Desde el campamento instalado por 21 compañeros conscientes y voluntarios en la huelga de hambre que inició el día lunes 16 de octubre (hoy cumplimos 10 días de ayuno permanente), sentimos dar la vida en cada minuto que pasa, pero nuestra posición es llegar hasta las ultimas consecuencias, hasta que Ulises Ruiz Ortiz (URO) caiga. […]
Desde el campamento instalado por 21 compañeros conscientes y voluntarios en la huelga de hambre que inició el día lunes 16 de octubre (hoy cumplimos 10 días de ayuno permanente), sentimos dar la vida en cada minuto que pasa, pero nuestra posición es llegar hasta las ultimas consecuencias, hasta que Ulises Ruiz Ortiz (URO) caiga.
Compañeros y compañeras del pueblo de México, agradecemos y admiramos su solidaridad, por nuestros muertos, por nuestros presos políticos, por nuestras demandas justas que abrazan cada vez más personas en todo el país, y les pedimos no nos dejen solos, que luchen a nuestro lado y exijamos juntos la justicia que nos ha sido negada.
Pues ahora, en este momento de definición, todos tenemos dos opciones: o presionamos al gobierno federal para que solucione pacíficamente el conflicto, sacando a URO de la gobernatura oaxaqueña, o presionamos al pueblo y al magisterio de Oaxaca para que dejen de luchar, sin haber conseguido su demanda fundamental.
Los de arriba desprecian a los pobres, no les importa seguir asesinando a nuestros compañeros, encarcelando luchadores sociales, azuzando un conflicto mayor. Por eso no nos extraña que a Vicente Fox Quesada y al Congreso de la Unión no les interese la sangre de 8 compañeros que han caído en esta etapa de lucha, y prefieren sostener a un asesino como gobernante.
Por eso nos instalamos en huelga de hambre, para demostrar al mundo que nuestra lucha es pacífica y justa, y que estamos dispuestos a dar la vida si es necesario.
Ellos son los violentos, no nosotros. Son ellos, los matones a sueldo de URO, los gobiernos municipales priístas, los que han asesinado a nuestro pueblo. Ellos han puesto las balas, nosotros los muertos.
Por eso, desde este Hemiciclo a Juárez, les agradecemos a todos los que han mostrado su solidaridad, y les pedimos que demos un empujón más. La caída de URO está cerca, no descansemos hasta conseguirla.
Desde el Hemiciclo a Juárez, en el Centro de la Ciudad de México.
Los integrantes de la huelga de hambre por la dignidad de los pueblos de Oaxaca.
Dióscoro Nazario López
Profesor de Oaxaca, en Huelga de Hambre