas), los campesinos, las comunidades indígenas y compañeros de la Universidad Nacional de la mina Siglo XX, formada por la Federación de Mineros. Lo hicimos convencidos que nuestra lucha antimperialista y por el socialismo es continental y abarca toda la patria grande. Nuestro campo de batalla alcanza todo el mundo. El deber de todo revolucionario es hacer la revolución. No hay fronteras en esta lucha a muerte. Cada destacamento constituye apenas una pequeña parte de un movimiento internacionalista de alcance continental que recién comienza a gestarse con nuevas generaciones. Las luchas más radicales todavía no han empezado. Nada de nostalgias paralizantes. Lo mejor está por delante. Como parte de esas muchas actividades realizamos una entrevista con el compañero Evo Morales, que a continuación reproducimos [en la entrevista también estuvieron presentes compañeros de la agencia de noticias argentina Bolibar].

AMAUTA: Nosotros formamos parte de la Cátedra Che Guevara de Buenos Aires y hemos venido invitados a Bolivia a inaugurar diversas Cátedras Che Guevara. Nos gustaría saber cuándo fue la primera vez que usted escuchó hablar del Che. ¿Cómo lo recuerda?

Evo Morales: La primera vez que escuché hablar del Che Guevara fue en el Chapare. Si no recuerdo mal fue en el año 1980, cuando yo tenía 18 ó 19 años.

AMAUTA: ¿Quién le habló por primera vez del Che? ¿Compañeros de militancia? ¿La familia?

Evo Morales: Fueron compañeros de militancia. Eran dirigentes sindicales. En 1980, en plena dictadura militar de García Meza. Tuvimos un gran problema. A un hermano lo quemaron vivo. Fue el equipo de lucha contra el narcotráfico, narcóticos, la estructura de represión de Luis García Meza Tejada, el general golpista que ahora está en la cárcel en Chonchocorro. Hasta ese momento yo tenía la idea de que el presidente, aunque fuera dictador o demócrata, era presidente para mí. El presidente tenía que ser el padre de todos los bolivianos. ¿Cómo el funcionario del presidente va a hacer quemar a su pueblo, a su hijo? ¡Yo no lo podía entender! Yo estaba en la cancha de fútbol, con un grupo de jóvenes… El dirigente del sindicato llama y convoca a una reunión de emergencia, dice que hay que salir a una marcha, que han quemado a un hermano de un sindicato. ¡Yo no lo podía entender! ¿Cómo el presidente podía hacer quemar al pueblo? Los jóvenes que jugábamos al fútbol decidimos que había que apoyar al sindicato y decidimos ir a la marcha. Ya en la concentración nos preguntamos qué podíamos hacer. Había unos calendarios grandes, con la plata de Estados Unidos, de USAID… entonces en esos cartones, del lado que estaban vacíos escribimos VIVAN LOS DERECHOS HUMANOS, RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS, empapelamos el carro para ir a la concentración. Era quizás la mejor delegación que llegaba a esa concentración por los derechos humanos y en repudio a esa acción de quemar vivo a un hermano. Y ahí aparece un dirigente hablando del Che, nos dice que el Che estaba por Chapare… que había un compañerito viejito que todavía estaba vivo y siempre hablaba del Che. Parece que había un dirigente sindical, un tal Vargas, que murió por allá y estaba planificando para que el Che entre a la zona del Chapare. Casi todos estaban muertos los que hablaban del Che. Entonces era muy interesante todo eso… ahí empecé a profundizar, a comprar unos libros, pero… ¡esos libros hablaban todo lo contrario del Che! [risas]. Y entonces luego compré otros libros que hablaban bien del Che y me encantaron.

AMAUTA: ¿Qué opinión tiene hoy del Che Guevara?

Evo Morales: Yo creo que el Che Guevara fue, es y seguirá siendo el símbolo de las revoluciones en todo el mundo.

AMAUTA: ¿Y qué opina de su compañero, Fidel Castro, quien se acaba de retirar del gobierno de Cuba?

Evo Morales: Tanto Fidel como el Che serán dos yuntas, serán los dos grandes símbolos en todo el mundo…

AMAUTA: Usted conoció a Fidel personalmente…

Evo Morales: Sí, varias veces.

AMAUTA: ¿Qué opinión tiene de él?

Evo Morales: Yo creo que es un maestro, un sabio. Es el mejor «médico» del mundo. Yo llegué a la conclusión, a partir de la colaboración del pueblo cubano, de su gobierno y de su comandante con el pueblo boliviano que el país más humillado, reprimido y bloqueado por el imperio es el más solidario con los pueblos del mundo.

AMAUTA: En la lucha actual de los pueblos del mundo, incluido el pueblo boliviano, la lucha contra el imperialismo y la defensa de los recursos naturales es fundamental. ¿Qué relación tiene el actual gobierno de Bolivia con las empresas petroleras multinacionales?

Evo Morales: Lo que dijimos durante la campaña electoral: sobre nuestros recursos naturales queremos socios… ¡no patrones! En el primer año, cuando nacionalizamos durante el 2006, hubo mucha susceptibilidad. En el 2007 consolidamos los nuevos contratos y ahora pasamos al tema de inversión. Hay relaciones no siempre tan confiables con algunas empresas.

AMAUTA: ¿Hay alguna perspectiva de nacionalizarlas?

Evo Morales: La nacionalización consiste en que el Estado asuma el control efectivo de sus recursos de gas e hidrocarburos. Hubo récords de inversión. En 1998 hubo 600 millones de dólares de inversión, en el marco de la privatización, mal llamada «capitalización». Ahora, en cambio, entre el Estado y las empresas tenemos 2.300 millones de dólares de inversión para el sector hidrocarburífero.

AMAUTA: ¿Hay posibilidad de nacionalizar las empresas privadas en el área de los hidrocarburos?

Evo Morales: Una cosa es que pase a propiedad de los bolivianos los hidrocarburos y el gas y otra cosa es la inversión privada, por decir en ductos. Si hay inversión respectamos esa inversión. Cualquier inversionista tiene todo el derecho de invertir, recuperar su inversión y tener derecho a las utilidades. En eso somos respetuosos, pero en el tema gas y en el tema petróleo, el pueblo boliviano tiene la mayor propiedad. Eso es lo que hemos nacionalizado. Lo que hemos cambiado es que antes el 18% quedaba para el pueblo boliviano y el 82% se lo llevaban las grandes empresas. Nosotros hemos invertido esa relación. Ahora el pueblo boliviano se queda con el 82% y a las empresas les corresponde el 18%. En cuanto a este tema, en el año 2005 ¿cuánto ingresaba al tesoro del Estado? Pues 300 millones de dólares por hidrocarburos. El año pasado llegamos a 1.930 millones de dólares. Con lo que nos debe Brasil, el año pasado hemos recibido 2.300 millones de dólares por los hidrocarburos. ¡Esa es la nacionalización! De esos recursos y esa renta nacionalizada hemos destinado una parte importante a un bono popular, el bono Juancito Pinto, destinado a la niñez. Eso significó una revolución social.

AMAUTA: ¿Cuáles son los principales problemas que afronta el gobierno?

Evo Morales: Uno de nuestros problema está en la fiscalización. Ahí tengo un problema. En el marco de la austeridad yo me rebajé mi sueldo de 40.000 bolivianos a 15.000 bolivianos. Hay algunos «expertos» en el tema de hidrocarburos que no están dispuestos a ganar menos que el presidente. Como ganan más de 50.000 bolivianos se van a trabajar a las multinacionales. Yo siento que nuestras universidades públicas no forman patriotas. Forman profesionales por la plata y no por la patria. Por esa razones tenemos nuestra debilidad. Estamos debatiendo. Necesitamos definir políticas, proyectos y programas para la industrialización. El próximo año debe ser el año de la industrialización. Ya estamos sentando algunas bases en ese sentido. Estamos buscando socios, como Estado, básicamente entre otras empresas de Estado.

AMAUTA: ¿Qué sucede con el problema de la tierra, con los procesos de reforma y revolución agraria?

Evo Morales: Bueno, hay una profunda diferencia entre la reforma agraria y la revolución agraria. La reforma agraria de 1952 y 1953 (1) se ha producido bajo un levantamiento permanente indígena, con fusil al hombro, que obligó a los partidos y gobiernos de turno a realizar una reforma agraria. Pero esa reforma agraria de 1952 ha dejado minifundios, surcofundios, latifundios (sobre todo en el oriente boliviano)… Nosotros ahora, dentro de una revolución agraria nos hemos planteado la redistribución de la tierra. En dos años hemos llegado a redistribuir más de 10 millones de hectáreas, a nivel titular. Mientras que los gobiernos anteriores, a lo largo de 10 años llegaron a sanear 10 millones. Nosotros lo hicimos en dos años. A ellos cada hectárea saneada les costó diez dólares, a nosotros nos constó un dólar por hectárea. ¡Una tremenda diferencia! La revolución agraria tiene cuatro componentes: la redistribución, acabar con el latifundio (improductivo, especialmente), luego la mecanización (entregamos más de mil tractores), los créditos y la apuesta por productos ecológicos. También está el tema del comercio. Frente a los tratados de Libre Comercio (TLC), hemos tratado de promover un tratado de comercio justo entre los pueblos (TCP), que nos está costando un poco implementarlo.

AMAUTA: ¿Qué relación guarda ese tipo de tratados con el ALBA?

Evo Morales: Son parte: el ALBA contra el ALCA, y el TCP contra el TLC. El ALBA y el TCP son dos yuntas que trabajan en la misma dirección.

AMAUTA: Actualmente Bolivia vive la reacción de las regiones conocidas como la medialuna, aquellas regiones autonómicas y separatistas gobernadas por la derecha que no aceptan subordinarse al gobierno central. Si estas regiones se sublevan y deciden declarar su autonomía e independencia, rompiendo la unidad nacional del estado boliviano, al estilo de Kosovo y bajo influencia norteamericana, ¿el gobierno central, el gobierno del MAS, tienen fuerza suficiente como para imponerse a esa desestabilización promovida por la derecha?

Evo Morales: Hay que recordar que el poder es del pueblo, no del gobierno del MAS ni de Evo Morales. Hemos llegado al gobierno pero no tenemos el poder todavía. Estamos en un proceso en el cual hay que pensar como construir el poder del pueblo, yo creo en las fuerzas sociales.

AMAUTA: ¿Esas fuerzas sociales cómo operarían frente a un posible levantamiento insurreccional de la derecha?

Evo Morales: Habría que preguntarle a ellas cómo operarían…

AMAUTA: Qué función cumplirían las Fuerzas Armadas en ese conflicto?

Evo Morales: Hasta ahora están muy identificados. Yo me he impresionado, pese a que todos los altos mandos militares son mis mayores… En la cultura andina, en la cultura indígena, un menor no puede dirigir a una persona mayor. Yo doy sugerencias, no tengo ese carácter de dar instrucciones. Aunque como capitán general de las Fuerzas Armadas de la nación yo podría dar instrucciones. ¿Por qué tienen respeto? Yo he prestado mi servicio militar obligatorio. Casi todos los presidentes nunca han ido a los cuarteles, no han prestado servicio militar. Como presidentes mandaban e instruían, utilizaban políticamente, no respetaban la institucionalidad. Yo, Evo, como ex soldado, respeto y me hago respetar. Los militares respetan entonces la institucionalidad.

AMAUTA: ¿No hay peligro de golpe de Estado?

Evo Morales: Bueno, ¿quién podría garantizar eso? Pero hasta ahora no tengo nada de qué quejarme de las Fuerzas armadas, ya que respetan la institucionalidad. Pero lo importante que hay que destacar es que nuestro gobierno respeta y defiende las autonomías pero se opone al separatismo, bandera de las derechas oligárquicas y racistas. Esas derechas, sobre todo de Santa Cruz de la Sierra donde no todo el pueblo sino pequeños grupos, a mí me dicen «mono», «indio», «macaco»… Cuando las derechas separatistas me pedían un referendum revocatorio yo les contesté: «¿por qué no nos sometemos todos a un referéndum revocatorio?» Ellos se asustaron y no quisieron. La gente de Santa Cruz promovía de manera ilegal un estatuto autonómico. Después de que perdieron la «mamadera» a nivel nacional, ahora quieren seguir mamando a nivel departamental para no perder la mamadera por completo. Eso a nivel económico. A nivel político el problema para ellos es Evo Morales. No aceptan que un indio gobierne Bolivia. Hay una cuestión de codicia, de envidia, de poder. Ellos, la derecha, utilizan el problema de la autonomía y la capitalidad para mantener sus cuotas de poder. Por eso, con todo el pueblo movilizado, hemos impulsado que el Congreso apruebe una convocatoria a un referéndum para que todo el pueblo se exprese sobre la nueva constitución política del Estado boliviano. Esta constitución garantiza la autonomía pero rechaza el separatismo. El estatuto autonómico tiene consecuencias como la siguiente: si un argentino llega a Santa Cruz y quiere adquirir derechos políticos, lo tiene que hacer como cruceño, no como boliviano. Lo mismo en el tema tierras, que según esos estatutos serían de propiedad departamental y no de todos los bolivianos y bolivianas. Entonces la nueva constitución garantiza autonomía e igualdad entre todos los departamentos pero en el marco de la unidad nacional. Se va a garantizar la autonomía: autonomía como comunidad, pero sin independencia, separación ni desmembramiento de Bolivia. El reclamo separatista no le pertenece a todo Santa Cruz sino a una minoría. Y la dinámica de las mayorías y las minorías es importada. En las comunidades se funciona de otra manera, allí es por consenso, no por mayoría y minoría.

AMAUTA: Estados Unidos está jugando un papel muy activo en esta demanda de autonomía separatista. ¿Cómo visualiza usted ese rol del imperialismo norteamericano en Bolivia?

Evo Morales: La responsabilidad de los diplomáticos es hacer diplomacia, comercio, etc, no hacer política. Pero el embajador de Estados Unidos en Bolivia hace política. Incluso el embajador de EEUU está en Santa Cruz, no en La Paz. Sus operaciones son muy sospechosas pero poco a poco le vamos cortando las alas. Hemos tenido muchos problemas con la embajada de EEUU y con USAID. Esta institución norteamericana convoca a las ONGs y les ofrece plata con la condición de que hagan oposición a Evo Morales. A algunos dirigentes campesinos les daban 2.500 ó 3.000 dólares al mes… y cuando nosotros hablábamos con estos compañeros nos decían «hay que aprovechar la plata de los gringos». A Algunas organizaciones les han dado hasta 20.000 dólares con la condición de que no aprueben a Evo Morales. Las ONGs se meten para manejar ese dinero. También hay muchos otros problemas como el espionaje. La CIA también está metida. Pero en resumen el embajador de EEUU con todos sus equipos, encabezan la conspiración contra el gobierno de Evo Morales. Nosotros tenemos el derecho de garantizar el respeto mutuo entre ambos países.

AMAUTA: Los norteamericanos tienen bases militares en Bolivia, ¿no es cierto?

Evo Morales: En algunos aeropuertos de Bolivia ellos tienen hangares cerrados…

AMAUTA: ¿hay posibilidades de que se vayan?

Evo Morales: Estamos viendo, es todo un proceso, pero ya no es como antes. Antes la DEA operaba, controlaba en los retenes, comandaba en las Fuerzas Armadas y en la policía pero eso se terminó. Si están por allí en algunos aeropuertos se ocultan, filman o toman fotografías… creen que no me doy cuenta, pero ¡me doy cuenta! Algunas veces les hemos dicho al oficial boliviano que dejen de sacar fotografías. Ellos se escapan, se ocultan. Vamos a seguir revisando convenios. Pero es un proceso. No podemos creer que todos los funcionarios en el Estado boliviano son hoy revolucionarios. Tenemos que hacerlo con tiempo. Lo importante es que nosotros tenemos pleno derecho de hacernos respetar frente a la injerencia de Estados Unidos.

NOTAS

(1) Sobre los procesos sociales y políticos que Bolivia experimentó a partir de 1952, recomendamos consultar el libro La revolución boliviana de 1952 de Noel Pérez (compañero integrante del Colectivo AMAUTA). La Habana, Ocean Sur [Colección «Historias desde abajo»], de próxima aparición.