«La acción de las masas tiene la capacidad de derrocar gobiernos». Nelson Mandela
«Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada». Nelson Mandela.
El actual gobierno, sin dudas, se ganó el título del peor gobierno argentino, contrario al pueblo trabajador, porque lleva adelante medidas de ajuste sobre ajuste que significa sufrimientos. Es el camino pensado para el despojo popular por esta nueva casta derechista global.
“Pero, por otra parte, muchas veces gran parte del pueblo son como los alumnos tardos en aprender porque no comprendieron que estuvieron frente a un candidato neoliberal de pura cepa y hoy está como presidente elaborando y presentando mediadas cercanas a la tiranía porque destroza el orden jurídico al soslayar la constitución nacional.
Agrava la situación la ausencia de un conductor y de una organización que encolumne y que encuadre políticamente al pueblo para unificar la defensa de sus genuinos intereses, y entonces, esa carencia es aprovechada por el gobierno y sus aliados para arremeter.
Sin dudas, hablando de proceso enseñanza-aprendizaje, se aprende sobre políticas públicas a las buenas (estudiando y debatiendo) o a las malas (sufriendo), por eso creo que ahora hubo que experimentar lo peor de la política para entender que sólo el pueblo salvará al pueblo, claro, si está organizado y con conducción política emancipatoria.
El debate en el parlamento argentino sobre el DNU, denominada “Ley ómnibus”, mientras el pueblo protesta de mil formas y padece pobreza planificada, ese debate es un espectáculo dantesco. Los partidos políticos tradicionales duermen la siesta.
El interrogante es ¿Hubo que experimentar lo peor de la política para entender que sólo el pueblo salvará al pueblo? El apagón político hizo lo suyo, la desmemoria colectiva de antiguas luchas en pos de una democracia auténtica, se diluyó. Ahora, frente al avance de las bestias neoliberales, el pueblo tendrá que forjarse una teoría y práctica política propia.
En estos días el pueblo con bronca y en las calles rememora constantemente una imagen que los medios periodísticos transmitieron de esta forma: “Cuando Fernando de la Rúa se subió al helicóptero para dejar la Casa Rosada a las 19:50 del jueves 20 de diciembre de 2001 una multitud que ya sabía de su renuncia presenció desde la Plaza de Mayo la escena que siguió luego, el Sikorsky S76B blanco de la Presidencia que despegaba de la terraza y se retiraba hacia el norte, con la certeza de estar viviendo un acontecimiento histórico”, y que tal vez se repita…
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
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