Hace un par de semanas que la Comisión de Investigación del Congreso de Estados Unidos que pretendía esclarecer las vinculaciones de ZTE y Huawei con el gobierno chino y evaluar si estas empresas actuaban como «títeres» espiando las comunicaciones que cursaban sus equipos, presentó sus demoledoras recomendaciones: el Gobierno de EE.UU. no debía usar equipos […]
Hace un par de semanas que la Comisión de Investigación del Congreso de Estados Unidos que pretendía esclarecer las vinculaciones de ZTE y Huawei con el gobierno chino y evaluar si estas empresas actuaban como «títeres» espiando las comunicaciones que cursaban sus equipos, presentó sus demoledoras recomendaciones: el Gobierno de EE.UU. no debía usar equipos de estos fabricantes. Este veto, que peligrosamente podía extenderse por los operadores del país (y de otros países, como Canadá), dejaba a Huawei y ZTE en una posición muy complicada que, indudablemente, afecta a su reputación a pesar de que hayan intentado defenderse y que un supuesto informe del Gobierno afirmase no haber encontrado pruebas que apunten a la existencia de puertas traseras o mecanismos de espionaje. En Australia ha ocurrido algo parecido a lo de Canadá puesto que el país ha vetado el uso de equipos de Huawei en la red que el gobierno está desplegando y, en vista de este bloqueo, el fabricante chino se ha ofrecido a entregar el código fuente de su software para que sea auditado.
La medida, enmarcada dentro de las actuaciones que está acometiendo Huawei para despejar cualquier tipo de duda, se ha hecho pública en una conferencia de prensa ofrecida por John Lord, responsable de Huawei en Australia con la idea de desbloquear su participación en el macro-proyecto que está llevando a cabo el gobierno australiano.
El ofrecimiento de Huawei es claro: acceso sin restricciones al código fuente de su software y a los equipos que fabrican con la idea de que puedan auditarse en busca de cualquier tipo de amenaza o vulnerabilidad.
Huawei no ha llevado a cabo un buen trabajo de comunicación sobre la compañía o lo que hacemos y asumimos las consecuencias por ello. […] La compañía necesita ser más abierta y ofrecerle a las autoridades australianas acceso completo y sin restricciones al código fuente y equipamiento
En mi opinión, la iniciativa tiene bastante sentido y, precisamente, una auditoría es fundamental para esclarecer todos estos hechos más allá de la opacidad de la empresa a la hora de declarar ante una comisión política en Estados Unidos. Los equipos de Huawei y de ZTE están presentes en muchas redes desplegadas por todo el mundo, por tanto, las sospechas deben respaldarse con hechos y pruebas sólidas porque, en ausencia de las mismas, parece más una medida para proteger los mercados (y mantener a los vendors tradicionales) que realmente una cuestión de seguridad.
De hecho, con la idea de disipar las dudas, Huawei ha brindado acceso también a las agencias de seguridad de Reino Unido para que revisen sus equipos dentro de una tarea, la de la seguridad de las comunicaciones, que bajo la óptica de Huawei es algo que es responsabilidad de toda la cadena de valor, es decir, autoridades, fabricantes y operadores (que deben trabajar en sintonía)
Quizás alguien pueda pensar que Huawei podría entregar algo sesgado u orientado a obtener una auditoría favorable pero, en mi humilde opinión, de haber algo ¿no deberían haberlo encontrado ya?
Fuente: http://alt1040.com/2012/10/huawei-acceso-australia-codigo-fuente